¿Qué ha pasado con aquello que juraste cumplir?

Dónde ha ido el motor que te hacía sonreír y pensar “algún día valdrá la pena”. A veces sentada, viendo las horas pasar, me pregunto “¿qué ha pasado con mis sueños?” 
Mis manos que ahora resuelven problemas de oficina, que sostienen por horas un teléfono en espera de cambiar un vuelo o reservación, mis manos que cada día cuentan miles de pesos ajenos, han perdido el rumbo, han olvidado el brillo del que alguna vez habló el profesor Raúl en la clase de música. Han dejado de lado esos bellos cánones, han dejado de escribir estrofas para sustituirles por recordatorios de transferencias.

¿Qué he hecho con mis manos, con mis oídos, con mis sentidos? 
¿qué ha pasado con mis sueños?

Ahora alojados en aquel piano barato, en aquellas notas de la clase de solfeo que tomé aquella vez, ¿qué ha pasado?

– Dafne Salazar 

Etiquetas: sueños

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