La vi por primera vez en una la puerta de centro comercial. Mientras la gente pasaba, por un lado, era como si todos nos abrieran paso para un encuentro. Pero, el simple hecho de ver su dulce rostro, esa mirada tierna, una mirada tal noble y sincera, que me era imposible huir de ella. El ver su rostro, aquel rostro que no ha conocido aún el maquillaje ni ningún otro tipo de cosméticos. Al ver la esos labios rojos, que no necesitaban decir ninguna palabra para llamarme. Escuchaba los ruidos de los autos, que pasaban afuera, tal vez, si hubiera habido alguna música en especial, diría que esto estaba preparado. Preparado para aquel encuentro, aunque no me pudiera mover, debido a la ausencia de mi ser en ella.
Desearía que el tiempo se detuviera y me permitiera contemplar aquel momento. Ver que vestía una blusa blanca y un suéter celeste, que le hacía resaltar aquella belleza natural. También venía usando un pantalón azul y unos zapatos negros. El ver su mano, aunque no estaba cerca de ella, daba la impresión de estar bien cuidadas y delicadas. Deseaba poder moverme y decirle alguna palabra, pero me fue imposible. El ver cómo me miraba atentamente y, con un brillo en sus ojos, me hacía perder en aquel espacio, donde todo era posible. Quería saber qué es lo que pensaba, ¿por qué me mira de esa manera?, esa pregunta me hacía poner todo tipo de dudas y me hacía avergonzar a la vez, el simple hecho de que se tratase de mí.
No pude quedarme por mucho tiempo, pues debía continuar. La miré por última vez, antes de irme de aquel lugar, y ella me dio una sonrisa, como si me dijera que esperaba con ansias el volvernos a encontrar. Salí de aquel lugar, pero me arrepentía de no haber tenido el valor de hablarle, ni mucho menos de haberle dicho un adiós. Me temblaba demasiado la mano, como para levantarla y despedirme con ella. Detesto el ser un cobarde, por el temor de que no se tratase de mí y me rechazara aquel gesto. Sí sólo hubiera sido más valiente, tal vez y sólo tal vez todo hubiera sido diferente. No hubiera tenido que estar con esta duda y mucho menos tener que olvidar lo que sucedió en aquel instante. Pero, a pesar de todo, esto quedará en mi memoria.
Parálisis en el autobús
Estando en la parada de bus me disponía a subir e ir a realizar unas compras, bueno, al ser que las clases habían terminado contaba con un poco de tiempo para ello, pero para ser sincero, es un poco aburrido el estar siempre esperando en la parada. La verdad de saber que el tiempo pudiera ser tan lento es lo que haría que cualquiera se desesperara.
En estos momentos, mientras me encontraba sentado en la banqueta, suspira y pensaba – ¿por qué debo de ser yo quien haga estas compras? Si tan sólo el autobús apareciera rápido podría evitar el estar aburriéndome – bostece de aburrimiento – aquí sólo me encontró y para colmo no puedo siquiera usar mi teléfono – estaba frustrado de no poder hacer nada más que esperar – bien, veamos si puedo hacer algo para no tener que aburrirme – pero no me rendía en saber si mi teléfono al fin había dejado de estar congelado. Bueno, en realidad mi teléfono estaba funcionando hace un momento, pero como termino actualizando el sistema, eso si que es fastidiosos, pues que puedo decir, mi teléfono se termino congelando sin siquiera dar una advertencia. Ahora lo único que puedo hacer es esperar a que este termine de actualizar e instalar para continuar usando mi teléfono.
El tiempo seguía pasando, pero no había nada que hacer más que seguir esperando la llegado del autobús que no daba ni una seña de estar por llegar. Hoy, por ser un día domingo, suele suceder que los autobuses que pasan aquí donde vivo sean muy escasos y tarden hasta una hora en pasar. Mientras yo recordaba esto pensaba – pero ¿Qué voy hacer durante este tiempo de espera? No sé si el autobús ya está por llegar o si ya paso y me tendré que quedar esperando por una hora completa hasta que pase. Este debe ser un muy mal día para mí, si tan sólo mi mamá no se le hubiera olvidado hacer esta compra el día de ayer, me encontraría felizmente jugando o viendo televisión – no es que sea vago, pero este día en el que no trabajo o estudió es cuando trato de quedarme en mi cuarto todo el día sin hacer nada, ya me escucharon, “ABSOLUTAMENTE NADA” o eso era lo que haría usualmente.
Miro de un lado a otro, pero todavía no hay señal de que el autobús llegue. Si no logra estar aquí en muy poco tiempo, siento que me terminaré durmiendo en la banqueta. Bueno, eso era lo que creía en ese momento. Sin embargo, como algo inesperado, fue que volvió aparecer ante mí. En unas cuantas cuadras de la avenida venía ella nuevamente. Esa persona que por alguna razón contemple en el Centro comercial. El día de hoy no usa la misma ropa que la de ese día. Pero, como describirlo, le quedaba muy bien lo que tenía puesto en este momento.
Ella, que cada vez estaba más cerca de mí, usaba en esta ocasión un vestido de una sola pieza blanco. El largo de este le llegaba hasta los tobillos del pie. Con un sombrero color crema, contaba con unos pequeños adornos de flores sobre el mismo. Sus delicadas manos me tenían como viendo a una modelo caminar frente a mí. El ver que su mirada era firme y no se dejaba encarcelar como las mías estaban en ese momento por ella, me decía que no tendría acceso a una persona como ella ni en un millón de años.
No sé si estaba a punto de babear, pero trate de mantener mi compostura. Saque mi teléfono precipitadamente para disimular un poco. Sin embargo, cuando lo vi estaba aún paralizado. En ese momento grite dentro de mi – ¡¡¡PERO QUE ES ESTO!!!, ¿Por qué aún no ha empezado a funcionar? Si no logro hacer que se cancele o me deje hacer algo, no estoy seguro que pueda pasar esto de largo –, lo más chistoso de ese momento es el motivo por el cual me llegue a poner tan alterado.
La señorita que llego a la parada, parecía estar en completa calma y no dirigió la mirada hacia mí. Pero, es más, creo que eso me hizo sentir un poco molesto dentro de mi interior en lugar de tener un poco de alivio al no ser objeto de su atención. Pero quien más puede predecir cuando sucede cosas como estas. Si yo quisiera entender lo que sucedía en ese entonces y las mil y una cosas que pasaban en mi mente, tal vez ya terminaría con un gran dolor de cabeza. Nunca fua algo fácil y así será. Siendo el más adecuado lugar en el que los dos estaríamos esperando el autobús y sin nadie más a nuestro alrededor era una situación fácil de ignorar o eso era lo que creía.
Ella miraba fijamente si el autobús ya estaba por llegar a la parada, pero no sé si mi mente estaba ahí o no, lo único que hice fue observarla desde la banqueta. Ella, que podía notar que su delicada piel dejaba pensar que ella debería de estar siempre en alerta por si alguien con malas intenciones llegase para llevársela. Bueno, en sí, era todo su ser que podía ser codiciado por cualquiera y las personas con malas intenciones pueden aparecer y tratar de robársela.
Mientras trataba de regresar en sí, en mi mente pasaba – pero si no hay nadie alrededor de los dos, de seguro que no se debe preocupar porque alguien le quiera hacer daño. Lo que si me gustaría – vi como el rayo de luz atravesaba por su sombrero – es su nombre – el viento soplo e hizo que su cabello se balanceara un poco.
Yo, como todo un bobo, no podía reaccionar ante mis acciones. Mientras me ponía de pie, pensé – tal vez debería de hablar con ella, pero ¿qué podría decirle? Lo que sea que diga debe ser casual y no ser tan familiar, ya que al final de cuentas no somos conocidos – mire en dirección de donde venia – espera, y si es una vecina de la que nunca me había dado cuenta, si le hablo como un desconocido será que ella pensara que soy un completo idiota que no conoce ni a sus propios vecinos – me detuve – bueno, no es como si no lo fuera – suspiro por ser tan indeciso, la verdad, dentro de mí había algo que me decía fuerte y claro “¡¡¡QUE CLASE DE MIEDOSO ERES!!! ¡¡¡DEMUESTRA SER UN HOMBRE!!!” mientras otra parte me decía “Pero, si lo arruinas abras de pasar por todo el resto de tú vida lamentando este día”. Esto realmente es un fastidio, desde cuando me he vuelto tan indeciso.
Aprete mis puños y deje que todas mis preocupaciones se fueran mientras pensaba – Sí le pregunto su nombre… eso es, no puedo fallar en algo como eso – me acerque a ella para hablarle, pero, para mi mala suerte, fui completamente detenido por el autobús que bocino al estar a una cuadra de llegar.
De verdad, no puedo creer que estuve esperándolo a que llegara y justo cuando debía de darme un poco de tiempo aparece y destruye por completo mi momento. La verdad ya ni sé el motivo de que ahora mi mal humor se deba a que el autobús aparezca si desde hace un rato como deseaba que llegara. Entre más lo piense, todo se vuelve mucho más confuso.
Mientras entraba en el autobús, después de que la señorita se subió, por alguna razón me daba un poco de vergüenza esta situación en la que me encontraba. Sin más en que pensar, pague mi pasaje al chofer y me dirigí hasta el fondo, donde me quede cerca a la ventana del lado izquierdo y parado. Esto se debía a que el autobús estaba un poco lleno. Entre todo lo que estaba pasando, el autobús arranco y continuo la marcha hasta llegar a los diferentes destinos. Pero, como que algo no me dejaba en paz y me hacia de vez en cuando dirigir la vista al frente como si estuviera buscandwo a alguien o espiando algún acontecimiento
Conforme iba avanzando el tiempo y la radio que en el autobús solamente se podía escuchar algunas canciones románticas, no sé ni como describir como hacia que sintiera en mi pecho como el corazón latía un poco más fuerte en cada ocasión, como si los segundos fueran también tan importantes para todo lo que pasa por delante de mis ojos y mi vida.
Conforme íbamos llegando a diferentes paradas, más personas iban subiendo y el autobús se iba llenando más. Hasta que, llegando a cierta parada, se subió una anciana y, viendo que alguien se levantaba para darle el lugar a ella, fue que lo note como si estuviera en ese lugar y presenciándolo desde tan cerca. La persona que estaba cediendo su lugar era la señorita con la que había estado esperando el autobús en el mismo lugar que yo.
Mientras ella se levantaba y esperaba a que la anciana se sentará, de pronto sentí que su mirada se llego a dirigir hacia mí, esto me hizo voltear hacia la ventana inmediatamente como si se tratase de un reflejo. En ese instante, mientras se escuchaba un bullicio entre la multitud que iba en el autobús, fue que ella se iba dirigiendo hasta la parte de atrás.
En estos momentos mi corazón empezaba latir cada vez más fuerte que creía que cualquiera que estuviera cerca a mí lo podría oír. Tus pasos, que me iban pareciendo ir cada vez más lentos, sólo el sonido me fue posible tener muy presente en mi mente. Sin lograr voltear, ya que me sentía como si fuera una clase de estatua, terminaste llegando y poniéndote a mi par.
Sin saber que decir, el agradecimiento o el simple hecho de sentirme completamente alterado, era todo lo que podía sentir e ir en las nubes. El viento que soplaba por la ventana, que no era suficiente como para hacer que el calor que apareció de repente en mí bajara, no era comprensible de un modo. Mis oídos, que de seguro se iban a poner rojos por completos en muy poco tiempo, sentía que era la única parte con la cual podía contar en este momento.
Mi vista, que deseaba echar un vistazo a como se veía aquella señorita, no fueron posible de captar más que la ultima imagen que vi antes de quedarme en esta situación. Yo, que trataba de aparentar ser serio y como si nada me llegara hacer daño o ser digno de mi atención, era más que una apariencia para cubrir lo que realmente esta sucediendo en mi mente. Yo, que sentía que en cualquier momento nuestras manos podían rozar, por alguna extraña razón, sentí que una profunda tristeza en mi ser. Esto que no sabía ni como describirlo exactamente, sólo lo puedo decir en que mis fuerzas eran totalmente desvanecidas y de repente devueltas una y otra vez. Esta lucha interna, que era como si hubiera dos personas en mi interior, no me dejaban en paz y ya no prestaba mayor atención a lo que sucedía a mi alrededor. Esto sólo puedo llamarlo como una ejecución en vivo, donde el juez estaba condenándome a una sentencia que no sabría decir ni pensar el poder aguatarla.
Con una pequeña brisa que entro en la ventana, sentí un aroma dulce que me cautivo sin reparos en cuestión de unos segundos. Que débil e ingenuo soy, es todo lo que podía pensar. El creer que esto me llegaría a suceder solamente lo podía llamar “como algo normal para alguien de mi edad”, o eso era la única forma de justificar la situación en la que me encontraba ahora.
Como todo lo que viene se va, la señorita, empezando a caminar al frente, fue lo que hizo que mi petrificación empezara a calmarse y desaparecer poco a poco. A pesar de que aún no podía mover mi cabeza, sólo mis ojos lograron captar este último momento en que ella le dijo al conductor “en la parada, por favor”, me hubiera gustado poder escuchar su voz, pero solamente puedo pensar que eso dijo por la forma en que sus labios se movieron. Saber que pude leer sus labios, si mi conjetura es correcta, en un instante y ya nunca más lo volví hacer, es para reírse.
Bueno, cuando el autobús paro en la parada, ella bajo y yo pude verla en el momento en que este ya se estaba alejando. Ella que, agarrando su sombrero para que le viento no se lo llevara, cubrió su rostro en el momento justo que yo logre despetrificarme, se esfumo entre la multitud. De esta manera no tome mayor sentido el entender lo que paso ese día, sólo sé que no deseo volver a pasar algo como eso otra vez, pero también quisiera experimentarlo nuevamente.
En un camino agridulce
Siendo que los caminos que se llegan a escoger no siempre pueden ser tal y como te lo imaginas, pero ¿Qué tan seguro puedes estar de estar en el lugar correcto y nunca conocer el sufrimiento? O es que ¿Acaso serás capaz de conocer la verdadera felicidad?
Siendo que todo iba como era de costumbre, una señorita y un joven, que creían que nunca más se volverían a ver y, conociéndose sólo de vista, nunca se podrían imaginar lo que estaba ocurriendo a du alrededor en este momento. Todo iba siendo lo habitual y de forma calmada transcurría el tiempo. Entre carcajadas, los amigos de estas dos personas, que iban tratando de hacerles entender lo que ellos creían “ya manejar a la perfección”, era la misma forma en que se diría “A veces el experto no es realmente lo que aparenta, sino que en ocasiones es mejor ser el aprendiz y reconocer que todo tiene que ser aprendido una y otra vez sin parar”. Entre la oscura noche que se estaba acercando, en un festival que se estaba llevando a cabo en el lugar del centro de la ciudad, el bullicio era demasiado. Las atracciones como la comida que se podía ver en diferentes partes, eran visitado por diferentes personas incluyendo a visitantes de otros lugares quienes estaban disfrutando del ambiente festivo de los lugareños como se sentían contagiados por la felicidad que se esparcía en todo el lugar.
Entre la multitud, caminaba con unas sandalias de aguja puesta unas tres amigas. Ellas, que llevaban consigo unos turrones de coco y unas garnachas, iban riendo y haciendo algunas bromas entre ellas. Todo parecía ir normal y, una de ellas que miraba por primera vez el estar con sus amigas en una fiesta patria sin su familia alrededor.
Todo iba transcurriendo según lo planeado, iban viendo como las interpretaciones de marimba se dejaban escuchar y, sobre todo, la alegría de los niños que iban con sus padres y demás familiares inundaban la atmosfera. A pesar de que en el lugar donde se encontraban en este momento era el área de comida y no donde estaban lo juegos, el bullicio era bastante.
Estas amigas iban platicando de varias cosas, como lo son el poder encontrar un buen lugar donde subirse a la montaña rusa, tal vez ir a dar una vuelta por los alrededores y encontrar algunos recuerdos para llevar o incluso, aprovechando la época, poder tomar unas fotos de las bandas que llegarían el siguiente día durante el desfile.
Durante esta época, los desfiles eran muy bien organizados y se terminaba pudiendo verlos durante casi toda la semana. El escuchar como los instrumentos de los estudiantes, que habían practicado mucho durante todo el año para destacar en esta temporada, así como las carrozas de las reinas, eran atracciones que les gustaba presenciar.
Pero, entre las diferentes personas que iban pasando, se podía notar como las parejas iban también de un lado a otro. Para ellas, que eran completamente un grupo de mujeres sin ni un solo hombre entre ellas, parecía no afectarlas, o eso era lo que notaba una de ellas.
Conforme iba pasando el tiempo, fue que sus dos amigas la vieron y dijeron – creemos que no estaría mal si vamos a molestar un poco con los muchachos – a pesar de que ella no le parecía la idea, para no terminar de arruinar su atmosfera placentera, respondió – será mejor que se adelanten, yo debo de regresar muy pronto, además, quiero descansar un rato en este lugar – a lo que una de ellas respondió – está bien, pero si te interesa puedes encontrarnos más adelante – a lo que ella respondió – Claro, no se preocupen – y luego de eso, sus amigas la dejaron.
Ella, mientras se encontraba caminando, pensaba – creo que será mejor que regrese, si no lo hago, se me hará demasiado tarde y no quiere meterme en problemas – y, como ya no había más buses de regreso, tuvo que continuar a pie hasta su casa. Por supuesto que estaba un poco lejos su casa de donde estaba en ese momento, el tiempo aproximado era de una hora y media a pie y despacio. Por supuesto que, si ella caminara un poco más rápido o corriera, de seguro llegaba en un menor tiempo.
Entre las luces del alumbrado público iba viendo como era que no estaba por completamente solitaria la calle, las personas iban de arriba y abajo, todas en compañía. Ella, poniéndose mejor sus audífonos y escuchando música mientras caminaba, empezó a sumergirse en sus pensamientos. Entre todas las personas que estaban pasando a su lado, se iban volviendo invisibles para ella. Ella pensaba – entre las pocas veces que he acompañado a mis amigas, no puedo creer que me hayan dejado sola por tratar de ir a molestar con unos muchachos. De verdad, no puedo entender que hay de bueno en ello. No es que no me interesen en lo absoluto… pero… bueno, creo que deberíamos de haberlo pasado sólo entre nosotras sin la necesidad del acompañamiento de algún muchacho. Pero, de verdad, no creo que me llamen aún tanto la atención los muchachos en este momento. Entre mis prioridades tengo varios planes que deseo lograr hacer en mi vida, no puedo despistarme e ellos sólo por querer estar con un muchacho o un novio. Pero ellas, a pesar de lo mucho que se los repita, siguen insistiendo en que debo de prestar atención – suspiro – también me hicieron algo similar durante una actividad que tuvimos en el instituto, ellas, mientras yo me estaba muriendo del aburrimiento, trajeron a unos compañeros y se pusieron a coquetear mientras los maestros no se daban cuenta. Eso no es lo peor de todo, sino que fue más tarde. En lo que ellas estaban ahí, uno de ellos se acerco a mí y quiso hacer lo mismo, pero en el momento que vio que me aparte un poco, todos comenzaron a decir cosas como “relájate, esto es normal” o “eres rara, si siempre llegas a ser así, te aseguro que nunca tre casaras – molesta – como si pudieran decidir las cosas por mí –.
Al llegar a un semáforo en verde, se detuvo y espero a que este cambiara para poder continuar caminando. Entre las tanto que se iba acercando más a su casa, el camino parecía estar cada vez más desierto. Pero, como ella estaba completamente sumergida en sus pensamientos, no se había dado cuenta de esto.
Entre todo lo que pasaba a su alrededor, no se percato que era un poco peligroso si andaba durante la noche sola. Pero, como nunca nada le había sucedido en algunas ocasiones en las que se encontró en la misma situación, todo le parecía normal.
El tiempo seguía pasando y, al llegar a estar a una media hora de su casa, de pronto escucho los pasos de alguien que parecía venir trotando detrás de ella. Sin dejar que nada la sorprendiera, decidió hacer como si no escucho nada, pero manteniéndose en guardia por si se trataba de alguien que quería hacerle daño.
Los pasos se iban escuchando cada vez más cerca de ella. Sin perder la compostura en ni un momento, al llegar el momento en que se aproximó a ella, se detuvo para darse la vuelta y golpearlo en el instante que intentara tocarla. Pero, cuando ella se detuvo y se dio la vuelta, este no hizo nada y solamente siguió su camino. Ella, que vio al muchacho que estaba pasando frente a ella, pudo ver muy detenidamente como iba vestido y su expresión del mismo. El muchacho, que vestía una sudadera y tenia puesto la capucha, un pantalón de tela y unos zapatos casuales, al parecer también veía escuchando música, no le presto atención y no venía tras de ella.
Ella, volteándose nuevamente y verlo alejándose, pensó – creo que lo he visto en algún lugar antes. Ese muchacho parecía estar concentrado plenamente y, con una mirada seria, no dejaba que sus ojos perdieran la meta que lleva. Al traer puestos esos zapatos, ¿Acaso no le molestaran como para venir corriendo? Bueno, tal vez sí, por eso estaba trotando y no corriendo, no puedo creer que estoy pensando que era correr mientras que en realidad es que se encontraba trotando. Pero… – miro sus zapatos que tenía puesto – bueno, no es como si los míos me permitieran ir más deprisa sin tener que sufrir después del tobillo – suspiro.
Recobrando las energías, sonrió por un instante mientras pensaba – pero de verdad, ¿Cómo es que este muchacho puede trotar como si nada estando vestido de esa manera? Y, por lo que pude ver, es que también viene caminando desde hace un buen rato – seguía sin entender en que estaba pensando ahora. Al ser que siempre pensaba en el estudio o cosas que le paso en su casa o sus amigas, esta era una de las muy pocas veces que su atención estaba puesta en alguien que solamente vio por un instante y ahora no podía olvidar tan fácilmente.
Al llegar a una tienda, vio que el muchacho se encontraba dentro comprando una bolsa de agua pura. Por alguna razón es que lo miro sin ninguna razón y se quedo tan atenta que parecía que no fuera ella misma en ese momento. En el momento en que el muchacho se dio la vuelta, ella volteo inmediatamente al otro lado como si no fuera nada más que alguien observando el paisaje de las calles nocturnas.
El muchacho, que se puso nuevamente su capucha y volvió a continuar su marcha. Paso a su par y se alejo lentamente hasta desaparecer de su vista. Ella, que se encontraba un poco avergonzada, su mente quedo completamente en blanco hasta llegar a su casa. Al entrar y dirigirse a su habitación, se sentó en el costado de su cama mientras pensaba – esto está mal, no entiendo nada de lo qué paso y espero que nunca me vuelva a suceder, porque – en voz baja – no puedo creer que sea una tonta y me haya dejado llevar de esa manera y, además, que fue ese sentimiento en ese momento –.
Desde la ventana
Ya hace un tiempo que vengo así, de un lado a otro mientras no hay clases, creo que durante estos días soy un mandadero. Entre todo lo que pasa aquí, no puedo decir que sea una forma de pasar mi tiempo ni mucho menos un castigo, pero me gustaría de vez en cuando poder ser yo quien elija lo que debe de suceder en mi vida. Bueno, sin más que hacer, no puedo tener alguna queja también a mi forma de vivir. Pero, en ocasiones, me tiende a ser un poco aburrido los días y, cuando sucede eso, quisiera tener algo de emoción como una aventura o cualquiera de esos mundos de fantasía que se encuentran en los libros. Pero, siendo realista, en la vida real no hay nada como eso. Así que solamente me queda seguir pasando los días de mi vida y tratar de encontrar una manera de hacerla un poco más entretenida.
El día de hoy, desde la habitación de mi cuarto, me encuentro viendo hacia el camino donde no hay nada más que el camino silencioso. Como pasatiempo, me gusta a veces ver desde mi ventana y poder encontrar algo divertido que este sucediendo. No es que no salga para nada, pero en ocasiones es mejor estar en mi cuarto y quedarme sentada mientras bebo un poco de café o leche y como unas galletas.
Estoy atentamente viendo y, al ser que no había nada el día de hoy, decidí tomar uno de mis libros que leo cuando no tengo nada que hacer. Este libro, que se llama “Mi primer amor” es entretenido. Siendo que me encuentro en vacaciones de semana santa, no sé muy bien lo que he de hacer por todos los preparativos que muchas personas hacen para celebrar estas fiestas. Aunque también me gusta ver las procesiones que hacen como las alfombras de aserrín que hacen en los diferentes lugares del país, en este momento ni la televisión deseo ver.
Bueno, en el caso de mi tarea ya la he terminado. Al ser que, durante esta época, al contar con un pequeño lote para sembrar, hemos de ir a sembrar. No es que me disguste ir, de todas maneras, no es mucho y es una buena forma de pasar el tiempo, pero en este momento quisiera algo más que me hiciera salir de la rutina de siempre.
Entre más lo pienso, no puedo encontrar razón por la cual mis amigas se mantengan muy activas en estas fechas. Sólo escucho como es que van a las diferentes actividades que se hacen por las fiestas y, al ser que tienden a viajar con sus familias, terminan comprando recuerdos con los cuales han de presumir al regresar a clases.
Pero, será mejor que encuentre alguna forma de matar el tiempo [suspira]. Bueno, creo que será mejor dejar el libro por un momento, ya he leído suficiente y casi lo termino de leer [dirige la mirada a la ventana]. Entre tanto, me pregunto si es que habrá algo interesante el día de hoy. Aunque creo que hoy ha de ser un día pacifico en el barrio.
Desde mi ventana he de encontrar una forma de poder ver algo interesante es por ello que he de decir algo que me suba el ánimo – la verdad, (suspiro), a quien deseo engañar. Ni siquiera puedo encontrar algo para divertirme y, al ser que ya casi me leí todos los libros que tengo, muy pronto me quedaré sin nada que hacer – y mientras decía esto, vi algo inusual. Una pareja se acaba de encontrar frente a mi casa. No puedo creer, esto es algo que no había visto. Si una pareja se reúne, de seguro ha de haber algo entretenido. Veamos que sucede [pone totalmente su atención a la pareja] bueno, desde aquí no puedo distinguir bien quienes son ellos dos. De todas maneras, están dirigiendo su mirada al otro lado, lo cual me deja sin poder verles el rostro.
Si me preguntaran, ¿No crees que está mal el estar espiando a las personas de esta manera?, diría que sí. Pero, mientras no haga algo que les moleste y no este creando chismes de todo lo que hacen, creo que eso esta bien. Además, no es como si me metiera en su forma de vivir y su privacidad.
Veamos, [entrecierra un poco los ojos para poder ver mejor mientras se acerca más a la ventana], no logro identificar bien lo que está pasando – porque no me dejan ver un poco quienes son. Tan sólo pido que volteen un poco para poder verlos mejor – por más que desee lograr verlos bien, no puedo.
Pero, creo que la muchacha trae algo en manos y se lo esta entregando al muchacho. Bueno, podría ser algún tipo de regalo o quizás quedaron en que ella le regresaría algo que le empresto. Veamos cómo actúan – aunque creo que son más bien como hermanos o amigos por su comportamiento. La verdad, no creo que sean una pareja – esto puede ser un poco decepcionante para mis instintos que me gritaban “Esa es una pareja” pero bueno, no siempre se puede acertar.
Ya va pasando unos quince minutos y no hay nada. Al parecer solamente están hablando y no tienen en mente hacer algo más. Pero, de verdad [suspiro], creo que la diversión no ha de haber el día de hoy. Ahora solamente me queda dejarlos en paz y dejar esto. Tal vez pueda encontrar algo bueno en la televisión. Sí, eso debo de hacer y dejarlos a los dos solos.
Mientras me estoy parando y decido bajar la cortina de mi ventana, de pronto veo que ellos dos se despiden entre sí. Al ver que la señorita se da la vuelta, a lo lejos logro ver un poco su rostro, y me sorprende ver que es una compañera que se sienta en la misma fila que yo, por supuesto que ella esta en los primeros asientos mientras yo me encuentro en la parte del centro.
Por ello, mientras sonrió, dije – creo que esto fue divertido al final, quien diría que ella estaría con un muchacho durante estos días. Eso significa que ha de haber algo más ahí por la forma que se ve en su rostro resplandeciente – pero, de pronto el muchacho dirige la mirada hacia mí.
En el instante en que me mira, a pesar de que fue por un breve momento, sentí como me petrificaba. Ese muchacho no es alguien desconocido por completo. No sé de donde sea, pero estoy segura que lo he visto en alguna parte. De donde sea que lo haya visto o conocido, se me hace un poco nostálgico y me deja así de helada sin estar segura de lo que esta pasando. Pero de verdad, sin siquiera poder pensar bien, dije suavemente – creo que lo he encontrado – y luego, avergonzada, bajé la cortina de la ventana y respiré profundamente. Para ser sincera, todo mi rostro se sentía muy caliente, y estaba agachada viendo el suelo sin poder disimular nada.
Lo que sea esta situación, sé que esto me hará que me de un paro cardiaco, pero de verdad, ¡¡¡¿De dónde he conocido a este muchacho?!!! No puedo ignorar su presencia. En este momento deseo poder estar un poco más aburrida y no haber presenciado esta escena. No puedo creer que mi pasatiempo terminara dándome un golpe tan duro. Tal vez deba de relajarme y tomar con calma las cosas por el momento. Sí, eso haré, veré cualquier cosa que este dando en la televisión y tal vez repase un poco los ejercicios o algún tema que me cueste entender. Esté día, al final terminó siendo diferente de lo habitual de algún modo.
La visita inesperada pero tan esperada
En una casa se encuentra un estudiante con una gran cantidad de libros abiertos. En este momento se encuentra en un lugar alejado de su hogar debido al que ya muy pronto se ha de graduar de la universidad y, luego de unos años en las que dejo su hogar y no tuvo más comunicación con su familia, se centró en los estudios y el trabajo sin poner atención a nada más que eso.
Todo había transcurrido bien y, en la casa que está alquilando, está el día de hoy estudiando muy duro para poder hacer su tesis como para los privados para poder graduarse al fin de la universidad. En su escritorio, en el cual solamente un vaso de agua se encuentra, ha estado varios días de esta manera. Al ser que se encontraba en vacaciones de su trabajo, decidió no salir para nada de su casa y quedarse todo el tiempo trabajando con la formulación de su tesis.
Ya llevaba unos cinco días de esta manera y, al ser que sentía los hombros un poco rígidos, decidió levantarse y caminar un poco. Pero, para aprovechar el tiempo, decidió ir a comprar algunos insumos durante esta pequeña pausa.
Mientras se encontraba caminando, vio que en el parque se encontraba varios compañeros disfrutando un día libre y pasando el tiempo entre ellos. Siguió caminando mientras pensaba – bueno, tal vez tienen mucho tiempo y, algunos de ellos ni siquiera trabajan, por lo que creo que esta bien para ellos el poder disfrutar el tiempo de esta manera. Sí tan solamente pudiese contar con la misma suerte, podría tomar un descanso – suspiro – bueno, si no aprovecho al máximo este tiempo, nunca lograré terminar los preparativos para los privados ni daré inicio a mi tesis – dejo escapar una pequeña risa y luego murmuro – bueno, el trabajo ha estado un poco pesado últimamente – y así llego al mercado. Por supuesto que en el mercado se podía ver que había varias personas pasando al igual que comerciantes. Todo el lugar parecía estar muy animado, entre tantas voces que se escuchaba, no se podía decir que este llegase ha estar en silencio en algún momento, sobre todo al ser que ya casi iba dando la hora en que varias personas se acercan a comprar sus productos. Por ello, mientras iba caminando entre la multitud, trataba de hacer sus compras lo más rápido posible. Al haber comprado todo lo que necesitaba, regreso a casa.
Una vez que ya se encontraba en su casa, el abrió la puerta y entro. Mientras miraba dentro de la casa, como si esperara algo en ella, lleva las compras al refrigerador para que no se descompongan las verduras y el resto guardar en la alacena.
Al ver en el reloj de pared que ya eran la una de la tarde, decidió que era momento de preparar algo para almorzar. Así que, poniéndose en marcha, empezó a picar algunas verduras y cocinarlas. Para no tardar mucho tiempo y comer algo más, quiso probar hacer un caldo de res para esta ocasión. Mientras el tiempo iba pasando, se dio cuenta que ya eran casi las dos de la tarde y su comida aún no estaba. Al ser que iba a tardar un poco en que todo estuviera listo, se dirigió nuevamente a su escritorio para retomar los libros y documentos que estaba leyendo hace un momento.
Al escuchar que el silbido de la olla de presión sonar hace un rato, decidió que ya debía de estar listo, así que saco la comida del fuego y, sirviéndolo en la mesa, se sentó para almorzar. La comida en sí no estaba mal, pero había algo que le hacía sentirse un poco vacío ese día.
Él no dejaba de ver hacia la puerta como si esperara que alguien llegase o que algo pasase en ese instante. La verdad, no llego a suceder nada durante este tiempo en que almorzó. Termino de almorzar y, después de haber lavado los trastos, regreso a lo que estaba haciendo.
El día iba pasando y con ello llego la noche, al llegar las nueve de la noche, sin tener nada más que hacer y, con el cansancio del día, decidió ir a dormir un poco más temprano el día de hoy. Pero, sacando unas galletas que había comprado, los coloco en un plato y luego los guardo sin llegar a comer ni uno sólo. Mientras se dirigía a dormir, pensaba – bueno, el día de mañana he de lograr terminar de leer todos los libros y podré empezar armar mi tesis. Si continuo con este ritmo, estoy seguro que lo podré terminar muy pronto y, al ser que mis vacaciones están ya casi por terminar, debo de esforzarme mucho más estos últimos días que me quedan – y se durmió.
Al día siguiente, de pronto empezó a sonar el timbre. El muchacho, levantándose de la cama, se dirigió, un poco somnoliento, a ver de quien se trataba. Mientras se acercaba a la puerta pensaba – quien podría venir a buscarme a esta hora de la mañana, no puede ser el señor del alquiler, ya que recuerdo que le pague por adelantado este mes y hasta el próximo a de venir a cobrar. Bueno, tendré que ver si se trata de él o si se trata de alguien que desea vender algún producto – y abrió la puerta. En el momento en que se asomo para ver de quien se trataba, vio a sus padres y hermanos parados enfrente. El muchacho, sin perder el tiempo, rápidamente dijo – mamá, papá ¿Qué hacen aquí? – su papá – hoy hemos pasado a ver cómo te encuentras – su mamá – ya ha pasado un tiempo desde que nos hemos visto. Y decidimos darte una pequeña visita – el, sin decir más, los invito a pasar a entrar.
Mientras se sentaban en las sillas y el sillón, el muchacho se dirigió a sacar las galletas que tenía guardada. Esas galletas eran para comer mientras se encontraba estudiando, pero no dudo en ir por ellas. Durante el resto del día, se la paso platicando y riendo con sus papás y hermanos.
Al llegar la hora del almuerzo, su mamá fue quien lo preparo. La casa, durante ese día, parecía haberse animado bastante. Su hermano y hermana le contaron como les iban en la escuela, mientras que con sus papás les contaba como era el lugar donde estudia y el trabajo.
Al llegar las tres de la tarde, todos se tuvieron que ir, aunque el quisiera que se quedaran por un poco más de tiempo, no podía hacerlo, además su familia debía de regresar pronto a casa y él no contaba con mucho espacio como para invitarlos a quedarse a pasar la noche.
Mientras se encontraba nuevamente en silencio el lugar nuevamente, el muchacho se sentía un poco más aliviado y con las fuerzas y energía renovadas. Al parecer lo que necesitaba era poder pasar un rato con su familia y olvidarse un poco del estudio y el trabajo. Por el resto del día se tomo libre y descanso para estar listo y comenzar nuevamente en el trabajo.
Una canción
Desde la infancia habían sido tan buenos amigos, pero un día, por cuestiones de la vida, tuvieron que separarse. Ella, que se fue con sus padres a vivir en otro departamento, le dijo que volvería algún día. Mientras tanto, él, que con una sonrisa la despidió, le prometió que así sería.
Desde ese entonces, el tiempo transcurrió hasta que llego a pasar unos 10 años. Durante este tiempo, él se mantuvo estudiando y trabajando sin poner su atención a nada más. Para poder seguir avanzando, ha decidido que sería una buena idea seguir los pasos de su hermano e ir a estudiar en una universidad fuera de donde vive.
A pesar que su hermano se fue para poder estudiar la carrera que eligió al no haberla en la universidad que se encuentra cerca, también le ha sido una forma de poder impulsarse a conocer otros lugares. Bueno, eso es lo que él creía. Pero eso no significaba que fuera tan sencillo el continuar estudiando al no estar seguro de la elección que estaba tomando ni mucho menos si la carrera a seguir era una buena elección. Él ya había recibido palabras de varias personas que le decían que era mejor tomar una carrera que le generaran mejores ingresos en comparación de la que estaba por tomar, esto sin mencionar su costo para seguirla.
Mientras iba caminando en la calle, se desvió de la ruta acostumbrada para dirigirse al mirador del cerro el Baúl. Como no era costumbre pasar por ese lugar, había un sentimiento que le hizo dirigirse hacia ese lugar, era algo indescriptible lo que le hacía ir con la esperanza de algo.
Mientras iba subiendo en un sendero del cerro el Baúl, se escuchaban como los pájaros iban cantando, en lo alto de un árbol pudo observar como unas ardillas iban jugueteando. Siguió subiendo un poco más para llegar hasta la cima.
Conforme el tiempo iba pasando, de pronto escucho desde la lejanía una voz que cantaba una dulce melodía. Deteniéndose para poder ver de donde provenía aquel cantico, a lo lejos vio que había una persona en lo más alto. Al ser que todavía se encontraba un poco más abajo y, como los arboles no le dejaban ver con mayor detenimiento de quien se trataba, siguió subiendo.
Teniendo en cuenta de que era una mujer quien cantaba, desde donde estaba ahora, que era un poco más cerca, agarro su guitarra y empezó a tocar en cuanto sintió una sincronización con aquella voz. Mientras tocaba, pensaba – no sé si ha de seguir cantando o se va a detener e irse, pero espero que sea lo suficientemente bueno como para hacerle compañía a la canción que está cantando – y la melodía que se escucho era tan suave.
Entre las notas melancólicas de la letra de la canción como de la melodía que sonaban en compas al ritmo que sus corazones sentían. La canción, que trataba de alguien especial pero que ahora no puede ser posible siquiera poder tocar o hablar iba así – entre tanto tiempo que vamos recorriendo, como puede ser que ahora ya no será posiblemente continuar así. Aunque se trate de corregir lo que ha sucedido, una venda más para un alma nunca podrá ser tocada y sin siquiera poder escuchar más, nunca se podrá volver a ser así. Pero… pero en este momento, cuando tus palabras y las mías nunca volverán a ser escuchadas por el otro, fue la sentencia final. Una cobarde y tonta decisión, eso fue. Quisiera que pudiéramos volver a vernos, pero, ni, aunque el tiempo siga transcurriendo en esta vida, ya nunca más podrá ser. Así es como la historia inicio y termino, fue como un rayo fugaz que nunca más volverá. Desde el cielo o entre las estrellas, las veré solamente con el afán de poder saber que has de estar ahí también. Pero… pero en este momento, cuando tus palabras y las mías nunca volverán a ser escuchadas por el otro, fue la sentencia final. Desde ahora, solamente un susurro del pasado ha quedado y un palpitar de dos se podrá escuchar. En este lugar, donde fue que los recuerdos vuelven a nacer y retomar vida, las lagrimas que nunca dejaran tocar el suelo fue lo que sucedió. Una cobarde y tonta decisión, eso fue. Desde ahora, he de poder verte nuevamente, es lo que en mi mente llega a decir. Desde que, en aquella camilla… del cual nunca más pude saber que era un descanso más largo, ahora creo que debí haber estado ahí… El mar nunca más podrá volver a escuchar esas historias mientras se preparaba para zarpar en este inmenso lugar hacia el océano en busca de nuevas leyendas. Pero… pero en este momento, cuando tus palabras y las mías nunca volverán a ser escuchadas por el otro, fue la sentencia final. Sí, desde donde estas, pudieras escucharme… Yo… yo… te lo diré… por favor recuerda nuestra vida y, aunque sé que es imposible ahora, me gustaría poder verte o por lo menos escucharte hablar nuevamente en este lugar… aquí donde más pudiera recrear el pasado aquel. Una cobarde y tonta decisión, eso fue. El haberme tenido que apartar de ti, ahora ya solamente me quedará continuar por esta vida sin siquiera poder entender lo que realmente sucede en tu pequeño mundo donde ahora te has de quedar y ya nunca más volver a salir – así fue como el viento soplaba los arboles y el canto de los pájaros acompañaron este escenario que se formó.
La señorita, en el momento en que dejo de cantar, se dio la vuelta con una cara nostálgica y continuó su camino. Él, sin decir ni una sola palabra, miro desde el lugar en que se encontraba el paisaje de la ciudad. Sentándose, saco un pachón con agua y tomo un poco. Mientras hacia esto y admiraba el paisaje, pensó – creo que tendré que pensar muy bien lo que deseo para el futuro – en voz baja – ja, el futuro es muy divertido. Si conociera con exactitud lo que viene, tal vez no tendría que estar preocupado por no lograr ser alguien en la vida – se levantó y empezó a ir de regreso a su casa.
Mientras bajaba, vio un automóvil pasar frente a él y dentro del mismo estaba la señorita. A pesar de no poder lograr ver con claridad como era, algo era seguro, tenía una pequeña pista de donde la podría volver a encontrar. Esto fue lo mismo para ella, que al verlo parado esperando a que pasara para poder cruzar la calle y continuar su caminata en el sendero, vio una pequeña pista con el cual posiblemente se volverían a encontrar. Los dos continuaron sus caminos sin detenerse a verse ni nada. (Hola a todos, aquí les escribe Ruwels Saluwer, la verdad es que los diferentes capítulos no se tratan de mini historias, pues los personajes se han visto en algunos de ellos, por supuesto que, como en este momento no les he escrito su nombre hasta que sea el momento de hacerlo, se podrá ver que son totalmente separado cada uno. Pero los personajes han estado en pareja o viendo un poco desde el punto de vista de cada uno. Teniendo eso en cuenta, continuemos con el siguiente)
No debí…
Desde este momento me encue4ntro en un gran dilema, no sé le motivo por el cual ahora me encuentro un poco más alerta desde aquel incidente en mi ventana y trato de no ver nada sin estar preparada para ello. Puede ser que parezca un poco excesivo las medidas que he tomado, pero es mejor se precavida en lugar de volver a tener que pasar por lo mismo otra vez.
En este momento, como las clases ya estaba de regreso, me encuentro estudiando en una escuela sólo de señoritas, por lo que no tengo que lidiar con nada de hombres que estén ahí molestando y haciéndome la vida imposible. Pero hay algo que no se puede evitar y es el tener que escuchar a varias compañeras hablar de tener novio y el tratar de presumir ante todas su “gran fortuna”, si es que así lo podemos decir. Bueno, en verdad no me interesa demasiado ese asunto.
Si se tratase de mí, yo seguiré sin tomar consideración cada vez que ellas me inviten algún lugar donde se trate de encontrarse con ellos. Creo que es por ese motivo que me tienen como alguien anticuada para nuestra edad. Si tan sólo pudieran comprenderme, sé que harían lo mismo.
La verdad, no es que me este en contra del tener un novio ni nada, pero considero que eso se puede pasar a tener en cuenta más adelante. Por el momento considero que hay demasiado tiempo como para tener que estar tan preocupada por cosas como esas.
Entre tantas cosas que se hacen, el día de hoy hemos sido invitadas a una kermés que se estaba celebrando en otro establecimiento. Al ser que en este lugar la educación es mixta, varias compañeras no podían esperar en poder hablar con alguno de los estudiantes que se encontraban en ese lugar. Como algo que no me esperaba, es que el asistir era algo obligatorio.
Mientras me encontraba enfrente del establecimiento, ya que nos dijeron que tendríamos que llegar directamente al lugar y no nos juntaríamos en nuestro centro educativo. Bueno, mientras que veo desde fuera, ya que no pienso entrar sola al lugar, puedo ver que hay varias cosas que no he podido poner atención y es que el tener que aprovechar esta oportunidad para divertirme no esta nada mal.
En este momento, que me encuentro esperando a mis amigas, prefiero buscar un lugar donde sentarme y esperar un poco mientras ellas vienen a buscarme. Veamos, la ventaja de este establecimiento, podríamos decir que es el estar frente a un parque. Debo de aprovechar esta ventaja para conseguir un lugar donde sentarme y esperarlas.
En lo que estoy viendo un asiento donde no haya nadie, puedo ver que hay otros establecimientos que también fueron invitados a participar en esta actividad. Quizás sea mejor que se apresuren a llegar, no quiero tener que lidiar con nadie en este preciso instante. Pero, bueno, pensaré en algo con el cual salirme de cualquier situación en la cual me vea involucrada y considere que no sea apropiada para mí.
Veamos, creo que será mejor esperar en esa esquina, al parecer no hay nadie sentado ahí. Bueno, por lo menos considero que estará bien. Mientras mantengo una mirada seria y fría, puedo notar que todos están en grupos y se están riendo mucho, no logro entender el motivo por el cual le encuentran gracia el tratar de lucirse ante los demás. Si es que uno considera tener una buena autoestima, no creo que sea necesario hacer tanto por conseguir un poco de atención. Sin embargo [suspiro], no puedo entender todo esto, sólo me queda esperar que en algún momento pueda al fin comprender este mundo en el cual ellos viven. Por el momento será mejor no prestarle atención a su forma de ser. Aunque, pensándolo de otra manera, esto se podría decir que es una forma de pasar el rato.
Si trato de pensar que esto esta bien o no, no importa en lo más mínimo, lo que estoy pensando es algo como – y si pienso que este asiento es como mi silla cerca mi ventana y que todos ellos han de hacer algo divertido y sólo me queda observar y disfrutar del teatro que ellos han de hacer – o algo similar se puede ver como una buena idea para pacer el rato.
Con una pequeña sonrisa dibujado en mi rostro, estaré esperando ver un gran espectáculo a partir de este momento. Veamos que hay en este momento. Al mirar entre tanta multitud, pienso que sería un poco divertido al principio, pero conforme ha pasado el tiempo, ya todo se ha vuelto aburrido, no sé el motivo por el cual esto se ha vuelto de esta manera y no puedo disfrutarlo, quizás sea porque no tengo mis galletas o un poco de té o café, aunque sea algo para comer y tomar mientras tanto, debe ser lo que me hace falta.
Bueno, teniendo eso en cuenta, me he de levantar y dirigir a la tienda para ir a comprar algo y así poder disfrutar de la función. O eso es lo que pensaba. Pues, después de lograr comprar una galleta y un jugo en la tienda que se encontraba llena y casi me era imposible pedir algo, lo cual es normal en hora de recreo que todas se acercan a la caseta a pedir lo que quieren comprar pero lo hacen ver demasiado difícil, más bien se podría decir que es un campo de batalla, así que no es nada diferente en estos términos.
Mientras regreso a mi lugar, me encuentro que ya hay alguien más sentado en ese lugar. Al parecer esta persona sostiene unos cuadernos, está concentrado en lo que esta haciendo, no puedo decir si esta haciendo alguna tarea o solamente esta repasando algún tema, pero lo que sea que este haciendo, no puedo creer que me haya quitado mi lugar, así que he de estar muy enojada en este momento, bueno, eso sería lo normal.
Pero, por alguna extraña sensación, no lo puedo estar. Lo único que me queda hacer es calmarme y buscar otro lugar para sentarme, en ese caso veamos un lugar donde pueda continuar viendo este teatro. A ver, a ver donde podría sentarme. Pero, por más que estuve tratando de conseguir un lugar donde sentarme, no me fue posible. Por ello pensaba – noooooo, no, no, no, no… no puede ser ¿Cómo es posible que todos los lugares se encuentren llenos y no pueda encontrar un sitio donde estar tranquila? Si ese es el caso, sólo me queda poder sentarme donde haya menos personas para que así no parezca sospechosa. Sí, eso es – era realmente ingenua en ese momento, ya que en realidad el único lugar que logré conseguir fue donde estaba al principio. Por lo tanto, a pesar de tener muchos ánimos en lograr pasar esta prueba y, siendo que me sentía abandonada por mis amigas ya que no llegaban. De verdad ¿Qué tanto harán como para que no hayan llegado? No puedo creerlo, cuando lleguen me asegurare de lograr hacerlas pagar por esto. Así que, sin tener más opción, deberé de irme a ese lugar o quedarme parada aquí como una escoba. Bueno, mejor me voy a sentar, no creo que algo pase de todas maneras. Vamos a ir con todo, no puedo dejar que me quiten mi diversión o estropeen así nada más, ya aprendí la lección y no pienso dejar que me lo vuelvan hacer incomodo, tener un momento como este es único en la vida.
Es por ello, sin pensar en nada más, me he sentado a la par del muchacho. Aunque, ya habiendo pasado un poco de tiempo, me he comenzado arrepentir de mi decisión. No lo sé con exactitud, pero me he puesto muy nerviosa, aunque trato de que nadie se de cuenta. Si me ven, a primera vista parezco estar serena y en completa tranquilidad, pero en realidad estoy muy nerviosa y siento que mi corazón está latiendo con fuerza.
En este preciso momento, en el cual nunca me imagine lograr ver, puedo sentir como mis latidas se aceleran y son tan fuertes, espero que no lo pueda oír. Las personas pasan enfrente de mí, pero mi atención no llega a estar en ellos. Aunque escucho algunas risas y murmullos, siento como si, en lugar de ser yo quien disfrute del espectáculo, fueran ellos los que están esperando ver un espectáculo salir de mí.
En este pequeño mundo en el que vivo, el cual es totalmente diferente al de los demás, de pronto se siente amenazado y está queriendo mandar un mensaje de precaución para no tener que preocuparme en que este cambie en lo más mínimo.
Mientras sigo esperando a que mis amigas vengan, lo cual espero que sea pronto, en mi cabeza pasa – por favor, ¡¡¡APAREZCAN DE UNA BUENA VEZ!!!, como es posible que se hayan atrasado al ser que se veían tan emocionadas por este día. Por favor no me vengan a dar una excusa como “es que debía de prepararme correctamente para la ocasión” si es que solamente hemos de estar por un momento y convivir con otros establecimientos y nada más. No entiendo cual es esta manía de estar haciéndome esperar tanto. Que alguien, quien sea, aparezca y me salve de esta situación. Ya que no sé el motivo, pero no me puedo mover ahora de aquí y tengo que esperar a que él se vaya de primero – mi frustración no era tanto como el sentirme en un completo infierno.
El tiempo seguía pasando y en eso pasaron un grupo de estudiantes de otro establecimiento. Ellos, que eran como unas tres mujeres y cuatro hombres, se detuvieron enfrente de mí y se quedaron parados por un momento mientras discutían algo. Aunque esto sería regularmente un momento en el cual podría disfrutar de un buen teatro para mi propia diversión, no lograba concentrarme a pesar de tratar de hacerlo con todas mis fuerzas.
Al terminar de hablar, ellos dirigieron sus miradas hacia mí. Yo hice como si no me había dado cuenta, pero la verdad es que ahora ya no estaba nerviosa ni nada, sino que me encontraba aterrada. Esas miradas que me lanzaron esas personas eran tan aguda y maliciosa que me hicieron sentir escalofríos. Pero, como no podía mostrarles que ya me había percatado de la situación, me comencé a preparar para conseguir una forma de huir si era necesario.
Uno de los muchachos del grupo comenzó a dirigirse hacia mí. No sé que es lo que quiere o si sólo es una coincidencia que se dirija en mi dirección, lo que sea, lo importante es mantenerme calmada y hacer que no sé nada de ellos. Aunque, este muchacho, viéndolo desde otro punto de vista, parece un poco guapo. Aunque se vea así, no debo de bajar la guardia.
Al estar frente a mí, él dijo – hola hermosura. Me he dado cuenta de que estas solas en este lugar, que te parece si nos acompañas un rato con mis amigos, podemos divertirnos juntos – yo, evitando escucharme mal, respondí – loo… lo siento, creo que estas mal – bueno, no era mi intención decir eso, pero fue lo que dije. Él, viendo un poco que podría estar confundida, trato de aprovechar esta oportunidad diciendo – no debes de preocuparte, aquí todos hemos venido para disfrutar de esta kermés, así que no te preocupes por nada. Sólo síguenos y ya lo entenderás – a lo que respondí, ahora si un poco más nerviosa – este… pues, como lo puedes ver, de… de… debo de estar… – no puede ser, no logro articular ni una sola palabra, si no puedo salirme de esto estoy realmente perdida.
No me sería difícil, sino fuera por que baje la guardia al haberme quedado sentado aquí. Por lo general hubiera dicho algo como “lo siento, estoy esperando a mis amigas” o “no te conozco, y no deseo relacionarme con personas que no he visto antes” entre muchas otras cosas.
Pero, “ah” de verdad, que puedo hacer en un momento como este en el cual no logro pensar bien las cosas, si esto sigue así, de seguro terminaré estando peor que hasta este momento. Y, siendo que este muchacho no se rinde en seguir insistiendo en que lo acompañe, ya no sé ni que hacer. Por favor, aparezcan de una vez y sálvenme de este problema.
Pero, justo en ese momento, el muchacho que estaba sentado a mi par empezó hablar – perdona, pero la señorita no se encuentra bien con la propuesta que le has dado así que será mejor que la dejes en paz – no puedo creer que me esté ayudando, pero el otro respondió – esto no tiene nada que ver contigo, así que hasta a un lado y no estorbes, yo estoy hablando con la señorita en este instante. Si no pudiste hablarle durante todo este tiempo, será mejor que no te entrometas más en lo que no te incumbe – bueno, tiene un buen punto, aunque él trate de defenderme, no tiene nada que ver con esto, así que será mejor que se olvide de mí y evite que le terminen dando más problemas de los que pueda lidiar.
Mientras estaba pensando en otras formas de salirme de este problema, más bien, estaba tratando e regresar mi cabeza a la tierra, el muchacho dijo – no puedes hacer eso, no puedes obligarla hacer lo que no desea que haga, además, no puedes ver que la estas asustando. Demuestra que eres todo un hombre y no sigas así – no puedo creer que él no se haya rendido a pesar de que el otro parece ser mucho más fuerte que él.
Entonces me paré mientras pensaba – es cierto, no puedo mantenerme de esta forma, si me esta defendiendo a pesar de que esta persona se vea demasiado tenebrosa, no puedo hacerlo a un lado – el otro muchacho dijo – ya te advertí que no te metas en donde no te llaman – pero yo seguía pensando – ya me decidí, no puedo retroceder de esto, si no lo hago, no podré salir de este problema. Además, no creo que él sea una mala persona, no lo puedo demostrar, pero mis instintos me lo dicen – luego dije firmemente y sin vacilar – Él tiene mucho que ver en esto, ya que él es… – mírame atentamente grandulón, no puedes hacer nada ante esto – mi novio –.
La idea parecía ser realmente buena, pero él se empezó a reír y luego dijo – si claro, si realmente fueran novios no estarían así de distantes. No crean que no los había visto con mis amigos desde hace un rato – a lo que respondí – eso es porque no somos como ustedes que piensan que esto es un juego, nosotros nos lo tomamos más en serio – mientras decía esto, me acerque al muchacho que me estaba defendiendo y le abrace, seguidamente de aferrarme de su brazo izquierdo – así como lo has visto, si no… no… si no fuéramos novios, como podría hacer algo como esto – la verdad, mi corazón estaba latiendo a cien por hora y ya casi no podía pensar bien las cosas. No puedo ni estar segura ahora de mis palabras.
El muchacho, que se volvió a reír, agrego – bueno, como puedes ver, nosotros nos tomamos las cosas muy en serio, así que no debes de tenernos miedo. Así que deja de fingir – en mi mente pasaba, al oír esas palabras – no puede ser, no me creen en lo más mínimo. No quería hacer esto, pero tendré que hacerlo – me acerque, un poco avergonzada, al muchacho mientras le susurraba – perdóname por esto y, por favor sígueme el juego un poco más – y lo bese.
Mientras lo besaba, mis pensamientos dejaron de fluir por un instante para luego salir disparados. La razón por la cual ahora me era difícil poder asimilar alguna otra situación como esta era que me estaba a punto de poner toda roja.
Pero, aferrándome nuevamente en el brazo izquierdo del muchacho, dije – ya lo he dicho y será mejor que nos dejes en paz. Así que, si nos disculpas, hemos de irnos a otro lado – y arrastre al muchacho a otro lugar fuera de ahí. Como era de esperarse, el otro al final termino dejándonos en paz, pero ahora no sé qué hacer y si le he hecho algo mal a quien me ayudo.
Conforme estábamos caminando por el parque, sentí que esto era demasiado, ya no podía mantenerme en esta posición si deseaba hacer que creyeran por completo esta farsa y, lo peor de todo, era que él no decía nada. No podía creer que se había quedado mudo y ya no articulo ni una sola palabra. Así que, queriendo ver como era su expresión que tenía en el rostro, note que él seguía sereno. No lo sé muy bien, pero esto me era muy doloroso, es cierto que esto no debería de estar pasando por mi mente sin embargo me era un poco frustrante el ver que no tenía los suficientes encantos como para hacer que se sintiera un poco avergonzado.
Sin poder estar en mi control, lo abrace con un poco más de fuerza, en mi mente pasaba – por favor, nótame, sé que es algo egoísta y, si es que tienes novia, esto esta mal. Pero no puedo dejar que te vayas sin haber logrado hacerte ver que yo existo – llegando casi a estar frente a la entrada del establecimiento, él al fin hablo y dijo, después de dejar escapar una pequeña carcajada – no puedo creer que seas tan atrevida – yo, sin entender nada de lo que estaba sucediendo, respondí – Ah, ¿De qué estas hablando? – el muchacho – bueno, es que parecías ser alguien que no haría nada de esto. Para ser sincero, pensé que nunca harías algo así con una persona que acabas de conocer – en mi mente pasaba – pero queeeeeeeeeeee. Como que haría algo así. Ahora que lo pienso más detenidamente, no debía de haber hecho algo como eso, solamente bastaba conque no le hiciera caso y me alejara del lugar o, si seguía este acto, tan sólo era cuestión de tomarlo de la mano y salir de ese lugar – mi rostro se estaba poniendo toda roja mientras la vergüenza me estaba consumiendo por dentro.
En este momento, cuando ya me daba cuenta de todo lo que estaba realmente pasando, quería que todo se derrumbara o desapareciera de este lugar sin dejar ni un solo rastro de mi existencia. Más bien, si fuera posible que existiera algo tan bueno como para poder hacer olvidar todo lo que sucedió, me gustaría que me presentaran tan maravilloso artefacto o me dieran un poder así.
Pero, mientras me mantenía en esta agonía, el muchacho dijo – no debes de preocuparte por eso, pero por favor no vuelvas hacer algo como eso, sobre todo si no conoces a la persona. Sabes, el besar a una persona no es algo que puedas hacer a la ligera, eso solamente debes de hacerlo con alguien que te guste y no con un completo extraño como yo – no sé el motivo, pero esas palabras me hicieron sentir un poco mal y luego, con una furia que recorría todo mi cuerpo, respondí – como puedes decir eso, ¿Acaso piensas que soy una de esas que besan a cualquiera que encuentre de la nada para salir de una situación como esta o cualquier otra? Si no lo sabes, yo soy muy consciente de que no debo de besar a una persona desconocida. Incluso, yo nu… nu… nunca – me sentí de repente muy indecisa y tímida. No lo entiendo en lo absoluto, yo no soy así.
Si alguien quisiera describirme, se podría decir que soy muy indiferente en varios temas y nunca me he quedado con los brazos cerrados cuando se trata de alguna discusión. Pero, siempre he sido reservada y nunca me había imaginado haciendo algo como lo que acabo de hacer el día de hoy. Además de eso, ahora que lo veo bien, ya sé el motivo por le cual me sentía muy pero muy confusa. Él es… él es… no puedo dejar que esto desaparezca, ya ha sido varias veces que ha sucedido, no puedo dejar que el tiempo se lo siga llevando. No creo que sea alguien que tome la iniciativa, pero yo lo puedo hacer. Si continúo siendo tan indecisa en momentos como estos, no creo que pueda volver a tener otra oportunidad como esta. Es por ello que, mientras lo miró atentamente y en silencio, me he de acercar a él y no lo dejaré ir tan fácilmente en esta ocasión. Esa vez, cuando no pude más que verlo entre la multitud, no tuve el valor y tampoco imagine que llegaría a volver a encontrarlo. Pero, en esta ocasión seré alguien que no era antes.
Mientras lo tomaba de las manos, él parecía como que también tenía algo que decir, pero no le fue posible articular alguna palabra o hacer algún movimiento. Nuestras miradas estaban fijadas en el otro y nada los desviaba. En mi mente pasaba – ¿Estará bien esto? ¿Soy acaso una tonta por intentar algo que no creo que llegue a entenderlo? – me acerque a sus labios y, cerrando los ojos, lo volví a besar.
Creyendo que él lo rechazaría o me diría algo por lo que estaba haciendo, solamente sentí que me abrazo y, luego de ello, me susurro al oído – Te he visto en otro momento, pero nunca pude decirte algo. He sido congelado por ti y el día de hoy… te lo voy a decir… – ese momento que nunca antes me había imaginado, ahora estaba pasando frente a mí.
Yo, con voz baja, dije – yo también te he visto antes y también quisiera que… – en eso escuche unas voces por detrás. Reaccionando inmediatamente, me separé de él. Al darme la vuelta vi a mis amigas que al fin habían aparecido. Ellas, que venían con unos pequeños bolsos, cruzaron la calle mientras decían – ¡Hola!, perdona la demora, no creíamos que nos quedaríamos atrapadas en el tráfico – y, mientras sostenían mis manos – por cierto, ¿te ha pasado algo? – a lo que yo, dando un pequeño salto, respondí tartamudeando – bu… bueno, no me ha pasado nada – a lo que ellas se acercaron a mí con gran curiosidad en sus rostros, mientras decían – ¿estás segura? Porque tu cara esta toda roja –.
No puedo creer que ellas aparecieran en un mal momento, no puedo decirles que bese alguien sin pensarlo y que estaba a punto de… Ahhhhh, sólo de intentar pensar en lo que sucedió me hace sentir tan avergonzada y frustrada ahora.
Bueno, lo que sea, no le he de poner importancia y mejor les digo algo para que me dejen en paz y trataré de alejarlas del muchacho. Así que, mientras las convencía de entrar por que era algo tarde, miré al muchacho que seguía parado ahí sin decir nada. Creo que ha entendido que no deseo que nadie se entere de lo que ha sucedido, me gustaría decirle algo en este momento, sin embrago, no puedo dejar que sepan lo que sucedió.
Es por ello, mientras entrabamos al establecimiento, miré al muchacho agachar su rostro por un momento y luego caminar hacia el parque. No puedo culparlo, el haberle hecho eso y luego dejarlo plantado de la nada, es algo que ni siquiera yo quisiera que me hicieran. Pero, ya veras que te he de volver a encontrar otra vez. Y, cuando eso suceda, haré mi mejor esfuerzo por que nadie lo arruine. Por mientras será mejor dejar las cosas así ¿Verdad?, sólo espero de no arrepentirme algún día de esta decisión. Si nos volvemos a encontrar, veras que no soy alguien que se olvide tan fácilmente de estas cosas. Bueno, en sí, desde la primera vez… desde que te vi por primera vez, no he logrado sacarte de mi cabeza y, cuando creí que ya lo había logrado, volviste aparecer en mi camino.
Mientras volteé por un momento para verlo, me di cuenta que él me estaba viendo desde el otro lado de la calle. Y, cuando se dio cuenta de que le estaba viendo, me sonrió y saludo con la mano derecha, como si quisiera decir “Adiós, nos volveremos a ver de nuevo”.
Este mundo, en el cual los encuentros pueden suceder en cualquier momento, incluso los que no esperabas, es algo que te puede llevar a mostrar algunas cosas que no habías visto o ni siquiera conocías, todo dependerá si es que lo puedes notar cuando suceda o no.
Gracias por haber leído esta historia, con esta hemos llegado a la historia número 22, estamos a muy poco de llegar a la meta. Espero que les haya gustado y puedan opinar sobre si les gusto o no como dar algunos comentarios para mejorar. Pueden ver pequeños adelantos de las continuaciones como de las historias que estoy escribiendo actualmente en Facebook como RUWELS SALUWER
Hasta la próxima
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