Y me encontré en una habitación vacia llena de recuerdos que atormentaban mi mente, parecía un salón de arte con mi vida pasando por delante y allí fue cuando encontré el recuerdo contigo, como si todo callera, como si el blanco del salón se desvoronara, y allí fue cuando te vi, en medio de mis malos recuerdos, en medio de mi secreto, en medio de mi corazón roto, allí estabas y era curioso porque nunca habías estado pero te encontraba allí en lo más profundo de mi ser, me sentía confundida pero con ganas de acercarme a esa profundidad donde te encontrabas , pero cuando trate de acercarme, te alejaste y entonces te vi desvoronarte, grité con todas las fuerzas de mi alma, pero no volviste.
Entonces empecé a sentirme extraña y cuando mi cuerpo jamás tuvo marcas, al levantar mi camisa estaba llena de cicatrices, unas sin sanar otras que se veían poco y otras tan grandes como una mala cirugía, me espante y grité tu nombre de nuevo, lo grité tantas veces esperando que volvieras pero no sucedio, una nueva herida apareció en mi cuerpo, quemaba como si tuviera el infierno adentro, me sentí cansada y dolida, cai y al despertar volví al cuarto blanco, busque tus recuerdos pero por alguna razón ya no podía verlos, salí del salón buscando por todas partes pero no encontré ninguno donde estuvieras, vi un pequeño elefante que me rodeó con su trompa como si necesitara un abrazo y allí fue cuando mis lágrimas salieron cuando mi herida empezó a sanar y volví a ver los cuadros con tus fotos, allí fue cuando supe que no te había perdido, pude entender que siempre serias mi más profundo secreto y allí siempre estarías aunque jamás habías estado.
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