El laberinto de la vida (capitulo 1)

El laberinto de la vida (capitulo 1)

Todo empezó en una fría tarde de invierno, me encontraba encerrado en la oficina del director, supongo que lo anterior te hará pensar que soy uno de esos alumnos molestos de los que todo el mundo quiere deshacerse, pero ese no es mi caso. La verdad es que soy bastante (según yo) inteligente, siempre analizo la situación antes de concretar una acción que me pueda tanto perjudicar como beneficiar.

Bueno, volviendo al tema principal, el por qué me encontraba en la oficina del director, encerrado y solo en un cuarto oscuro, cuando todo el mundo ya debería de haberse ido de la escuela pero, por varias circunstancias que luego voy a presentar, yo seguía allí como un tarado.

La razón o razones del por qué estoy aquí son las siguientes.

Primero, mi mejor amigo o el que creía mi mejor amigo, hermano del alma, compadre, alguien en quien confiar aunque solo nos hubiéramos conocido durante un año, me dejo una nota escrita en donde decía que necesitaba hablar conmigo de algo urgente, por lo que nos veríamos en el patio de la escuela, el cual se encuentra cerca de la oficina del director, a la hora de la salida.

Segundo, una «amigas» me habían pedido un favor el día anterior (Lunes), si las podía acompañar a un centro comercial hoy (Martes), ya que otra amiga de ellas se había fijado en mi y quería conocerme mejor. En realidad no soy de los que van ligando con chicas de un lado a otro y menos si ni siquiera la conozco de nada pero como fueron mis «amigas» las que me lo pidieron y en ese momento no tenia nada mejor que hacer al día siguiente pues acepte ir.

Tercero, cuando me encontré con mi compadre el cual se llama Raúl, esperaba escuchar alguna tontería, pero lo que él me dijo me hizo pensar lo pequeño que a veces parece ser el mundo. Raúl me dijo que había escuchado de parte de mis amigas que yo iba a salir con una chica y que hoy tendríamos una cita en el centro comercial, lo cual estaba bien si no fuera porque la chica con la que iba a tener la cita era la prima de Raúl y él e tiene mucho cariño ya que siempre estuvieron juntos desde que eran niños.

Él me dijo que no fuera a reunirme con la chica, ya que si lo hacia tendría grandes problemas con él. Yo por mi parte no tenia tantas ganas de ir y ahora menos con lo que me había dicho Raúl, así que me dispuse a irme a mi casa inmediatamente pero, como si la desgracia me persiguiera, en la entrada de la escuela se encontraban mis «amigas» quienes de repente comenzaron a empujarme queriendo llevarme al centro comercial.

Raúl tenia otros asuntos que atender por lo que no había quien me defendiera en esta situación, así que me tuve que poner agresivo preguntando el por qué le habían comentado a Raúl sobre la cita y si sabían que la chica de la cita era prima de él.

-Si, ya sabíamos que eran primos- exclamo una.

-Pero ¿qué problema hay con eso?- dijo la segunda.

-Ademas, él fue el que pregunto, quería saber que íbamos a hacer hoy para salir los cinco juntos. ¿O es qué tenemos que pedirte permiso antes de hablar con él?- dijo con autoridad la líder de las otras dos.

La verdad es que a veces, muy pocas veces de hecho, salimos los cinco a perder la tarde así que realmente no debería haber misterio si él les pregunto, pero ¿por qué hoy de todos los días le dio por pasar el tiempo a Raúl?, ya van como dos semanas desde la ultima vez que salimos todos juntos, muy sospechoso, o quizás solo estoy exagerando y es pura casualidad que mis «@migas» no quisieron decirme nada ya sea porque la chica les dijo o por algo más.

Como sea, eso pensaba en ese momento pero me di cuenta que en verdad debía de haber sospechado más, pero ya era tarde. Decidí ir con ellas con la condición de que por ninguna circunstancia le comentaran algo sobre esto a Raúl, no di detalles del por qué y de milagro no preguntaron nada sobre el tema. El resto del camino hablamos sobre cosas sin importancia.

La cuarta razón de por qué estoy en la oficina del director es facil de adivinar, si sospechas de todo como yo. Cuando llegamos al centro comercial y nos ibamos a reunir con la chica de la cita nos encontramos con que ella estaba con Raúl, … demonios, en cuanto se dio cuenta de mi presencia se puso como un toro intentando cornearme a lo que mis «@m!g@s» intervinieron un poco diciendo que no tenia que matarme, él se calmo un poco pero no basto para que me diera un puñetazo en la cara y me insultara como nunca antes nadie lo habia hecho.

Yo no me quede tranquilo a lo que tambien le mande un golpe pero en el ultimo instante la chica de la cita, o sea la prima de Raúl, se metio en el camino por lo que por poco le pego, bueno, le pegue… pero no con tanta fuerza, aun asi ella cayo al suelo y Raúl se me mando encima, las @w!&@$ me lo quitaron y dijeron que por qué no lo arreglabamos en otro lugar.

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