Pecas:

Obsesionado con esas estrellas
Deseando que solo yo pudiera observarlas
Colocadas con tan perfecta armonía que no parecen reales, en tu cara, hombros, espalda e incluso manos.
Deseo tanto dejar de pensarlas incluso de sentirlas, pero están impregnadas en mi mente como un maldito veneno.
En qué momento fui tan tonto como para perderme en este laberinto?
Mierda, como desearía volver a tocar esa constelación secreta de la cual según vos solo me has permitido a mi ser capaz de tocarla y observarla.
Sigo sintiendo ese aroma tuyo que no puedo expresar de otra manera que no sea sonriendo y sonrojándome al mismo tiempo.
Me creía tan fuerte,
pensando que nadie podría quedar en mi mente por tanto tiempo
Y heme aquí más débil que nunca, que con un simple roce tuyo me derrito y me lleno de calor al instante
Como una persona que nunca sueña después de conocerte no puede dejar de soñar contigo todas las noches?
Tan iluso fui al creer que te había superado y solo bastaba con un simple “hola” tuyo como para volver a caerme con la misma roca y volver a lastimarme.
Pero aún así sigo suspirando cuando pienso en esos granos de arena que sigo creyendo son los más preciosos que voy a conocer y tan eternos que sigo creyendo que sería una buena idea contarlos, aunque nunca me lo has permitido.