Tenemos y no tenemos
en común lo que somos
lo que seremos,
imaginario viajero
eres tu el motivo
la razón, la palabra,
de los momentos buenos.
Somos parte de la historia
que aún no se ha escrito,
el suspiro, la mañana
que no se ha plasmado,
me quedas en el tiempo
como un siglo perdido.
Quizás cuando te encuentre
pueda decirte,
en canción o en verso,
los anhelos eternos de mi morir contigo,
por ahora solo conservo
el etéreo recuerdo de un sueño lejano,
la innegable caricia
de un amar fugitivo.
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