Llevaban casi tres horas de retraso y todo por culpa del director, que no se aclaraba en la posición del ángulo de la cámara.
Mientras tanto, las maquilladoras fumaban en la terraza, él cámara se pegaba unos lingotazos de whisky en la cocina, el guionista se metía una raya de coca en el lavabo, y él productor estaba en el catering con un cabreo de cojones, pues le llegó la noticia por parte del ayudante de cámara que dos de la tres actrices les había venido la regla.
Para colmo, había discutido con Zacarías Mela, manager del reconocido actor Tomás Turba(alias `el trípode´ por sus veinte centímetros de polla), porque con el retraso no sabía cuando calentar.
Así que el productor se dirigió al set de rodaje, encontrándose con Kikies Manfred , una de la actrices sentada en el sofá. Esperaba que alguien le dijera cuando empezar a que la maquillaran y le diesen el uniforme de colegiala que tenía que interpretar según el guion. Los de vestuario también andaban desaparecidos.
«Quédate aquí y no te muevas Kikies, voy a buscar al guionista» le dijo el productor.
Así que este se puso en marcha, dirigiendo se de nuevo al catering , encontrándose con el guionista que no dejaba de hurgarse la nariz:
«Hay que modificar el guion , tal como está el asunto de las dos actrices con el semáforo en rojo, podríamos hacer las escenas con Kikies» profirió el productor.
—Para eso tengo que hablar con el director–dijo José Inhiesta, él guionista.
–¿Por cierto sabes donde está?–Creo que lo vi en el lavabo, cuando yo salía–dijo Inhiesta .
Entonces el productor llamó a la puerta del baño, esperó unos segundos y sonó el agua del wáter. Volvió a llamar. «¿ Quien coño es?, ¡Es que no puede uno cagar tranquilo!».
–Soy Braulio el productor–dijo.
Se abrió la puerta del servicio, y salió con la cara roja , abrochándose los pantalones, malhumorado.. Braulio le contó todo lo sucedido al director. También sobre los cambios del guion para rodar con Kikies y Tomás Turba.
Después de tres cuartos de hora, y con el esfuerzo del ayudante de dirección para tenerlos a todos dispuestos, estaban maquillando a Kikies. Apenas le hacia falta pues la alemana de pelo platino, ojos verdes y cuerpo sinuoso desprendía una belleza natural. Acto seguido pasó por vestuario.
Mientras tanto, vestían a Tomás Turba con un traje azul marino. Iba a representar al jefe de estudios bastante calentorro. Le dijeron que le enseñara el informe médico a la actriz y esta a su vez mostrase el suyo por aquello de la ETS.
Tomás repasó unas cuantas de veces el guion a solas.. Se sacó la polla, comenzó a calentar, y ha preparase, pues necesitaba que estuviese estuviese bien erecta, cosa que no le costaba ningún esfuerzo, ya que era todo un profesional.
Por otra parte , Zacarías Mela advirtió a la alemana que estuviera preparada, porque `el trípode´ físicamente era un portento, ya que se machacaba en el gimnasio, podía estar erecto durante tres horas seguidas y hacerle daño en la acometidas. La rubia lo tuvo en cuenta. Se fue al camerino, agarró el bolso, sacó un gran consolador y poco a poco se lo metió suavemente en su depilado coño hasta sentirse húmeda.
Ya en set de rodaje con todo el mundo dispuesto, el ayudante de dirección gritó por el megáfono «Todos a primera». La escena consistía en que Kikies era una niña mala y el jefe de estudios la castigaba con unos azotes, quitándole la faldita de colegiala. Después le quitaría el tanga, la tumbaría en la mesa y la penetraría con fuerza; le metería sus veinte centímetros en la primera embestida y se la follaría durante un rato…
Zacarías Mela estaba en la terraza , alejado del rodaje mientras se fumaba un cigarro. Le sonó el móvil:
–Si, dime Elena–contestó a la novia de Tomás.
–Tengo una mala noticia que contarte. No se como decírtelo…La madre de Tomás…a muerto en un accidente de tráfico. Tendrás que decírselo.
-¿Cómo?–Exclamó Zacarias.
–Lo que oyes. Yo no me atrevo.–Dijo Elena de manera entrecortada.
–De acuerdo, yo se lo diré…
Zacarías se dirigió hasta donde estaba Tomás. Habían terminado la escena de la penetración, tocaba la felación y la corrida. «A ver como te lo digo…tu madre a fallecido en un accidente».
–¿Estás de coña o qué?–dijo Tomás.
–No, te estoy diciendo la verdad–replicó Zacarías.
–¡No puede ser Dios mío, eso es imposible, a ella no!, por favor a ella…
Un mes después Elena y Tomás esperaban en la consulta del psiquiatra. Él no podía con su alma . Lastraba una agonía insoportable. Había rescindido las películas que había firmado y no empalmaba.
AUTOR: Pedro Salgado García.
DE PRODUCCIONES: Rosa Mel Abot.
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