JARJACHA II: EL MAL VIVE AHI…

JARJACHA II: EL MAL VIVE AHI…

freddInca

06/05/2021

La prensa periodística anunciaba el suceso ocurrido al grupo de amigos,-“han pasado seis días desde que los 5 jóvenes han desaparecido, la única sobreviviente se ha dado a la fuga, un campesino del pueblo menciono que había encontrado a la joven y que había mencionado a una antigua leyenda, que fue víctima de un personaje ficticio llamado jarjacha, ella le conto que fueron atacados por la criatura mitológica y que vendría por ella, que nadie le creería su testimonio así que se dio a la fuga, Gina Paz esta prófuga de la justicia, esta como sospechosa de la desaparición de sus amigos”- dijo una periodista.

La periodista estaba con su camarógrafo, -“vamos a entrevistar ahora a los pobladores, que saben sobre esta leyenda de terror”- dijo el camarógrafo sonriente, -“con esto vamos a saltar al estrellato, la televisión me va considerar como una buena reportera y me darán el horario, entrevistas que yo quiero, no me mandaran cubrir noticias lejanas, esto de viajar solo por tonterías no me agrada, pero esta noticia será exitosa”- dijo la periodista sonriente, -“Helen crees que luego de este reportaje te darán la plaza del horario dominical”- dijo el camarógrafo, -“John, tu sígueme con la cámara y veras que tendremos lo que queremos, tu como el camarógrafo estrella y yo como la reportera estrella”- dijo Helen sonriente, -“sabes lo que yo quiero”- dijo John mordiéndose los labios y mirándola, le quería tocar la pierna, -“por favor déjate de tonterías”- dijo Helen golpeándole la mano, antes de que la toque.

Los periodistas se acercaban a unos pobladores, -“no se nada, por aquí no la hemos visto, solo sabemos que el hombre Gilberto, que vive al sur, recogió a la joven, pero yo no eh visto a ninguno de los jóvenes”-dijo una campesina, -“pero que sabe sobre la leyenda el jarjacha, es cierto que existe”- pregunto Helen, -“es una leyenda nada más, algo que solo usan para asustar a los muchachitos, para que no se alejen de sus casa, nunca nadie lo ha visto, no escuchado que lo hayan visto por aquí, tal vez en otra regiones pero aquí no”- dijo la campesina marchándose. –“Es una leyenda un hombre lobo dicen, otros dicen un hombre llama, que fue castigado por los Apus, que son dioses de los andes, castigados por llevarse a las mujeres y poseerlas en los montes, los condenaron a vivir por esos valles”- dijo un hombre riéndose mientras tomaba una cerveza, era otro poblador entrevistado. En una cantina los periodistas estaban platicando, –“La gente no conoce nada de la leyenda dicen que ni existe, crees que la muchacha esta, Gina Paz se haya vuelto loca y los jóvenes tal vez ya regresaron a sus casas y nosotros aquí perdiendo el tiempo”- dijo John fumando un cigarro, -“quieren saber si existe o no el jarjacha”- dijo un hombre con un ojo tuerto se acercó y algo ebrio, –“usted sabe algo, nos contara la historia o solo rumores”- dijo Helen, -“es una leyenda no muy popular aquí, pero yo sé de quién puede darles información”- dijo el hombre, -“un campesino ebrio o un loco”- dijo John mirándolo con desconfianza, -“no caballero, es un hombre que asegura haber visto el jarjacha y es quien trajo los rumores al pueblo, es el único que asegura haberlo visto hace como 20 años atrás, el tipo es un viejo ermitaño que vive a las afueras de valle, al norte, tengan mucho cuidado es algo agresivo pero les ayudara por una buena cantidad de dinero”- dijo el hombre extendiendo la mano, Helen miro a John y entendieron que quería dinero por la información, le dieron unos cuantos billetes y se marcharon en búsqueda de aquel hombre.

.

Es así como la pareja de periodistas fue a buscar aquel hombre que podría darles información del jarjacha, -“crees que nos podrá ayudar no será un charlatán, si es un ladrón y nos mandó a que nos asalten”- dijo John asustado, -“no seas miedoso, además no llevamos nada de valor, unos cuantos cheques y algo de ropa”- dijo Helen seria, -“y si nos sacrifican, escuchado que hay gente que hace sacrificios humanos para rendirles culto a seres satánicos, si es un brujo, no sabemos a quién nos encontraremos”- dijo John temeroso, -“puedes dejar de decir tonterías, no estamos lejos del pueblo, así que cierra la boca y deja de comportarte como una gallina”- dijo Helen seria.

La pareja estaba muy cansada tomaban agua por el gran sol que los iluminaba, -“tengo mucho calor, debí quitarme el suéter”- dijo John acalorado, –“te quejas peor que mujer, mira este es el cañón del Colca, es hermoso verdad”- dijo Helen sonriente, -“si lo es, pero debe estar infestado de animales peligrosos, tal vez uno que otro loco, escuchaste de los pistacos, gente que mata a turistas como nosotros para robarles la grasa humana y venderla”- dijo John, -“ya, cállate o te arrojo yo misma a el acantilado”- dijo Helen molesta.

Tras caminar, por varios horas, vieron la choza, -“mira es ahí, como dijo el hombre de la cantina”- dijo Helen, sonriente fue acercarse, -“hola, buenas tardes señor Justino”- dijo Helen sonriente, -“quien me busca”- dijo un hombre mayor de 60 años, cabello blanco, con un poncho rojo y un sombrero ,salía con un bastón, -“soy periodista y vengo hacer un reportaje sobre el valle del Colca, su cultura, gente, gastronomía y leyendas rurales”- dijo Helen sonriente, John la miro que estaba mintiendo, -“vienen averiguar sobre la desaparición del grupo de jovencitos verdad”- dijo Justino, -“que sabe sobre ellos”- dijo Helen sacando una grabadora de voz, -“señorita usted viene a mi casa a exigirme información”- dijo Justino serio , -“por favor señor Justino, mire le daremos dinero, sé que necesita así que le daré 300 es todo lo que tengo, mire los billetes a usted le hace falta y yo necesito información, díganos lo que sabe de los jóvenes y sobre la leyenda del jarjacha”-dijo Helen entusiasmada le mostraba el dinero, Justino sonreía y tomo el dinero, -“tomen asiento, quieren tomar chicha de jora es una bebida fermentada de maíz, es deliciosa”- dijo Justino ofreciéndoles, -“gracias señor Justino, toma John no seamos mal educados”- dijo Helen, John con temor veía la bebida de color oscuro y la olía, -“huele a alcohol-“ dijo John, -“pruébala muchacho, pruébenla”- dijo Justino sonriente, la pareja de periodistas miro la bebida y se la tomaron, -“esta deliciosa”- dijo John sonriente, –“esta rica ahora señor Justino podemos empezar con la entrevista”- dijo Helen sonriente, Justino los veía serios luego sonrió.

Justino encendía su cocina a leña, mientras les contaba, -“tranquila señorita todo con paciencia, el Jarjacha es un demonio andino de tendría una forma mitad hombre y mitad llama. Algunas veces se representa en forma de hombre, llama o perro porque se enfada como tal.

Este demonio aterra a los pobladores de la sierra con grito estruendoso que suena como un jar-jar-jar es por eso que lo llamamos así. El jarjacha seria en realidad personas condenados por Dios a convertirse eternamente en este monstruo por haber cometido uno de los pecados sexuales más trasgresores, el pecado del incesto”- dijo Justino mirándolo a los ojos, viendo lo atentos que estaban, -“es decir, toda persona que comete una relación carnal entre padres e hijos o entre familiares cercanos correan el riesgo de convertirse en esta criatura”- pregunto John entendiendo lo narrado, -“exacto mi buen amigo, según la historia tiene el poder de hipnotizar a sus víctimas mirándoles fijamente a los ojos para luego asesinarlos atacándole por el cerebro y luego se los devora como cualquiera fiera matara a un indefenso animal, imagínense que tiene las fuerzas de un puma atacando a una pobre venado”- dijo Justino.

Helen atenta escuchaba, John tomaba más la bebida, -“¿usted lo ha visto, es cierto?”- dijo John muy atento, -“bueno verlo frente a frente no, pero si lo eh escuchado y a lo lejos eh visto como una llama corría por el valle del Colca y se escondía de mi lámpara, le teme a la luz, piensa que es fuego”- dijo Justino,-“si lo ha visto porque no lo ha hecho nada”- dijo John, -“ya te dije que le teme al fuego y si un día vas por ese valle anda con mucha luz, y si quieres matarlo, debes incrustarle un machete a la cabeza solo así morirá, por eso si escuchan jar-jar-jar no salgan solos, es preferible que salgan acompañados en grupos para que lo pueden atrapar, eso si no le miren a los ojos por que los pueden hipnotizar”- dijo Justino bebiendo su trago, -“las horas donde aparecen estos demonios están entre las 3 y 4 de la mañana, lleven crucifijos o cualquier objeto de metal que pueda ser usada como arma como picos, hachas que son más efectivos, deben tener buena puntería porque es rápido como un perro”- dijo Justino riéndose, -“que buena leyenda”- dijo Helen terminado de grabarlo, -“pero es una leyenda”- dijo John algo asustado, -“no quiero comprobarlo”- dijo Justino mirándolo serio, -“que sabe sobre el grupo de jóvenes que vino acampar hace seis días”- dijo Helen, -“pobres chicos, fueron tontos en ir acampar a esos lugares de noche, debieron regresar antes que caiga la fría y oscura noche, deben estar ya muertos, el viejo Gilberto encontró a una muchacha y esta le dijo que había sido atacada junto sus amigos por el jarjacha, cuando le quisieron llevar a la comandancia nadie le iba a creer, tenía las manos rastros de sangre, para mí que fue ella quien los ha matado, así como hace siete años, una muchacha mato a su novio estaban extraviados y la jovencita mato a su novio era una lucha por supervivencia, se comió la comida y poca agua, luego arrepentida invento sobre el jarjacha”- dijo Justino serio, -“dicen que encontraron aquel joven con mordidas, y mutilado eso fue hace muchos años”- dijo Helen, -“claro, existen zorros, pumas, uno de esos animales lo debió cenar, incluso los cóndores, lo abran despedazado, igual pasara con esos jóvenes encontraran sus cuerpos y le echaran la culpa al jarjacha, primero investiguen si la joven tuvo problemas mentales o problemas con sus amigos, que le orillo hacer esto”- dijo Justino, los periodistas lo miraron.

-“Buenas tardes Justino”- dijo un policía entrando con una mujer y un policía más, -“comandante Samuel, que milagro verlo por aquí”- dijo Justino sonriente, los periodistas sorprendidos miraban al equipo policial. “ustedes quienes son”- dijo el oficial, -“soy Helen periodista y el es John mi camarógrafo, hacemos un reportaje sobre los jóvenes desaparecidos y llegamos aquí con el señor Justino, nos estaba contando sobre la leyenda del jarjacha”- dijo Helen, -“no estamos haciendo nada individuo”- dijo John, –“oficial Samuel Correa”- dijo el oficial presentándose, -“aquí estoy con el suboficial Eusebio y la doctora Marlene médico forense”- dijo Samuel presentándoles, -“periodistas solo exageran las cosas”- dijo Eusebio, -“a lo que venimos hacer oficial, por favor”- dijo la doctora Marlene, -“tiene razón doctora, señor Justino vengo a pedirle el favor que nos ayude con la búsqueda de los jóvenes desaparecidos”- dijo el oficial Samuel, -“¿qué les ayude yo?, pero en que podría ayudarles, yo nunca los eh visto a los jóvenes”- dijo Justino, -“tengo entendido que usted conoce más que nadie el valle de Colca, nosotros no conocemos muy bien y el equipo de rescate lleva días sin venir, los padres de los jóvenes están locos, por lincharnos por no hacer nada”- dijo el oficial Samuel, -“están por llamar a la prensa y hacer quedar mal a la comandancia del pueblo, vamos viejo Justino ayúdenos, los padres van apagarle una recompensa”- dijo el sub oficial Eusebio, -“bueno conozco la zona pero no muy profundo unos cuantos kilómetros cercanos al pueblo y a mi casa”- dijo Justino, –“afuera están familiares de los desaparecidos diga que acepta vamos”- dijo Eusebio, animándolo, -“le ofrecerán 2000 mil soles le parece”- dijo el oficial Samuel, -“el dinero no es lo que me interesa, ya conseguí algo por los jóvenes presentes, lo que me preocupa es que caiga la noche, dentro de unas horas a nochera y no es bueno estar ahí”- dijo Justino algo temeroso, -“vamos Justino, mire estaremos bien armados, acepte”- dijo Samuel, -“los padres están desesperados, salga y hable con ellos”- dijo Eusebio, Justino los veía a todos.

Helen y John salían de la choza de Justino, -“buenas tardes soy periodista y estamos haciendo un reportaje sobre los jóvenes desparecidos”- dijo Helen presentándose a los padres de familia, -“qué bueno que venga una periodista, porque tenemos una gran queja, la policía nacional no hace nada por encontrar a nuestros hijos, ellos solo iban a ir dos días ya pasaron seis días y no tenemos nada de noticias sobre nuestros hijos, exigimos que nos ayuden a encontrarlos, cuanto tiempo necesitaran para ayudarnos, deben estar heridos, haber sufrido un accidente, por favor queremos ayuda”- dijo un padre desesperado, los demás padres preocupados lloraban de la angustia al no saber sobre sus hijos, -“mi hija es Claudia, ella , tenía una fiesta de un familiar y no se presentó, su celular no funciona, no sabemos nada de ella, solo nos dicen que están extraviados y que esperemos ayuda no sé nada de mi hija que puede estar pasando”- dijo una madre llorando, su esposo la abrazaba, -“mi hijo fue con sus amigos y tenía que regresar a su trabajo, mi hijo se llama Oliver, lo estoy esperando, su madre padece de presión arterial alta, no pudo venir vine con mi hermano, quiero saber sobre mi hijo”- dijo el padre, -“soy tío de Oliver y sé que es un chico muy responsable maduro, no se ha escapado con su enamorada como nos quieren hacer creer, es alguien sensato, tememos que algo le haya pasado, por eso venimos aquí a tener repuesta pero la policía de este pueblo no nos dicen nada”- dijo el tío. Al terminar las entrevistas con los padres, los jóvenes periodistas estaban conversando, -“todos los familiares están muy preocupados, que les abra pasado a los jóvenes”- dijo John, -“no se sabe pero si van los oficiales con Justino, nosotros vamos con ellos”- dijo Helen decidida, -“estás loca es peligroso”- dijo John serio, –“es un gran reportaje seriamos los primeros en conocer la verdad, si están muertos o vivos, el rescate, te imaginas saldremos en portada así que tenemos que ir y no hay quejas”- dijo Helen seria.

El grupo de oficiales y Justino salieron, -“después de tanto insistir, el señor Justino acepto ir en la búsqueda de sus hijos, vamos a ir a buscar a sus hijos”- dijo el oficial Samuel.-“Queremos ir, queremos encontrarnos con nuestros hijos”- decían los padres exigentes, -“señores entiendan el valle del Colca es muy pesado, saldremos ahora y vendremos mañana como a estas horas, iremos donde empezaron sus hijos, al sur del pueblo, ahí encontraron su auto cerca de una de las entrada del valle, así que, daremos vueltas todo el perímetro entendido, no queremos exponerlos a ustedes señores entiendan, luego el equipo de rescate que venga iremos más a fondo con ellos, llegara un helicóptero así que por favor sean pacientes, encontraremos a sus hijos, confíen en nosotros, solo espérenos en el pueblo, estaremos en comunicación con ustedes mediante comunicación por radio con la estación de la comandancia”- dijo Samuel, -“oficial Samuel hemos decidió con los señores aquí presentes, irán dos de nosotros entendido”- dijo uno de los padres, –“ira uno, solo uno para cumplir con sus demandas entendido, es una zona riesgosa por favor no expondremos a nadie”- dijo Samuel serio, los padres hablaban entre ellos.

Helen se acercó a los padres, –“nosotros también iremos junto con uno de los padres de familia, señor Samuel déjenos ir para dar a demostrar que han hecho todo lo posible por encontrar al grupo, que ustedes están cumpliendo con su trabajo y para que los padres estén más tranquilos, daremos a conocer todo el trabajo y las búsqueda de sus hijos, así la prensa no esconderá nada, pues prensa también ira que les parece”- dijo Helen, -“si está bien, aceptamos”- dijeron los padres, -“iré yo, Juan soy el padre de Max, trabajo en el campo, soy ingeniero en minas, tengo resistencia en esto”- dijo Juan,-“está bien, nos vamos al sur y recorremos toda la zona que les eh mencionado, al pueblo todos”- dijo el oficial Samuel dando órdenes.

John estaban en el auto, -“como puedes aceptar esto, me da muy mal espina”- dijo John, -“irán armados ya viste, llevan hachas y cada uno su pistola, nosotros debemos ir bien abrigados por que hace un frio terrible, así que vamos a ir, ya no hay marcha atrás”- dijo Helen caminado con John apresurada a alistara su equipaje.

Dos autos se dirigían al sur del pueblo donde habían iniciado su viaje los jóvenes, -“gracias por traernos en su auto señor Cárdenas”- dijo Helen, -“es mi único hijo y estoy preocupado por el, quiero que graben todo y así tranquilizar a los demás padres”- dijo Juan, -“cuéntenos sobre Max su hijo”- dijo Helen, con su grabadora en mano, -“bueno su madre y yo estamos separados, ella vive en otro país, así que él se quedó conmigo, como único hijo nunca lo eh negado nada , le di permiso de viajar con sus amigos por fin de su carrera, un ingeniero en minas como yo, así que decidí que sería una buena oportunidad de conocer el clima de la zona andina donde trabajamos nuestra profesión”- dijo Juan mientras conducía, -“tiene su enamorada Claudia, tenían problemas o enemigos, conoce si uno de los jóvenes tenia algun problema con alguien, no se metió en drogas como cualquier joven, problemas psicológicos”- dijo Helen, -“claro que no, nada de eso, todos eran buenos en los estudios así que no habían ningún problema, además conozco a los padres de Oliver y ellos son gente intachable, a los padres de Jimmy igual , no conozco mucho de la enamorada de mi hijo, así que no sé qué tantos problemas tenían, iba todo bien yo que sepa”- dijo Juan siendo entrevistado mientras conducía.

El auto de adelante andaban el oficial Samuel y su grupo, -“esperemos encontrar a los jóvenes vivos, sino la prensa nos acabara por no iniciar la búsqueda antes”- dijo Eusebio serio, -“vamos a encontrarlos son inteligentes universitarios, deben estar ebrios o tal vez drogados, saben cómo sobrevivir”- dijo Samuel, –“lo que me preocupa es que hayan encontrado la muerte, o más bien dicho quien se las origino”- dijo Justino, -“¿de que habla?”- dijo la doctora Marlene, -“una leyenda que debemos temer si es cierta como la dicen”- dijo Justino, -“que leyenda”- dijo Marlene, -“una sobre una llama asesina, el jarjacha, pero es un cuento de terror para niños, no creemos en eso nosotros”- dijo Eusebio, Samuel se sonreía, -“quiero saber sobre la leyenda”- dijo Marlene mirando a Justino que iba en el asiento detrás, Justino serio veía por la ventana los montes.

Cuando llegaron al centro de vigilancia, el hombre en su puesto se encontraba de frio, -“claro oficial pase, espero que encuentren a esos jóvenes”- dijo el vigilante, -“gracias, este alerto en el radio dígale eso a su compañero en el cambio de turno”- dijo Samuel ingresando, -“cuídense” dijo el vigilante temeroso, viendo pasar los autos. –“Usted sabe que la joven Gina Paz salió convida y esta prófuga”- dijo Helen, -“escuche de eso, que llego al pueblo y se marchó, creo que discutió con Oliver, al parecer se regresó a la capital, su padre está en el pueblo, y su madre está en la ciudad, creo que son los menos preocupados que su hija vive, que nosotros que no sabemos nada de los demás”- dijo Juan, ellos veían al señor triste que soltaba una lagrima, -“los encontraremos señor ya vera”- dijo Helen, -“eso espero, porque no tengo a nadie más que él”- dijo Juan triste.

El sol estaba empezándose a ocultar, -“bajemos todos por aquí, aquí fue donde se encontró su auto del grupo, así que busquemos a los demás, todos con sus antorchas, lámparas, y los quiero alertas, si están casados regresan aquí los autos, entendido”- dijo el oficial Samuel, todos se miraban, -“entendido”- dijeron todos, -“no se alejen porque si se pierden no seremos a cuatro los que buscaremos sino más, miren por dónde caminan y obedezcan a lo que diga, estén alerta a cualquier cosa que se mueva, del resto me encargo yo, en alejar a los malos espíritus”- dijo Justino, todos lo miraban unos más atemorizados que otros.

La noche era más fría y más oscura, las antorchas solo se veían, y ellos caminaban, -“tengan mucho cuidado, hay quebradas estos caminos son angostos”- dijo Justino serio, -“estamos caminando ya por cuatro horas, y no encontramos nada, solo ruidos de animales”- dijo Helen, -“y tú que querías venir, ahora te arrepientes no, podemos regresar daré media vuelta irnos de frente y voltear a la derecha o fue izquierda”- dijo John confundido, -“vez que no sabes regresar debemos de seguir con ellos, o nos perderemos y seremos nosotros los desaparecidos agregados, John por favor muestra valentía, que dirán que no eres hombre sino un cobarde, además nada nos pasara ya te dije que traen pistolas”- dijo Helen, escucharon un ruido no muy lejos, -“que es eso, fue el jarjacha”- dijo John asustado, -“jarjacha, no digas estupideces”- dijo Eusebio, -“¿qué es el jarjacha?”- dijo Juan, -“trabaja como minero en la sierra del norte y no escucho sobre esa historia de terror”- dijo Samuel, -“no lo escuche, que es jarjacha”- dijo Juan, -“es un demonio, mitad animal, mitad hombre, que anda por los valles dicen que eso pudo haber atacado a los jóvenes, entre ellos a su hijo”- dijo Helen, -“que dicen que un animal ha matado a mi hijo”- dijo Juan molesto, –“son solo murmuraciones nada más, encontraremos a su hijo y a sus amigos”- dijo Samuel serio. Juan veía el resto del grupo callados, mientras seguía con su rumbo dando palabras como alejar a los espíritus.

El grupo caminaba por medio del valle, -“para abarcar más espacio deberíamos ir por medio de aquellos arboles”- dijo el oficial Samuel, -“es mala idea2- dijo Justino, –“porque viejo, avanzaríamos más”- dijo Eusebio, -“los animales viven ahí y es como entrar en su madriguera, deberíamos rodearlo”- dijo Justino, -“vamos a demorar demasiado”- dijo el oficial Samuel, –“llegaremos al día siguiente en rodear el pequeño bosque vamos por medio”- dijo Eusebio, -“quieren seguridad pues deben hacerme caso”- dijo Justino, –“seguridad la tenemos nosotros, viejo Justino”- dijo Eusebio, -“eh dicho que no”- dijo Justino molesto lo sujeto del brazo, –“señor lo hemos pagado así que debería obedecer al oficial”- dijo Juan molesto, -“les dije que tienen que obedecer mis órdenes, es mala idea entrar en ese bosque, en sus territorios”- dijo Justino, -“territorios de quien”- dijo Juan, -“del jarjacha”- dijo Justino mirándolo, -“no venga asustarnos con esa leyenda, viejo somos grandes, no niños”- dijo Eusebio, -“hombre de poca fe, sino crees es tu problema pero luego no te arrepientas cuando lo veas”- dijo Justino retirándose, -“espere lo hemos pagado”- dijo Juan, -“si quieren ir por ahí, allá ustedes, este dinero no va salvar mi vida”- dijo Justino retrocediendo, dio media vuelta y se marchó, -“espere, yo voy con usted”- dijo John asustado, -“de que hablas”- dijo Helen, -“lo siento pero no quieor ir, con el viejo me siento más seguro, que ir por ese bosque”- dijo John atemorizado, -“bueno si se van, tomen esto”- dijo Samuel dándole una antorcha, John recibió la antorcha, -“yo iré con ustedes, John en el pueblo nos vemos”- dijo Helen, -“estas segura Helen, que no te vienes conmigo”- dijo John, -“sí, estoy segura yo llegare al fondo de esto”- dijo Helen avanzando con el grupo, John y Justino se fueron.

El grupo avanzaba por el bosque, con sus lámparas alumbraban, -“Max, Oliver, Jimmy, nos escuchan”- dijo Juan gritando, -“calma viejo, no queremos que los zorros o pumas se despierten”- dijo Eusebio alumbrándole la cara, -“como sabrán que los estamos buscando, si no nos escuchan, si no gritamos”- dijo Juan avanzado. Pasaron el bosque y vieron unos escombros de tiendas de campaña, fueron y se acercaron muy apresurados, -“son las tiendas de campaña de lo jóvenes”- dio Samuel, -“si son estas, pero esta vacía esta”- dijo Eusebio levantando una tienda totalmente destrozada, -“esta se encuentra vacía pero esta rasgada por detrás” – dijo Juan, viendo una mochila en otra tienda, -“son las cosas de Max mi hijo, eso quiere decir que estuvo aquí”- dijo Juan, -“en esta no querrán ver lo que paso”- dijo Marlene acercándose a otra, -“todos se acercaron, y vieron parte de unas piernas, -“que fue lo que ha pasado”- dijo Juan, -“debemos llevar a un laboratorio observar lo que paso realmente, pero se ve que algo lo devoro”- dijo Marlene sacando de su mochila unas herramientas, –“a quien le pertenece esta pierna”- dijo Juan soltando lágrimas, -“creo que fue un hombre por las piernas, el tamaño de pie y porque son velludas, esto pertenece a un varón”- dijo Marlene sacando una bolsa y guardando las partes del cuerpo encontrado, -“caminemos más, deben estar cerca el resto”- dijo Juan gritando, -“Max, Oliver, chicos contesten, estamos en su rescate”- dijo Juan desesperado, alumbrando por los alrededores, -“silencio podrían despertarse las fieras”- dijo Helen asustada, -“Max soy tu padre”- gritaba Juan desesperado. Eusebio alumbraba con su lámpara por los alrededores, -“caminemos más, deben estar cerca el resto”- dijo juan avanzando se separó del grupo, -“señor espere”- dijo Samuel siguiéndolo.

Eusebio y Marlene buscaban mas rastros, veían las cosas de los jóvenes, -“aquí están sus cosas, sus celulares no tienen batería, hay droga aquí”- dijo Marlene encontrando rastros de cigarros con marihuana y una bolsa con ello, Helen grababa todo, -“encontraron droga al parecer uno de ellos drogado asesino a los otros”- dijo Eusebio, -“botellas de cerveza, estaban alcoholizados, pero las piernas devoradas no son buena señal”- dijo Marlene seria, -“apuntemos las coordenadas para que el helicóptero de rescate venga a recoger todo esto”- dijo Eusebio.

Mientras Juan se metió por los pasajes rocosos, -“Max por favor contéstame hijo”- dijo Juan gritando, -“señor Juan no se aleje de nosotros, podría extraviarse, este lugar es muy peligroso”- dijo Samuel molesto, -“deben estar cerca, por favor ayúdenme a encontrar a mi hijo”- dijo Juan, cuando en eso escucharon, -“jar-jar-jar-jar”- , ellos voltearon –“escucho eso, debe ser uno de los jóvenes, Max”- dijo Juan avanzado mas por los pasajes rocos, -“señor espere”- dijo Samuel siguiéndolo molesto. –“Escucharon eso”- dijo Helen asustada, -“creo que encontraron algo”- dijo Eusebio, -“alumbra por aquí necesito más luz”- dijo Marlene a Eusebio, mientras recogía muestras, Helen seguía grabando a la médico forense y a Eusebio trabajar.

Juan caminaba apresurado, -“Max hijo donde estas”- dijo Juan alumbrando se detuvo viendo unas piernas, Samuel lo alcanzo, -“le dije que no se aleje, podría pasarle algo, usted está bajo mi supervisión”- dijo Samuel serio, Juan asustado alumbraba el cuerpo de uno de los jóvenes, -“que es eso”- dijo Samuel alumbrando y veía que era la mitad del cuerpo de Jimmy, -“es Jimmy”- dijo Juan asustado, -“pero que fue lo que le paso, lo han rebanado, esa joven está loca”- dijo Samuel, -“piensa que esto lo hizo una persona esto lo hizo un animal, o algo peor”- dijo Juan molesto y asustado, Samuel se acercó al cuerpo, Juan retrocedió, -“Max hijo que te ha pasado a ti”- dijo Juan llorando, Samuel veía a Jimmy le alumbraba el rostro, -“pobre muchacho”- dijo Samuel sorprendido por lo que veía, Juan lloraba en eso algo se acercó apresurado y le mordió la pierna y lo arrastro, -“auxilio” grito Juan gritando adolorido, Samuel voltio y lo seguía, -“Juan donde estas, Juan”- dijo Samuel siguiendo apresurado, guiado por los gritos corría en su búsqueda, -“ayúdenme”- dijo Juan gritando adolorido, Samuel alumbraba y vio al jarjacha, la cabeza de un hombre con cuerpo de animal, que estaba mordiéndole el cuello a Juan y de un mordisco le arrancaba un pedazo de musculo, Samuel asustado saco su arma, la bestia al ver la luz de la lámpara se alejó, -“Juan, respóndeme”- dijo Samuel mirándolo a lo lejos, Juan estaba cogiéndose el cuello no podía hablar pues se desangraba, Samuel con su arma se acercaba, en eso se vio a Juan que estiraba la mano por ayuda, y era jalado entre las rocas. Samuel asustado se quedó, retrocedió, escuchaba como sonaba el comer de la criatura, como mordía el cuerpo, luego se escuchaba decir, -“jar-jar-jar-jar”- , Samuel disparo al aire.

El resto del grupo escucho el balazo, -“que fue eso”- dijo Helen asustada, -“Samuel, debemos ir por él, vamos”- dijo Eusebio tomando su arma, Helen y Marlene lo seguían detrás de él se iban.

Justino y John también escucharon el balazo, -“escucho eso, lo escucho”- dijo John asustado, -“avanza muchacho si quieres estar a salvo corre”- dijo Justino apresurado subía por los caminos, -“es el jarjacha verdad”- dijo John asustado, -“en el bosque vive esa criatura y si no salimos de aquí nosotros seremos su comida también, les dije que era peligroso adentrarse a esa zona”- dijo Justino avanzando, John asustado lo seguía ambos iban asustados.

Eusebio muy alerta estaba con el arma en mano, Marlene y Helen lo seguían, -“creo que esto se está poniendo peligroso, creo que deberíamos irnos y regresar por ayuda”- dijo Helen asustada, grababa –“no dejare a mi amigo Samuel, deja de grabar, tengan el hacha lista”- dijo Eusebio. Cuando por un agujero sujetaron la pierna de Eusebio y la arrastraron hacia adentro, Eusebio gritaba, pues estaba siendo atacado, Marlene sujetaba a Eusebio, Helen gritaba asustada retrocedió, -“ayúdame, que lo va a matar”- dijo Marlene asustada, Helen lloraba, –“ayúdenme, me esta comiendo”- dijo Eusebio, evitando que su demás cuerpo ingrese a la cueva done era arrastrado, -“ayúdame o lo va matar”- dijo Marlene asustada, Helen jalaba del brazo a Eusebio, entre las dos mujeres sacaban a Eusebio, pero este salió sin la pierna completa, Eusebio gritaba y se veía sin pierna, Marlene asustada estaba, Helen dio un grito de terror.

La noche era más oscura y más fría, Marlene le hacía un torniquete para que no se desangre, -“Eusebio resiste por favor, debemos salir de aquí, busquemos a Samuel”- dijo Marlene llorando, -“y si Samuel también está muerto, escuchaste los gritos, escuchaste los balazos fueron atacados”- dijo Helen lloraba y temblaba asustada, -“Eusebio, contesta, Eusebio”- dijo Marlene mirando a Eusebio inconsciente, –“se murió”- dijo Helen asustada, -“no se murió esta desmayado, ha perdido mucha sangre, debemos regresar al pueblo ahora mismo, ayúdame a cargarlo”- dijo Marlene, -“que, nos va a retrasar en irnos, este hombre cuando lleguemos al pueblo ya estará muerto”- dijo Helen llorando, -“no lo dejare”- dijo Marlene, -“nos va a encontrar y nos va a matar el jarjacha”- dijo Helen asustada, -“el jarjacha crees que eso fue lo que ataco a Eusebio”- dijo Marlene asustada, -“que más crees que fue, un puma no haría eso, arrancarle la pierna, esa criatura es demoniaca y es real, yo no quería creerlo pero es verdad y nos va a matar, vámonos de aquí”- dijo Helen yéndose, –“espera Helen, espera”- dijo Marlene gritándola al verla huir.

Marlene ayudaba a ponerse de pie a Eusebio y lo llevaba, -“no puedo, sola no puedo llevarte”- dijo Marlene haciendo esfuerzo en cargarlo lloraba. Helen corría con su lámpara, -“Samuel donde estas, Samuel sálvame”- dijo Helen corriendo por las ruinas, en eso saco su celular, -“tengo batería, mensajes, tengo que llegar a una altura y hacer una llamada”- dijo Helen llorando marcaba, -“hay señal pero muy poca por favor”- dijo Helen llorado desesperada, luego al ver que no había señal para hacer llamadas, decidió grabarse, 2- Helen herrera periodista, si ven este video quiero decirles que este es un lugar peligroso el jarjacha existe, existe señores y ha matado a un policía y varias personas aquí, he sido abandonada y mi vida corre riesgo”- dijo Helen llorando, cuando termino de grabarse, Helen se sentó a lloraba y veía su video, cuando en eso empezó a caerle baba de animal en el celular, ella veía hacia arriba y veía la cara deforme de una persona, la criatura salto sobre ella, Helen gritaba siendo atacada.

Marlene escucho los gritos de la periodista, -“Helen, Helen”- dijo Marlene asustada, -“Eusebio, despierta”- dijo Marlene, ella buscaba el arma de Eusebio pero no la encontró, -“donde la dejaste”- dijo Marlene llorando, -“jar-jar-jar-jar” se escuchaba, -“está cerca”- dijo Marlene escuchándolo, dejo a Eusebio, -“lo siento, perdóname”- dijo Marlene dejando a Eusebio sentando, Marlene se fue y escucho mordiscos, ella corría muy asustada, lloraba y se tapaba los oídos , corría hasta tropezar con Samuel, -“silencio”- dijo Samuel tapándole la boca que no grite, -“donde estabas, Eusebio esta muerto”- dijo Marlene llorando, -“esa criatura existe, la vi, mato al señor Juan”- dijo Samuel, alertaba miraba todos lados -“Helen también la escuche gritar”- dijo Marlene llorando, -“yo también escuche por eso me guie para encontrarte, faltan una hora para amanecer, así tenemos que irnos de aquí”- dijo Samuel, -“y como dime como saldremos” dijo Marlene secándose las lágrimas , -“no hay un solo jarjacha, hay más de uno, lo sé, vi a uno que se llevó a Juan otro que debió atacar a Helen y a Eusebio, estemos atentos, mi lámpara ya se apagó, tienes la linterna”- dijo Samuel, -“si aquí la tengo”- dijo Marlene entregándosela, -“saldré vivo de esto lo siento”- dijo Samuel, mirándola serio, -“¿qué dices?”- dijo Marlene mirándolo asustada, Samuel le disparo en la pierna, Marlene grito, Samuel se marchó dejándola, -“Samuel no me dejes, Samuel”- grito Marlene llorando, ella se veía su pierna y miro hacia atrás, escuchando ruidos, ella empezó a huir en cuatro patas adolorida miraban a cada rato hacia atrás, cuando dio su mirada al frente la vestida estaba cara a cara, -“jar-jar-jar-jar”- grito la bestia, se escuchaba los gritos de Marlene siendo devorada.

Samuel salía de la zona rocosa entraba por el bosque, -“tengo que salir de aquí”- dijo él, escuchando ruidos, por los árboles, el empezó a disparar, -“fuera de aquí”- dijo él, alumbrando con la linterna, veía la criatura esconderse de la luz entre los árboles, voltio y vio a otra criatura que se escondía, corría muy apresurado, -“son dos maldita sea, no podre salir de esto”- dijo Samuel asustado corría, alumbraba hacia delante pero escuchaba los pasos del jarjacha detrás de él, Samuel corría y veía el final del bosque, -“saldré del bosque” dijo Samuel esperanzado al ver la salida cuando antes de salir la criatura salto por un árbol del lado derecho y lo empujo hacia dentro, se veía a dos criaturas que se acercaron y lo devoraban, justo en la entrada del pequeño bosque. Sus gritos se escuchaban en la oscuridad.

Al salir el sol, John y Justino estaban en lo alto del valle, -“logramos salir de aquí”- dijo John asustado, -“si pero los oficiales y tu amiga no, esa gente estará descansado en paz les dije que no se metan con eso”- dijo Justino viendo el valle, -“existe el jarjacha”- dijo John, -“les dije que si”- dijo Justino, la luz del sol empezaba alumbrar al valle, John se asomó a mira el precipicio, -“aun no llega la luz hasta abajo”- dijo John, -“pues entonces debe seguir por ahí andando”- dijo Justino, -“usted también escucho el ruido de esa criatura, yo no fui el único, esto deben conocerlo la gente, la prensa, el ejército, deben ser cazados esas criaturas”- dijo John mirando Justino, quien le dio un golpe en el rostro, -“son mis hijos, mi familia y nadie los va a matar-” dijo Justino arrojándolo al vacío. John cayó sobre una roca, se veía que lo jalaba la criatura y lo metía a un hueco entre las piedras, lo arrastro, su mano solo quedo visible en plena luz del sol. Justino dio media vuelta, molesto regreso a su casa. Fin

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS