Adira -Capítulo 21-

LIAM

Le había pedido a Bea que nos viéramos en un café para hablar sobre todo lo que había acontecido, pero ella no llegaba. Intenté marcarle y mis llamadas se iban a buzón.

«Acaso olvidó nuestra cita?» Pensé mientras le marcaba de nuevo.

-«Bea, te he estado esperando un buen rato en el café, me empiezo a preocupar, por favor márcame»

Miré la pantalla del celular por unos minutos, no solía obsesionarme cuando alguien no respondía mis mensajes, pero esta vez se sentía diferente. Bea solía contestar casi de inmediato.

Salí del café y decidí ir a buscarla a su apartamento.

«Espero que solo se le haya olvidado…»

Llegué a su apartamento golpeando la puerta, los vecinos se quejaron un par de veces, pero yo empezaba a desesperarme. Decidí rodear el edificio y entrar por su ventana. Tan pronto entré, supe que otro inmortal había estado ahí.

Busqué alguna pista en su cuarto, mi corazón palpitaba en mi garganta. Había vidrios en el suelo y las sabanas estaban desgarradas.
Un lobo se había llevado a Bea, corrí hacía la ventana intentando detectar un olor a seguir, pero era demasiado tarde.

Intenté desesperadamente pensar en que hacer para ayudarla.
Yo no podía hacer nada, pero sabía quien si podía hacerlo.

ADIRA

-«Se han reportado varios avistamientos de lobos en el bosque Carmel Mt» Dijo mi buena amiga Emilia y madre de Thiago. -«Ninguno de los clanes que vive en los alrededores lo ha reportado, lo que significa…»

-«Que son traidores o tienen miedo» Interrumpió Victoria.

Miré a mi alrededor, la gente en quien yo más confiaba se encontraba sentada frente a mí.
Nikolai y Victoria era hermanos de sangre, Emilia era como una hermana también.
Convertirla había sido una de las mejores decisiones que había tomado en toda mi vida.

Los tres me había salvado en innumerables ocasiones durante todas nuestras batallas y yo confiaba en ellos plenamente.

-«Creen que estos clanes estén con Kyle?»

Los tres se quedaron en silencio unos segundos.

-«Probablemente» Admitió Emilia.

Estaba a punto de preguntar que medidas consideraban que debíamos tomar cuando vibró mi celular.

«TENGO A TU MASCOTA. VEN POR ELLA. SE LE ACABA EL TIEMPO» Decía un mensaje de un número desconocido.

-«Creí que no podíamos usar celulares en este salón.» Se quejó Victoria.

Deslice mi teléfono por la mesa hasta Emilia.

-«Que piensas de eso?» Pregunté.

Emilia tomó el celular y leyó el mensaje, pero antes de que pudiese contestar, las puertas del salón se abrieron.

Entró Thiago con Liam detrás de él.

Todos nos pusimos de pie, las juntas jamás eran interrumpidas.

-«Que sucede Thiago?» Preguntó Emilia.

-«Es Bea» Contestó Liam antes de que Thiago pudiese decir algo -«Se la han llevado» Continuó mientras me veía directamente a los ojos.

Liam explicó rápidamente todo lo que había sucedido, Victoria y Nikolai lo presionaban para que les diera más información, pero yo los detuve.
Sabía perfectamente lo que debía hacer.

-«Sé en donde está» Dije.

-«Que quieres que hagamos?» Preguntó Emilia

-«Tú, Thiago y Liam vienen conmigo. Victoria y Nikolai se quedan en caso de que todo esto sea solo una distracción» Contesté

Todos asintieron con la cabeza y así en un segundo ya nos encontrábamos afuera, corriendo más rápido de lo que cualquier auto pudiese llevarnos.

-«Podría ser una trampa» Advirtió Emilia.

-«Serían unos tontos si intentaran ponerme una trampa»
Avancé con más velocidad y vi como los demás intentaban no quedarse atrás.

-«Reglas para este encuentro?» Preguntó Emilia.

Sonreí con la pregunta y Contesté.

-«No dejen ningún sobreviviente»

BEA

Poco a poco recuperé la conciencia, sentía como si mi mente hubiese sido arrastrada por el lodo.
De lo primero que me percaté fue del horrible dolor de cabeza que punzaba detrás de mis ojos y de la soga que ataba mis manos detrás de mi espalda.

Miré a mis alrededores, me encontraba en un almacén en ruinas el cual parecía que había sido abandonado hacía muchos años. Las ventanas estaban rotas y las vigas oxidadas, el almacén estaba a punto del colapso.

De un segundo a otro un hombre se encontraba frente a mí, observándome.

-«Muero por ver su cara cuando vea como se drena la vida de tus ojos» Dijo con una sonrisa maliciosa.

-«De que hablas?» Pregunté aún confunda, el corazón me palpitaba fuertemente.

-«No eres el humano más inteligente verdad? Mi hermana tiene un gusto espantoso» Dijo mientras se acercaba a mí.

-«Eres Kyle?»

-«Bravo! Finalmente ves la luz» Dijo sarcásticamente mientras aplaudía -«Pero no te preocupes, verás mucha luz en unos minutos cuando te mate»

Un ruido fuerte rompió las puertas de metal del almacén.

Apareció una silueta creada por la luz de la luna y la reconocí al instante, Adira.

Todos mis miedos desaparecieron, aunque aún me encontraba en peligro, saber que Adira estaba ahí me hacía sentir segura.

Los ojos de Kyle se iluminaron y con una sonrisa volteó hacia Adira.

ADIRA

«Kyle!» Grité el nombre como si fuera una maldición.

-«Hola Adira» Dijo mientras volteaba hacia a mí. Sus garras tocaban la cara de Bea.

-«Acaso no aprendiste tu lección la última vez?»

Sus palabras traían recuerdos que me apretaban el pecho y los cuales debía evitar. Emilia, Thiago y Liam empezaron a separarse para intentar rodear a Kyle.

-«Si le haces daño, te juro que esta vez te mato»

Kyle soltó una carcajada.

-«Pero tú no le harías daño a tu hermanito verdad Adira?»

Por más que odiara admitirlo, Kyle tenía razón. A pesar de todas las cosas que él había hecho yo no había podido matarlo pues él seguía siendo familia, y a causa de esa debilidad yo había perdido demasiado.

-«No me pongas a prueba» Contesté inclinándome hacía enfrente, lista para atacar.

-«Bueno, yo no lo haré. Pero ellos si»

Un trío de figuras enormes aparecieron detrás de él, sus cuerpos doblaban el tamaño de Thiago y Liam. Pero eso no fue lo que me sorprendió. 

Se acercaron y bajo la luz de la luna, tres pares de ojos dorados idénticos a los míos, me veían directamente.

La risa de Kyle retumbó en todo el almacén.

-«Así es Adira. Ya no eres la única híbrida»