Nada engendra mi pensamiento sino más nada.
Nada surge, nada se alimenta del mundo.
Nada se lanza violentamente sobre los confines,
nada intenta escapar, aunque nada sea libre, aunque la libertad sea sólo una ilusión de la nada… Sólo por el afán de imaginar.
Pero nada se arriesga, nada se arranca la piel a jirones para improvisarse un lienzo, nada se muerde la lengua hasta cercenarla y la entrega a los rincones mudos del mundo.
Nada dibuja su silueta sobre letras en las que nada ha vertido su sombra.
Nada… La continuidad inminente del movimiento inicial, tan sólo eso…

El azar, la coincidencia, la consecuencia.

Etiquetas: nada nihilismo vacío

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