En alguna conversación, lectura, como parte de tu estudio, la recomendación de alguien más o por decisión propia un color tomo protagonismo en la vida.
Quizás por ser el preferido para vestir, para acompañar tu entorno e incluso mejorar tus emociones. No olvides que cada uno lleva consigo un significado. Aquellos que se han globalizado y están de forma sencilla en nuestro medio no es difícil recordar.
El verde la esperanza refleja,
la pasión brota con un rojo,
la muerte con negro combina,
y tu pureza con blanco llega.
En un mundo de variedad existen más colores y con las combinaciones que tú desees realizar se generan un sin fin de ellos.
Cuando te preguntan por tu color preferido, no se hace esperar una respuesta y pronto llegas a decir: negro, plomo, vino, rosado, morado, azul entre otros. No importa si mencionaste uno de estos u otros, pero de seguro llevas contigo un «blanco» perfecto.
El blanco no lo tomes como color por la escritura de sus 6 letras y el significado cotidiano. Recuerda que tuviste y tienes metas que has cumplido y otras por las que trabajas cada día de forma inteligente. Entonces, sin pensarlo este también refleja tu espíritu de lanzador de flechas.
¿Lanzador de flechas?, si, porque sigues adquiriendo la técnica perfecta para alcanzar una y otra vez un tiro con precisión. La posición para lanzar la flecha la adquieres cada día al permitirte vivir con propósito. Y las flechas se presentan como caminos, personas y muchas herramientas para llegar al centro del blanco que tienes en el que te has enfocado.
Porque más vale tener un blanco a quien lanzar una flecha y no un millón de flechas sin un blanco de frente.
La próxima vez que alguien te pregunte por tu color preferido, no olvides aquello que has conseguido y entenderás que tus metas (blanco), siempre serán el tono elegido para enfocarte.
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