PINTANDO CON PALABRAS

PINTANDO CON PALABRAS

ELE

27/04/2021

Las palabras son una gran herramienta, más representativas que los gestos o las buenas intenciones, que permanecen en la memoria y en el tiempo.

Con frecuencia me quedo con frases que escucho, que leo, y disfruto con ellas porque las uso para modelar alguna historia, reflejar paisajes, expresar sentimientos, hacer juegos de palabras…..

Cuando escribo estoy pintando, tengo en mi mano la paleta con: nombres, adjetivos, verbos….., que voy tomando con el pincel para diseñar esa obra final que dará lugar a la narración, a la historia, describiendo hechos, expresando sentimientos, y también aprendiendo, aunque algunas veces quiero pintar algo que me sorprende, que me parece tan bonito, o tan triste, que entonces se me caen las palabras, no las puedo encontrar, «Me quedo sin palabras», porque en ese momento no soy capaz, no puedo expresar esa situación, tengo que darme un tiempo y esperar a que las palabras aparezcan de nuevo.

Me gusta escribir historias, relatos, narraciones….., unas veces inventadas, otras veces reales, y todo lo que escribo es como una prolongación de mi propio yo, porque es imposible no reflejarte en lo que escribes. Yo tenía un profesor de Literatura, quizás el que entonces ya sabía que escribir iba a ser una de mis aficiones, y recuerdo que me decía que cuando se escribía había que tratar de ocultar los sentimientos personales para evitar presentarse frágil ante el lector, pero yo hoy le diría que eso es imposible, porque en todo lo que escribes irá siempre ese yo interior, ese yo desdibujado, que está ahí y que marca identidad.

Desde niña traté de ir por la vida fijándome en la gente, observando sus reacciones y aprendiendo un poco de todo, porque todo es una fuente de aprendizaje, incluso la testarudez, la mala educación, el egoísmo, de todo se saca una enseñanza, de lo bueno y de lo malo, se aprende porque hace surgir algo, tanto del bien como del mal y te hace ver que está ahí y que forma parte de la vida misma, y toda esa gente me va dejando pedacitos suyos, que yo voy tomando para mis historias, un sentimiento, un momento de nostalgia, una alegría, una pena, una preocupación, un recuerdo, una ilusión, y no todas ellas felices, no siempre bonitas, pero me sirven porque son pinceladas que voy añadiendo a mis escritos, que me tocan el alma, que me enriquece y me hacen ser quien soy.

Las palabras son mágicas, pero yo prefiero escribirlas, porque el escrito me las guarda siempre y si no se escriben las palabras vuelan y se las lleva el viento, y de esta forma «Lo escrito, escrito está»

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