Llegaba de trabajar como todos los días, siempre llego de noche por que trabajo durante la mayor parte del día, dejo a mi hijo Marco con una niñera, al llegar le pago y se va.
Así que entre a la casa y le pague a la niñera, dejo mis cosas en una mesa y me siento para descansar, en eso le hablo a Marco, el me grita y me dice que está escondido y tengo que buscarlo, así que me pare e inicie mi búsqueda, vivimos en un apartamento un tanto pequeño, solo tenemos una pequeña sala, una cocina, un baño y dos habitaciones, una habitación es mía y otra es de Marco. Comenzó buscando en la cocina, noté que en la mesa del comedor había recibidos, los agarre y abrí, me comencé a preocupar por la cantidad.
A lo lejos escuche a Marco decir- ¡mamá todavía no me has encontrado! -se escuchaba un poco lejos su voz.
Decidí buscar por el lugar más obvio que era su habitación, así que entre, enseguida noté que uno de sus pies se asomaba debajo de su cama.
Así que de broma dije-mmm, parece que no está aquí, tendré que buscar en otro lugar- me acerque a la cama y mire debajo, ahí estaba marco, el con una cara feliz salió de su escondite.
Marco decía- mamá, mamá mira el dibujo que te hice- me mostro un dibujo donde aparecíamos los dos jugando.
Con el dibujo en la mano le dije- ¡wow! Te quedo increíble, me encanta, hay que colgarlo en el refrigerador y de paso hay que cenar-lo levante y nos dirigimos a la cocina.
Le di su cena a Marco y se sentó a comer, yo tenía que revisar las cuentas así que estaba concentrada en eso.
Marco empezó a preguntarme cosas, los niños son curiosos, pero yo estaba muy ocupada y estresada, me canse y sin pensarlo le grite que se callara, Marco solo se quedó asustado y no dijo nada más. En cuanto Marco acabo su comida agarro su plato y lo dejo con los demás trastes sucios, después se fue a su cuarto.
Cuando por fin me di cuenta de lo que había hecho me arrepentí de inmediato, él no tiene la culpa de que yo esté tan estresada, aunque en verdad no sé cómo controlarme a veces, me levante y me dirigí al cuarto de Marco y estaba haciendo un dibujo. Él se dio cuenta de mi presencia y se levantó y me enseño el dibujo, el dibujo era un corazón con garabatos adentro.
Le pregunte- ¿Qué es lo de adentro? -señalándole los garabatos.
El me contesto-ahí dice perdón-diciéndolo con una voz quebradiza.
En ese momento me sentí muy mal, le había gritado sin razón y ahora él me estaba pidiendo perdón solo porque pregunta muchas cosas, yo debería de pedirle perdón por haberle gritado.
Me dirigí a Marco y le dije-no tienes por qué pedirme perdón mi amor, tu todavía eres muy pequeño y no sabes muchas cosas aun, es normal que tengas tanta curiosidad, perdón si te grite, mamá llega muy cansada del trabajo y no sabe cómo controlarse algunas veces, desde que tu papá no está tengo que trabajar más para poder hacer que vayas a la escuela y que podamos vivir bien, sobretodo hago esto por ti-Marco se me quedo viendo y me abrazo.
Marco decía-yo te quiero ayudar-me abrazo más fuerte.
Así que le dije-tú me puedes ayudar portándote bien y haciendo todas tus responsabilidades, pero eso ya lo haces-Marco sonrió.
Lo tome en mis manos, lo acomode en su cama y lo arrope para que pudiera dormir, cuando me iba a levantar Marco me tomo del brazo.
Me dijo en voz baja-te amo-y cerro sus ojos.
Yo le conteste-yo también te amo- me acerque y le di un beso en la frente.
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