El soldado del amor

El soldado del amor

RUWELS SALUWER

21/04/2021

Esta puede ser una de las tristes realidades en que vivimos. Para todo soldado en la batalla llamada amor, no siempre sale todas las cosas bien. Todos tratamos de estar preparados para la ocasión en que daremos nuestro paso, el paso que hará grandes cambios en nuestra vida. No siempre es como la pintan, todo lleno de rosas y felicidad, en un mundo donde nunca serás herido. Muchos de los soldados, después de haber dado todo de sí, a veces termina tomando el camino equivocado. El ver como estos soldados terminan encadenados por una ilusión, una imagen falsa que se han colocado.

Aunque se trata de hacer lo mejor posible para entender el motivo por el cual terminan así, no se logra obtener una respuesta adecuada. Para mí, estas están divididas en estas partes: primero, tenemos la ilusión, donde empieza a hacer una pequeña reacción de lo que nosotros queremos ver; segundo, tenemos el deseo, aquí empezamos a tener una ilusión más grande y hasta podemos fantasear con que nos mire o poder hablar con la persona; tercero, tenemos el querer, en esta podemos llegar a tener hasta la iniciativa para declarar lo que sentimos por la persona. En este caso, puede ser que terminemos decepcionado de lo que creímos de la persona, aquí es donde decimos «te quiere», pero no significa que ya hemos llegado a amar a esa persona, aunque digas «te amo» no significa nada si no has pasado esta etapa; cuarto, tenemos el «me gustas», aquí empezamos a aceptar los defectos y virtudes de la persona pero, a pesar de eso, no significa que ya sea amor lo que hay. No puedo negar que, en este punto, las relaciones son fuertes, pero eso no significa que nadie los pueda separar, como pareja; quinto, tenemos la última etapa. Al entrar en ella, podemos decir que es amor lo que hay. Por ser un punto muy complejo, se puede ser confundida con las demás, por lo que no es tan fácil de encontrar. En la búsqueda de ella, se han llegado a intentar de definir por medio de muchas cosas, pero, lo cierto, es que no se puede dar unas simples palabras para ello.

En esta lucha he entrado y les contaré mis resultados en cada lucha, la lucha que hace un soldado en el amor.

El rechazo

– Era un año que me tenía con muchas pruebas, una de ellas era el declararme a mi mejor amiga. Estuve todo el año pasado en hacerlo y, tratando de buscar la mejor ocasión o alguna excusa para verla, siempre terminaba sin decirle nada. Al llegar el viernes trece de octubre, una tarde hermosa, me decidí en ir a decirle lo que sentía sin importar el resultado en que terminara. Siempre había imaginado como se sentiría si me rechazaba y lo que pasaría si me diera el sí. Al encontrarme cansado de ser un cobarde, dejé de lado todo y me dirigí a su casa –.

Pedro era un muchacho que, a pesar ser alguien calmado y sin miedo a nada, había empezado a interesarse en su mejor amiga. Él, sin darse cuenta, cada vez pensaba más y más en ella. Él, cada vez que se encontraba con ella, deseaba que nunca se terminara aquel momento. Le gustaba que ella fuera de confianza, por lo que siempre podía estar seguro de que no le fallaría. Al haber estado en diferentes escuelas, él intentaba buscar una forma de ir la a ver en su escuela, pero, debido a que se empezaba a poner nervioso al llegar, tenía que continuar y pasar de largo. Siempre se arrepentía de no poder decirle nada. Incluso, en una ocasión, de la nada le preguntó si tenía novio. Ella le había dicho que no, lo que le hizo sentirse relajado. Él quiso, en ese momento, preguntarle como pensaba que sería la persona en quien se enamoraría, pero, con tan sólo pensarlo, le hacía sentirse mal.

Estuvo por unos años ignorando lo que sentía, hasta que se dio cuenta que él quería ser el elegido. Después de darse cuenta de ello, pasó un año tratando de decírselo pero, cada vez que ella lo ignoraba, le hacía ver que se encontraban alejados. Pedro nunca se había dado cuenta de esos pequeños detalles, lo que le hacía pensar que no podría. De esta manera terminaba desalentado y no le decía nada. Al cabo de un año, estando cansado de vivir en una ilusión y luego ver la realidad, se decidió en ir por todo o nada. En la mañana, estuvo indeciso. Comenzó a pensar que le podría llevar pero, en lo que hacía esto, se le venía a la mente el «y si es que no está o no le gusta» le hacía irse a buscar otra cosa.

Habiendo llegado las once de la mañana, él ya se había quedado sin fuerzas y pensó – no, no lo puedo hacer aún. Lo haré, una vez haya pensado en un buen plan para declararme – y, con esto, regresó a su casa. Después de haber almorzado, habiendo pasado ya un rato, salió a la tienda. Llegando a la tienda, iba a entrar a comprar, cuando sintió algo. Se sentía como un cobarde que sólo huye de la realidad y no intenta hacer algo por cambiarla. Siendo ya casi las dos de la tarde, pensó – esto no está bien. Debo de hacerlo ahora. Se lo debo de decir o callar para siempre. Es ahora o nunca – y con esto se dirigió a la casa de su amiga.

Ya que se decidió de un momento a otro, no llevaba nada para darle a ella. Lo único que tenía eran las palabras que tantas veces habían pasado por su cabeza una y otra vez. Pero, en este instante su propia determinación no lo dejaría volver tan fácilmente, sabía que este podría ser el final de su amistad y, dependiendo de cómo terminara, podría perder todo. El seguía avanzando, aunque no era demasiado lejos que ella vivía de él, él sentía que todo el camino se volvía eterno. Quería mirar atrás, pero se negaba a hacerlo, ya que si lo hacía terminaría nuevamente en la misma rutina de siempre. Pedro estaba a punto de descubrir uno de los escenarios más importantes de la vida. Este escenario puede ser desde muy bello y alentador hasta muy cruel y despiadada.

Cada paso que daba hacia su objetivo era como una pequeña esperanza que comenzaba a crecer poco a poco, pero no haría falta la duda y el miedo que se presentaran. Este era un intento por poder hacer realidad todo lo que quería, hacer que valiera la pena todo. Si alguien lo hubiera visto caminar se reiría de él, ya que por culpa de los nervios que tenía caminaba de una forma algo graciosa. Iba de un lado a otro, mientras repetía – lo haré, lo haré… -. Al llegar a puerta que definiría gran parte de su destino, tocó y pensó después – es cierto, deben de estar sus hermanas o su hermano. Espero que no salgan. Si salieran, espero que sea su hermano. Bueno – teniendo la mirada hacia el suelo y apretó su puño – no importa quien salga, les diré que la llamen y que vengo por un mandado con ella. Con eso no deberían de preguntar más -. Pero el corazón de Pedro empezaba a acelerarse un poco, la espera en que le abrieran la puerta se volvía cada vez más temible. La impaciencia lo empiezo a invadir y volvió a tocar. Ya que no salían, sentía que la cara le empezaba a decírselo, arder, pero volvió a tocar pensando – parece que no hay nadie. Pero – prestando mayor atención al ruido que provenía de la casa – puedo escuchar que tienen música puesta y una voz. ¿Qué hago? ¿Me voy? – de repente escuchó unos pasos que se acercaban a la puerta. Pedro se volteó rápidamente, ya que empezó a ver si nadie estaba pasando por ahí y preparándose para irse, y levantó la mirada a la ventanilla de la puerta que se abría.

Para su sorpresa fue ella quien salió. Ella le dijo – hola Pedro, ¿a quién buscas? -, Pedro sin dudar, pero apresuradamente dijo – vengo con usted. Tan sólo quiero preguntarle algo -, ella, – muy bien, dime -, Pedro, – podría salir por favor. Es que no le puedo preguntar así – se rio. Ella dijo que sí. Por los nervios que tenía, no podía ver claramente los gestos que ella hizo ni como lo veía.

Este momento que Pedro sólo lo había podido ver en sus sueños ahora estaba presente ante él y no tenía el valor de verla de frente. Se recostó en la pared junto a la puerta, mientras ella jugaba con algo que llevaba entre las manos sin poner mayor importancia a lo que Pedro desea decirle. Con un pequeño reojo, Pedro noto lo que ella hacia y, sintiendo como que si su corazón le indicaba que lo que estaba por decir no era correcto y que lo abandonara. El calor y sentimientos que había sentido como crecía se había detenido y un frio fue lo que lo hizo mantenerse al margen y no dejar que las ilusiones siguieran creciendo, aunque fuese por un segundo más.

Pedro, respirando profundamente, pensó – si no lo digo ahora ya nunca podre tener otra oportunidad para hacerlo – y luego dijo – por favor, este… este… saldrías… – pero un presentimiento se apodero de él y lo siguiente que dijo no tenía nada que ver con lo que tenía en mente y siguió diciendo mientras el remordimiento le comenzaba a nacer desde el fondo de su corazón – si es posible ser tu novio, aunque no sea ahora… yo podría esperar y ser más tarde – esta respuesta hizo que ella quedara con eso y los pensamientos que le paso por la mente era simplemente la forma en que Pedro podría imaginar como si ahora lo viese como alguien que no tomaba en serio las cosas. Pero, la verdad detrás de esta confesión y la forma en que termino de decirlo fue por si ella tenía novio. Ya que Pedro no pensaba rendirse tan fácilmente ante la respuesta que ella le diese, tenía en mente perseguirla y ser paciente para poder volver a actuar en el momento justo y oportuno.

Ella, moviendo sus labios, lo que hacía que el corazón de Pedro latiera a mil por hora, salió la siguiente respuesta – lo siento, ya tengo a alguien. Además, tengo pensado casarme con él y no quiero dejarlo – esta respuesta, que le llego a golpear con fuerza a Pedro, dijo con una sonrisa y brillante resplandor de su rostro como si nunca hubiera sucedido nada – está bien. Espero que podamos seguir siendo amigos – ella – claro – Pedro – Bueno, me tengo que ir. Que tengas una feliz tarde – y ella con un “adiós, igualmente para ti” entro a su casa.

Pedro, que aún debía de ir ahora a trabajar, pensó – bueno, era de esperarse. Saben algo, lo irónico de esto es que todo sucedió tal y como me lo había imaginado. No sé por qué siempre que pensaba en hacer esto, todo terminaba en un rechazo y nunca pude imaginarme siendo aceptado por ella. Creo que era lógico que esto sucediera y no puedo llorar en este lugar. No dejare que ni una lagrima sea visto por nadie –. En eso llego a la parada de buses donde esperaría una para dirigirse al trabajo. Pedro – yo pensé que sólo compraría algo y regresaría a casa aún – dejo salir una pequeña risa que estaba combinada entre dolor e ironía de la felicidad.

En eso llego a un amigo a la parada que, al verlo, lo saludo. Pedro, guardando toda la tristeza muy dentro de él, le saludo como era de costumbre. Una plática que inicio entre los dos hablando acerca del trabajo, la práctica de su amigo para poder graduarse y los estudios, entre otras cosas, no fue suficiente como para hacer que Pedro no dejara de pensar sobre lo que acababa de pasar. Pero, como si ya estuviera acostumbrado a pesar de ser la primera vez que sentía una derrota como esta, mantuvo al margen todo y pudo seguir sin que su amigo sospechara algo.

Al bajar su amigo en su parada, Pedro comenzó a mirar por la ventana aquel cielo gris y que dejaba tener la idea que podría llover en cualquier momento. Esto, que le hacía a Pedro perderse entre sus pensamientos que repetía lo que había sucedido, termino reaccionando al casi llegar a su parada. Levantándose de su asiento, se dirigió al frente para indicarle al conductor que se bajaría en la próxima parada.

Al bajar del bus, Pedro comenzó a caminar en dirección a su trabajo que se encontraba a unas tres cuadras de la parada. Mientras seguía caminado, sintió como empezaba a caer una pequeña llovizna. Por lo que, apresurando el paso para no mojarse, aunque eso le gustaría más para dejar que este se combinada con el dolor que llevaba dentro, tenía que llegar lo más pronto posible al trabajo.

Pedro, teniendo en mente que esto no podía afectar su trabajo, fue corriendo hasta llegar a la puerta de la entrada de la oficina. Abriendo la puerta, él era el único que había llegado ya. A pesar de estar sólo por ese momento, decidió sentarse en su escritorio y comenzar a trabajar. Tecleando y revisando documentos, la luz gris que resplandecía por la ventana le hacía sentir un poco mal.

Mientras estaba tecleando, llego una compañera del trabajo y ella inicio a trabajar también en el escritorio. Pero, dándose cuenta de que algo andaba mal con él, aprovechando que estaba cerca y no había nadie más que interrumpiera dio inicio a una conversación con Pedro. Pero, mientras parecía que él sonreía, ella no pudo soportar más esta mentira y le dijo – dime la verdad, ¿ha pasado algo hoy? – Pedro – ¿ah? – ella – no pareces estar bien. Sabes, pareces un poco decaído – Pedro – la verdad – una sombra paso por el rostro de Pedro – es que ya he ido a verla pero termino siendo lo que debía de ser – una sonrisa forzada se dibujó en el rostro de Pedro mientras sus ojos no mostraban ni una gota de felicidad ni amargura era completamente una vista perdida – así que no creo que haya algún problema con eso – ella – fue por lo que te estuve diciendo que decidiste hacerlo – Pedro – no fue por ello. Pero, esto era algo que debía de hacer si no deseaba mantenerme con esta duda por mucho tiempo más en mi mente – ella – pero, no deberías de esconderlo. ¿acaso no te duele? – Pedro – bajando la cabeza sin dejar de mantener su sonrisa forzada – la verdad sí. Pero no vale de nada si eso hace que termine fallando al trabajo. Sabes, no puedo dejar que esto me haga ser un mal trabajador y haga mal las cosas – ella – si quieras has llorado o tienes esa sensación de querer hacerlo – Pedro – no puedo llorar. Dime ¿Qué haría si llegara un cliente y me viera tan mal? Sobre todo, si se trata del jefe – ella – tienes razón – ella se dirigió detrás de Pedro y lo abrazo por detrás como intentando consolarlo. Pero, para Pedro, esto no significaba nada. Pedro podría sentir el calor de su compañera y lo que intentaba hacer, pero no sabía cómo reaccionar al no sentir nada como si se tratase de estar como un muñeco que no siente nada, aunque lo abraces con todas tus fuerzas y sentimientos por él y no deseas soltarlo. En eso entro otra compañera. Ella, comenzando a platicar aprovechando que el tiempo de salida ya estaba muy cerca y ya estaban guardando todo, escucho por su compañera lo que paso a Pedro y que no se dejaba querer. Pero Pedro, respondiendo a esto, trato de salir de esta mala conversación que le hacía sentir peor de lo que podía controlar por el momento, diciendo – no es que no me deje querer. Es sólo que… – levanto el rostro como si ya todo estaba pasando – que me hacía recordar que ella también me había hecho lo mismo en otras ocasiones y me hacía recordarme de eso – la compañera – ah, discúlpame, no sabía eso por eso pensé que te haría sentir mejor – Pedro – no hay problema. De todas maneras, ya casi es hora de irnos – ellas – tienes razón – terminaron de guardar todo.

Al salir del trabajo, Pedro, sin tomar el bus de regreso, decidió regresar caminado a su casa. Por ello él iba corriendo con las ansias de poder despejarse. La lluvia que comenzó a caer como una suave brisa sobre él, le hizo pensar – esto es bueno. Podre sacar todo este dolor dentro de mí sin que nadie se dé cuenta. Además, como ya está oscureciendo, no podrán saber lo que ocurre – pero no pudo dejar salir ni una sola lagrima en su rostro. Siendo que al final termino llegando a su casa sin saber que hacer. Llego, saludo a su gato, quien lo recibió moviendo la cola, y, después de cenar, se fue a dormir como era costumbre sin hacer nada más. Este día fue marcado o eso era lo que él quería dejar hecho, pero no fue más que un simple día como cualquier otro.

Entre los sueños que se habían esfumado en un instante, Pedro continuó viendo el día a día pasar sin saber como reaccionar. Empezó aparentar que no había nada que le incomodara. Mientras tomaba el autobús, pudo ver que ella seguía como si nada hubiese pasado. Pedro, pensando, dijo – bueno, era de esperar. Ya había pensado que esto iba a ser así. De todas maneras, la primera vez en que quería decírselo terminaba sintiendo que se alejaba demasiado y no prestaba atención a lo que decía. Pft – dejo salir una pequeña risa – ni siquiera se tomo en serio lo que estaba diciendo – miro a la ventana y, al pasar cerca de un callejón, sintió algo que le hacia sentir como triste y abatido. Era un sentimiento de culpa, como si hubiera tratado de traicionar algo muy significativo.

A pesar de haber sido solamente un momento, sintió como fue que el tiempo le permitió seguir sintiendo esto por un poco más después de haberse alejado de esa vista. El frio aire de la época se dejaba sentir. Pedro, cerrando la ventana, decidió bajarse un poco antes de su parada y pasar comprando algo en la tienda antes de llegar a su casa.

Al entrar en la tienda, vio que estaban vendiendo unos chocolates y también algunas papalinas que le gustaba comer en ocasiones. Siendo que no había quien lo esperara al llegar a la casa, decidió sólo pasar un poco más de tiempo sentado en la acera mientras trataba de aclarar sus pensamientos.

Con una gaseosa en su mano, miraba la oscura noche mientras pensaba – bueno, ya ha pasado todo. Ahora ¿qué voy hacer? Será buena idea lograr buscar alguien más a quien querer. NO – comenzó a sacudir su cabeza mientras pensaba – no, no, no… además no me gusta la idea de tener que ir en busca de otra persona sólo con la intención de olvidarme de lo quien me rechazo – dio un sorbo de su gaseosa – no debería de jugar con las personas. Ella no lo hizo, entonces qué motivos tendría para hacer eso a otra – siguió tomando su gaseosa – no entiendo el porque no me siento tan triste. Sé que me dolió el resultado, pero no fue demasiado. Será que hay algo más en todo ello – al terminar su gaseosa, vio un basurero que estaba a la esquina de la tienda y la boto. Luego, retomando el camino a casa, siguió viendo como las estrellas iluminaban el camino.

Entre todo lo que pasaba en su mente en ese momento, Pedro no podía confirmar lo que realmente deseaba y a la vez el terminar perdiéndose como si lo único que daba eran vueltas hasta terminar en el mismo punto en el que había pensado. Rascando su cabeza, dijo – agh. Por qué es tan difícil de entenderlo, si tan sólo fuese más simple – continúo caminando – bueno, no es que yo sea un experto o que conozca la realidad. Será mejor que regrese a casa. Mañana debo de ir a trabajar y me toca entrar temprano, no debo de quedarme muy tarde despierto –.

Al siguiente día, mientras estaba trabajando, con un gran carisma, atendía a cada uno de los clientes. Sus compañeros, que conocían lo que le había pasado, pensaron que tal vez sólo fue una pequeña estrella fugaz o alguna broma. Todo seguía pasando, el reloj marcaba las horas que iban transcurriendo y, con unos compañeros que le invitaron a comer algo e ir a platicar después del trabajo, acepto para poder pasar un buen rato y no prestar atención al problema que seguía en su mente.

Al salir del trabajo, todos se dirigieron hasta un comedor que se encontraba cerca del trabajo. Al entrar en este comedor, se podía ver a muchas personas que estaban conversando muy felices. El alegre ambiente que desprendía el comedor, hacia que cualquiera se dejara llevar y no pensara en nada más que en pasar un buen rato en el mismo. La mayor parte de mesas ya se encontraban ocupadas, por lo que ellos tuvieron que ir más adentro para poder encontrar un lugar donde estar.

Al estar todos sentados, comenzaron a platicar sobre diferentes cosas. Al ser que en esa reunión se encontraban únicamente hombres, todos se trataban tan casualmente sin tener pena de lo que decían. En el ambiente amistoso que se había creado, Cesar dijo – saben han escuchado acerca del último partido – Juan – sí, lo estuve viendo y no creía que llegaría a fallar el gol. Si tan sólo hubiese pasado la pelota habríamos ganado – Felipe – bueno, eso no es nada de lo que te puedas quejar. Lo que pasa es que tu equipo no sabe jugar – Juan – ¿qué? Repítelo y ya veras lo que te hago – Felipe – pero si es verdad. Debería de ser mejor que no se vuelvan a enfrentar al mío… – Cesar – ya, ya, ya… vamos, la mesera ha venido. Será mejor que ordenemos algo y comamos – Felipe – ahora que lo dices – miro a Juan y dijo – ya que gano mi equipo, recuerdas que debes de pagar la apuesta – Juan – ¿apuesta? – Felipe – así es. Pedro esta de testigo de lo que dijiste ¿verdad? – Pedro – bueno, la verdad no me recuerdo – Felipe – ¡¿Qué?! – Pedro – lo siento, no les estaba prestando atención – Cesar – no te preocupes por eso, yo si escuche cuando hicieron la apuesta – Juan – Esta bien, voy a pagar la apuesta – Felipe – así se habla. Ahora que ya se ha resuelto, pidamos y comamos bien, ya que Juan va a pagar todo el día de hoy – Cesar – ¡Enserio! – Felipe – así es. La apuesta era que nos debe de invitar, por lo que no tengan pena de ordenar lo que deseen – Pedro – es bueno que estén muy emocionados, pero no se excedan. Si lo hacen, no creo que Juan llegue a fin de mes – Juan – Gracias Pedro. ¡¡ven!! Él si sabe que no deben de ordenar algo tan caro, ese si es un buen amigo que no me dejaría en la quiebra antes de fin de mes – Felipe – pero yo no comparto ese sentimiento. Así que… – con una mirada furtiva – será mejor que te prepares para comer sólo tortillas con sal por el resto del mes – luego vio a la mesera y continuó diciendo – deseo que me dé una hamburguesa, unas garnachas grandes y también un churrasco mixto – Juan – ¡¡oye!!, si pides todo eso, no sé qué haré – Cesar – eso te ganas por apostar cuando no tienes oportunidad para ganar – luego levanto la mano derecha para ordenar – mesera, deme lo mismo a mí – después lo dos vieron a Pedro y dijeron juntos – no tengas pena, ordena todo lo más caro del lugar – Juan – ¡oigan!, no lo pongan en mi contra – Pedro – no es necesario que digan eso – volteo a ver a la mesera – a mí sólo deme unos rellenos y café para tomar – Juan – eso es, deberían de aprender de él – Pedro se rio un poco y la mesera, después de escribir el pedido de Juan, que fue una enchilada y un café, se retiró para poder traerles su orden.

Al terminar, de comer y salir de aquel, lugar, ya que Felipe y Cesar pidieron otras cosas, el rostro de Juan estaba casi como muerto al pensar en cómo es que debía de terminar el resto del mes. Sin embargo, entre las risas y platicas que se tuvo en aquella noche, Pedro no noto una pequeña mirada desde una esquina que lo siguió desde inicio hasta el fin. Si fuese por pura casualidad que alguien más lo notara, tal vez habría una oportunidad que él se diera cuenta.

Un paso en falso o un paso seguro, ¿cuál será?

Desde aquella vez en la que ves y te das cuenta de que te interesa alguien, pero no puedes acercarte al conocer que ya está fuera de tu alcance, es algo difícil de describir la frustración de ello. Desde que se levanta hasta llegar al trabajo, Nomi se pasa entre la mente pensando en “hoy sé que podré hablar bien con él” “¿Será que me veo bien?” mientras se ve en el espejo, suspira “bueno quizás lo piense demasiado”.

Al tomar el autobús, trata de ir siempre en la parte de atrás y con ansias espera que el bus llegue a la parada de la vuelta, el que se encuentra a unos veinte minutos desde su parada donde lo toma. Ella, viendo en la ventana, está un poco nerviosa y se calma, este cambio que lo hace de un momento a otro, nadie se da cuenta ya que su apariencia no deja notar esto. Nomi, que es conocida como alguien seria y que le gusta hacer las cosas bien, desde ya hace un tiempo que ha estado así. En su vida diaria, las metas de lograr obtener un aumento y un mejor puesto, ha sido en la único que se había enfocado. Pero, desde aquel día lluvioso, mientras esperaba a que pasara la lluvia y tuvo que ir en medio de ella al ver que ya era tarde de lo contrario no alcanzaría el ultimo bus que pasa, alguien la vio correr. Ella, deteniéndose por un momento, de pronto sintió que la lluvia dejaba de caer encima de ella. Volteando, fue que lo vio. El hombre, que iba con el uniforme del trabajo, la vio y le dijo – no es bueno que te mojes. Si deseas, te puedo acompañar a la parada del bus y ahí puedes esperar uno para no tener que mojarse – ella, que no sabía cómo responder ante él, sólo dijo – gracias – y se dirigieron hasta la parada del bus.

El tiempo comenzaba avanzar y Nomi empezaba a sentirse incomoda, él, notando eso, le dijo – sabes, creo que puedes quedarte con el paraguas, acabo de recordar que traigo otro – Nomi – ¿seguro? – él – sí, además, ya no esta tan fuerte la lluvia. Creo que lo sacaré después. Adiós – y le entrego la sombría a Nomi. Ella, tomándola, pensó – ¿será verdad lo que dijo? – luego dijo – hey. Será mejor que te lleves la sombría, ya que se ha calmado un poco, no creo que sea inconveniente quedarme así – él, sacando una pequeña sombría de su mochila, contesto – aquí tengo una, así que no hay problema – ella, sin saber que decir, responde – gracias. Creí que no tenías una – él sonrió y continuo su camino.

Después de unos minutos, el bus al fin llego. Ella, subiéndose, logro conseguir un asiento hasta el fondo. Pero algo había pasado desde esa vez, los encuentros no fueron únicamente esa vez. Durante una negociación de la empresa, ella fue seleccionada para poder llevar a cabo esta labor. Tuvo que ir con alguien de la oficina de contabilidad para poder ver el mercado donde pondrían otra sucursal, por lo que el trabajar con otra era la mejor opción. Sin embargo, este pidió que le mostraran los motivos por el cual deberían de poder unirse.

Al llegar a salir de la empresa, se juntó con este compañero ya cerca del punto de reunión. Ella, al verlo, noto que se trataba del muchacho de la vez pasada. Él, sin recordarse de ella, solamente la saludo y entraron para dar inicio a la negociación. Al empezar la reunión, ella era la encargada de dirigir y dar a conocer el plan y los beneficios que tendrían al ser que cooperaran. Sin embargo, durante su exposición, llego a cometer un error y fue que no dijo nada acerca de las ganancias que se tendrían a largo plazo y cuáles serían las ganancias que tendrían la empresa al colaborar con ellos. El jefe, al ver que no había beneficios para ellos, dijo – creo que ha sido suficiente, estaremos contactándonos con ustedes más tarde – Nomi – Ah… claro, gracias por su atención – y se iba a retirar. Pero, en ese momento, el muchacho se levantó y agrego – perdone señor. Puedo decir algo más – el jefe – Creo que con lo que ha dicho su compañera es más que suficiente – el muchacho – es algo que le puede interesar a usted y su empresa – esas palabras le hicieron interesarse un poco y le dijo – está bien. Pero sólo te daré un poco de tiempo más. Así que se breve y claro – el muchacho – por supuesto. Lo que mi compañera no quiso decir esto antes debido a que vio que el equipo con el que cuenta su empresa lo había entendido. Pero, déjeme darle un pequeño adelanto de los beneficios que tendrá su empresa al colaborar con nosotros – y, sacando su computadora, proyecto unas graficas en la que decía cuáles eran los beneficios a largo y corto plazo para ambas partes. Él, explicando con detalle esto, le mostro al jefe que el campo en la que deseaban invertir era uno donde habían dejado olvidado y que podían sacar provecho de ello. Pero, si deseaban poder competir en contra de otras empresas de gran calibre que se encuentra en ese sector, debían de unir sus fuerzas. Al ser que cada uno de ellos proveían ciertas características del producto que deseaban promover, podían aumentar y reducir los riesgos y costos si se daban a conocer que eran producidos por sus dos marcas, sin mencionar que la calidad con la que trabajan era alta. Al ser que los dos cooperaran, podían mantener la calidad y dar a un buen precio haciendo, de esta manera, competencia a su enemigo y obteniendo el dominio de ese sector.

Al finalizar la reunión, ella le pregunto porque se puso a decir eso si no se deseaba revelar tantos datos de la operación. Él, con una sonrisa, dijo – si no te diste cuenta, en ese momento, el propietario dudo en poder trabajar con nosotros. Por eso, con antelación, había preparado una estrategia para poder hacerle ver lo conveniente que es para ellos mantenerse con nosotros sin perder los beneficios que desea nuestra empresa obtener de esto – luego le mostro un poco de los documentos que traía consigo. Nomi, echando un vistazo, se dio cuenta de que todo había sido preparado con gran esmero.

Mientras se preguntaba si con quien estaba había participado con anterioridad en juntas como estas, fue a tomar un poco de café para luego regresar a la empresa. Al ver que había comenzado ya todo el debate de la propuesta, pensó – creo que no fue mala idea que me acompañara esta persona. Si no hubiese sido por que intervino y se dio cuenta de lo que tenían en mente los empresarios, de seguro hubiera perdido una gran oportunidad – miro por la ventana que daba a la calle.

Mientras se perdía entre sus pensamientos fue, en ese preciso momento que sucedió. Entro a la cafetería un par de muchachos, por sus trajes se podían ver que trabajaban en otra empresa cercana al que habían visitado. Ella, levantando la mirada, de pronto se dio cuenta de que uno de estos le resultaba familiar. Entre sus recuerdos, trataba de recordar quien era. Pero, sin tener éxito alguno, termino dándose por vencida y, pagando con el mesero, se retiró de aquel lugar.

Al regresar a la empresa, se empezó a llevar a cabo el informe que debía de entregar. Con esmero, logro terminar el informe para la tarde. Ya era demasiado tarde y, siendo una de los últimos en salir, fue a la oficina del gerente a entregarle el informe y luego salió.

Mientras Nomi esperaba el autobús, fue en ese instante que sucedió. Un muchacho se sentó cerca ella, quien también esperando el autobús. Los minutos que transcurrían dejaba escuchar el soplo del viento y el oscurecer del día. El autobús, que se atrasó en llegar, pareciera que nunca llegase. Nomi, que se estaba comenzando a sentir incomoda por alguna razón, prefirió ignorarlo y mirar al frente con la esperanza de ver llegar el autobús.

Entre las personas que pasaban y otras que se iban, los dos finalmente terminaron solos. Ella, que estaba a punto de levantarse y mejor ir a otro sitio para esperar su autobús, pudo notar por un instante la mirada de este. Por un momento, antes de que todo regresase y la sacara de esta situación, pudo ver que el estaba concentrado y, de sus ojos café, salía un pequeño destello. Este, que le contaba mucho más de lo que esperaba, la hizo perderse en ellos sin poder sentir como fue que el autobús llego a la parada. Él, levantándose y deteniendo el autobús, hizo que ella regresase en sí.

Al subir, no había más asientos disponibles y, al ser el último que pasaría, se dirigieron hasta parte de atrás. Los dos quedaron de hombro a hombre cuando el autobús paso por otras paradas y termino lleno. Nomi, sintiendo el calor que provocaba sus cuerpos, le hizo sentirse un poco incomoda. Él, dándose cuenta de ello, sin siquiera decir nada y con gran maestría, la paso al lado de la ventana. Él, colocando sus manos en el respaldo del sillón de enfrente para evitar que alguien pasase con ella, puso un poco de fuerza para mantener la distancia entre los dos y evitar que la lastimaran.

Nomi, dándose cuenta de ello, quería decirle “gracias” pero no pudo articular tales palabras. Nomi, mirándolo a escondidas, sólo podía pensar – él no parece ser una persona mala. Pero, porque no dijo nada hace un momento, ¿será acaso que se dio cuenta de que estaba un poco incomoda? – bajo la vista – bueno, no es que esta mal. Pero… pero, ¿Por qué siento que hay algo que me hace sentir que esto debería de continuar un poco más? – el autobús dio un pequeño salto por los túmulos, el cual provoco que ella chocase con él. Regresando rápidamente contra la ventana, se sonrojo un poco y pensó – es, es… es que ¿acaso no podía ser así? No sé, pero – viéndolo nuevamente – parece que él esta tranquilo y no reclamo por lo que acaba de suceder. Además, viéndolo bien, no parece ser feo. Si tan sólo pudiese conseguir una forma de iniciar una conversación – de pronto el dirigió la mirada levemente hacia la ventana. Nomi, un poco avergonzada, se agacho y apretó un poco fuerte el respaldo del sillón.

El tiempo seguía pasando, este viaje, que fue el más largo que nunca había llegado a pasar, Nomi no pudo mirar al frente hasta que comenzó a vaciarse el autobús. Él, que tomo asiento en un lugar que estaba unos dos sillones más delante de donde se sentó Nomi, en ni un momento se quitó los audífonos que tenía puesto. La música que se escuchaba en el autobús, a pesar que era instrumental, desprendía una armoniosa melodía que dejaba sentir sus latidos que no se habían detenido aún.

Estando a unas paradas de la suya, él muchacho se levantó y bajo. Nomi, que lo vio desde la ventana, lo siguió hasta con la mirada hasta que ya no se pudo más. El autobús, en el que ya casi no había pasajeros a bordo, Nomi estaba perdida en sus pensamientos. Sólo porque alguien más bajo en su parada, es que no se le paso la parada. Como si estuviera en un sueño, Nomi dijo – espero poder verlo mañana – y, de esta manera, fue que empezó el verlo siempre desde que iba a trabajar hasta el regreso. Con el pasar del tiempo, ella no hizo nada y sólo se dedico a verlo desde la distancia.

Pero, por casualidad o suerte quedaban juntos, Nomi trataba de decirle algo sin lograr articular ni una palabra al final. Esto siguió así viendo pasar una estación a otra del año. Hasta que un día, mientras caminaba en el vecindario y se dirigía de regreso a su casa, paso en un momento que no se esperaba llegar a ver. Desde lejos logro mirar al muchacho aquel. Él, que estaba recostado en la pared y parecía un poco tímido, parecía que le estaba diciendo algo a la muchacha que se encontraba jugando con algo entre sus manos. Nomi, acercándose un poco, escucho estas palabras “si es posible ser tu novio, aunque no sea ahora… yo podría esperar y ser más tarde”. Esto, que la hizo detenerse por un momento y quedar con la mente en blanco, siguió mirando aquel escenario.

Este escenario, que sólo dejaba ver a una posible pareja, fue roto. Nomi que comenzó a caminar rápidamente para alejarse de ahí, escucho estas últimas palabras “lo siento, ya tengo a alguien. Además, tengo pensado casarme con él y no quiero dejarlo” que le hizo venir a la mente – te lo mereces. No deberías de mirar alguien como ella – Nomi, que conocía un poco como era a quien se le estaba declarando el muchacho, le hacia feliz que ella no lo quisiese – pero, no te mereces estar ahí. Sí… – en voz baja – si tan sólo fuera yo quien estuviera en ese lugar, verías que todo será diferente. No es que no seas lo suficientemente bueno para ella, sino que ella no lo es para ti – con un poco de dolor en el pecho, al ver que él se dirigía en dirección a ella tristemente, pero sin notar nada a su alrededor.

Nomi, entrando rápido a la tienda, lo vio pasar. Una cara que sentía el dolor de aquel acontecimiento pero que se lo guardaba para sí tratando de dar una expresión contraria. Apretó su puño y pensó – no puedo creer que te haya hecho sentir mal. Pero, pero… Yo no creo que pueda hacer algo para ayudarte. Sí tan sólo fuera un poco más fuerte y valiente, te llevaría conmigo y consolaría. Ya que… – salió de la tienda y en voz baja – yo no puedo verte así – y de este modo fue que Nomi vio como aquel muchacho se alejaba de ella dándole el sentimiento de estar muy lejos de su alcance.

Un aire frío, que soplo en ese momento, le hizo pensar por un momento – no puedo seguir siendo así. Yo, haré que me note. Ya verás – en voz alta – seré la dueña de tu corazón y nadie más me lo quitará. Por ello, no he de permitir que hay alguien más detrás de ti. No. Mas bien, seré la única en quien te fijaras – y continuo su camino de regreso a su casa.

¿Cómo están? Espero que muy bien. Aquí mi cuarto comentario. Soy Ruwels Saluwer, el autor de esta y otras historias. Saben, esta no se trata de varias mini historias, lo que pasa es que quiero que conozcan un poco a los personajes para que la trama no esté un poco confusa o se crea que todo salió de la nada. Por ello, en lo que dure esta o la continuación, habrá momentos en los que hable directamente de alguno de los personajes para poder introducirlos o para ir viendo de donde salieron. Por otra parte, me gustaría escuchar sus comentarios, ya que eso me dice que les gusta o no mis trabajos. Dentro de muy poco estaré iniciando un periodo de elección de cual historia daré continuación, espero que puedan participar, la información la estaré publicando en Facebook o la encontraran en alguna de las historias que estaré haciendo más adelante también. Si hay escenas que parezcan un poco exageradas o que no concuerda con la realidad, sólo déjenme recordarles que la historia es inventada, por eso pido sus comentarios para ir viendo que pude hacer mal y mejorar cuando siga escribiendo más de esta u otra. Les dejaré un especial de una de las continuaciones al final de la historia, espero que les guste. Espero que siempre se cuiden y, continuemos con la historia.

Un poco de tu luz pido nada más

Al dar inicio el mes de diciembre, Pedro había ya empezado a buscar otras formas de pasar su tiempo libre que, de alguna manera, había aparecido de la nada. Al ser que ya no se encontraba estudiando, no podía decir que al salir del trabajo sólo iba a casa.

Al pensar por mucho tiempo, se decidió empezar aprender hacer alguna manualidad para pasar el rato. Por ello, viendo videos, empezó con tejer. Bueno, aunque era algo raro verlo haciendo estas actividades, por alguna razón inexplicable comenzó a sentir algo de emoción mientras lo hacía. Esto tampoco era tan fácil. Cada noche tenía que reanudar lo que estaba haciendo y, cuando se equivocaba en un paso, casi le tocaba reiniciar todo lo que había hecho. Pero, entre sus pensamientos, se decía – si aprendo esto, si pudiera hacer, aunque sea un gorro para alguien tan especial –. La mente de Pedro se iba en el aire y el tiempo ya era lo de menos. Unas lagrimas en sus ojos parecían querer salir. Su mente nuevamente volvió a dejar esta frase – si lo estoy haciendo ¿quién será? ¿quién se pondrá esto? – entre su trabajo, que parecía que empezaba cada vez a mejorar. Y su mente, que ya no tenía distracción alguna, se concentraba más en lo que hacia y le dejaba ir mejorando varios aspectos que antes no había notado.

Entre el trabajo, Pedro iba ayudando a sus compañeros cada vez que lo necesitaban. Esto, con el pasar del tiempo, hizo que el pudiese llegar a subir de puesto. El ser ascendido y contar con varios beneficios con ello, hizo que el quisiese hacer algo con sus amigos para celebrarlo. Por ello, para no tener problemas con el trabajo, decidieron hacer una fiesta durante el dieciséis de ese mes para aprovechar las vacaciones que tendrían por ser fin de año.

Con esmero, estuvo planeando lo que haría con sus amigos al llegar ese día. Mientras el tiempo seguía pasando, el jefe lo llamo para que se preparara y se dirigiera a una reunión con otros. En esta reunión se pretendía que la situación de las empresas con las que comercializaban llegase a ver un acuerdo y, de la misma forma, poder ver una introducción a un nuevo mercado.

Durante la preparación de los documentos, Pedro se mantenía centrado en su trabajo y recopilo toda la información que le fue entregada por sus demás compañeros y, sintetizando todo, dio inicio a un análisis de cómo se encontraba la problemática que enfrentarían al invertir en tal lugar como las posibilidades de poder mantenerse en juego hasta “la salida de emergencia” en caso de que todo se fuera en picada.

Con el esmero y la confianza en poder llegar a llenar las expectativas que tenían puesto en él, sus manos parecían estar volando con el teclado que no dejaba de sonar. Entre las horas extras que tuvo que pasar trabajando en el reporte, todo iba según lo planeado. Por ello, las investigaciones que le fueron otorgado de varios días más las habilidades que había adquirido, logro obtener todo para la reunión e, incluso, vio como era posible que su plan fuera puesto en marcha y aprobado por todos los presentes en aquel lugar. Pedro, sin tener que seguir pensando en lo que había sucedido antes, pudo sentir un pequeño descanso de todo lo que le hacia mantenerse, en ocasiones, sentir que algo andaba mal.

Pedro, poniendo nuevamente sus pies y la mente en la tierra al fin, todo a su alrededor se tiño de un sinfín de dudas. Entre más respuestas trataba de dar, las interrogantes eran mayor. Por ello, dándose la vuelta y viendo como había preparado aquella fiesta y sus compañeros de trabajo estaban a punto de llegar, miro a su gato y luego dijo – nunca las cosas van a ser fáciles – y luego sonrió como si todo estuviese bien.

Al llegar todos los invitados, todo comenzó bien con risas, música y la comida que casi no quedo nada. Todos estaban pasando un buen rato. Pero, a pesar de que en esta ocasión se veía a Pedro con una actitud muy positiva y muy animado, el asumir que no pasaba nada era lo más lógico. Entre las sonrisas de todos, se pudo decir que todo andaba bien hasta que alguien fue a traer unas cervezas para acompañar el resto de la noche.

Entre tanto desastre que se avecinaba, Pedro ya no lo siguió pensando y tomo una lata. Esto, que sorprendió a sus compañeros, que dijeron – ¡¡¡Vamos Pedro!!! –, en lugar de detenerlo, estaban por ver que él también podría llegar a conocer e integrarlo a lo que estaban acostumbrados. Con tan enérgica fiesta y animación, en la mente de Pedro venia estas palabras- ya no me importa nada. Al final de cuentas, ¿qué puedo hacer para poder dejar que todo este mejor?, ya nada se puede revertir – abrió la lata.

Mientras él miraba la lata que espumeaba, entre los que estaban presentes, había alguien que sólo miraba desde un rincón lo que pasaba. Ella, levantándose y pensando – conque esto seguirá la misma historia de siempre. Bueno, será mejor que me vaya. Aquí ya no hay nada más que hacer y no puedo desvelarme mucho debido al cansancio de esta semana –. Miró una vez más a todos los que estaban presentes como si buscaba que alguien más estuviese cuerdo y no se dejase llevar por la corriente, pero sin conseguir hallar nada.

Pedro, volviendo por un instante a sus sentidos, bajo la cabeza y dejo la lata de cerveza en la mesa. De esta manera, todos dejaron de animarle y comenzaron a decir “que aburrido” “creí que lo iba hacer” “Parece que se acobardo en el último minuto” “Que se puede esperar de él” “Si tan sólo lo hubiese hecho, lo podríamos llegar a invitar a todas nuestras reuniones, pero… bueno, es lo que se esperaba de él” entre otras cosas.

Pedro, levantándose, dijo – bueno me encuentro un poco cansado por lo que estuvo pasando estos días, así que me retiro – unos compañeros le despidieron y siguieron con un ambiente alegre. Sin embargo, desde el otro lado, donde también se celebraba una fiesta, unas señoritas se encontraban ya cansadas del parloteo de sus compañeros y también decidieron que era hora de retirarse y no continuar más tiempo en un lugar donde ya no le encontraban sentido poder estar. La espera entre todos, una de ellas, que portaba un vestido negro, le dijo a la otra – dime. Mejor recuérdame el por qué estamos aquí – su compañera – ya te había dicho que esto no era más que una reunión con unos viejos amigos y no quería venir sola – ella – bueno, creo que no volverá a venir a ni otra de tus reuniones con “tus amigos” – su compañera – bueno, no es mi culpa que esto terminara así – ella – bueno, creo que será mejor que me retire – su compañera – está bien y luego miro a los demás y dijo – bueno, mi amiga y yo pasamos a retirarnos ya que mañana debemos de ir a trabajar – y se levantaron. A pesar de las quejas de los demás, ellas no se quedaron más tiempo ahí.

En las afueras de aquel lugar, la oscura noche bañada con la luz de la luna y las estrellas podían ser el mejor acompañante para Pedro. Por lo que comenzó a caminar de regreso a casa y pensando que dejo a su gato sin comida y lo debería de estar esperando en este momento. Mientras caminaba, decía entre palabras que salían de sus delirios de un corazón confuso – me pregunto si estará bien. Bueno, me gustaría conocer quien ese aquel que me la quito… no, no creo que pueda decirlo así. Sí logro cautivarla por sus propios medios, sólo quiere decir que yo no puedo competir contra alguien que se ha lanzado al agua y no tuvo miedo de ello como yo – levanto la mirada hacia el cielo y continúo diciendo – si fuese cierto que las estrellas te pueden conceder un deseo, ¿qué podría pedir? Será acaso que la fama, el poder o las riquezas me llenaran este vacío o seguiré estando igual como ahora –.

Al pasar y detenerse en un instante, sintió algo que le parecía familiar y lo mantenía encadenada en un bucle en su vivir. Sentándose en la acera, decidió refrescar un poco la mente y dejar que se esclarezca lo que estaba p0asando en todo este tiempo. Pero, este sentimiento no lo dejaba en paz y le seguía molestan por alguna razón que no lograba explicar. Con una pequeña risa que deseaba brotar de sus labios, sentía que todo el cuerpo se hacía más ligera y una calma llegaba.

En un instante, las señoritas que estaban en una fiesta cercana a la suya, pasaron frente a él. Una de ellas, que iba con un vestido celeste que iba a un lado de las otras dos, le hizo recordar algo que nunca olvido. Esa fragancia que hacia el tiempo retroceder y que nunca le dejo aclarar su mente antes de poder declarársele a su amiga, ese rostro que le hacía sentir que nadie podía superar y ser digno del mismo. Y, sobre todo, esa aura de alguien puro que sólo ha mantenido lo bueno y no deja que lo malo le afecte.

Pedro, levantándose lentamente y viéndolas irse, dijo – ¿Por… por… por qué vuelves aparecer? Justo en este momento que creí que el dolor que sentía era por haber sido rechazado. Pero, lo que me ha estado atormentando ha sido la culpa por tener que dejarte ir y no retener –, decidió continuar su camino y llegar a su casa. Entre tantos delirios, el estar en aquella noche y ver a quien no esperaba que fuese capaz de encontrar nuevamente en mucho que pasase el tiempo, hizo su aparición y le dio a entender que fue eso que sintió durante su confesión. El motivo por el cual dejo de sentir que creciera esa sensación, no era nada más que el indicio de que no era bueno lo que estaba haciendo. El confesarle a su amiga, de quien ya hacia un tiempo se había dado cuenta que lo comenzaba a ignorar, no era otra cosa que una forma que él había buscado con la finalidad de olvidarse de aquella que siempre ha estado y se mantiene siendo dueña de lo que sintió por primera vez y nunca ha dejado de ser. Sin embargo, la culpa que cargaba inconscientemente por haber tratado de sacarla de su vida a la fuerza, era lo que le hizo quedar exhausto. Las tres amigas, que también se dirigían hacia sus casas, estaba únicamente ella sobria mientras las otras dos estaban un poco ebrias. Debido a que ella todavía las detuvo en un buen momento, fue que lograron salir todavía con un poco de sus sentidos en marcha.

Pedro, sin tomar más atención al asunto, sintió como nuevamente la llama volvía a aparecer levemente y le decía “aún no es momento de que descanses, debes de preparar el camino que se te a encomendado”. Sin vacilar, Pedro sólo dejo salir un pequeño suspiro mientras decía – no sé que es lo que estoy haciendo, sólo sé una cosa y es que soy un tonto. Un idiota que se pierde todo lo que está pasando alrededor. Sólo me queda volver a levantarme y regresar a intentarlo una última vez –.

Una mirada que provenía de estas tres, miro a Pedro dirigirse por otro camino un poco animado y, con una pequeña sonrisa, parecía que estaba feliz de haber visto aquella escena. Sin embargo, mientras seguía platicando con sus amigas, no dejo que ni una se diera cuenta de nada. De esta manera, se dejó un pequeño rastro entre las luces que alumbraban en aquella fría noche de diciembre.

Las escondidas de mi mirar y sentir es lo única forma de estar a tu lado

Entre los que haceres del hogar, al haber perdido a sus padres muy joven y ser quien se dedica al cuidado de su hermano y hermana, nunca le presta atención a nada más que el tratar de conseguir el sustento para ellos y con la visión de poder verlos crecer y poder vivir felices es todo lo que desea.

Jorge, desde temprana edad aprendió a trabajar al perder a su mamá. Al principio ayudaba con los que haceres de hogar, siendo un niño de unos diez años y sus hermanos, gemelos, que apenas eran recién nacidos al perder a su mamá durante el nacimiento de ellos al encontrarse envuelta en un accidente del que lograron salir ilesos sus dos hermanos. Su padre, que no podía soportarlo, pero tuvo que buscar una forma de poder salir adelante con sus hijos. Su padre les enseño todo lo necesario para vivir y, con amor, los crio hasta que él ya iba por los quince.

Durante esta etapa rebelde fue que comprendió que su papá era alguien que día a día luchaba por protegerlos de todo lo que les pudiese hacer daño. Durante este tiempo, él se había comenzado a juntar con amigos que no lo llevaban por bueno caminos. Era todo, según él, culpa de su papá por el haber perdido a su mamá que le llegase a pasar aquel accidente.

Durante una de las reuniones que hicieron, quedaron en ir directamente hacia un lugar que era considerado peligroso sólo para mostrar su valía. Pero, lo que nunca se imagino era que eso terminaría en un accidente fatal del cual se lamentaría por el resto de su vida. Ya que todo iba según lo planeado. Unos iban con piedras mientras los otros se preparaban con redes para molestar a unos lobos que encontraron heridos entre el bosque.

Todo iba bien, se reían y disfrutaban de hacerles daño. Pero, lo que no se imaginaba era que no tardarían en estar rodeados por el resto de la manda en muy poco tiempo. Al verse ya en desventaja, comenzaron a correr hasta llegar a encontrar un lugar seguro, o eso creían. El lugar en el que lograron refugiarse era una mina abandonada. Mientras esperaban a que todo se calmase todo y lograsen salir ilesos de aquello lugar, no habían tomado en cuenta que había estado lloviendo mucho por ese tiempo y la misma cueva era inestable.

Siendo que, como era algo común durante la época, de repente la lluvia comenzó de poco a poco hasta llegar a estar muy fuerte. Ellos, confinado que el lugar era seguro y, sin querer mojarse, se mantuvieron otro poco más de tiempo en ese sitio. El tiempo seguía corriendo hasta pasar ya unas dos horas. Al ya no escuchar más la lluvia, todos se precipitaron en salir de ahí y regresar.

Pero, lo que no tenían en mente, fue lo peor que pudo haber pasado durante todo el viaje. Y, mientras se dirigían a la salida, una de las vigas de la pared termino colapsando por la humedad que mantuvo durante tanto tiempo. Al caer, un gran estruendo se escuchó dentro de ahí. Al levantar la mirada hacia el techo, vieron que la tierra empezó a ser inestable y empezaba a colapsar aquel lugar.

Sin pensarlo dos veces, todos comenzaron a correr con el afán de poder salir ilesos del lugar. Pero, siendo de mala suerte, el castigo por lo que se estaba metiendo hacer o cosa del destino, Jorge se tropezó y callo entre un agujero que había. Debido al dolor, no podía salir de ahí. Viendo por un segundo a sus compañeros, grito con fuerza – ¡¡¡AYUDENME!!! – pero ninguno de sus “amigos” se detuvo para salvarlo. Por más que gritara esto nuevamente como “¡¡¡NO ME DEJEN!!!” “¡¡¡ALGUIEN, POR FAVOR AYUDENME!!!”, no hubo respuesta y quedo solo a su suerte.

El lugar no podría resistir por mucho tiempo más, si el no conseguí salir de ahí lo antes posible, seria cuestión de tiempo para que muriese. Más bien, tal vez ya sólo unos minutos le quedaba para terminar soterrado en aquel lugar. Jorge, resignándose, cerro los ojos en espera de su muerte.

Sin siquiera ser merecedor de lo que empezaba a suceder. Escucho una voz que le decía – ¡¡¡HIJO!!!, ¡¡¿ESTAS BIEN?!!! – luego abrió los ojos. La persona que estaba gritando era su papá. Él, que tuvo que seguir soportando verlo volverse rebelde y mantenía a la familia, ese a quien Jorge siempre culpo por la muerte de su mamá, se encontraba ahora tomándolo en brazos como lo hacia cuando era un niño. Su papá, que miro y se dio cuenta que si no lo tomaba en brazos y lo sacaba de ahí sería demasiado tarde, sólo dijo – confía en mí, podrás salir de aquí y veras a tus hermanos nuevamente. Así que sólo te pido que confíes en mí y te sujetes bien –. De esta manera empezó a correr su papá con él en brazos. Jorge, que no podía caminar ya que terminó lesionándose el tobillo por la caída, sólo le quedo una cosa y fue el ver el rostro de su papá que no lo dejaría morir en aquel lugar a pesar de como él ha sido como hijo con su papá.

Al estar cerca de la salida, Jorge vio a lo lejos a unas personas que estaban afuera esperando su salida. Al parecer su papá trajo a unos de sus amigos para que lo ayudaran si todo se ponía muy difícil de tratar o se complicaban las cosas. Jorge, que grito con gran entusiasmo – ¡¡mira papá!!, ¡ya estamos cerca de la salida! – sólo sintió unas palabras que decían – creo que no podré continuar. Así que… – escucho un gran estruendo de que el tiempo se acabo para ellos.

Su papá, sacando todas sus fuerzas, lanzo a Jorge mientras gritaba a sus amigos – ¡¡¡¡ATRAPENLO!!!! – y, por último, unas últimas palabras que sólo Jorge pudo escuchar y quedo grabado en su memoria. Esas últimas palabras que su papá le dijo, fue lo último que supo sobre él. Pues, colapsando la cueva, él apenas pudo sobrevivir, pero, su papá, no pudo salir y termino soterrado en aquel lugar.

Debido a las heridas que recibió y algunos otros golpes provocado durante el derrumbe del lugar, Jorge termino inconsciente durante unos cuatro días. En los cuales no supo nada de lo que ocurrido y tampoco sus “amigos” lo buscaron para nada. Todos habían sido salvados debido a que su papá creo un equipo de rescate con algunos de sus amigos al escuchar que él iría a un lugar peligroso del cual siempre le advirtió que no se acercara. Pero, así como le aconsejo de sus amistades como de otras cosas, nunca le hizo caso y terminaba peleando con él.

Jorge, al despertar al cuarto día, vio que se encontraba en la sala del hospital. Abrió los ojos lentamente y miraba de un lado a otro tratando de poder entender lo que estaba pasando. De repente escucho una voz que le decía – al fin has despertado – dirigió la mirada al lado derecho de donde provenía aquella voz. Al mirar que se trataba de uno de los amigos de su papá, pregunto – ¿qué hago aquí? – él le responde – terminaste recibiendo un golpe en la cabeza, por lo que estuviste inconsciente durante todo este tiempo. Pero, ya no debes de preocuparte por eso – Jorge – Ah – luego, pasando por su mente el recuerdo de que su papá se quedó atrás durante el derrumbe, continuó diciendo – dime, ¡¿Dónde esta mi papá?! – él – bueno… es que… veras… – entro otro de sus amigos y empezó a decir – ya déjate de rodeos. No creo que sea bueno para el niño que hagas las cosas más difíciles de lo que ya es – miro a Jorge y continuó diciendo – mira, la verdad es que tú papá – mientras escuchaba esta última parte, Jorge sintió como si todo se volviera lento – ha muerto – la reacción de Jorge fue una risa mientras negaba este acontecimiento y decía – él, si pues. Eso es imposible – el otro le toco los hombros y, con una mirada seria y triste le dijo – es la verdad. Ya hace tres días que fue enterrado – Jorge, dejando de reír, pudo una expresión un poco difícil de describir. Y, luego, sólo dejo salir una mirada un poco fría. Sin embargo, la realidad por la que estaba pasando era totalmente diferente y no podía organizar todo lo que sucedía en su mente. El conocer el fallecimiento de su papá y las últimas palabras que escucho cuando lo lanzo con sus amigos para que no terminase soterrado junto a él en ese lugar, era lo que le hizo poder tomar fuerzas. Sólo pudo decir desde lo más profundo de su corazón – lo siento padre. ¡lo siento papá! – con dolor y tristeza. Las lágrimas que soltó, sólo al regresar a su casa después de una semana más en el hospital para observación de estar realmente recuperado, sólo su almohada fue testigo de ello.

Sus dos hermanos, que estaba siendo cuidados por una de las compañeras del trabajo de su papá, ya que toda su familia había rechazado que su papá se casase con su mamá. Además, la familia de su mamá se olvido de ellos por completo y no les intereso conocerlos al saber que su papá no era alguien rico o con prestigio. Pero, ella, que vio a su papá luchar por sus hijos durante tanto tiempo, siempre le estuvo insistiendo en que le permitiese cuidar de ellos. Siendo que su papá lo negó y agradeció por la propuesta, pero, sin el consentimiento de sus hijos, él nunca haría nada. Además, él nunca olvido a su esposa y se prometió dar todo por sus hijos.

Jorge, al día siguiente, la vio como preparo todo para sus hermanos y él. Sus hermanos, que tampoco se sentían bien, eran consolados por ella para que pudieran ser felices y lograr encontrar una forma de hacerles pasar por las dificultades que estaban pasando. Para Jorge, esto le parecía un poco gracioso y extraño a la vez. El ver que ella se encargase de ellos sin ni un motivo era algo que no podía entender.

Cuando sus hermanos se fueron, él se quedó en su casa y no fue a estudiar, ya que le diagnosticaron descansar un poco más antes de poder regresar. Mientras estaba sentado en la mesa y miraba que ese día ella se quedó un poco más en su casa, dijo – dime – ella – ¿sí? – Jorge – ¿por qué haces esto?, no fue que te estuvimos teniendo fuera de este lugar. Además, mi papá ya no está aquí – ella – sabes, siempre me gusto ver como tu papá, a pesar de que debía de tomar turnos dobles o a veces no comía, lucho por poder verlos crecer – sonrió mientras levantaba la mirada hacia el techo – también se podría decir que me hizo sentir cómoda durante las horas de trabajo. Él, que es un completo despistado y no tiene ojos para nada más que su familia, me hizo sentir las ganas de tener una. Sabes – lo miro – mi familia siempre ha sido problemática. Pero, durante el tiempo que he conocido a tu papá, él me enseño que no puedo vivir así. Él me hizo tener una familia, reconcilio a mi familia y me dio los deseos de querer vivir y ver un nuevo día. Siempre me pregunte si podía estar a su lado, después de escuchar que estaba sólo. Supe, de unos compañeros, que su esposa ya había muerto hace unos tres años, en ese entonces. Aunque ahora ya son cinco ¿verdad? – Jorge – sí – ella – bueno, pensé que podría entrar. Pero él nunca me quiso aceptar si no conseguía el consentimiento de sus hijos. Por eso, creo que fue parte mi culpa que terminaras viéndolo a un más con odio de lo que ya sentías por él. Él nunca quiso arruinar su familia, pero yo… – la voz se empezó a entrecortar y unas lágrimas comenzaban a rodar por sus mejías – pero yo… yo me interpuse y quise que me aceptaran a la fuerza. Haciéndote tomar un mal camino y con ello, causando su muerte – callo de rodillas – ¡perdóname! Nunca quise que algo así sucediera – Jorge, sintiendo ese dolor que ella llevaba culpándose por todo, vio en ella ese rostro que su papá en ocasiones ponía. Fue hasta ese momento, en que la veía romper en llanto, que entendió que su papá también se culpó durante todos estos años por lo que sucedió a su mamá y por no haber sido capaz de salvarla. Jorge, arrodillándose junto a ella, dijo – no debes de llorar, sabes – su voz comenzó a ser conmovida por la tristeza – yo… yo fui quien lo mato. Sí nunca hubiera ido a ese lugar, si tan sólo lo hubiera escuchado, él… él… él estaría aquí y no tendrías que estar culpándote por esto – y ella, abrazándolo, dijo con una dulce voz – no debes de culparte. Si deseas hacer feliz a tu papá, aun es tiempo de poder empezar hacer realidad su sueño de él. Si me permites, déjame estar con ustedes, yo le prometí ese día, – giro la cabeza para negar – n… n… no, yo me prometí a mí misma cuidarlos si algo le sucedía. Él nunca querría que yo me preocupara por ustedes si eso hace que me sienta obligada por hacerlo. Él siempre deseo lo mejor para mí y ustedes, puede estar como su compañera durante más de siete años. Pero, también me convertí en parte de su familia. Así que quisiera poder estar con ustedes y cuidarlos, como si fuéramos una familia – Jorge – claro, sí estás de acuerdo en estar aquí, no lo negaré. Yo sé que siempre trataste, pero yo fui quien te alejo de mi papá. Pero, si vas a ser parte de la familia, ¿cómo debería de llamarte? – ella – si me permites, quisiera ser como su madre – Jorge – está bien, serás nuestra segunda mamá. Y gracias por hacerte cargo de nosotros –. (Saben, mientras escribía esta parte y me imaginaba como iba a transcurrir los diálogos y los pasajes, casi me da ganas de llorar. Pero, creo que me tuve que contener, sino no podría seguir escribiendo y se me terminaría olvidando lo que debía de poner, bueno, me voy a tomar un minuto antes de continuar escribiendo. Quinto comentario Ruwels Saluwer)

Desde ese día, ella se volvió parte de su familia. Por supuesto que tuvieron algunas dificultades. Jorge, que busco trabajos de medio tiempo, empezó a experimentar lo que era trabajar y como era el mundo de los negocios en el proceso. De este modo es que adquirió un gran conocimiento, el cual le llego a llevar hasta donde se encuentra actualmente. Pero, durante ese tiempo, desde que su mamá falleció, sólo un amigo fue el que se mantuvo a su lado. Incluso, él fue quien le hizo ver todo lo que hacía su papá, por ello fue que se terminó peleando y le juro que nunca más le hablaría sin importar nada. La conexión con su amigo se perdió después de que su familia terminase mudándose. Su único y mejor amigo, que lo apoyo hasta ver que Jorge ya se encontraba mejor con su familia y fuera el único que realmente logro consolarlo la pérdida de su papá ayudando a que pudiese continuar su vida y mantenerse bien en los trabajos y el estudio, sólo quiso pedirle disculpas por no haberlo tratado bien hasta su ida. Sin embargo, cuando quiso decirlo, él ya se había ido.

Los años pasaron hasta el día de hoy, en el cual él trabaja en una gran empresa y le es tomado para formar alianzas con otras empresas y ver otras negociaciones. La paga que obtenía actualmente no era mala. Además, se encontraba pasando la universidad. Ahora, que también se encargaba de sus hermanos al ser que su segunda mamá tuvo que irse por cuestiones familiares, prometió que todos estarían juntos y, si el tiempo así lo permitía, se volverían a ver. Aunque eso fue ya hace un año y medio, siempre mantuvo su promesa.

Ahora se preparaba a ir, como alguien de la oficina de contabilidad, a la reunión con una compañera de otra área de la empresa. Al verla, se dio cuenta de que era alguien que no conocía muy bien estos asuntos, por lo que no podía permitir que este negocio terminase mal. Cuando ella termino de dar su discurso, tuvo que intervenir y convencer a los empresarios para que cooperaran con la empresa en el plan que tenían en mente.

Al salir de aquel lugar, fue que la vio desde lejos, mientras regresaba al recordar que debía de comprar algo estando ahí. Fue en ese momento que la vio nuevamente. Ella se encontraba sentada en una mesa de una cafetería junto a la ventana. Por alguna razón en su mente le parecía conocida ahora que la miraba bien. Pero, por más que lo intentaba, no lograba recordar. Al ver que ella se fijó en unos muchachos que entraron ahí, dijo – bueno, será mejor que me apresure a comprar lo que tengo que llevar y regrese pronto al departamento – en eso, vio la expresión de ella puso. En ese momento recordó quien era y dijo – al fin te encuentro – pero, como la brisa, todo se esfumo cuando ella se levantó y salió de aquel lugar. Lo único que podía hacer ahora era ir tras de ella. Pero, entre la multitud que se atravesó en su camino, sólo la vio desaparecer de ahí.

Preguntas rápidas.

  1. Me gustaría conocer tu opinión sobre que si el papá de Jorge es un soldado del amor o no
  2. Creen que en lugar de soldado es un coronel o no tiene nada que ver con la historia
  3. Quieren conocer en un especial o en parte de la continuación que lo titulare “el soldado del amor 2”, un poco de la historia del papá Jorge.

Primer banderazo, ¿estás seguro de entenderlo o no?

Durante tanto tiempo en que varios se esconden en su pasado o sólo desean poder ser amados o amar, nadie sabe la verdad de donde proviene ni como definir esto. Con tantos significados de estas, que tratan darnos a conocer lo qué es en realidad, no caben en un diccionario y las palabras faltan para describirlo. Por ello es que será mejor jugarse la vida veces por entender y no entender esto.

Comencemos con esto. En este momento veremos que las empresas y nuestros protagonistas, tienen diferentes formas de verlo. Por ello, demos un vistazo a sus puntos de vista desde otro ángulo. Para finalizar esta primera parte de “El soldado del amor”. Nuestros personajes actuales son: Nomi (una oficinista, adivinen cual es su función principal en la empresa), Jorge (Se encuentra en la sala de contabilidad, pero es un buen negociador también), Pedro (oficinista, me gustaría saber que piensan sobre su función que desempeña) y la última que la dejaremos como “la señorita misteriosa” (es quien vio al final Pedro al finalizar el titulo anterior, aunque guardaremos su nombre para la continuación de esta historia. Díganme que papel tiene que ver en esta historia o como les gustaría que fuera su personalidad en la próxima entrega de esta historia. Sus comentarios me lo pueden dejar en la plataforma donde los publique o en Facebook, el cual les diré cual es al final de este tomo).

La vida es agitada en el día a día. El simple hecho de poder ver el amanecer hasta el atardecer y descansar al anochecer, es un verdadero milagro. Peor de que sirve todo esto si lo vuelves todo completamente monótono y aburrido. Sin embargo, el bombardeo que recibirás es lo que te mantendrá siempre alerta. Estas dispuesto a negarte y luchar contra el destino, el azar de la vida o la predestinación. El cambiarlo seria algo con lo que no puedes ignorar por mucho tiempo. El dolor, la felicidad, el alivio y muchas emociones o lo desconocido será por lo que estamos evitando y buscando. Los enredos de cada lugar, la casualidad de encontrarse con diferentes cosas que pueden hacerte cambiar el pensar o afirmar lo que creíste saber es lo que te puede mantener atado o simplemente hacerte caer a lo más profundo de este gran acto. Ahora sólo piensa, si eres el artista o el actor de esta u otra historia que conlleve tanto drama y muchas sorpresas, serás el héroe, el villano o terminaras siendo el extra. Posiblemente ni desees participar. Veamos que sucede a la hora de ver desde la vista de un espectador más.

En este momento hay dos grandes empresas que se encuentran compitiendo entre sí. Sus trabajadores, que no son personas que se quedaran atrás con la fama que lograrían alcanzar si salieran de ahí y fundaran su propia empresa o que asesoran a otras. En estas empresas, encontramos a tres personas, que nunca prestaron atención a nada más que su labor en el trabajo después de haberse graduado de diversificado. El éxito de ellos en entrar en este nuevo mundo inexplorado y olvidado sin inconscientemente los ha llegado a golpear desde diferentes ángulos.

Desde que los caminos de estas tres personas que se encontraron, todo ha empezado a cambiar. Las horas, que no se movían, ahora se encuentra en constante movimiento. Un ligero movimiento que de el jaque mate es lo que se espera.

En un día normal, se puede visualizar a Jorge como pasa entre el camino en dirección hasta llegar al trabajo. Siempre es lo mismo, por más que lo intente ver y comprender lo que piensa sobre el ciclo que tiene su vida sin lograr mirar algún tipo de emoción mayor o que me entretenga, puedo decir que lo puedo clasificar como un sujeto dedicado al trabajo. Se podría decir que sería completamente adicto al trabajo y al estudio si no fuera por su hermano y hermana que tiene que cuidar. Esto es lo único que hace que puede ser un poco interesante en ocasiones observarlo. Saber que si tiene algún tipo de problemas alguno de ellos, él trataría de ponerse en contacto y resolverlo lo más pronto posible. En ocasiones puede ser tierno, pero en otros parece muy posesivo. Bueno, no es que tenga algo que decir en contra de su forma de ser. Pero, en serio, en una de esas pocas veces

Mientras en la lejanía trataba de encontrar algo nuevo que ver, fue en ese instante que me di cuenta. Uno de sus hermanos, bueno, para ser más exacto, fue su hermana, estaba haciendo lo que cualquier niño haría. Ella estaba mostrando su afecto mientras jugaba con un amigo de él. Era un día casual, su amigo llego a visitarlo, podría decirse que él, en comparación con Jorge, le llegaba a agradar bastante a sus hermanos. Ese día, cuando su hermanito le pidió que lo acompañara de la nada para ir a comprar algo que les pidieron en la escuela, Jorge tuvo que acompañarlo. Su hermana, que no quiso acompañarlos y prefirió seguir jugando con su amigo, le hizo a un lado a su hermano mayor.

No podía parar de reír, aunque nadie me vio hacerlo, pero la expresión de Jorge fue tan graciosa. Parecía que estaba a punto de ponerse a gritar y quería hacer algo en contra de la decisión de su hermana. Sin embargo, sólo ver cómo trataba de salirse con la suya, parecía más como un niño pequeño en comparación de lo que en realidad era. Bueno, la adolescencia es una bendición para algunos, pero las emociones son más inestables para otros. Al terminar perdiendo con las palabras de su amigo que creo que decía “no te preocupes, ya verás que todo estará bien” fue algo que me dio mucha gracia. Bueno, al fin salió a comprar con su hermanito. Su hermanita en conjunto con su amigo ya tenía preparado algo que no me imaginaba, al parecer el sacar a su hermano de la casa era algo que habían previsto. Y, como la compañera de su difunto papá había tenido que irse de viaje por parte del trabajo, no se encontraba en casa para ser participe de este evento.

Su amigo, que traía varias cosas en su mochila, se dirigió con la niñita a la cocina. Estando ahí, se pudieron a cocinar. La verdad no sé que clase de magia usaron para retrasar a Jorge por mucho tiempo su hermanito. Pero, de lo que si puedo asegurar es que me moría por no poder entrar a la casa ni mucho menos dejar que me mirasen. Saben, lo que tenia era mucha hambre. Su amigo estaba preparando unas dobladas con verdura picada y carne molida, también había con queso. El sólo pensar ese queso que se derretiría dentro de la doblada y, al masticarla, sería la consistencia del queso como si fuese chicle. Ah~, no podía quedarme mirando ahí y aguantarme toda esta tentación. La verdad, termine yendo a comprar algo para comer, eso fue debido a que todos salieron y no regresarían hasta la hora del almuerzo. Agh, estaba con mucha furia mientras decía “¿Cómo pueden ser así? ¿acaso me quieren hacer salir?”.

Bueno, al regresar a mi posición de vigía, no sé de donde termine saliendo en primer lugar para estar viendo esto y, además, tampoco entiendo cómo es que nunca me atraparon. Bueno, lo importante es pasar un buen rato y tener algo en que pensar o hacer. Sin embargo, qué más puedo hacer si no es esto para pasar el rato sin tener que preocuparme mucho por las cosas que vendrán muy pronto.

Volviendo al tema, cuando regrese al lugar donde estaba observando fue que lo note. La verdad de todo lo que estaba sucediendo. Al regresar Jorge a su casa, bueno, parecía más bien un dragón que escupía fuego con el enojo que llevaba encima. Su hermanito, que no le prestaba atención y más le decía “ya hemos regresado. Espero que no se haya ido para poder jugar un poco más” le irritaba con creces.

Al entrar a la casa, fue cuando todo tomo forma. Al entrar Jorge fue sorprendido con la comida y, al parecer, era una forma de celebrar que al fin le iba bien en los estudios y agradecimiento de sus hermanos por esforzarse todo este tiempo. Al ver ese ambiente, en el que el dragón se volvió en el más dócil, las lágrimas salieron de y rodaron por sus mejillas. Más, siendo el orgullo mayor que el reconocer lo que estaba sucediendo en este momento, él trato de ocultar todo lo que sucedía en sí y negó todo lo relacionado con ello.

Pero, el final de toda la fiesta fue algo cómico. Sin embargo, esta escena me dolió verlo y ya no quise seguir ahí, espero entenderlo algún día. Lo último que sucedió fue que su amigo le hizo una broma a Jorge, ese hermano mayor sobreprotector y celoso de sus hermanos, en el cual dijo “sabes, si alguna vez tienes problemas con ellos, siempre estaré ahí, cuñado”. No sé como explicarlo, pero fue algo que no acepte con nada de lo que me pudieran dar. Había algo que había cambiado desde mi niñez al ver este tipo de escena. Nunca me importo en lo más mínimo, pero esta era la primera vez que lo tomaba muy personalmente. Creo que no pude soportar seguir viendo la escena que se provoco a causa de esas palabras, Sólo recuerdo oir algunas risas y a Jorge gritando furioso. De igual manera, eso fue lo ultimo que escuche. Miré la hora y me percaté que era tiempo de regresar a casa. Ese día, en cuanto estuve en casa, preferí comer y quedarme el resto del día en mi habitación viendo una y otra vez aquellos libros que tenía en mi gaveta guardada. No sé de dónde saque ese hábito de recurrir a ese ver ese libro. Bueno, más bien se trataba de una libreta que se había vuelto mi libro de lectura cuando las cosas me molestaban o me sentía con un ánimo muy deprimente.

Ya habiendo pasado algunas semanas desde que las vacaciones después del ciclo escolar habían iniciado, me tope con alguien que me daba dolor de cabeza. Ella, que pasaba todos los días frente a mi casa, me empezaba a irritar al ver como se quedaba embobada viendo en dirección a un lugar que acaba de abrir recientemente donde estaban trabajando varias personas. Pero, por alguna razón desconocida, sentía que era peligrosa en cierto punto y que debía de estar alerta ante cualquier cosa que intentase hacer.

Esta “persona inofensiva” para muchos, era Nomi. Ya no recuerdo cómo fue que la conocí, sólo sé que al principio me agradaba hasta que fijo sus ojos al lugar donde no debía. Pero, como ella no lo sabía, decidí ignorar esto. Me parecía que era algo tímida y, cuando se lo proponía, era muy extravagante y decisiva para obtenerlo. Por ello, siempre estuve encima de ella, hasta que la deje de considerar una amenaza.

Pero, el día de hoy, ya la he vuelto a ver como una formidable enemiga, porque será que se mira así. No lo sé, pero es un insulto para mí, ¿acaso la vestimenta para tener que pararse frente a mi casa y no tener que hacer nada más que detenerse y mirar hacia ese lugar es tan lujoso o algo por el estilo como para vestirse tan bien. Y, para colmo, me da la espalda y no me presta atención. Si me preguntaran el motivo por el cual no le dije nada para que ya no lo hiciera, sería porque no me escucho cuando le hacía más de mil señas porque me notara.

Saben, si me preguntaran el motivo por el cual no le grite para llamar su atención es simple la respuesta. La verdad, yo no soy alguien que le guste hacer conflicto con los demás, siempre y cuando no me provoque, no tendré que hacer nada en contra de nadie. Pero, si vas a venir seguido y quedarte parada ahí como una boba que babea por alguna razón frente a mi casa, mi… mi ¡MI PACIENCIA SE PUEDE TERMINAR!, así que sólo vete a babear en otro lugar y deja mi tranquilidad regresar.

Bueno, Ah~, ya dejemos eso de lado. Al observar cómo ella venia muy seguido a ese punto y se quedaba viendo todo el tiempo al mismo… mh, mh, no puedo decirlo porque me enoja sólo tener que decirlo, así que mejor no lo diré. Yo la mire, en su mirada había un pequeño brillo que nunca antes había visto. Al parecer, se lograba sentir una atmosfera cálida y deslumbrante salir de ella. Algo no andaba bien con esto, la verdad, nunca olvidaré eso. Yo me quede con esas ganas de saber que era lo que le hacía sentirse así. Pero, yo… yo…. YO, no puedo decirlo con exactitud, los celos que me venían eran en gran medida y no me dejaban pensar con claridad. Pero, pero no podía hacer nada en contra de ello, no puedo hacer nada por ella ni por mí. La seguía viendo muy claramente, ella no es alguien que sea así de descuidad, ni mucho menos alguien que se atreva a quedarse en un lugar como ese para babear, sobre todo si se trata de que las personas se pueden llegar a dar cuenta de esto. Lo que será que le provoque terminar estando en ese lugar, lo he de descubrir y corregiré mi punto de vista si ella tiene una muy buena razón.

Antes de darme cuenta, mientras la observaba, termine comprendiendo un poco de lo que en realidad estaba esperando cada día en el mismo lugar. Pero, la manera en que termine comprendiéndolo fue muy casual o fue sorpresivo. Mis palabras nunca llegaran a poder describir con exactitud eso, pero, lo que sentí es la única prueba de que todo lo que paso fue real y no una ilusión.

Esto fue durante el inicio del mes de diciembre, ya había pasado algunas semanas desde que me quede observándola. Pero, durante esos días ella no volvió a pararse en ese lugar. Esto me pareció un poco sospechoso. Que le pudo haber pasado, sé que había dicho que me era una poco frustrante verla ahí, pero ahora sentía que me había acostumbrado a que se mantuviera en ese lugar.

Tuve que salir y ver por mi propia cuenta lo que era. Al salir de mi casa, el frio viento soplo. Lo bueno es que me puse mi bufanda y mis guantes. Me dirigí a ese punto que se había vuelto el punto de reunión de Nomi, aunque, la verdad es que nunca se junto con nadie.

Mientras me quedaba en ese lugar viendo e imitando a Nomi, fue que lo vi. En ese lugar, alguien estaba trabajando con mucho esfuerzo. A pesar de que lo miraba que era muy tonto, me sorprendió ver que era más atento con los clientes de lo que me imaginaba. Yo, por algún impulso, termine dirigiéndome hasta aquel lugar y entre. Al entrar, ese lugar era enorme, la verdad, a pesar de estar casi frente a mi casa, no me había fijado que se trataba de una venta de varios artículos. Pero, sobre todo, había una parte donde se podría decir que era una cafetería.

Entre a la cafetería del lugar, ya que no me interesaba comprar los peluches, entre otras cosas que ofrecían también. Al sentarme en una mesa, fue que él llego a mi mesa, tomo mi orden y me dijo que en breve me lo traería. Yo, mirando de un lado a otro, me preguntaba cómo es que nunca entre en este lugar si es que no esta para nada lejos de mi casa y mucho menos me di cuenta de que este lugar era así. Creo que me he dado cuenta lo que mi propia distracción puede ser tan fuerte que ignoro por completo estos lugares.

Al traerme mi bebida con un pequeño postre que pedí, comencé a comer. No sé, pero no puedo desperdiciar mi dinero si no disfruto esta delicia. Se trataba un pastel de fresa y un vaso de chocolate. En un tiempo en que hace frio, tomar algo caliente siempre anima a cualquiera. Así que me mantuve siempre alerta, o eso creía. Ya me había vuelto a perder sin tener en cuenta que aquel panorama me dijo más de mil cosas en un instante. Esto no es bueno, no puedo mantenerme en este lugar por mucho más tiempo. Si deseo sobrevivir de este… este… LO QUE SEA QUE ME ESTE DOMINANDO Y APODERANDOSE DE MÍ. No debí adentrarme a este lugar así nada más sin estar ya con una preparación de ante mano. Nadie me dijo que esto sería muy difícil. Ahora me pregunto, ¿cómo es que ella logro aguantar esto? Además, ahora entiendo el motivo por el cual no se atrevió a poner un paso dentro de este lugar.

Sali inmediatamente, después de pagar por supuesto. Pero, debido a la prisa que llevaba, termine olvidando mi bufanda. Al entrar a casa y darme cuenta de eso, mi mente me decía “¿Cómo pude haber hecho esto? No sólo se trataba de mi bufanda favorita” sí así es, esa bufanda era mi favorita. Ahora, la misión había cambiado y tenia que recuperarla. Pero no podía volver, si lo hacía no creo que saliera de ahí bien.

El dolor de cabeza aumentaba. Pero, algo inesperado paso. El timbre de mi casa sonó. Así que Sali a ver de quien se trataba. Al abrir la puerta, ahí estaba él. Ese muchacho tímido y muy callado conmigo. Siempre me ha evitado por alguna razón. Pero, ahora se encontraba frente a mi casa. Él, que me entrego avergonzado mi bufanda, me pareció un poco divertido como los nervios se apoderaban de él. Mientras el trataba de articular palabras, sin querer termine riéndome de ello. Él, que no sabía que pasaba, se altero y pensó que había hecho algo mal. Bueno, esa era la impresión que me dio.

Mientras recibía mi bufanda, le agradecí. Él me sonrió. En ese momento, no sé como fue que perdí el juicio y me le acerqué. Él se paralizo y, viendo mi seriedad, de seguro se habrá asustado por la expresión que puso sin saber que hacer. Pero, yo, acercándome más a él, sin querer le di un beso en la mejía, o eso creí que era, y luego le dije gracias. Él se sonrojo y me dijo “de nada” y se fue.

Yo, que sólo le di una sonrisa sin preocupación, cerré la puerta y entre. Me dirigí con normalidad a mi cuarto y, tirándome en la cama, al fin mis nervios y vergüenza salieron. De verdad, yo, siendo alguien que no comprendía nada, termine dándole un beso. Ese fue mi primer beso, yo nunca le había hecho caso a ni un chico. Y, mientras me juntaba con mis amigas, me decían que debía de ser popular y tener novio. Pero, a mí no me interesaba para nada le tener novio. Acaso, fue por él que me puse celosa con Nomi. Es que ella no puede fijarse en él.

Ya lo dije, él no puede ser de nadie más, no se lo daré. Nunca permitiré que haya más detrás de él, ya que siempre será sólo mío. Así que, eso fue, eso fue lo que sucedió, tal vez sentía que debía de dejarlo claro de una vez. Mi rostro todo caliente y estoy roja como un tomate. Ay, ay, ay, ay, como es que lo hice. Soy ahora una señorita, pero… (con tristeza) pero será que podre ser alguien visible ante sus ojos.

Ya habiendo pasado más tiempo. En este momento todos hemos crecido y nos encontramos trabajando en diferentes lugares. Ya no los he vuelto a ver. Hasta ese día. Aquel día en que vi a Nomi nuevamente y me contaba de algo que me parecía gracioso. Al parecer encontró alguien de quien poder sentir algo. No estoy segura si es que será real o una ilusión lo que ella tiene en mente sobre esto. Pero, para ser honesta, también vi a Jorge. El tiempo se fue volando y ahora ya no puedo decir que lo volví a ver. Durante esta fiesta que han hecho mis amigas, he asistido ya que me encontraba aburrida. Sin embargo, ahora pienso que fue una mala idea, será mejor que me retire antes de que hagan algún escándalo. Ah~ (suspirar), bueno me voy de aquí.

Al parecer, ellas dos me han de acompañar también. Bueno, no es que haga alguna diferencia. Ellas van platicando entre sí y me dejan fuera. Pero, (levanta la vista al cielo) la noche es bella y estrellada. Será mejor que no me quede parada, sino me van a dejar.

Alto, acabo de sentir una mirada por ahí (voltear). Alto, esa persona que está ahí. Él es… él es… no puedo creerlo. Al fin, después de tanto tiempo, al final te pude encontrar. Espero que ellas no se hayan dado cuenta, bueno (continuó platicando) están un poco ebrias, no creo que se den cuenta de todas maneras. Pero, espérame un poco más, ya voy a poder hablar contigo como era, bueno como debería de haber sido. Nomi, no eres la única, yo al fin podre entender lo que nunca supe antes.

De esta manera es que desaparecieron los dos entre la noche. Él muchacho por un camino y “la señorita misteriosa” con sus amigas. Aquella noche le hizo revivir y recordar algo que creía haber enterrado ya hace mucho tiempo. Las formas en que apareció todo y desaparece.

Gracias por haber leído esta historia, esta es la historia numero 19 que hago. Espero que les haya gustado. Espero ver sus comentarios y sugerencias para poder mejorar.

Hasta la próxima

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