Que tanto puede tardar en sanar el pasado? Por cuánto tiempo resistiré cargando esta maleta? Cuando creo que la he soltado, cuando al fin me siento libre del dolor de perdernos, un nueva imagen se dibuja en mi mente, un nuevo y loco reclamo se cruza entre mis lagrimas y te culpo y me culpo. 

Me duele la inseguridad en la que me encuentro, me siento un blanco fácil de mis fantasmas, de mis heridas, no supe amarte como tampoco supe dejar de hacerlo y entonces lo entiendo, nunca hice algo bien, todo cuanto suena en mi cabeza se destaca con un profundo y doloroso error, por eso me dejaste atrás? por eso me perdiste en medio de la neblina de nuestras emociones. Apresuraste tanto tu paso que mi distraída conciencia volaba en la incertidumbre de un pantanoso recuerdo, 

Me dueles hoy, después de tanto, me duelo. Quisiera poder abrazarme, abrazar la cura para esta tristeza, para esta soledad de ti, de mi, de nosotras. La furia de aquellos reclamos incoherentes intentan expulsar un sonido, un gemido, pero la velocidad de mis razonamientos ahogan cualquier intento y acepto y entiendo que esto era tu mejor camino y también el mío.

Me debes un hogar, me debes un para siempre, me debes un corazón completo, me debes tanto que a veces pienso que no te perteneces, 

Solo por esta noche quiero estar un poco rota, un poco sola, un pedazo incurable y desolado, solo por este momento en el que quisiera gritar tan alto que se despertara ese mágico momento, en los que los abrazos eran suficientes, en los que me escuchabas en el silencio de tu corazón y me respondías olvidando las limitantes de nuestra natural existencia.

 

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