Abro mis ojos y te veo ahí,
durmiendo con el sol de la mañana que se filtra por la ventana
y pienso que no puedo pedir mas,
que ese instante en el que me siento plena,
entre tus brazos,
con tanta calma a mi alrededor.
Quiero creer que la felicidad se parece a eso,
a estar en ese huequito entre tu pecho y tu cuello
donde apoyar mi nariz y poder cerrar los ojos,
sabiendo que no existe nadie que me haya hecho sentir de esta manera.
OPINIONES Y COMENTARIOS