Acogiéndome

No eres lo que dices que haces si no lo que haces…

Fueron las palabras que ayer le dije a un amigo mìo, no supe bien quien lo habìa dicho ni si la frase estaba bien citada, pero la intenciòn comunicativa tuvo el efecto que querìa… Posteriormente me puse a pensar… ¿A quièn le decìa esa frase? ¿Realmente se la dije a mi amigo? o ¿tambièn me la estaba dicièndo a mì?

Mis dìas habìan estado llenos de melancolìa… durante estos dìas me quedè en el sofà acostada por horas, una sàbana cubrìa todo mi cuerpo, pero yo deseaba que cubriera màs que eso, deseaba que acogiera mis làgrimas, mi autocomplacencia, mi tristeza, mis caòticos pensamientos; deseaba que realmente me cubriera a mì…

Pasè varios dìas de esta manera, sin querer moverme, sin arreglarme, viendo ese estùpido aparato frente a mì, lleno de gente en televisiòn fingiendo ser feliz cuando no lo eran… Terminè sintiendome peor que nunca…

De pronto caì en cuenta que estaba volviendo a la misma tristeza de hace algunos meses, entonces comencè a preocuparme por mi misma, me puse a ver videos de motivaciòn en internet, logrè sentirme mejor de manera momentànea y recordè a uno de mis profesores de la universidad, lo recordè porque el hubiese dicho que todo eso era basura y buscaba ser una soluciòn inmediata cuando no atacaba el problema de raìz.

Toda esa tarde no hice nada por levantarme, salir a la calle y acabar con la melancolìa que estaba agobiando mi ser, al contrario me quedè acostada reproduje uno y otro vìdeo buscando que las personas en ellos vinieran y me levantaran de este caos en que yo misma me estaba sumiendo.

Hace unos meses tuve una separaciòn de pareja muy dolorosa, la cual me hundiò en una profunda tristeza, me hizo perder la motivaciòn y me llevaba a actuar como una autòmata…

Entonces recordé esos momentos y abracé muy fuerte esa cobija que cubría mi cuerpo. Quería que alguien me rescatara, pero, eso no sucedió, pese a que mi familia me preguntò què me ocurría no quise hablar al respecto, me sentía demasiado abrumada para hablar, ni siquiera yo sabìa que me estaba pasando.

Y hoy, hoy dejè de regocijarme en ese dolor y me arreglè, comencè a hacer planes, comencè a escribir y a leer de nuevo. Decidì rescatarme a mì misma.

En efecto la primera frase me la estaba diciendo a mì, hace algunas semanas habìa estado llena de planes y proyectos, pero me di cuenta de que todos esos planes requerìan mucho esfuerzo e intentarlo una y otra vez. Eso terminò por enfermarme y caì de nuevo en el lugar de hace meses… Dejè de arreglarme y me refugiè en mi zona de confort, la cual estaba bien còmoda, el sofà en que habìa estado acostada representaba mi zona de confort y tenìa una sàbana demasiado calientita debo agregar. Pero eso no me llevarìa a ningùn lado, màs que a hundirme màs y màs en la tristeza, màs que a darle poder en mi vida a alguien que ya no lo tenìa y quien nunca debiò haber tenido tanto poder dentro de ella.

Hoy me levantè y acogiendome, comencè de nuevo…