Te veo venir

-¿Qué hora es? me pregunto agitado. 5 AM- marca el reloj, me es imposible conciliar de nuevo el sueño.

Me levanto de la cama y me dirijo hacia la cocina, un café no me vendría mal. Pongo la cafetera y enseguida busco entre mis cosas una pequeña libreta, un poco vieja, con un par de hojas sueltas, la llevo conmigo hace un tiempo, escribo algunas ideas y datos , recuerdo a ver anotado tu numero o alguna dirección, busco detenidamente, no tengo éxito.

El café está listo, lo tomo negro y sin azúcar es algo que aprendí de ti, apreciar el dulce amargo de un café, de una vida, de un momento.

Dejo volar mis pensamientos, siento que me pierdo en un laberinto y sin darme cuenta son las 7 AM debo irme.

La ciudad se torna gris, hoy en especial siento una helada sensación que no deja de erizarme la piel, como si me siguiera el fantasma de tu recuerdo, si es así le pido guiarme hacia ti, no dejare de buscar-te.

Hubo algo aquella noche, que no vi, quizá pedias ayuda no lo sé, repaso tus señales, tus palabras, no me llevan a ningún lugar.

El bar, voy a él, atravieso aquel callejón, no parece ser el mismo lugar, me acerco a la barra y el cantinero no conoce tu nombre, me cuesta creerlo, doy detalle de tu persona, tu cabello corto un poco rizado, tus ojos marrones, tu piel. Es tu lugar favorito y no hay rastro de que alguna vez hubieses estado aquí, señalo tu lugar, en aquel rincón, tu presencia no pasaría desapercibida, no entiendo nada. ¿Qué te paso?

15 de marzo

Te veo venir y como si fuera la primera vez, te observo con calma y silencio

Y sin pensarlo demasiado me encuentro en tu mirada, A veces distante y quieta

Me parece que solo tú me puedes provocar el querer ahogarme en el mar de tus recuerdos,

de la vida que antes de mi bailaste al ritmo más complaciente.

-¿Por qué me miras así? ¿pasa algo? Me abordas enseguida

-No , solo te veo venir.