Sobre la compañía y las «líneas de vida»
Maqroll, el Gaviero, es el personaje principal y voz narradora de esta historia de Mutis. Después de una travesía en barco y de que este fuera embargado por las deudas del capitán, se ve obligado a regresar y permanecer en el punto de origen del trayecto. Allí, en una tierra desconocida para él, tiene que residir mientras encuentra la forma de salir.
Cuando imagino la situación de estar varado en un lugar que no es para nada familiar, sin mayor claridad ni dinero para salir de ahí, no puedo evitar pensar en que sería más fácil hacer esto con compañía. No necesariamente compañía amorosa o de un amigo, sino de alguien que sea lo suficientemente inteligente y «aprovechador de oportunidades» para buscar un camino de salida.
Quizás así mismo pensaba Maqroll porque cuando ve por primera vez (otra vez) a Ilona, escribe «fue entonces, a punto de llegar al abismo, cuando ocurrió el milagro salvador».
Eso de que se vieron otra vez por primera vez suena un poco sin sentido pero, no lo es tanto teniendo en cuenta que Ilona era ya una antigua amante y conocida a la que, según palabras de él, no se puede obligar a permanecer ni en un solo sitio ni con una misma persona por largo tiempo. Pero Maqroll la conocía bien y uno lo nota en frases tan particulares como «esa expresión tan suya» porque son las palabras que uno usa cuando ya tiene lo suficientemente bien estudiado a alguien. Cuando uno sabe qué tipo de cara hace cuando algo le gusta o no, cuando tiene sueño, cuando está pensando y así con varias cosas.
Hay, en la historia del Gaviero, un cambio de sentido cuando reaparece Ilona y es que no solo deja de lado frases como «íbamos entrando todos en un estado muy cercano a una controlada y estéril desesperanza», sino que también adopta un nuevo estilo en su escritura, la poesía y el romance aparecen justo cuando lo hace ella.
Aparte de todo el sentido del reencuentro y de lo emocionante que debe ser ver una cara conocida en un lugar donde nadie lo es, se puede decir que Ilona llego con las lluvias del trópico, pero también para dejar a un lado la lluvia que había en la vida de Maqroll. Y lo de la lluvia, podría tomarse en un sentido literal teniendo en cuenta el relato, pero no, lo estoy considerando en el metafórico porque, creo que a todos nos pasa que cuando pensamos en la lluvia o específicamente en un día lluvioso, es un momento no muy feliz, sino más bien melancólico. Y esto era justo lo que estaba pasándole a él porque, por lo menos en mi caso, encontrarme en un sitio desconocido, sin dinero y un objetivo en particular, no sería una experiencia muy grata.
Como venía diciendo hace un ratico, cuando Maqroll ve a Ilona, su relato se vuelve muy «rosado», sin embargo, a medida que van pasando más tiempo juntos y su relación natural sale a la luz, la escritura vuelve más o menos a lo que era antes, cruda y sin tantos adornos. De pronto esto sea por los límites, ya que, al avanzar más en la historia de Ilona, se puede observar que más que amor, entre ellos o por lo menos específicamente de ella hacía él, había ese tipo de cariño que se le tiene a un gran amigo.
Cuando pienso en el tipo de relación que han llevado estos dos personajes, se me viene a la cabeza una imagen que vi alguna vez sobre «las líneas de vida». Allí se mostraba cómo, dependiendo del vínculo, dos segmentos podrían cruzarse o separarse. Entonces, digamos la de dos personas que se consideran mutuamente sus amores de la vida y están «para siempre» juntas, sus líneas estarán separadas en un punto, pero una vez se junten, así estarán hasta el final. Algo similar pasaba con la línea de mejores amigos. Había otras que se cruzaban en un punto y nada más, otras que se mantenían juntas por un tiempo y después se separaban totalmente. Pero, la que considero la más triste de todas, es la de una persona y su mascota porque se encuentran en cierto punto y después una de las dos termina mientras la otra continúa.
A lo que quería llegar con esto es que, la relación de Maqroll e Ilona es algo que en su momento no identifique, pero que ahora veo como dos líneas que se están encontrando y alejando constantemente porque, a lo largo de su vida como viajeros, ésta misma se había encargado de cruzarlos y separarlos en ciertos momentos. Panamá fue uno de los puntos en los que estarían juntos más con un sentido misional que con cualquier otro porque ambos querían salir de allí y podría decirse que se necesitaban mutuamente y de forma complementaria para lograrlo. Ilona tenía claras las ideas, sabía qué y cómo debía hacerse algo y Maqroll, además de acompañarla, ejecutaba los planes.
Pero, el sol no duraría para siempre. Cada persona que conocieron, cada plan que hicieron y cada día que pasaron juntos hacía que se acercará el punto desafortunado al que Maqroll hace referencia en un momento en particular. ¿Los días de lluvia se van de nuestra vida de la misma forma en la que llegan?
OPINIONES Y COMENTARIOS