Por más que pueda escribir, pueda leer e incluso escuchar, cualquier verso, poema y hasta incluso escrito, nunca podría llenar mi alma como lo haces tú.
Has llenado cada rincón de mi ser, aún en los más oscuros te has vuelto mi luz; aún en las pruebas más difíciles has iniciado una guerra por mi; siempre estás dispuesta a estar a mi lado, siempre tras mis espaldas, cuidándome.
Nadie más que tu controla mi ira; más fuerte que un tsunami, es una palabra tuya; más confiable que una torre son tus palabras.
Apacibles, cálidas, tiernas e incluso dóciles; todo desperfecto en ti, carisma, actitud, belleza y un corazón sin igual.
Sin miedo has alumbrado mi oscuridad, has apagado las llamas de ira que me consumían; has limpiado las lágrimas que rodean mi soledad, has controlado hecho explotar mis emociones.
Nada te detiene, no hay quien pueda contra ti, luchas cada día y aún peleas a mi lado; combates tus peores momentos y aun así siempre estás conmigo; sin tambalear, sin miedo.
No hay duda, ya no existe; estoy más seguro, eres lo que quiero en mi vida; no un momento, no unas horas, no unos días, sino toda mi vida.
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