Pasaron años después de la muerte de Cielo, Alex tuvo su propia empresa de moda, era el primer confeccionista de su país, hacia unos hermosos vestidos.
Un atardecer, mientras caminaba por un sitio oscuro, descampado, escucho la voz de una señora que pedía ayuda.
– ¡Ayúdenme por favor! – gritaba la mujer.
Él decidió ir a ver que pasaba, la mujer en voz baja le dijo que estaba en atrapada desde días y nadie le ayudaba. Alex era el único que se asomó a ver. Empezó a sacar a la mujer de aquel fierro que andaba en sus piernas. Después de unos minutos Axel decide llevarla a casa, andaba muy herida y sangrando, pero la señora de agradecimiento le dijo:
– Este mundo es tan cruel con las personas que amamos, sé fuerte, por qué tu alma gemela se aproxima.
-Pero mi alma gemela murió hace años.
La señora se levantó y se fue. Alex estaba confundido, no sabía lo que había pasado esa noche.
– Que me habrá querido decir esa mujer.
Alex siguió su camino y pensando en lo que esa señora le había dicho.
-¿Por qué no viniste en tu carro? – exclamaba la madre.
– Quería venir caminando madre.
– Debes tener mucho cuidado, sabes que estas calles son peligrosas, uno no sabe lo que se encuentra.
– Justo en el camino me encontré con una señora, estaba pidiendo ayuda, se enredó en un alambre con púas, sus pies estaban sangrando y decidí ayudarla. Pero algo me dijo, no puedo sacarlo de mi mente.
«Este mundo es tan cruel con las personas que amamos, sé fuerte, porque tu alma gemela se aproxima».
– ¿Qué raro, has visto sus ojos?
– No, andaba con una capucha.
– Debes tener cuidado, fue segura una bruja, menos mal que no te hizo nada hijo.
– Ya madre, no importa eso. Ando con sueño, tengo hambre también.
Mientras ellos cenaban, de repente a Alex le vino a la mente la muerte de Cielo.
– ¿Mamá, nosotros tocamos el cuerpo de Viviana en la morgue?
– Como vas a decir eso, si nosotros mismos con los demás vimos como la enteraron, ¿por qué dices eso, hijo?
– No sé madre, me vino eso a la cabeza.
– Alex debes ir a dormir.
Esa noche él tuvo un sueño con esa señora que vio, él se despertó del susto y fue a tomar agua. Mientras iba regresando, escucho voces.
– Alex, ayúdame.
– ¿Cielo?
– Estoy imaginando cosas, me iré a dormir.
Se fue a descansar esa noche, casi no podía dormir. A la mañana siguiente, cuando despertó, encontró una foto tirada en el suelo, era él con Cielo.
-¡Mamá!
-Dime hijo, ¿qué pasó?
-Ayer, mientras dormía, escuchaba voces, como si Cielo me pidiera ayuda.
-Qué cosas dices, hijo, que te habrá hecho esa mujer.
– No sé, pero algo me dice que ella está viva.
-Hay hijo, báñate antes que llegues tarde a tu trabajo.
Alex justo ese día iba a tener una reunión, andaba un poco tarde.
Cuando llegó pidió disculpas y justo cuando iba a hablar, ve a una mujer con los mismos rasgos de Cielo.
– ¡Cielo!
– Discúlpeme, señor, pero se está confundiendo, un gusto conocerlo, mi nombre es Perla.
-No, tú eres Cielo.
-Mejor es que me retire.
-No disculpa, me habré confundido señorita.
Alex empezó hablar sobre el proyecto que iban a hacer, pero no sacaba la mirada a la chica. En todo el tiempo que duro la reunión, sus ojos brillaban hacía ella.
Terminó y todos salieron, él en su oficina se quedó pensando, estaba seguro de que ella era. Y se acordó de lo que dijo esa señora que tropezó en su camino.
Decidió seguirla, después de tantos minutos de caminar, ella entró a una casa, salió un hombre Joven y unos niños abrazándola fuerte.
– Creo que ella ya tiene su esposo e hijos, que hago aquí.
Entonces se acercó y justo cuando iba a tocar la puerta, un señor abrió.
-Buenas tardes, ¿Quién es usted? – exclamaba el papá de Perla
-Me llamo Alex, un gusto.
El señor cerró la puerta con fuerza y asustado.
– ¿Qué dije? Ese señor se me hace conocido, en dónde lo habré visto. Sé que lo vi en algún lado, pero aún no recuerdo.
Pasaron así los días, hasta que un día, mientras él estaba echado en su cama, decidió ver una película de terror. Al estar mirando, le vino a la mente el rostro de ese señor, se acordó, él era el doctor de ese día que acuchillaron a Cielo.
-Algo está pasando, voy a averiguar todo.
Amaneció y Alex se fue a su oficina, la chica apareció de repente diciendo que ya no participaría en el proyecto.
-¿Por qué?
– Viajaré esta tarde, tal vez no vuelva.
¿Cómo así?
-Mi padre está mal y quiere irse de acá.
– ¿Cómo se llama tu padre?
– Augusto Monterrey Snow.
– ¿En qué trabaja?
– No trabaja, dejo su trabajo hace años.
– ¿Pero en qué trabajaba?
– Era doctor y cirujano. ¿Por qué me preguntas eso? ¿Lo conoces?.
– Si, él ayudó a una persona que amaba mucho, pero no pudo sobrevivir.
– Entiendo, eso tuvo que ser doloroso.
-No te preocupes, la recuperaré.
-¿Qué dijo?
– Nada, olvídalo. No te vayas, tengo psicólogos y doctores profesionales que pueden ayudar a tu padre.
– ¿Puedo hacerte algunas preguntas Perla?
– Si dime, además aún tengo tiempo.
– ¿Tu madre como se llama?
– Ella nos abandonó, yo tenía 3 años en ese entonces, vivo con mi padre, mi hermana y mi hermano que ya tiene 3 hijos. Para mí esa mujer ya no existe.
– ¿Tienes hijos?
-No, tengo sobrinos, pero ellos son como mis hijos.
– ¿Pensé que si, entonces no estás comprometida?
– No, mi padre es el único hombre que adoro, para qué necesito otro hombre.
– Me alegro eso.
– Bueno, ya tengo que irme.
Cuando ella se levanta y se despiden, a Alex le entra algo en todo su cuerpo, igual a ella.
– ¿Qué pasó?
– Sentí algo, no sé como explicártelo.
-Eh, ya me voy, se me hace tarde, cualquier cosa me avisas. Tendré que cancelar el vuelo.
– Está bien, me comunicaré contigo para ver el problema que tiene tu papá.
– Muchas gracias.
Alex no sé quedo ahí, él estaba siguiéndola. El hombre apareció otra vez, Cielo entro a su casa y el señor se enojó, salió y cerró la puerta con fuerza. Alex decidió también seguirlo, ver en verdad quien era.
El señor llegó a un parque y empezó hablar solo.
-Por qué debiste estar en mi camino, estábamos bien. Todo lo que hice, no debí traerla de vuelta a este país. Debo hacer algo, cueste lo que me cueste, María no debe saber nada de Cielo.
Alex escuchaba y se fue corriendo a llorar, Después de un buen rato el señor decidió regresar, rogaba a Perla a que se fueran de ese país, pero ella no quería.
Llegó el día en donde Perla tenía que salir a una reunión de los nuevos proyectos que iban a sacar. Para lo que nadie se esperaba, ese día la señora María trae el almuerzo a Alex, su madre estaba algo mal.
– ¿Cielo?
– ¿Me dice a mí?
– ¿Hija? Estás viva.
Empezó a tocarle el rostro, pero Perla la esquivó.
-Señora, suélteme por favor.
-No seño, ella no es Cielo, ella es Perla.
-No me mientas, ella es Cielo, mi bebé.
La señora María la quiso abrazar, pero ella no entendía lo que pasaba, hasta que unos minutos ella recuerda algunas cosas en donde esa mujer salía, así que decidió soltarla.
– No me toque, señora.
– ¿Alex?
– Venga un rato.
Todos se retiraron confusos, hasta que le cuenta todo a María, ella sale corriendo y van a la casa de Perla. Quién abre la puerta, era el señor Augusto.
– ¿Augusto?
– ¿María?
-¿Lo conoce?
– Él es el papá de Cielo, es un loco demente, una vez quiso matarme a mí y a Cielo.
– Yo no la conozco.
De repente sale Perla…
– ¿Qué pasa? Que hacen aquí en mi casa.
– Cielo, ella es tu madre.
– Por qué insisten en llamarme Cielo. Les pido por favor que se retiren.
– No, tú no puedes estar con este hombro en el mismo techo.
– Que te hizo?, te voy a matar Augusto, que le has hecho a mi Cielo.
Perla cerro la puerta y se dirigió a su habitación. Su hermana tocó la puerta, ella la abrazo fuerte. Cielo no entendía nada de lo que sucedía. Xiomara empezaba a llorar, sus ojos andaban tan hinchados.
– ¿Por qué lloras Xiomi?
– Perla, lo siento mucho, pero ya no puedo ocultártelo.
– ¿Estás loca, no?
Salen del cuarto y se van al balcón.
-Papá miente, él con tu madre tenían una buena relación, pero un día tu padre llego ebrio y quiso abusar de tu mamá a la fuerza y matarla. Ella con toda sus fuerzas escapó, un hombre les dio hospedaje y se quedó con ustedes en todo tiempo. El señor se enamoró de ella, se casaron, pero al tiempo él murió. Tu madre se fue a vivir por años a este país, tu padre, por otro lado, vio todo y quiso vengarse de tu madre. Tuviste un accidente, Alex era tu enamorado, ese día yo estuve presente. Esa noche sangrabas demasiado, te llevamos de emergencia, pero el doctor quien estuvo ahí era tu padre y aprovecho en hacer su venganza. Él extorsionó a una doctora para que mienta a Alex y tu madre, tú cuando despertaste no recordabas nada, él dijo que descanses. Cuando andabas durmiendo te inyectaron algo y no sé que era, él me dijo que no abriera la boca, Yo tenía 15 años, andaba siempre tu papá en todo camino, soy en verdad, no soy tu hermana, soy tu tía. Lo siento Cielo, después de tantos años con esta mentira que llevaba no pude soportar.
– ¿Qué me está pasando? ¿Por qué me arde la cabeza?
– ¿Tomaste las pastillas que papá te daba?
-No, hace una semana las he dejado.
– Esas pastillas te hacían que no recordaras nada.
-Como pudo hacerme esto.
Cielo, en ese momento de tanta ira, empezó a recordar todas las cosas.
Cielo empezó a llorar y se desmayó. Tuvieron que llevarla de emergencia. Cielo tuvo un gran trauma, estuvo 3 semanas internada. Alex iba a visitarla en esos días, hasta que ella sale y va a buscarlo. Cielo le cuenta todo, se había acordado de esos momentos con él, la vez que tropezó con él en el cine. Alex decide llevarla a todo los sitios que habían pasado juntos.
Después de unas horas regresan a casa.
– ¿Puedo quedarme esta noche contigo?
-Esta casa es tuya, quédate conmigo para siempre.
Esa noche paso algo entre los dos, fue hermoso.
Al amanecer, Cielo le pidió a Alex que le acompañe hablar con su madre. Alex llamo y la señora María toca la puerta, pero justo cuando ella abrazaba a Cielo, la disparan en el brazo.
– ¡Mamá!
-¡Cielo!
-¡Señora María!
Llamaron a la ambulancia, llegaron los doctores y la llegaron de emergencia. Llegaron al hospital, menos mal que esa bala no le afecto otros órganos del cuerpo.
-Alex, quiero que me hagas un favor.
-Sí, dime.
-Sé que fue ese hombre, quiero que lo encierren en la cárcel.
– ¡Pero!
-Pero nada, llama ahora, con la vida de mi madre nadie se mete.
Llama a la policía y no pasó tanto tiempo que lo atraparon queriéndose matar. El señor estaba en su cuarto con algunas pastillas, pero su hermano lo detuvo a tiempo. Tú viste que llevarlo de inmediato. Cielo fue a la comisaria.
-Perla ayúdame.
-¿Perla?
– Cielo es mi nombre, no me llames Perla. Quiero que este hombre este encerrado por el intento de matar a mi madre y por fingir hacerme pasar todos estos años por otra persona.
-¿Así me vas a pagar todo lo que hice por ti?
-Yo no diré nada.
-Ojalá te mueras, igual a tu madre. Hubieras muerto en ese incidente nada más.
Cielo salió llorando de la comisaria, Alex la abrasaba, decidieron ir a casa a recoger sus cosas de ella. Pasaron los días, todos estaban tranquilos. Cielo cuando sale de la recámara empieza a tener mareos y se desmaya. Alex la lleva de inmediato al hospital, él andaba muy preocupado, tenía miedo que la pierda otra vez.
Llegaron y la llevaron de emergencia, el doctor después de unos minutos les da la gran noticia.
– ¿Doctor que pasa? ¿Ella está bien?
– Todo está bien, solo fue su embarazo.
– ¿Embarazo?
-Si, señor, ella está embarazada, por eso tiene esos mareos.
Alex fue inmediato y la abrazo, lloraba de alegría. Ella estaba asustada, no sabía nada. La beso demasiado, ella quería regresar a casa, no le gustaba el hospital. Fueron a ver a María, Alex le dio la sorpresa.
– Señora María, usted será abuela.
– ¿Abuela?
– ¿Cielo, estás embarazada?
– ¿Qué?
– Amor, el doctor me dijo que esas náuseas son por tu embarazo.
– ¿Seremos papás?
– Si mi amor.
Se abrazaron tanto, estaban todos contentos de la sorpresa.
Años después…
♥ Un hombre quiere ser el primer amor de su amada. Una mujer quiere que su amado sea su último amor.
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