No sabría explicarte mi sentir, en la pesadez de mi alma se funde mi aliento, no pude detenerlo no sé cómo detenerlo, es como si viviera en mí. Agujero negro que vacía mi alma, esa que en llamas solía estar, esa por la cual sufrí tantas veces, y creía merecer, es como un puñetazo en el pecho que te hunde en lo más profundo de tus pensamientos y te detiene por segundos. Perdida me siento, como un camino con espinas que se entierran una por una en la planta de tus pies y no puedes dejar avanzar, no puedes detenerte, aunque te duele, caminas y caminas, sangras y sangras, pero no puedes frenar ni un segundo, todos mirando como tus pies se deshacen, y ríen en sus perturbantes mentes, que te encierran al final y no puedes ver con claridad el camino, cansada estas, y solo sientes como cada golpe te deja sin respirar día tras día, minuto tras minuto, pensamiento tras pensamiento, que no te dejan en calma estar, se mantienen encarnados como si estos tampoco pudiera desprenderse, como si estos tampoco quisieran caer, mientras el agujero negro te jala con fuerza para poder destruirte por completo, paralizarte.
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