Dios sigue hablando

La palabra de Dios, esta plasmada en la biblia está en dos dimensiones diferentes, el antiguo testamento y el nuevo testamento.

En al antiguo testamento encontramos la parte de conocimiento de la creación del hombre, la geografía, los grades fuentes hídricas y el poder que Dios permitió a algunos hombres. Se habla de la sabiduría, la fuerza física y el poder de la Fe.

La mayor parte del antiguo testamento es dirigida para el pueblo de Israel, el pueblo que Jehová Bendijo y declaro como su pueblo entre todas las naciones.

Los principios de la biblia son aplicables en el pasado, el presente y el futuro.

Máximas, como “El que esté libre de pecado tire la primera piedra”. No pasan desapercibida en ninguna cultura.

“Ama a tu prójimo como a ti mismo” es la solución a la violencia, es una antítesis al odio entre los hombres.

No pretendo citar todos los versículos o pasajes bíblicos, pero si demostrar esas máximas que rigen el mundo o que por lo menos debería regirlo.

La palabra de Dios es un poder que tiene la capacidad de cambiar vidas, de otorgar poder por eso Jesús nos dice que necesitamos conocimientos, para poder entender este poder y no dejar que algunos utilicen este poder y cambien el sentido de lo que Dios manda. En el recorrido que he tenido por la biblia he podido encontrar una sincronía desde Genesis hasta apocalipsis, es un mensaje coherente y una información directa a que vivamos sin miedo, porque somos imagen y semejanza de nuestro creador. El agua es un elemento utilizado por Dios en la biblia, con el agua se da la oportunidad de morir en cristo y resucitar juntamente con el en el bautismo, con el agua el Salvador elegido por Dios para sacar a Israel de Egipto, salvo su vida de la muerte y rescatado por la hija del Faraón. Con el agua, saco el pueblo de Israel Jehová para libertad y con el agua elimino a los egipcios.

Con el agua bautiza Juan el bautista para arrepentimiento, con el agua jehová Dios se arrepintió de haber creado al hombre y envió el diluvio.

Con el agua Dios alimenta tu vida y aun tu rebeldía, ya que dices no hay Dios, no hay Jesús, que el agua es producto de una casualidad, que es parte de una gran casualidad.

Recuerdo cuando en las clases de Sociología en una catedra llamada filosofía de todo lo que existe, yo solía decir, que Dios no podía existir, pues si fuese cierto ¿Por qué en África hay hambre y tanta pobreza?, pero lo que yo desconocía que en la mayoría de los `países de África adoran dioses, para particas de brujerías y diferentes fines, dioses que no le pueden dar buena calidad de vida, pero si miseria y pobreza.

Ahora algunos hombres algunos por desconocimiento y otros por la avaricia interpretan la palabra de Dios a su conveniencia para lucrarse económicamente y así vivir de los demás, no siendo levitas quieren recibir la porción de los demás hermanos, lucrándose de lo que ellos trabajan, citando el pasaje de Malaquías tres, donde jehová pedía los diezmo al pueblo de Israel, para la mantención de la casa y de los levitas, escogidos para las labores el templo, y ese Diezmo era en alimentos, especies y de todo lo que produjera la tierra.

Ahora obligan a las personas llevar dinero, al quien voluntariamente comparte la palabra de Dios en un sitio determinado que la mayoría de beses le llaman templo.

Dios no pone carga a ninguno de sus hijos, pero la culpa no es solo de las personas que se lucran de la Fe, están bien culpa de creyente que no se instruye en la lectura de la biblia como lo indico Jesús “mi pueblo sufre por falta de Conocimiento