En tu día, recordándote Como Mujer.!

En tu día, recordándote Como Mujer.!

ESTEFANYA PARRA

08/03/2021

Cada día único y diferente, no solo por su nombre y la fecha que este lleve. Quizás y me digas ahora mismo que en algún punto, un calendario se repite. ¡Sí!, acertaste, aquel calendario del año 1990 pudiste usarlo en el 2018.

Pero en tus facetas como mujer de seguro no llevas un calendario. Por más que todos los días realices un hábito establecido, un día estarás más cargada de energía. Ahí donde la formula «V=(C+H)*A» parezca básica, se incrementara al máximo.

Habiendo tanto que realizar y esas ganas de conquistar el mundo entero, siempre empiezas un día excepcional, entonces abrir los ojos de por sí, ya es una gran oportunidad para demostrarte a ti misma de lo que eres capaz.

¡Qué gran día!, ¡Buenos días mujer hermosa!, son tus primeras palabras para animar a tu cuerpo a levantarse de la cama. Unos cuantos auto besos, de esos que proporcionabas a tus dedos y luego ellos los llevaban hasta tus mejillas, era una forma única de darte amor tan temprano.

¡Listo!, la cobija se despegó de ti y ya estabas de pie. Una habitación ordenada era lo mejor que podía haber desde la madrugada, arreglaste la cama y lo que estaba a su alrededor. El apreciar el cielo de un día que empezaba no debía faltar, así que una ventana acostumbrabas a abrir. Una sonrisa y a empezar.

Eres increíble por todo lo que haces, entre meditar, ejercitarte, desayunar, darte una ducha y servirte unos alimentos saludables, estabas enfocada en aquello que lograrías en el día. Salir de casa había sido un verdadero cortometraje por el tiempo que duro, lo que apreciabas y esas palabras casi improvisadas que te permitían llegar a tu público.

Siempre te encontrabas con ese vecino de avanzada edad que sin falta alguna pasaba por tu casa a determinada hora, emitía una sonrisa y te decía: Señorita Lau, sonría que la estoy mirando, y no podías resistirte a hacerlo. Aquel buen hombre tenía gestos peculiares que, o bien te hacían sonreír o te hacían reír, cualquiera de estas reacciones era válida para que él continuara con su camino.

Tu lugar de estudio estaba algo lejos de tu casa, despertarte de madrugada era el horario perfecto para continuar con tu puntualidad. Los viajes en autobús eran una verdadera aventura, unos días sentada o de pie, días totalmente tranquilos leyendo un libro o cosas de tu interés, otros escuchando aquella música que te gustaba o se acababa de estrenar. En épocas de exámenes revisando aquellos apuntes que aun siendo los últimos, fueron el punto focal de toda la prueba.

Ya dentro del aula, todo se llevaba con normalidad, pero se creaban nuevas pláticas con amigos, alguien nuevo que conocer, exposiciones que presentar, tareas que entregar, informes que redactar para las semanas siguientes, planos que diseñar, publicaciones que editar, estrategias que definir y más que nada, agendas que escribir para tener una organización ideal.

Así era un pedacito del día que cursabas, y sin darte cuenta construías un legado excepcional. Esa mujer carismática, crítica, analítica, decidida y sobre todo genuina que te permitías ser, no pasaba desapercibida por quienes te rodeaban.

Aquella vez que saludaste con atención a un maestro que venía desanimado, le sacaste una sonrisa al reconocer el hermoso atuendo que traía. El chiste tan desatinado que se te apeteció contar, genero un verdadero dolor de barriga a todos quienes te escucharon al reír hasta más no poder. Aún no habiendo vivido lo suficiente, pero entendiendo de las lecciones que se presentaban en la vida y sabiendo lo significativo que era para las personas el ser escuchadas, no dudabas en dedicarles un tiempo para escucharlas, dar un abrazo y animar a quien te brindaba su confianza al compartir lo que le sucedía. «Tranquila/o, todo estará bien», aunque sean 4 palabras apenas, era lo que alguien atravesando una situación poco favorable, necesitaba escuchar.

Aquellas salidas con amigos en las que disfrutabas de un café, pizza, hamburguesas y esas bebidas fuera de lo normal, donde se charlaba de todo un poco y los recuerdos de lo vivido eran los protagonistas, siempre te permitían ser tú, con todos. El cúmulo de las vivencias que ahora mismo pudieron venir a tu mente, no están plasmadas en estas líneas, porque los llevas con exactitud en tu memoria.

Tu jornada terminaba en cuando lo decidías, porque culminabas una tarea, estudiabas con decisión y organizabas tus pendientes para el día siguiente, aun si este ya te visitaba antes de que tú pudieras conciliar el sueño. Así eran algunos días, cansados y tormentosos, otros por el contrario llenos de júbilo por el reconocimiento de un buen trabajo, una prueba y sobre todo tu talento.

Los días como te mencionaba han venido siendo diferentes, pero en cada uno ha estado algo en particular, «TÚ».

¡Tú!, con valores para reconocer,

¡Tú!, con autenticidad y una bella amistad,

¡Tú!, sin filtro para amar,

con inteligencia para liderar,

llena de lo que solo una madre y padre pudieron heredar.

¿Estás orgullosa de todo lo que has conseguido?, yo sé que, ¡claro!, será tu respuesta. Y como no estarlo, solo tú y tus cercanos sabemos el esfuerzo que te ha llevado estar en donde estas. En etapas diferentes, cursando un semestre más de la carrera, cerca de graduarte, sacando a relucir tus habilidades y aprendiendo en tu lugar de trabajo, enfocada en lo que haces todos los días para seguir edificando tu negocio, ayudando en casa, siendo una madre guerrera, una mujer extraordinaria. ¿Sabes por qué?, ¡exacto!, cada día das lo mejor de ti para que todo lo que realizas sea memorable y sea un casete de recuerdos para motivarte. Vivir el aquí y el ahora, agradeciendo lo que la vida regala, te está saliendo perfecto.

Ahora, aunque las cosas hayan cambiado y las salidas ya no sean frecuentes con tus amistades y el aula de clases se haya vuelto parte de tu casa, no tengo duda de que sigas animándote y animando al resto a seguir trabajando por sus sueños. Ser mujer como tú, no solo es serlo un día. Es un conjunto de ellos.

PD: ¡Feliz día!, dentro de tus días como mujer.

Etiquetas: mujer recuerdos ser

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