Donde esta el temor de ser quienes somos. Donde esta el inferir que necesita otra persona. Donde esta el respeto por los sentimientos que no nos pertenecen pero avivan a otras personas. De qué requerimos para ser más sensibles y persuadir que necesitan.
La indiferencia de dar dos pasos llenos de mentiras y de superstición de que todos están bien. La indiferencia de no reconocer que somos seres vacíos que sólo se preocupan por saciar el vacío individual para sentirse »vivo».
Vivir…
Una palabra que separa lo que tu quieres y lo que los demás quieren, siempre ha sido más fácil pensar en uno mismo que en los demás, pero no tendría sentido solo vivir para que cada uno se encargue de estar bien, el propósito de vivir es sentir recorrer el poder de brindar algo más, lo que este fuera de tu alcance para que alguien esté mejor que tu. Vivir es dejar de pensar en nosotros mismos y hallar propósito en los ojos de aquel que no ha dormido por el dolor y poder darle consuelo, vivir es escontrar a alguien sin ánimos de vivir y presentarle la razón correcta por la cual merece deslumbrar, vivir es ceder al cansado un refugio que nadie nunca tuvo la valentía de brindarle.
A veces estamos tan ocupados pensando en nuestras cosas que perdemos de vista el vivir para ayudar a los demás.
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