Su mente le jugaba malos recuerdos, no había otra respuesta, estaba obsesionada con él, no sabia como le había ocurrido ni el porque le había sucedido ahora y no antes, tenía todos los recuerdos al fresco de la mañana, se auto seducía consigo misma pensando en él ¿ Si te hubiera dicho que si ?.
El fuego de su interior estaba quemandola, ya no consigue sacarlo de su mente, no sabía si fue su cuerpo o los movimientos de sus manos que hizo que recordara aquel hechizo, se paseaba a eso de las 3:00 am por su cuarto tratando de conciliar el sueño y repitiendo su nombre como si eso fuera ayudar a que él volviera a su vida.
Volvían los sueños, las cortas películas en su cabeza, los apretones de labios pensando en su nombre, el solo recordar su cuerpo tatuado al completo, su rostro cubierto por su barba castaña y esos ojos que pocas veces se atrevían a mirarla porque en el fondo, él también la deseaba pero de otra forma,no como ella, que era más pasional, en cambio, él era más sentimental, todo hombre rudo tiene su debilidad y no es una simple mujer, pero ella no sabía eso, así son las historias trágicas estimados lectores.
Lo busco, pero ni rastro de él, solo tenía los recuerdos y las anheladas intenciones de volverlo a ver aunque fuera de reojo, no la juzgo, todos tenemos esas ansias de libertad, y es difícil abandonar el camino, esperando que no se lamente mas y que su mente no siga divagando en un recuerdo doloroso y fogoso, que al momento de dormirse la atrapa completamente y no deja de repetir su nombre. Manuel.
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