El pollito Verde

Había una vez un pollito que se llamaba amarillo que vivía muy feliz en el patio de una casa y se alimentaba de manzanas muy rojas que caían de un enorme árbol de manzana, también en ese patio vivía un gusano llamado azul, el cual era muy feliz y travieso, y se alimentaba de los residuos de manzanas que dejaba amarillo.

Un día amarillo noto que el día estaba muy frío y gris, por eso tomo la decisión de no salir de su casa que estaba junto al árbol de manzanas, Azul quien vivía en una madriguera noto que el día frío y gris lo tenía encalambrado, lo cual decidió arrastrarse y sin que amarillo se diera cuenta arrinconarse en lugar de su casa, el frío seguía ya habían pasado muchos días, de pronto amarillo mira por la rendija de la puerta y nota que el intenso frío era porque estaba nevando y las manzanas rojas que siempre caían en su patio, estaban blancas y congeladas, de repente un gran ruido lo asusto y salió corriendo fuera de su casa, sin interesarle el frío que hacía, ¡oh mi casa! Exclamo amarillo, pues el gran árbol de manzanas, no logro soportar el peso de la nieve que tenían sus ramas y luego cayó sobre la casa de amarillo.

Azul quien era un experto en arrastrarse, logro salir de la casa sin ninguna raspadura, amarillo luego sintió un gran dolor en su buche, pues el hambre que lo azotaba, sin ninguna manzana por comer, sin casa donde vivir y un frío que congelaba sus plumas, no tuvo más opción que ver azul como una deliciosa manzana roja y se lo devoro utilizando su pico.

Pasaron unas largas horas y amarillo quien había calmado su hambre al devorarse azul, noto que las nieve había desaparecido de su patio y el sol alumbraba y calentaba sus plumas, Exclamo ¡ahora tengo sed! y viendo un charco dentro de su patio se dirigió a beber agua para calmar su sed, pero más sorprendido quedo al ver su reflejo en aquel charco y notar que su color amarillo había desaparecido y ahora él era de color verde.

Roalanse.

Cuento dedicado a mi hija Mariangel.