Tu vida está
tan vacía
que ostentás
tus malvivencias,
cosas
que a nadie interesan;
al menos a mí,
que me asquean
los estandartes.
Soy un trasto viejo
desde que recuerdo,
pero no soy amigo
de los ruines aparatos
a los que te vendés.
Es cosa tuya,
no tengo por qué meterme.
Si le digo esto
al aire
es porque me importás
en las proximidades
que te acechan.
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