Reencuentro en el horizonte. Mensaje de la piedra del mapa.

             Aforismos              

                                    Sentir de América, decir de América. 

 Europa escucha a América para reencontrar al Logos en la profundidad de lo antiguo. Europa necesita reencontrarse a sí misma y la América primitiva le indica los pasos a seguir                                                                                      

América, maestra de Europa.                                  

 Europa aparca la altivez y escucha a los sabios                                     

Europa busca a América por primera vez                                                                       

Europa en su soledad                                 

América en la eterna intuición de sur ser oriental   
                                                          

 Invita a Europa a encontrar su ser primordial 

1

• Espíritus primeros forzados a dejar sus estancias milenarias siguen vivos en lo sagrado de la tierra. Estampas de su paso figuran en cantos dispersos al pie de las montañas. Silenciosos al dormido, fulgurantes al despierto. La ciencia europea y su vana empresa en despejar incógnitas de otras conciencias no tiene remedio y su método se estanca en la pericia de la razón, pues intenciones universales no zigzaguean entre laberintos planeados, sino que ingresan en el centro sin fin aparcando los ángulos
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• 2
• Busquen intuiciones primarias y la luz les entregará el secreto del símbolo. Las formas guardan información común entre ustedes y nosotros. La pálida razón, obtusa y obstinada busca sondear las cavernas de lo oculto a fuerza de látigo. El secreto es simple puro e inocente. Nuestra lógica yace en los contornos de las nubes, en el retumbe del trueno o en las líneas del horizonte. Nuestra lengua conoce la suya porque se yerguen del centro puro de la conciencia absoluta; sólo que otras formas a datos de lo aparente se bifurcan en ramales contrarios expresando mensajes de trazos semejantes pero de fuerzas distintas.
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• Europa, espíritu del atardecer, eres espejo de nuestro comienzo y espejo de nuestro final. Diste nombre a lo particular de una tierra, mientras nosotros conocíamos lo universal del cosmos. Sin la razón de ustedes sabíamos el secreto y lo expresamos en símbolos que apenas pueden decodificar.

4

• Los espíritus de las aguas y de los astros guiaban nuestras obras. El sentido era uno porque Uno es el origen y el Uno las fuentes de las causas subsiguientes. Al filo de la materia los dioses revelaban las procedencias de las facultades; ustedes, empantanados en arena y lodo, intentan buscar respuestas primeras desde lógicas secundarias, pues nuestras respuestas no conocen el tiempo de Europa, sino los ciclos eternos de la vida.

5

• No busquen en los rectángulos, las espirales y los círculos harán corto el camino. No juzguen con severidad el intento de explicar nuestras lógicas desde sus ideas secundarias, recuerden que nuestro lenguaje y el suyo están hechos del mismo cristal.

6

• Europa recorre en veloz carrera hacia la unicidad del cosmos; y allí, justo allí estamos nosotros, de hecho siempre hemos estado en la unidad, incólumes y serenos. Ustedes retornarán a nosotros.
• 7
• Europa arrasó sus orígenes en tierras parecidas pero con significaciones opuestas. Nosotros somos Europa en sus inicios y Europa es nosotros en su ocaso. Sus druidas y videntes eran nuestros chamanes. Su técnica era la nuestra en dimensiones alternas cuyo encuentro entre ustedes y nosotros no existió.
• 8
• Oscilamos en direcciones disimiles pero colgados en el elixir de espacios sin falsos. Nuestra intención, pura en comunión con el árbol, la roca, el ciervo o el arroyo, pervive aún en la memoria y los mitos de ustedes. Mitos que eliminaron de sus tierras por causas evolutivas culminantes en un punto heterogéneo pero simple, sin partes. Ustedes se agotan en nosotros, nosotros continuamos en ustedes. Sus formas y costumbres triunfaron, sin embargo, nuestro espíritu permanece intacto en resguardos ocultos a vista de ustedes. Ocupamos sus cuerpos para comprenderles y ustedes ocupan los nuestros para comprendernos. Al intentar enlazar nuestras emociones y sus emociones, sus sentimientos y nuestros sentimientos, la chispa del rencor detiene el progreso de la razón de ustedes y su frustración desanda no entre nosotros sino en sus descendientes.
• 9
• Europa frustrada a merced de arrebatos emocionales, activa deseos coaccionados en túneles oscuros que ustedes abrieron sin saber, a golpe de instintos combinados con razones fragmentadas.
• 10
• Europa racional domina a la Europa instintiva en una tierra que llamaron América; América que para nosotros no significa nada especial. Esa América es suya, los americanos son ustedes y mientras mantengan la razón americana que no es sino Europa más allá de la serpiente de los abismos, no podrán explicar nuestros símbolos más recónditos.
• 11
• Despójense de América y sientan como humanos. Sólo espíritus brotantes de la fuente universal. Siendo americanos permaneceremos ocultos, siendo humanos nos verán y oirán. América y Europa encadenan el espíritu del Cóndor, el Paují y el Jaguar. Sean el Cóndor, el Paují y el Jaguar y bienvenidos serán siempre al origen, porque ingresarán a la causalidad plena, infinita en símbolos, ideas y palabras.