Una tarea más una tarea menos, que mas da, era una tarde nublada, ¿mi misión?, un juez que había salido de vacaciones con su familia a una casa en Cancún, con las grandes y bonitas playas de dicho
lugar.
¿Mi contratante?, una madre, no sabia los detalles pero si el contexto, la madre tenia un hijo, este habia sido asesinado por un psicopata que no era mas que un joven de una edad más o menos como la mia, sin embargo el juez, influenciado por la ambición de dinero que el psicopata prometio darle, lo dejo en libertad, la madre desde ese entonces habia buscado a alguien que pudiera vengar la muerte de su hijo, dando a cambio todas sus pertenencias restantes.
Mi mision era facil, entrar evadir la seguridad y asesinar a aquel ser corrupto, sin complicaciones ni nada, pero…, ¿Que fue lo que me llevo a este extremo de tener que asesinar personas?, ya no lo recuerdo, a decir verdad, no me importaba a quien matara, fue rico o pobre, bueno o malo, para mi solo era un pasatiempo.
Esperé hasta casi media noche, repasaba el plan, entrar sigilosamente, matar, y salir, todo estaba en orden, tenia una bolsa con algun que otro subsufil Mp5 con muchos cargadores sin embargo, algo me decia que esto no iba a salir tan bien como pensaba, por precaucion cargue mi confiable arma, una M1911, mi primer arma, solo le quedaban 4 balas, no necesitaba mas, nunca me moleste en cargarla, pues sentia que al acabarse dichas balas, ya no necesitaria mas, pues eso significaria que ya no estaria en este mundo.
Media noche, antes de entrar noté una sombra, esa sombra evadia a los guardias y se aproximaba hacia mi objetivo, y una gota de sudor salió.
Empecé a correr lo mas rapido que pude, para poder matar antes a mi objetivo, tenia que matarlo para poder recoger la recompensa que se hallaba en mi contratista, pues de matarlo otra persona perderia dicha recompensa, en ese momento recorde las misiones que habia realizado con exito, fueron todas.
Tenia una habilidad, un don, que hacia que este trabajo resultara facil y emocionante, para mi era casi como un hobby; Al fin llegue a la casa, era una gran mansion que habia sido construida con una tematica griega, no le tome importancia.
Segui con la mision, entre, la casa era muy grande pero la habia analizado por completo, sabia los horarios de los guardias, las habitaciones de cada uno de los miembros de la familia, lo sabia todo.
Habian 30 guardias en cada parte de la mansion 15 el ala oeste y 15 en el este, entré al estudio por una ventana, segui mi recorrido, subí las escaleras, estaba a pocos metros de mi objetivo, y de nuevo la misma sensacion de antes, una sensacion de preocupacion, casi de peligro, nunca me habia pasado, todos mis trabajos habian sido limpios, sin ningun tropiezo o complicacion.
No entendia que pasaba hasta que vi que la luz del estudio se encendio me apresure a esconderme, parecian dos personas, me acerque a la puerta, los escuche hablar…
-¿Que sospechas tienes?- dijo el juez con una voz bonachona- ¿Por qué estas tan preocupada?
– Al parecer hay un asesino detras suyo, uno muy peligroso, no es bueno que se quede aquí -dijo una voz dulce pero peligrosa- le aconsejo que salga de aqui lo mas pronto posible, esta noche de poderse.
-Por favor vine aqui a pasar vacaciones con mi familia, Además, ¿Qué le dire a mi familia? ¿Que estoy en peligro porque una chica con aspecto de sombra vino y me lo conto? -Contesto el Juez.
-Digales que en este lugar corren riesgo -Dijo enojada- ese asesino es muy peligroso por lo que he estado viendo, tal vez podria tratarse… del Demonio Dorado.
– ¿El Demonio Dorado? -Pregunto el juez burlonamente- ¿Quien carajos es?
– Un asesino muy peligroso – Miró hacia la ventana.
Mire su reflejo, era una chica de unos 19 o 20, me resultaba muy conocida sin embargo… ¿Quien podria ser?.
– El juez empezo a reir- Han habido muchos asesinos, pero ninguno a logrado su cometido, ¿Tienes idea de a cuantos de ellos he mandado a pudrirse en una celda por el resto de sus vidas?, por favor, ninguno es tan perfecto como para pasar por toda mi seguridad sin ser vistos o escuchados.
– Pues este si -Contesto la chica- ¿Recuerda la muerte del primer ministros de australia?.
Sabia de que estaba hablando la chica, un mes antes en la capital de australia, Canberra, tenia la mision de asesinarlo, fue un trabajo limpio ya que parecia que el ministro habia muerto de sobredosis.
– Claro -respondio el juez- fueron los titulares de la semana, pero quedo en que fue un accidente con pastillas, ¿no?
– Sí, de esta manera es como trabaja, todo lo hace parecer un tragico accidente, pero siempre deja un solo rastro, uno tan insignificante que podria descubrirlo hasta su hijo -dijo con sarcasmo y de ahi con lastima continuó- pero lamentablemente todos lo pasan por alto.
– ¿A que te refieres? -pregunto el juez desconcertado.
– Mirelo usted mismo.
Hasta yo me quede fascinado de lo que saco del bolsillo, mi tarjeta de presentacion.
– ¿Que demonios es esto? -pregunto el juez enojado- ¿Me quiere tomar el pelo?
– ¿Tengo cara de tener humor para bromearle? -dijo la sombra en un tono furioso.
– No… No… -contesto el juez asustado y empezo a mirar la carta- Es una floristeria, ¿Que tiene de peligroso?
– Revise el escenario de la muerte de las victimas y siempre encontrara esta tarjeta junto con una flor de loto al costado.
Sabia de que hablaba la señorita, al igual que el sicariato, la floristeria era otro hobby, pero no cultivaba cualquier tipo de flor, solo flores de loto que en cada asesinato, dejaba en cualquier mesita junto con mi tarjeta de presentacion, para mi era un simbolo, mi detalle, lo que me resaltaba, porque cualquier profesion era un arte a los ojos del artista y mi arte era matar.
– Espere un momento -dijo con confusion el juez- vi a mi esposa con una de estas en la sala esta mañana, le gustaron mucho las flores y compro una, mire aqui… -se le fueron disolviendo las palabras de el miedo que le dio de tan solo ver aquella bella flor.
– En serio -dijo con tono de satisfaccion, casi como hubiese resuelto un misterio- eso significa… que el asesino podria estar aqui mismo, esta misma noche -miro el reflejo de la ventana- escuchandonos.
Me di cuenta demasiado tarde, una lluvia de balas me paso rozando la cabeza mientras sombra me disparaba, me puse a cubierto.
– ¡Rapido!, refugiese con su familia en un lugar seguro, muy lejos de aqui.
– Pero… -Contesto el Juez asustado.
– ¡AHORA!
Salio corriendo, bajando las escaleras, cogi la Mp5 de la bolsa y empeze a contraatacar, sabia que era cuestion de segundos llegarian todos los guardias, no podia perder mas tiempo; Salte por la ventana y busque con la mirada a mi objetivo, se subia con su familia a un coche que, si no alcanzaba, se perderia en la distancia.
Empezé a correr en direccion a la playa, senti balas detras de mi, aquella sombra me seguia sin cesar de dispararme, hasta que entre varias palmeras y recogi mi vehiculo de escape, una moto Yamaha M15, empecé a seguir al vehiculo de mi objetivo que se encontraba ya en la distancia y despues de segundos logré acortar la distancia.
Estaba a unos 400 metros, miré hacia atras, no veia nadie, seguí llendo por mi objetivo; 300 metros, miré de nuevo hacia atras y descubri una docena de autos siguiendome, los guardias; 200 metros, volvi a mirar una tercera vez atras, divise otra moto que trataba de alcanzarme a la vez que me disparaba, la sombra; 100 metros, decidí no volver a mirar atras y concentrarme en mi objetivo, 50 metros
Lo que paso acontinuacion llegue a describirlo como una seria de desafortunados eventos, una bala impacto en la rueda de mi moto, perdi el control y salte de la moto, no sin antes desenfundar mi M1911, apunte al tanque de combustible del coche y disparé, la bala acerto, un milisegundo despues una explosion dejo en llamas el coche donde el juez con su familia habian estado escapando segundos antes del disparo, ahora solo me quedaban 3 balas.
Corri de nuevo entre las palmeras buscando refugio y cobertura por si aquella sombra volvia al ataque, sorpresivamente esta tomo un desvio en la carretera y se perdio en el horizonte, todavia me faltaban los guardias, que no tardarian en llegar con la mision de asesinarme para vengar a su jefe, en ese momento divise un puerto, corrí hacia el lugar, con la esperanza de poder encontrar un escape en dicho lugar, loteria, encontre un pescador preparandose para zarpar junto con un cargamento de peces, me escabulli en el bote y zarpé escondido entre las cargas del bote, me tumbe, pensando en la conversacion que habia escuchado, esa sombra me habia estado siguiendo el rastro desde hace tiempo, podia jurar que su cara me era familiar pero una oleada de dolor me alejo de mis pensamientos, una bala me habia dado en el pecho, trate de poner presion, lentamente fui cerrando los ojos, el agotamiento y el dolor invadian mi cuerpo, me desmayé.
Me desperte varias horas mas tardes y lo primero que vi fue… mi propia arma apuntadonme a
la cabeza, o mas bien el pescador apuntandome a la cabeza con mi propia
arma, lo vi por primera vez de cerca, era ya muy viejo de unos 60 años,
sin embargo aún parecia mantenerse en forma, tenia la cara curtida
parecia que habia pasado muchas decadas de su vida solo en el mar sin
haber tocado tierra, para mi era el tipico pescador que encontraria,
pero por la forma de sujetar el arma, supé que de hacer algun movimiento
brusco no dudaria en dispararme, al parecer estaba echado encima de dos
cajas.
– Por fin despiertas, ¿Qué hacias en mi barco? -preguntó sentandose encima de una caja, pero no sin dejar de apuntarme.
-¿No es obvio? -dije de una forma simpatica mientras trataba de
sentarme, una punzada de dolor me detuvo, mire mi pecho y me acorde de
la herida de bala que tenia cuando me desmayé.
-Primero, no me causa gracia tu simpatia y deja de moverte, que me ha costado suturar la herida coño -dijo el pescador.
Me detuve unos momentos y mire a mi alrededor, eran puras cajas de lo
que parecia ser pescado, sin embargo, habia un olor conocido, droga, lo
habia olido en varias de mis misiones, nunca faltaban como blanco los
asesinos y los traficantes.
-Veo que transporta droga -dije
intentando moverme lo menos posible- ¿Que lo ha traido a este extremo?,
habia oido que daban una buena paga por unos cuantos kilos de pescado.
-Ya te lo dije, no me causa gracia tus bromitas -dijo el pescador esta
vez con tono amenazante, como si mi siguiente broma fuera a ser la
ultima, si no paraba- asi que mejor cierra la boca y empieza a cantar,
¿Qué hacias en mi bote?.
-Me escondia de… -no podia contarle sobre el asesinato que llevaba a cabo, representaria para el una amenaza- unos asesinos.
El pescador me miro apunto la pistola contra mi cabeza y me susurro al oido:
-No me quieras ver la cara de estupido, que aqui yo tengo el arma, se lo
que eres, eres un asesino y a raiz de tu herida deduzco que… -miro al
aire pensativo- te salio mal el asesinato, ¿O me equivoco?, te lo
recuerdo, no me mientas que aqui el que tiene el puto arma, soy yo.
-Vale, he entendido, y con respecto al asesinato me salio bien, no como queria, pero bien, tuve un pequeño imprevisto.
-Bueno, me vale una mierda, -dijo en un tono cargado de desprecio- ahora camina.
Me llevo a la cubierta, era un dia soleado, el sol se encontraba en lo mas alto.
-Bueno, tu nombre rápido.
-No tengo uno o por lo menos no recuerdo tener ninguno -no estaba
mintiendo, ya casi me habia olvidado de mi nombre, ahora me decian el
demonio dorado- me dicen… -dudé de si debia arriesgarme a contarle mi
nombre, pero si sabia que mentia, el pescador no me dejaria vivo,
suspire- el Demonio Dorado.
-El pescador se rio, de una manera
descontralada- El Demonio Dorado, bueno te dejare pasar esta broma solo
porque me ha hecho gracia, el demonio dorado, como mierda un chaval como
tu va a ser el demonio dorado -se termino de reir.
Vi una oportunidad cuando miro para arriba para reirse, rapidamente
intente quitarle el arma de las manos, afortunadamente el pescador ni
siquiera se dio cuenta de la ausencia del arma en su mano hasta que se
termino de reir.
-Ahora quien tiene el arma, bête.
-Que quieres dec…
-Cierra la maldita boca -apreté el arma mas fuerte contra su cabeza,
sentia una oleada de furia, haberse burlado de esa manera de mí, no
entraba en razon- ahora el «Chaval» que dice usted y que es conocido
como el Demonio Dorado por los demas, lo matara por haberse burlado de
mí -quise despreciarlo mas- ¿Ultimas Palabras?
-Ya cierra tu discurso, Chase -dijo con tono menos amenazante- a mi no me convences.
Se me paro el corazon, esta persona sabia mi nombre, un nombre que ni
siquiera yo llegaba a recordar tan bien, pero el… parecia
familiarisado con ese nombre, no supe que hacer me quede esceptico y de
repente una oleada de recuerdos paso en mis ojos, recorde a la ultimas
personas que me habian llamado por mi nombre, me arrodille, no me
importo el dolor de la herida, o que el pescador pudiera coger el arma y
matarme, el recuerdo de esas personas me empezaba a atormentar mi mente
y alma, sin embargo, el tormento no parecia parar.
Me quede mirando al vacio, arrodillado, por un largo tiempo, pensando
en los recuerdos, de repente sin que me diera cuenta, una lagrima broto
de mis ojos, una lagrima que me hizo recobrar la conciencia, quise
recordar quien era, y por primera vez me intereso mi pasado, hace tiempo
que habia suprimido mis recuerdos de mi pasado, a tal punto que ya ni
siquiera sabia quien era, sin embargo, ese nombre, esos recuerdos, esa
lagrima, despertaron un interes mayor, ahora solo queria recordar, y
sabia que tenia las respuestas delante.
Pense que al mirar mi mano me encontraria con la ausencia de mi arma y
mi inminente muerte, pero al pronunciar mi nombre el pescador no habia
hecho mas que sentarse a esperar que yo terminara de recobrar la
conciencia.
-¿Ya terminaste? -pregunto el pescador ya no con un tono amenazante,
sino con mas calidez- solo queria comprobar si eras tu, y si los
rumores que escuche eran ciertos -hablo con menos calidez, pero mas
tristeza en su voz- ¿Por qué Chase?
-¿Por qué qué? y por favor no
me llame así -toda la furia que habia sentido habia sido remplazado con
amabilidad o tal vez tristeza- no conozco ese nombre.
-Hace unos momentos parecia que sí -dijo el pescador.
-¿Que fue eso?, eso que vi, ¿Que me hizo? ¿Usó una palabra en clave o algo?
-Que pasa acaso no reconoces tu nom… -miro mis ojos y lo comprendio,
supo que no lograba recordar, que no tenia idea de lo que hablaba y que
tampoco conocia ese nombre- Oh, ya entiendo -dijo con un tono amable-
veo que no tienes idea de quien eres o que paso ese dia -suspiró.
-¿A que se refiere con que no se quien soy? ¿Que paso «Ese dia»?, ¡CONTESTEME! -estaba desesperado, no
sabia quien era, o de lo que me estaba hablando el pescador, en mi mente
solo habian dos cosas la desesperacion y la tristeza de no saber quien
era yo, si acaso tenia padres o una familia tal vez, de no poder
recordar cosas que habia comprendido que debia saber, pero no sabia- por
favor, contesteme -me arrodillé y mi voz tomo un tono de suplica-
necesito saber, por favor.
Rompí en llanto no sabia que hacer ni que iba a ser de mi, antes me
conformaba con matar, pero ahora al no saber quien era, sentia que era
una cascara sin algo dentro, me sentia vacio, el pescador se agacho y me
abrazo, era lo que mas necesitaba.
-Te contare todo cuando descanses, ¿estas bien?
De pronto a raiz de todo lo que habia pasado me maree y empeze a perder la conciencia, me volví a desmayar.
OPINIONES Y COMENTARIOS