La roja pasión muerta ha quedado,
y la ira se apodera del pensamiento.
El carmesí de su alma, el sentirse integrado; grito, sufrimiento.
Una ciénaga, dulce lamento.
Puesta de Sol que marca un final,
el día va mal; un vacío abismal.
Naranja, la luz trascendental; de sus acciones, la última y más fatal.
El dorado en sus ojos muerto ha quedado,
ya no existe, no volverá.
Decisiones, repercusiones; del mundo fue separado.
La vista a su lado; ¿la herida cerrará?
¿Qué clase de verde buscaba?
En el frondoso bosque de negaciones,
no era quien acechaba; su vista se nublaba.
Sin cumplirse, ni una sola de sus peticiones.
Amanecer, anochecer; no importa el momento,
¿crees que no sufrió por ello?
El azulado color del cielo; el brutal tormento.
Carecer de lo más bello.
Beber un té, un café; no hay sabor,
¿quién le causó tanto dolor?
El violeta de sus labios, la fragancia de su cabello.
La soga atada a su cuello.
Fugaz, de verlo no fue capaz.
La lluvia que una vez cayó; la esperanza atrapada,
el torrente de elucubraciones, de colores dispares.
Todavía la siente, la vive; volando cual ave rapaz,
seguirá a su presa por siempre más; la traición irisada.
~Fin~
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