Bomba de Aire
Era el año 2422, hace ya casi 100 años que terminó la crisis ambiental, que en su mayoría fue gracias al estallido de la 3ra guerra mundial, una guerra con una destrucción nunca antes vista que dejo secuelas muy graves para el planeta. Los cambios más importantes fueron el dejar todo Europa, gran parte de Asia y America del norte totalmente inhabitables por los altos niveles de radiación, para que se den una idea es 20 veces la radiación que tuvo India en el accidente nuclear (año 2200). Por otro lado debido a la contaminación desapareció la capa de ozono y las ciudades fueron obligadas a construir domos que redireccionaban los rayos UV para proteger a los habitantes de un nuevo tipo cáncer a la piel, bautizado como Y431, descubierto en el año 2226 por Yael Arts. Este era un carcinoma el cual te mataba a las horas, por la mínima exposición al sol. Los domos también contenían unas turbinas que purificaban el aire de afuera, donde el CO2 abunda gracias a que los incendios acabaron con casi todos los arboles sobre esta tierra y los que quedaban fueron extraídos y llevados a un invernadero donde no se supo más de ellos, se rumorea que ese invernadero fue destruido por un tipo de organización terrorista o que simplemente ya no es necesario tener arboles y por eso no los devuelven a la tierra, el planeta que desde siempre les perteneció.
Por fortuna para la humanidad la ONU junto con otras organizaciones como la O3(Organización encargada de crear las turbinas para los domos, al mismo tiempo responsable de mantener el oxigeno en el planeta y protegerlo) y la OMH (Organización encargada de proteger al ser humano ante cualquier peligro) crearon un regulador capaz de controlar la temperatura y clima de cualquier zona. Por otra parte crearon y rodearon la tierra con una tela que cumple la función de la capa de ozono y lanzaron a órbita dentro de la tela las turbinas de oxigeno. Si no lo hubieran hecho a tiempo, hubiera significado el fin de nuestra especie.
Lamentablemente al morir un problema nació otro, 20 años después de acabada la crisis ambiental conocida como «bomba de aire» inició lo que es conocido como «Genocidio Masivo» o GM, una organización homicida con el objetivo de poder depurar al mundo de su gente. Por seguridad propia el gobierno les brindaba a las familias un arma para cada miembro, en las escuelas enseñaban el uso de la misma y defensa personal básica ante cualquier situación en la que te puedas encontrar. Según las noticias, cito textualmente «Este genocidio se siente como si en ese periodo de union y paz debido a la «bomba de aire» se hubieran acumulado la ansias de matar del ser humano. Y superada la crísis ambiental, esas ansias y sed de sangre explotaron en forma de lo que ahora se conoce como GM».
Pese a los pobres esfuerzos de los gobiernos de cada zona, que apenas redujo el número de asesinatos, la OMH decidió fundar la AGP (Agencia de Protección Humana) son un grupo de elite que se encarga de cazar a los genocidas con distintas tácticas que van desde un seguimiento tan sutil que pareciera que el sonido de un viento ligero fuera un bullicio, hasta una emboscada que en menos de un parpadeo ves a cientos agentes de la AGP capturando y aniquilando a los genocidas.
Capitulo 1- Raven (año 2422)
-¿Porque esta usted aquí señorita?- dijo el general de la AGP cuando presente mis papeles para entrar en la Agencia, -Yo, estoy aquí por…- en eso me pierdo en el recuerdo de aquel día.
Yo era una niña con tan solo 6 años de edad, mi madre y yo fuimos a la celebración que se dio por los 182 años desde la fundación de mi ciudad. Vivo en Emiliano, nombre dado en honor al Mayor Emiliano, un héroe de guerra que junto a su brigada de tanques defendió estas tierras durante la 3ra guerra mundial, sacrificándose para mantener el frente o al menos detener el avance enemigo.
Iba a marchar gente disfrazada de soldados (ya que no estaba permitido tener cualquier tipo de poderío militar en todo el mundo). Yo le insistí a mamá para ir a ver la marcha, recuerdo que limpié la casa, hice mis deberes de la escuela, entre otras tareas domésticas con el fin de que aceptara. Ella tenía sus dudas con respecto a ello, no le gustaba salir mucho por el miedo que sentía al posiblemente que un GM le tenga en la mira o a mí. El único que salía frecuentemente era mi padre, para trabajar. Era un oficinista en un edificio del centro de la ciudad, suele viajar bastante y no volver dentro de semanas o meses. Finalmente, ella cedió ante mis insistentes suplicas y pataletas. Cuando llegamos al lugar del evento, mi madre me dijo que no me suelte de su mano por ningún motivo. Yo solo asentí. Estuvimos pasando a través de esa gente intentando buscar un buen lugar para poder apreciar la marcha. La marcha era en una gran avenida. Podía ver a lo que se conocía como batallón militar marchar con sus cascos y trajes de color verde camuflados tan característicos de los soldados, también pasaron unos tales marines, son como los soldados del mar según me explico mi padre. De repente, mientras me distraigo viendo a quién estaba representando al Mayor Emiliano, siento que alguien me tapa la boca y me lleva corriendo lejos de mi madre quien estaba fascinada con los hombres de verde y los tanques.
Llegamos hasta una especie de estacionamiento abandonado donde antes de que me vendaran los ojos y la boca vi a tres sujetos con pasamontañas cada uno con una x en la frente, posteriormente me podrían en una cajuela de algún vehículo, que a juzgar por el sonido del motor era un Ferrari del año 2397(una marca muy antigua y prestigiosa de autos que con el tiempo se fue devaluando tanto que solo los amantes de autos viejos los usan, lo sé porque desde siempre me encantaron los autos). Estuve lo a que mi me parecieron 20 minutos en esa cajuela con olor a humedad y desesperación de almas extraviadas. De repente siento que el vehículo impacta, el susto que me proporciono el choque repentino fue espantoso e invade en la escena un silencio por el cual pensé que ya la había palmado. De la nada la cajuela se abre, yo pensando que eran mis secuestradores casi me orino del miedo y tenia ganas de gritar de tan solo pensar que atrocidades eran las que me iban a hacer, pero no me salía la voz. Escucho a alguien, diciéndome que todo estará bien, que estoy a salvo. Doy un suspiro de alivio y las ganas de orinarme del miedo se me van. Luego siento unas manos que me desatan las vendas de los ojos y manos, en ese momento le vi por primera y posiblemente única vez. Era un agente de la AGP, cabello castaño, piel color caramelo, ojos de un color negro profundo y cuerpo marcado a la vista. El agente me saca de la cajuela y me envuelve en una manta que hasta ahora guardo con mucho afecto a mi salvador. Pasaron apenas 5 minutos para ver a mi madre corriendo hacia mi con lagrimas en los ojos para abrazarme.
Mi madre y yo les dimos las gracias al agente, antes de irme le pregunte su nombre, a lo que me respondió – Scott señorita, un placer- nombre que hasta el día de hoy no olvido -Mi nombre es Raven Garmith, también es un placer- dije presentándome con mi voz de niña de 6.
-¿Señorita, se encuentra bien?- escuche al general decir cuando me vio perdida en mis recuerdos.
– Si señor general- murmuré
-Entonces,¿Cuál es su motivo para unirse a la AGP?- dijo el general con un tono un poco molesto
-Estoy aquí para defender a todo aquel que lo necesite y acabar con el GM- dije por fin.
-Bien, según veo todo esta bien, tiene un buen estado de salud…
Siguió hablando pero me distraje con el nombre del Agente de nuevo.
-Esta dentro- escuche finalmente -Comienza su entrenamiento en una semana- dijo el general mientras me extendía la mano para estrecharla. Se la estreche mientras una inmensa felicidad inundaba mi ser con ganas de saltar, llorar y gritar. Para mantener la cordura solo accedí a sacar una sonrisa que transmitía orgullo por donde la vieses.
Capitulo 2- Scott (año 2407)
Me desperté de un susto y el alma en la garganta. Eran las 6.25 am, unos 5 minutos antes de que suene mi alarma. Vi a través de las ventanas y el sol apenas si irradiaba una pizca de su esencia. Me levanté y dirigí al diminuto baño de mi departamento, ubicado en la calle Christopher, a lavarme la cara. Me miro al espejo aun con el sueño invadiendo mis pensamientos.
Estaba con mi hija y esposa en la mesa de nuestra gran casa que se encontraba un poco a las afueras de la ciudad de Emiliano. Era un casa grande, al menos para nosotros 3, teníamos una gran sala de estar donde también estaba unido al comedor y la cocina, 5 habitaciones de las cuales 2 eran dormitorios, 2 baños, la última era un cuarto donde la imaginación no tenia limite alguno y los universos de juegos eran infinitos, recuerdo que me ponía a jugar con mi hija en mis tiempos libres, esos tiempos cuando no trabajaba como un peón en un cubículo para una de esas empresas millonarias y exitosas que le pagan una miseria a sus empleados por avaros. Podía pasar horas con ella convirtiéndome en su caballero para salvarla de algún dragón que se encontraba en una cueva con un foco (porque a mi hija le daba miedo la oscuridad) o ser el subordinado de mi hija quien era Reina de Falkland Islands Kingdom (Debido a la radiación el Reino Unido tuvo que abandonar sus tierras para más adelante disolverse, Inglaterra se tuvo que trasladar a unas islas que aún estaban bajo su soberanía en America del sur y fundar Falkland Islands Kingdom, territorio donde hoy en día se hospeda la Familia Real).
En eso escucho la alarma sonar desde mi cuarto, me seco la cara con una toalla que estaba al lado del lavamanos y me voy en dirección al cuarto para apagarla. Tenía una melodía tranquila pero que con el tiempo para mi se convirtió bastante irritante. Cuando la apague me senté en la cama retomando el recuerdo.
Estaba en la mesa con mi familia a punto de tomar el desayuno, mi esposa que estaba sirviendo la comida y se escuchaban los pasos apresurados de mi pequeña Penelope bajando las escaleras.
-¿Planeas hacer algo más tarde cariño? Hoy saldré temprano del trabajo si quieres nos podemos escapar a algún lugar, te lo dejo a tu elección
-Vamos a aquel restaurante que mencionaste la otra noche
– ¿Los Spark’s?
-Si, ese mismo
-Haré las reservaciones ahora mismo- Dije entusiasmado hasta que un estruendo ensordecedor invadió mi hogar.
Unos animales participes del GM entraron rompiendo las ventanas y la puerta capturando a mi esposa e hija , mientras a mi me dejaban inconsciente en el suelo. Despierto después de quién sabe cuanto tiempo, en un ambiente sombrío, donde se olía la miseria humana y las ganas de matar. Tres siluetas se me acercan. Cada rincón de mi, al pensar en que les estarían haciendo a mi familia, se llenó de rabia y mi razón fue cegada con las ansias de ver a esos tres malditos bajo tierra. Esa ira me dio una fuerza sobre humana, rompiendo el craneo de uno con solo un golpe, luego agarrando un arma y disparando a quemarropa contra los otros dos restantes. Lleno de la sangre de mis secuestradores, corrí por un largo pasillo hacia una luz que por cada paso que daba parecía alejarse cada vez más. Finalmente logro llegar a aquella luz que iluminaba la puerta, donde encontraría a quienes yo considero mi razón de todo.
Miro de reojo el reloj y me doy cuenta que voy tarde.
Salí de casa y tomé el metro. Me dirijo al cuartel N. Al llegar me encuentro con mis compañeros de equipo, estuvimos haciendo unos informes casi toda la mañana y parte de la tarde.
-Hey Scott- me susurró Jhonny Reyes.
Él era parte de mi equipo en la AGP y a quien yo consideraba mano derecha y mejor amigo. Nos conocimos en los cuarteles de reclutamiento de la agencia, nos solíamos odiar a muerte sin tener una razón en especifico, ni siquiera nos llegábamos a conocer del todo. Llegamos a tener una pelea en el campo donde ambos caímos rendidos por las incontables contusiones que hicieron que perdamos el conocimiento por unas horas. Gracias a que compartimos tiempo y cuarto en el hospital, nos llegamos a conocer. Él es un chico de nueva Lima, vino a Emiliano porque es una ciudad que para él pide a gritos la limpieza de los malditos GM.
-Dime
-¿Te pasa algo? te veo muy perdido.
Le conté mi sueño, a lo que él solo accedió a darme una palmada en la espalda y decirme.
– No te culpes, tu solo no pudiste detenerlos, lo sabes.
Lo que realmente paso fue.
Los GM entraron a la casa con ese estruendo ensordecedor, me noquearon y se llevaron a mi esposa e hija. Recuerdo una escena en la cual mi Penelope gritaba y lloraba de miedo, mientras mi esposa intentaba quitarse a esos hijos de puta de encima. Ese fue él día que las vi por penúltima vez, ya que meses después paseando solitariamente por las entrañas de esta ciudad de muerte, en un periódico local en la primera plana de aquel panel enorme, leí la noticia que relataba el hallazgo de los cuerpos de una niña y una mujer sin vida en algún baldío cerca a Emiliano, ese día me llene de rabia e impotencia por el hecho de que no pude hacer nada para evitarlo. También recuerdo que ese fue el motivo por el cual me uní a la AGP, para que nadie pase por la perdida de un ser querido, al menos no de esa forma.
Por más tranquilo que pareciera el día tenía el presentimiento de que algo iba a pasar, hoy se cumplía 182 años desde la fundación de Emiliano e iban a hacer una marcha. Yo ya veía algún atentado aproximándose, al ser un evento al cual mucha gente acude, era de esperarse.
Dicho y hecho, al atardecer hubo una llamada y nos tuvimos que dirigir al lugar el evento. Miembros del GM raptaron a una niña de tan solo 6 años de edad, se dirigían camino a la autopista 89 cuando los interceptamos en nuestros vehículos. Era un auto viejo así que fue algo sencillo alcanzarlo. Le dimos tan solo un pequeño choque para que se detuviera el auto y no llegarlo a destruir. Los GM quedaron inconscientes por el golpe, no había necesidad de acabar con ellos con la niña cerca. Revisamos cada rincón del auto en busca de la niña. La encontré en la cajuela, en el momento que la vi me recordó a mi hija, le estuve hablando y tratando con mucho cuidado y delicadeza.Como si de una escultura de cristal se tratase. Mientras le sacaba las vendas para que pueda verme y brindarle algo de confianza. La saque de aquella oscura cajuela que por dentro debe dar una sensación de muerte, me puse a pensar cuantas personas debieron pasar allí sus últimos momentos, lo imagine a tal punto de casi escuchar los gritos y plegarias de quienes lo habitaron. La envolví en una manta térmica que solemos usar en todas las operaciones. Momentos después llega la madre a abrazar a su hija y me sentí orgulloso de lograr mi cometido, de hacer con otros lo que nadie en el momento pudo hacer por mi y mi familia.
Más tarde se acercan la madre e hija para darme las gracias a mi equipo y a mi. La niña de 6 se acerca tímidamente a preguntarme mi nombre
-Scott señorita, un placer- Le respondí cortésmente y con una sonrisa en la cara.
-Mi nombre es Raven Garmith, también es un placer- Me dijo antes de que su madre se la llevara a casa.
Garmith… ¿Dónde habré escuchado ese apellido?
Capitulo 3 – Raven (año 2422)
Abrí la puerta con la tarjeta de acceso que tenía en mi bolsillo derecho, a veces tengo que mostrarla al lector más de 2 veces porque la mía ya es un poco vieja, pero esta vez me funcionó a la primera. Entro a la casa y veo a mi madre en el comedor desempacando el almuerzo. En estos tiempos toda la comida es fabricada por el ser humano, cuidadosamente, desde los laboratorios. Traen consigo una variedad de sabores y todo tipo de proteínas y nutrientes que necesita nuestro cuerpo. Me dirijo hacia ella con un caminar bastante sutil como para pegarle un susto.
-Buenas tardes Raven ¿Qué, nunca te enseñe a saludar?- dijo ella sin voltearse
-Buena tarde madre, traigo buenas noticias- dije haciendo alusión a mi aceptación en la AGP y llevándome una mano a la nuca.
-Así que buenas noticias, bueno te escucho.
Mi madre dejó las cosas a un lado y fue camino a la sala sentándose en el sofá cruzando las piernas esperando que la sorprenda con mi noticia.
-Presente mis papeles para trabajar en la AGP y ya me aceptaron, empiezo mi entrenamiento la semana que viene- dije dejando la bomba caer.
-Oh cariño, eso es… bastante arriesgado la verdad ¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Si te lo dije, otra cosa es que nunca me hagas caso o que cada que hable del tema lo evites-
-Raven, ese trabajo es muy peligroso lo sabes y también sabes lo que pienso acerca de ese rubro ¿no prefieres tener otro oficio más calmado o de oficina como el de tu tío Carlos? creo que en su empresa están buscando gente joven como tú, además no vendría mal que ayudes monetariamente de una vez a tu pobre madre.
-Claro que no, además en la AGP también dan un buen sueldo, si es que el dinero es lo que te preocupa- dije con un tono molesto.
-Pues tu no vas a andar por las calles arriesgando tu vida, llama al encargado…
-General- interrumpí
-Como sea, dile que te lo pensaste mejor, que gracias por la oportunidad, pero te vas a retirar
-Si me disculpas es mi decisión, no la tuya madre. Tengo la edad suficiente como para saber que quiero hacer con mi vida- le dije con una mirada desafiante.
– Solo tienes veintiún años Raven, aún eres muy joven para poner tu vida en riesgo ¿Y si te pasa algo?
-Pues prefiero morir sabiendo que mi vida valió la de cientos que salve y no dentro de un cubículo de oficina para lo único que serviré sea las ventas o algo igual de aburrido- dije finalmente.
Acto siguiente di media vuelta hacia la puerta, salí de la casa y me dirigí a donde el viento me llevase. Tenía la cabeza llena de pensamientos no muy buenos que se los dedicaba a mi madre. Ella nunca apoyo la idea de que sea una agente de la AGP, pero eso nunca detuvo mis sueños o que llegara a donde estoy. Es decir ser aceptada en los entrenamientos de la AGP. Cada vez que hablábamos del tema o yo se lo mencionaba ella «se hacia la loca» y me cambiaba el rumbo de la conversación. Yo odiaba eso porque ni siquiera se atrevía a decirme nada acerca de su desaprobación directamente. Pero finalmente a escondidas suyas decidí presentar mis papeles para que esa idea se vuelva un hecho y ya no le quede de otra que enfrentarlo.
Tuve que comprar mi almuerzo y de ahí pasear por la ciudad con la guardia alta por si se acercaba un grupo de GM, prefería eso a volver a casa con mi madre donde el ambiente era más que hostil para mi.
Pasaron las horas y ya se hacia tarde, entonces se me ocurrió irme a pasar la noche en algún hotel, pero recordé que no tenía un solo medallin (Moneda Internacional) así que no me quedó más remedio que irme de vuelta a casa. Al llegar a la puerta tuve que pasar como 7 veces la tarjeta de acceso para poder entrar. Cuando finalmente conseguí abrir la puerta casi llegando al punto de darle una patada. Encontré a mi madre, sentada, llorando en el sofá con un cigarrillo entre los dedos indice y medio con una postura encorvada. Inmediatamente toda la ira acumulada en el alma se desprendió de mi ser para luego llegar el arrepentimiento por aquellos pensamientos dedicados para aquella mujer de edad avanzada que lloraba en el sofá.
-Perdoname hija- dijo entre lagrimas
-No tienes porque madre- Dije avergonzada aún recordando todo lo que pensé
-Nunca te dije esto porque no fui lo suficientemente valiente para tocar el tema-
-¿Que cosa?- le dije mirándola a los ojos.
-No quiero que seas un agente porque tengo miedo a perderte, desde que falleció tu padre tu eres lo único que me queda-
Cuando mencionó a papá se me salió una lagrima que bajaba por la mejilla derecha. Papá falleció hace 5 años debido a un accidente mientras volvía de su trabajo como vendedor de Hologramers. Desde ese momento la vida no volvió a ser la misma, él era quien nos mantenía a mi y a mi madre, hemos estado viviendo con el dinero que el tío Carlos nos envía para poder al menos tener un plato en la mesa. Mamá no logró terminar su educación debido a complicaciones que se presentaron y nunca mencionó, esas dificultades solo las saben ella, mi tío Carlos y mi difunto padre.
-Pero sé que al negarte el hecho de ser un agente, seria muy egoísta de mi parte- Dijo mi madre secándose las lagrimas de los ojos.
-Mamá si no quieres que sea un agente, no lo seré-
-No Raven, ese es tu sueño desde que tenias 6, recuerdo que siempre le decías a tu padre que querías ser como ese tal Scott y el te sonreía orgulloso de ti. Así que acepta ese empleo, con la condición de que cada que salgas a casa vuelvas a contarme tu día-
-Esta bien madre-
Ambas nos abrazamos por un buen rato.
-Tu padre estaría orgulloso de ti Raven- dijo finalmente mi madre.
Yo me lo imaginaba a mi padre sonriéndome, con esa sonrisa cálida que se le dibujaba en la cara cuando algo bueno pasaba, y levantando su pulgar en señal de aprobación.
Capitulo 4- Equipo 7 (año 2422)
Me levante a las 5am me aliste y tome desayuno para dirigirme a las afueras de la ciudad, para ser más exactos a la base de la AGP, al llegar encontré una entrada con innumerables estatuas de héroes que tuvo esta agencia.
Mientras paseaba por aquel enorme jardín me detuve en una la cual decía:
En memoria de Jhonny Reyes – Gracias por tus servicios gran amigo.
Al mirar la estatua le reconocí casi instantáneamente, era uno de los agentes que estuvo aquel día del desfile, un colega de Scott. En eso se me cruzo el pensamiento de que tal vez él también este muerto. Me entró una desesperación enorme y me puse a ver cada estatua y leer cada nombre de aquel jardín. Reconocí a un par de héroes más cuya historia pasó por las noticias. Un aliento de alivio fue sacado al no encontrar a ningún Scott en aquellos caídos. Miré el reloj y ya iba un poco tarde al entrenamiento.
-Disculpe, estoy aquí para iniciar mi entrenamiento- le dije a la secretaria que a mi parecer era un cyborg.
Esta nueva generación de cyborgs cuentan con emociones y generalmente no saben que son maquinas ya que el estado les da a cada uno una vida pasada en su programación con el cual también les da un motivo para pelear en este caso o contribuir de alguna forma en la sociedad actual y darles un toque mas humano por así decir. Otro cambio significativo es que su cuerpo es una replica exacta del ser humano y puede sentir agotamiento, hambre, sed, etc. La verdad es muy dificil diferenciar un cyborg de algún ser humano. A menos que se le destruya casi del completo.
– Esta bien, dígame su nombre completo y edad- dijo la secretaria.
-Raven Garmith, 21 años- Dije
Mi apellido es bastante raro, según me relato mi difunto padre nuestro apellido es una combinación entre 2 apellidos Garcia y Smith, provenientes del mundo muerto. (A lo que «mundo muerto» se refiere, es a los países o continentes deshabitados por la radiación, generalmente a Europa)
– Diríjase al campo por la salida a la izquierda, ahí lo están esperando los demás reclutas y en un rato llegará el general-
Asentí con una pequeña sonrisa dibujada en mi rostro y me dirigí al campo.
Ya allí vi por lo menos a unas 50 personas intentando postular para ser Agentes. Estuvimos esperando un buen rato hasta que finalmente llego el general y se puso en frente del montón de gente que estaba en el campo.
-Formación- dijo el general pero nadie le entendió.
– Dije !Formación!- grito con una voz de mando.
Todos corrimos a hacer varias filas lo antes posible y en menos de lo que canta un gallo todos estábamos formados. El general empezó a caminar y a observar a cada uno de nosotros con esos ojos que con tan solo el contacto visual te dicen que ya lo vieron todo, desde la batalla mas sangrienta y mortífera, hasta las trampas más astutas que un cadete le puede hacer a su general.
– Muy bien…- susurro el general
-Hoy todos ustedes están aquí para proteger a su gente, ya sea por un motivo en especifico o simple coraje, pero su objetivo es el mismo, acabar con los GM- dijo el general
En el momento que dijo esas palabras volví a recordar al agente Scott.
– El entrenamiento no será fácil, será un trabajo arduo y cansado fisicamente, a medida desarrollen su entrenamiento iremos evaluando sus capacidades de liderazgo y estrategia. Si les soy sincero no creo que ni la mitad de ustedes lleguen para el final del programa-
Todos se quedaron con cara de espantados pensando en que tipo de atrocidades son a las que se está refiriendo el general.
-En estos momentos se les asignará un número con sus habitaciones, cada uno compartirá habitación junto con 2 personas más quienes a partir de ahora serán su equipo durante el entrenamiento-
Luego de eso todos formamos para que el general nos dé nuestros numero de habitación.
-Tenga señorita- dijo antes de entregarme el papel con mi numero de habitación y mis llaves.
Me tocó la habitación 7.
Estuve merodeando por el cuartel unos minutos, imaginando que Scott estuvo en las mismas instalaciones que yo, pensando en que seguiré sus pasos que tal vez me guíen a él nuevamente.
Luego de vagar por los campos y pasillos, me coloco frente a la puerta del cuarto número 7, doy un respiro y me decido en entrar, giro la llave y veo a quienes serán mis compañeros de equipo.
-Hola ¿que tal? mi nombre es Fatima Suarez, soy tu nueva compañera- Dijo mientras daba un brinco para darme la mano.
-Raven Garmith, un gusto- Dije con cara risueña.
-Oh ¿Eres una Garmith? yo conocí a pocas personas con ese apellido, creo que en la escuela…-
Fatima siguió contando una historia de como conoció a un Garmith pero me distraje con el chico que estaba sentado en la esquina leyendo una novela de por lo menos hace 100 años. No decía nada, su aura algo sombría y enigmática me llamo la atención.
-A ese chico ¿le pasa algo?- interrumpí la historia de Fatima.
-No lo sé, el ya estaba aquí cuando llegue y no dijo una sola palabra, tampoco lo vi afuera cuando formamos con el general-
Me dirigí hacia él. Parecía ser una persona antipática y de pocas palabras.
– Hola soy Ra…-
-Raven Garmith lo sé, escuche a la parlanchina hablar de tu apellido hace un rato- dijo mientras le daba una mirada fría a la parlanchina.
Fatima lo miró con molestia.
-Leo Wilson ese es mi nombre, pero prefiero que me llamen Wilson- Prosiguió sin quitar la mirada de su libro y con tono desinteresado.
-¿Y cuál fue tu motivación para entrar al entrenamiento Wilson?- pregunté
– Ninguna, solo entre a la agencia porque si-
Me quedé algo impresionada ¿Cómo alguien arriesgaría su vida sin ningún motivo en particular? Quería seguir preguntando pero sentí que iba a ser en vano.
-¿Que hay de ti Fatima?-
-Yo estoy aquí porque… No quiero hablar de eso- Dijo en voz baja y algo melancólica.
Me imagine que era algo bastante y de nuevo no insistí.
Me acomodé en mi nueva cama y note que habían 3 muebles, uno para cada uno, que contenían los uniformes para el entrenamiento. El cuarto es bastante grande y cómodo.
-¿Y tú Raven? Porque decidiste venir aquí- Pregunto Fatima con los ánimos por los cielos otra vez.
-Yo vine aquí porque quiero aportar con mi vida para salvar a tal vez miles de ellas las cuales no pueden por si mismas- Dije segura de mi.
Estuvimos un buen rato hablando (Fatima y yo claro, Wilson apenas si aportaba a la conversación con monosílabos y su tono desinteresado ). Luego de media hora entró el general avisando que el primer día es libre, es un día más de socialización para conocer un poco a los compañeros de tu equipo y los demás. También nos recomendó descansar bien porque mañana será un día bastante ocupado.
Llegada la noche seguí las indicaciones del general y me fui a la cama temprano, pero no pude dormir bien gracias a la emoción de mi primer día como novata en estas instalaciones, Fatima tampoco pudo dormir, estuvo hablando casi toda la noche y me imagino que Wilson tampoco por todo el palabrerío.
-Este capitulo se lo quiero dedicar a Fatima Siancas que con ansias estuvo esperando por saber más de esta historia, gracias por tu paciencia y apoyo-
Capitulo 5 – Equipo 7 (Año 2422)
Sonó el despertador a las 5am, teníamos que estar en 10 minutos en el área principal formados con nuestros uniformes para que el general nos dé las indicaciones del día. Gracias a la mala noche apenas si me pude levantar, Fatima y Wilson tienen la misma cara de muertos que yo. Nos pusimos los uniformes (Que son muy cómodos por cierto) y luego los 3 salimos al área principal tal y como se nos indicó, llegamos un poco tarde al parecer ya que el general y la mayoría de los equipos ya estaban ahí.
-¡Formación!- Dijo el general otra vez con su voz de mando.
Todos formamos columnas mucho más rápido que el día anterior pero con sus respectivos equipos, al parecer ya nos estábamos acostumbrando.
En mi equipo quien se colocó al frente fue Wilson, le seguía Fatima y luego yo.
-Déjenme felicitarles casi todos estuvieron aquí a tiempo, eso es bueno, dan mucho de decir acerca que ustedes- Dijo el general
En eso llegan 3 chicos corriendo a formar.
-Oigan ustedes ¿que equipo son?- Pregunto el general a los recién llegados.
-Equipo 12 general- Dijo uno de ellos en voz alta.
-Están fuera-
Cuando el general pronunció esas palabras se me heló la sangre, en ese momento sentí que si cometía el más mínimo error iba a quedar como ellos, que tenía que dar mucho más de lo que pensé para poder cumplir mi sueño que tengo desde que era pequeña. Desde que vi a Scott.
Todos se quedaron en silencio, los chicos no se lo podían creer, dos de ellos ya se estaban retirando sin mas, pero el que había hablado no se quedó de brazos cruzados.
-¿Es una broma, verdad?- dijo el chico con tono desafiante.
-Eso quisieras hijo, anda a casa tu no estas hecho para esto-
-¿Cómo puede saberlo? ni siquiera me probó, aún no hemos comenzado-
-No hemos comenzado y ya estas fuera, anda a tu casa y llórale a tu mami, que yo no tengo tiempo para pataletas-
-¡Pruébeme!- exigió el chico
El general lo miro fijamente.
-Si tanto lo quieres, tendrás que correr vueltas enteras al campo hasta que yo te diga que pares, no quiero descansos ni caminatas, quiero que te mantengas corriendo ¿Entendido mocoso?- Dijo finalmente el general con una sonrisa triunfante y tenebrosa.
El chico no dijo nada, solo se quedó con la mirada baja.
-Lo haré- dijo
-¿Enserio? pues enviaré a alguien a que vigile que cumplas-
En tanto dijo eso empezó a correr sus quién sabe cuántas vueltas al campo.
Nuestro entrenamiento fue agotador, pero a comparación con las vueltas esto era un paraíso de la relajación. Nos hicieron hacer ejercicios físicos, yo ya había entrenado antes así que en un principio no me fue tan mal, pero contra mas avanzaba el reloj y el sol caía me fui agotando.
En ningún momento lo vimos parar a tal sujeto, él mantenía su ritmo aunque se notaba que le costaba bastante.Para la hora del almuerzo él seguía corriendo, no parecía importarle que posiblemente el general no cumpla, él no iba a parar de dar vueltas al campo hasta esperar la orden.
Casi cuando el sol estaba a punto de perderse en el horizonte noto que el general, quien estaba acompañado de un agente, llama al chico.
-Hey tú, ya terminaste-
Apenas escucho eso se tiro al piso sin querer moverse más. El general se acerca al casi cadaver del pobre muchacho.
-Tienes agallas hijo, me gusta-
-Gracias- dijo apenas
-Te ganaste tu lugar, te reasignaré al equipo…- Dijo el general mientras veía su registro de los equipos
-Siete ¿Cuál era tu nombre? por cierto- continuó
-André Jagger-
-Bienvenido de vuelta dormilón, a la próxima no habrán vueltas, solo la puerta y hoy duerme en tu habitación ya mañana te unes con tu nuevo equipo-
-Entendido-
El general se va junto con el agente que lo acompañaba.
-No cree que fue mucho para él- Dijo el agente sorprendido por el chico.
-Claro que fue demasiado, no creí que lo iba a lograr, pensé que al escuchar eso se iba a rendir e irse a casa, pero al ver que empezó a correr y según lo que vi y me informaron nunca paro-
Dio una pequeña pausa y prosiguió-
-Él ahora no está aquí solo por pasar unos exámenes y entrevistas que casi todos pasan, él está aquí porque se ganó su lugar, tengo un buen presentimiento de él-
-Andre Jagger, no olvidaré ese nombre- dijo el agente.
Yo los observaba a lo lejos, no tenía ni idea que decían pero al parecer el chico se quedaba.
Me reuní con mi equipo en las habitaciones.
-Pobre chico, yo que él me hubiera rendido- dijo Fatima
Asentí.
Todos caímos rendidos en nuestras camas gracias al cansancio.
Capitulo 6-equipo 7 (año 2422)
Al día siguiente el primero en estar en el campo fue el chico de las vueltas.
El general dio su orden de siempre para que nosotros formemos. Todos, adivinando las ordenes, ya estábamos formados con nuestro respectivo equipo. Me sorprendió que el chico de las vueltas se haya acoplado a nuestras filas, quise preguntar pero el general me interrumpió.
Nos anunció que nos iba a dejar a cargo del Capitán Murillo, quien postrado en una silla de ruedas, portaba unos lentes oscuros de un negro opaco el cual es imposible ver a través de ellos, las incontables medallas y a la vista se notaba que rebosaba los 50 años.
El general siguió explicando que a partir de ese día él sería quién nos vigile, como si fuera su mano derecha. Luego de eso se volteó a ver al capitán y empezaron a charlar. Nos pidieron unos minutos.
-¿Quién es ese? tiene cara de viejo amargado- me susurró Fatima.
Yo estaba a punto de decirle que no tenía ni la menor idea cuando de repente Wilson, quien ya leía en mis gestos el no saber acerca del Capitán, nos explica el pasado de aquel hombre.
El Capitán Murillo hace más de 25 años fue uno de los cadetes más prometedores de esta academia, muchos generales de la época juraban que aquel muchacho con agilidad de felino, mejores estrategias que Ferreira (Mejor jugador de ajedrez de la época) y el aire de un líder innato iba a llegar a acabar con el GM y transformarlo de un presente a un pasado oscuro. Sin embargo, luego de apenas 3 años de servicio en la AGP, desgraciadamente en una misión llamada «Cabeza del cuervo» en el cual se pensaba capturar si no es que aniquilar a una de las mentes de los GM, quien era una pieza importante de esa organización terrorista. Todo iba bien hasta que una minúscula falla en las comunicaciones las cuales enviaban sus señales a los receptores más cercanos, los lograron interceptar desatando uno de los fracasos más humillantes de la AGP . Según se rumorea, el general era parte de la operación «Cabeza de cuervo», luego de la ardua batalla, anuncian retirada inmediata del lugar. Todos desesperadamente salieron del lugar, excepto el general. Murillo al notarlo, volvió a toda prisa al no querer dejar a uno de los suyos en las garras de aquellas alimañas. Corrió por todos los pasillos, aniquilando a quien se le atravesara en el camino o se interponga entre él y nuestro actual general. Lo encontró en el tejado, casi totalmente abatido junto a 3 GM, Murillo con el cuerpo cansado y lleno de heridas profundas que aún goteaban sangre intentó enfrentarse a ellos 3 solo. El resultado de ello fueron 2 GM aniquilados, pero salió un 4to de sorpresa el cual lo agarró desprevenido y finalmente lo lanzó de aquel tejado rompiéndole una infinidad de huesos, los daños más severos fueron quitarle los privilegios de contemplar con sus propios ojos el mundo otra vez, siendo obligado a usar una operación experimental que por suerte salió bien devolviéndole la vista en un solo ojo. La otra consecuencia de aquella feroz caída fue dejarlo paralítico de la cintura para abajo, le ofrecieron miles de veces amputárselas y ponerle unas prótesis. Pero Murillo siempre se negó alegando que él lo único que quería eran sus piernas muertas que alguna vez corrieron como pantera, funcionar.
-¿Cómo es que llegaron al hospital?- Preguntó el chico de las vueltas que se encontraba escuchando atentamente desde atrás.
-Pues Murillo al irse de regreso, 2 compañeros más cuyo nombre desconozco, lo siguieron. Pero al llegar al tejado ya era tarde, Murillo ya había sido lanzado y lo único que pudieron hacer era salvar los cuerpos moribundos de sus compañeros. Después de la desastrosa operación, Murillo quedó totalmente incapaz de poder participar en otra, aún así sea solo de patrulla. Pensó en renunciar y la agencia pensó en retirarlo y dejarlo en casa con sueldo de veterano. Pero quien se aseguró de mantenerlo activo en la agencia de cualquier forma fue el general. Siempre le buscó un puesto al menos para los archivos, en forma de gratitud ya que este trabajo, era el trabajo soñado de Murillo.
Fatima, el chico de las vueltas, yo y unos chicos más que se nos unieron a la historia, quedamos impresionados por el pasado de aquel hombre. Volteé mi mirar en dirección al capitán, ahora lo único que podía ver era un alma con una gran impotencia, miserable y melancólica. Que carga con las cicatrices de su pasado las cuales son imposibles de borrar. Tal vez pensando día a día lo que pudo ser, pero se le fue arrebatado de las manos como dulces a un niño.
El general termino de hablar con el Capitán Murillo, le dio una palmada en su brazo como el que se le da a un colega cercano y mientras se dirigía a la recepción, se detuvo y agrego.
-Por cierto, al equipo 7 se le va acoplar el novato Jagger-
Luego de eso, giro ciento ochenta grados y se fue.
-¿Jagger, así te llamas?- Preguntó de repente Fatima al chico de las vueltas
-Si, Andre Jagger es mi nombre, un gusto-
Todos nos presentamos con nuestros nombres, excepto Wilson. Que al parecer todo lo que tenía de voz para medio año lo había gastado en la historia de Murillo. Fatima tuvo que presentarlo, pero eso no parecía hacerle molestia mas si una bendición ya que al parecer sentía cierta atracción por Jagger y contra más palabras intercambia con él, mejor para ella. Se le notaba en los ojos la mirada deseosa del dormilón.
-Atención- Dictó como primera orden el Capitán con una voz ronca.
Todos nosotros, que ya habíamos desarmado la formación por la demora de nuestros superiores, giramos a ver al Capitán Murillo.
-Hoy tendrán un trabajo algo pesado- dijo con una sonrisa maliciosa
Aclaró su garganta y siguió
-Para este trabajo tendrán que correr cinco kilómetros- hasta ese momento no me pareció mucho trabajo
-Pero cargando uno de estos-
A lo que el capitán se refería, era a unas mochilas del porte de la mitad de nosotros. Nos hicieron la entrega de nuestras mochilas, al cargar la mía quede impresionada, estas cosas por lo menos pesaban 20 kilos, apenas si podía trotar con ella y no era la única. Fatima cuando se la pusieron cayó al suelo siendo aplastada por el equipamiento del día. Wilson y Jagger sí pudieron soportar el peso, pero al igual que a mi, les costaba movilizarse con él.
Cuando todos se terminaron de poner sus equipos, el capitán se dirigió a nosotros.
-El primer equipo en completar los cinco kilómetros tendrá el resto del día libre-
Cuando el general dijo esas palabras los ojos de los demás, hasta los de Wilson, se iluminaron contemplando el día de descanso.
-Pero- siguió el general
-El último equipo tendrá que caminar como pato ida y vuelta 2 veces a todo el largo del campo. El resto de equipos vendrán conmigo a seguir con el resto del entrenamiento-
Todos nos pusimos en la linea de salida, esperando la orden de inicio con las ganas en alto de ganar ese descanso o simplemente no hacer el castigo. El capitán dio un tiro al aire en señal de que ya debíamos comenzar. En el primer kilometro yo ya estaba bajando mi ritmo, quienes llevaban la delantera eran Wilson y un chico del equipo 2, al último estaban Jagger que a duras penas si podía mantener un ritmo super lento, Fatima que si no fuera por la caída que tuvo al colocarse la mochila pensaría que se está quedando atrás por Jagger y un chico algo obeso del equipo 15.
Luego de una hora aproximadamente, los primero en llegar fueron el equipo 2, le siguieron el equipo 17, y de ahí el 10. Los equipos fueron llegando hasta que solo quedamos nosotros y el equipo 2. Wilson y yo ya estábamos en la linea de llegada con los nervios en la garganta esperando que nuestro equipo llegase primero. Al equipo 2 solo les faltaba 1 miembro, Gonzalo el chico obeso. Los minutos pasaron y sorprendentemente Jagger y Fatima fueron los primeros de los últimos en llegar.
El Capitán nos mandó a esperar con los demás para continuar con el entrenamiento. Mientras vimos como Gonzalo venía arrastrándose con los codos y gimiendo de cansancio. Sus compañeros de equipo lo miraban con furia por haberlos hecho perder, todos excepto uno.
Murillo les ordenó que descansaran 10 minutos antes de su castigo. Fatima quien estaba exhausta por el recorrido, decide quitarse la mochila de 20 kilos.
-¡¿Quien carajos te dijo que te quites el equipo mocosa?!- Grito enfurecido Murillo
Fatima apresuró a ponerse de nuevo la mochila cuando el capitán la mandó a hacer las vueltas de pato con los del equipo perdedor.
Llegada la noche entramos a nuestra habitación y no reparamos en la ausencia de Fatima hasta que Wilson y yo notamos que había mucho silencio. Los 3 salimos a buscarla en mitad de la noche por las enormes instalaciones de la AGP.
-Debe haber renunciado- Dijo Wilson con un tono de desinterés y ganas de volver a la habitación y descansar.
-No lo creo- agregué
Deambulamos por los pasillos de las instalaciones, la enfermería hasta que finalmente en mitad del campo divisamos un objeto en mitad del campo. Ese «Objeto» era Fatima quien se había quedado dormida sobre la mochila.
Entre todos la cargamos hasta la habitación número 7, donde no dijo palabra alguna más que unos ronquidos que apenas si se podían escuchar.
Capitulo 7- Equipo 7 (año 2423)
Pasó un año y medio desde que empezamos el entrenamiento para entrar en la agencia. Hubieron un par de veces el cual estuvimos a punto de palmarla. Una en la cual Murillo hizo una competencia cuerpo a cuerpo. El objetivo era neutralizar al enemigo en el menor tiempo posible, todos con un tiempo límite de 30 segundos.Y si se cumplía el tiempo y no había un ganador, ambos participantes perderían. Por cada pelea existía un sistema de puntuación, si ganabas obtenías 3 puntos, si perdías te restaban 2. Lo preocupante era que, si quedabas en los 3 últimos puestos de la tabla, estabas fuera. En la segunda ocasión fue por una riña que tuvieron Jagger y Gonzalo. Todo empezó gracias a la primera carrera de cinco kilómetros, donde Gonzalo aseguró que Jagger jugó sucio y fue él quien le torció el pie. Desde ahí su rivalidad fue creciendo poco a poco, llegando a detonar y tener una pelea en el campo. Ambos se toparon, solos, un intercambio de palabras e insultos se convirtió en intercambio de patadas y golpes. Murillo estuvo presente, observando desde lo lejos como un buitre. No hizo falta más que un silbido y una fría mirada para hacer notar su temible presencia y acabar con la pelea. A ambos equipos nos amenazó con que si ocurría algo similar, nos echaría. Con respecto al entrenamiento, tuvimos un buen avance. Aprendimos a manipular armas como la Black sky o la Centenarium. Teniendo la mejor participación en las pruebas de tiro. También nos llegamos a adaptar al equipamiento, ahora se nos resulta bastante sencillo movilizarnos.
Solo quedamos 2 equipos restantes, el equipo 15 donde se encuentra Gonzalo, Catalina y Atreo. Y nosotros. Se eliminaron los 5 últimos equipos el día anterior. Fue la última competencia de ajedrez. El Capitán nos explico que este tradicional juego, sacaba a la luz nuestra inteligencia, estrategia y calculo de las variantes. Siendo importante todo ello para ser un buen agente. El mejor de nuestro equipo fue, sin duda alguna, Wilson con las 6 victorias, quedando invicto, le seguimos Jagger y yo con 5 victorias y por último Fatima con 4. Quedamos en el top dos junto al equipo de Gonzalo.
Al día siguiente, es decir hoy. Nosotros estuvimos esperando a el Capitán Murillo en el campo, pensando en que tipo de competencia se le pasaría por la mente para eliminar a alguno de nosotros. Yo estaba recordando todo el camino que transcurrimos para llegar acá, y eso me daba motivos para que sea cual sea la competencia, ganarla a toda costa. Fatima estaba nerviosa, se le notaba, pareciera que los nervios le habían hecho un nudo a sus cuerdas vocales porque no soltaba una sola palabra desde la mañana cuando nos dijo «Buenos dias». Wilson y Jagger solo se mantenían en silencio, esperando la llegada y las ordenes de Murillo, las que definitivamente serían las últimas ordenes que recibiríamos luego de más de un año oírlo predicar cada mañana nuestro sufrimiento del día. La tensión era tanta que hasta Wilson, que casi nunca parecía reflejar emoción alguna, se le leía en su aura inquietud y de la pura.
Quince minutos después, Murillo llegó junto al general. Todos formamos y nos mantuvimos en silencio esperando su palabra.
Murillo carraspeó en señal de atención.
-Buen día señores
Se detuvo un instante como esperando una respuesta.
-Como sabrán, por cada periodo de entrenamiento generalmente en la agencia suele salir un equipo de agentes calificados.
En mi cabeza andaba pensando a que ahora se vendría el anuncio de la última prueba.
-Sin embargo, este es un caso particular- Continuó Murillo- General ¿Me haría usted los honores?
-Por supuesto -Contestó el general con una sonrisa impregnada en el rostro- Señores, viendo sus resultados tan similares y después de discutirlo con el capitán llegamos al acuerdo de que ambos equipos se conviertan en agentes. Debido a que sería muy tonto despedir a personas con la capacidad de ustedes.
Ambos equipos nos miramos con alivio.
-Así que hoy será su último día, empaquen sus cosas y demás. Se les designará a cada equipo su respectivo cuartel mañana en la ceremonia, si gustan pueden utilizar el teléfono de la recepción para que puedan avisarle a sus seres cercanos. Mis más sinceras felicidades-Dijo finalmente el general, retirándose.
Yo volví a sentir aquella sensación de orgullo como la del día en el cual me aceptaron. Fatima, por otro lado, estaba de rodillas llorando de emoción y alegría mientras Wilson la miraba con esa mirada antipática que nunca le faltaba, pero con una sonrisa apenas perceptible. Nos dirigimos a nuestra habitación a empacar nuestras cosas. Cuando de pronto Jagger empezó a saltar de la alegría y a abrazarnos.
Las hora pasaron. Yo ya había llamado a casa para avisarle a mamá acerca de la ceremonia. Hace mucho tiempo que no hablaba con ella, de vez en cuando nos dejaban usar el teléfono de recepción, pero las oportunidades eran casi nulas. En el año y medio que transcurrió la habré llamado solo 4 veces. Al oír mi voz se emocionó bastante y me bombardeó sin piedad de preguntas.
-Raven ¿Cómo estas? ¿Cómo va todo por allá? ¿Se solucionó el problema entre Jagger y Gonzalo? me da gusto oírte hija. Cuéntame, cuéntame.
Por un momento pensé que su voz se iba a quebrar en llanto por la alegría de oírme. Le di las noticias acerca de la ceremonia y la puse al corriente de todo. Fui lo más breve posible ya que consideré que en algún momento un compañero necesitaría la línea.
– Estoy orgullosa hija, mañana mismo voy al cuartel-
De pronto entró Jagger a recepción con cautela para no interrumpir mi conversación. Luego se acercó a mi y me susurró
-¿Vas a tardar mucho?
-No te preocupes, ahora acabo- respondí – Madre tengo que colgar, te veo mañana
-No puedo esperar- respondió,
Colgué la llamada y le avisé a Jagger que ya estaba libre.
Volví a la habitación número 7, donde se encontraban Wilson y Fatima ordenando la habitación. Entré y di una vista panorámica a la habitación, sabiendo que sería una de las últimas horas que pasaría en ella.
A la mañana siguiente, todos nos dirigimos a recepción. Donde nuestros familiares esperaban nuestra llegada para poder abrazarnos con la fuerza de un año y medio de reserva. Mi madre vino corriendo hacia mi con lagrimas en las mejillas. Ese día conocí a los padres de Wilson, su padre de Wilson es un ex-agente de la AGP. Es amigo cercano del General y el Capitán Murillo. Él lo estuvo entrenando a Wilson desde pequeño, con el afán de que su sucesor siga los mismo pasos de su padre. Al aparecer los padres de Jagger, todos quedamos boquiabiertos al reconocer quienes eran.
Los padres de Jagger eran dueños de una empresa de pianos clásicos. Pero no cualquiera, si no una de las más grandes del mercado. Es una familia bastante adinerada. El inicio del negocio se remonta hace unas 3 generaciones de Jagger’s. Primero con una pequeña tienda en la calle Terminal, con una letrero donde se leía el nombre de la empresa el cual era «Sinfonía». Siendo un poco duro el comienzo, debido a la mala ubicación en la cual se encontraba el local, se solían robar pianos y llegaron a tal punto de entrar en quiebra. Pero gracias a un golpe de suerte. Ismael Montoya, un pianista reconocido de la época. Acudió a aquella tienda en la calle Terminal encargando un piano de gran cola, con el cual llegó a tocar en varias ocasiones, asegurando que ese piano era su favorito en entrevistas y anunciando el nombre del local por todas partes. En poco tiempo «Sinfonía» empezó a ser una de las mejores marcas de piano. Y cuando el pianista, al cual le deben el hecho de lanzarlos a la cima, falleció. Le hicieron una edición especial de tan solo mil ejemplares. Llegando a venderlos hasta por un millón de medallines. Desde entonces, su fama y prestigio solo conoce el aumento. Por ello, al notar la presencia del millonario, me sentí intimidada por él y su reputación. En mis pensamientos imaginé que resultaría ser una persona bastante seria y amargada, como Wilson. Pero cuando todas nuestras familias se reunieron para conocerse. Resultó ser alguien bastante simpático y suelto.
Mientras hablábamos, no noté que faltaba Fatima en la platica. Le pregunté a Jagger donde estaba a lo que respondió.
-¿Otra vez se perdió? a lo mejor Murillo le ordenó que haga unas vueltas de pato y se habrá quedado dormida en el campo- Dijo hilarantemente dejando el tema por acabado.
Me dirigí en su búsqueda dejando a todos charlando en la recepción. La encontré en la habitación, sentada en su cama con la cabeza cabizbaja.
-¿Te ocurre algo?- pregunté
No hubo respuesta.
Me acerqué a ella, sentí la necesidad de abrazarla y lo hice. Estuvimos así un cuarto de hora sin mediar palabra. Finalmente Fatima despegó sus labios y dijo.
-No vendrán- dijo sollozando
Hasta ese entonces no me había dado cuenta que no estaba la familia de Fatima.
– Siguen enojados- prosiguió
-¿Por qué están enojados?
-Ellos no querían que viniera. Creen que esto es una tontería y un suicidio.
Me quedé en silencio, pensando que al parecer ese pensamiento era bastante común ahora.
-La razón por la que estoy aquí es por mi hermana. Estoy aquí para vengar su muerte-Dijo Fatima- Hace unos años, cuando éramos pequeñas, ella y yo nos encontrábamos en un mall con nuestros padres. Nos dijeron que nos quedáramos cerca de ellos. Hicimos caso omiso y nos pusimos a jugar, perdiéndonos entre el laberinto de tiendas. De un momento a otro ella pasó de estar tomada de mi mano a los brazos de un GM. Quien se la llevaba a toda prisa tapandole la boca. Yo me quedé paralítica y a nadie se le ocurrió hacer nada. Eran todos tan indiferentes, pero ¿de que les culpo? debimos haber hecho caso. Cuando se me pasó la parálisis, fui corriendo en busca de mi madre, llorando y gritando ayuda. Pero era ya muy tarde, habían escapado con ella. Cuando les anuncié que quería meterme a la agencia. Me dijeron que no querían perder a una hija más. Que si lo hacía, ellos se iban a olvidar de mi, así se arroban el dolor de mi muerte.
La frialdad de esa última oración me atravesó el corazón. No pude imaginar el dolor que significó para ella.
-Ayer les intenté llamar, pero nadie contestó-continuó- Al parecer si se están olvidando de mi-dijo finalmente entrando en llanto.
La abracé de nuevo. No sabía que más hacer. Jamás la vi tan decaída como ahora.
Nos hundimos en otro silencio, era raro ver a Fatima tan callada. Pude ver que aquella chica, que cargaba con la muerte de su hermana y la separación de su familia. A pesar de ello, mantenía una sonrisa. Envidié por un momento su valentía.
-No le conté esto a nadie-Dijo Fatima rompiendo el silencio guardado en el ambiente.
Asentí repetitivamente, aún sin saber que decir.
– Es bueno haber quitado ese peso de encima, en cierta parte- dijo intentando reconfortarse a sí misma.
-Supongo que si, a veces solo necesitas sacar el veneno que llevas en tu corazón con alguien, en lugar de reprimirlo.
Ella me miró con los ojos rojos por el llanto y me sonrió con tristeza.
-Me voy a lavar.
-Esta bien, pero apúrate creo que ya va a comenzar la ceremonia.
Al cerrar la puerta de la habitación, llamé a Fatima y dije
-Lo que piensen tus padres es un error, no estas cometiendo suicidio. Al contrario, estas ayudando a salvar vidas, no estas siendo indiferente. Solo pocos se atreven a hacer esto, sea por miedo o simple egoísmo. Tú estas ayudando a que alguien pueda vivir en paz y apuesto a que tu hermana estaría orgullosa de todo tu progreso.
-¿Eso crees? -Dijo con mirada cabizbaja
-Si, lo creo.
-Gracias Raven.
Ambas fuimos al campo donde nos esperaban todos. Fatima empezó a sentirse mejor con la estancia de los padres de los demás. A todos les agradó por su peculiar hablar.
– Señor Wilson, dígame ¿Su hijo siempre fue así de cascarrabias?- preguntó Fatima ya recuperada del mal episodio y con tono burlesco.
El señor Wilson soltó una carcajada y contestó.
-Desde que tengo memoria jovencita, él vino al mundo enojado por todo.
Wilson resopló lanzándole una mirada fría a Fatima.
Pasamos otra media hora charlando acerca de anécdotas del entrenamiento, nuestras vidas y otros temas que nacían de lo antes mencionado. El otro equipo se nos unió más tarde. Tuvimos que dejar a nuestros padres conversando porque teníamos que subir al pequeño escenario que armaron el día anterior.
La ceremonia no fue nada fuera de lo normal, unas palabras del general bastaron para darnos nuestras medallas. Luego de ello, iban a hacer el anuncio de nuestros cuarteles.
-Bien, al equipo 15 se le asignó el cuartel N a cargo del agente Fernandez.-Dijo el general tomando una pausa para proseguir- Al equipo 7, se le designó el cuartel L al mando de el agente Cruz.- Finalizó
Nos dio unos minutos más de halagos e indicaciones para finalmente retirarse.
Luegov de volver todos a recibir las felicidades de nuestros padres. El Señor Wilson dijo fríamente
-Vaya mierda de cuartel les a tocado, déjenme ver si puedo hacer algo.
Todos nos quedamos intrigados. A excepción de Wilson, que ya debía saber el motivo de aquellas palabras.
-¿A que se refiere?- preguntó Jagger.
-Chico, el cuartel L es uno de los más descuidados de todo Emiliano. Esa cosa es más antigua que la misma AGP, me atrevo a decir. Por lo que sé, eso antes era una Fábrica de cachivaches. Y por la repentina aparición de los GM y la necesidad de tener un cuartel en cada zona, tuvieron que transformarlo en lo que es ahora a la fuerza. La verdad no sé por qué no lo demuelen y construyen algo mejor. Intentaré negociar con el General Sanchez. Que si ustedes están ahí, están más propensos a morir aplastados por el edificio a que en combate.
Capitulo 8 – Scott (año 2410)
Era el día, los mejores equipos de la agencia se habían reunido en el cuartel -A. Un cuartel subterráneo el cual pocos saben de él, y si lo hacen, lo toman de leyenda urbana. El salón principal era enorme, con 4 pilares que parecían proteger la mesa central donde se ubicaba el mapa de Emiliano en un holograma. Del salón principal nacían vertientes de pasillos que desembocaban en habitaciones como vestuarios, cuarto de armas, garaje, cuartos de archivos confidencial y oficinas. Pude reconocer a varias figuras icónicas al entrar. Varias caras que sin duda alguna pasarían a ser parte de la historia de esta organización. Como el general Tri o el novato Murillo, de quien se dice es una pieza clave para la misión pese a su baja experiencia. A lo lejos vi como me saludaba Reyes con una mano mientras que con la otra se abría paso entre todos los agentes para llegar a mi, éramos más de 50 personas en aquel salón.
-Vaya gentío ¿no? – dijo Reyes mientras me tendía la mano en forma de saludo.
– Si, no pensé que íbamos a ser tantos- contesté
– Yo ya me lo esperaba, esta operación es de las más importantes. Tienen que tener todo cubierto. Así de una vez por todas podremos acabar con esos hijos de puta de Meyer y Nakamura.
Meyer y Nakamura son las mentes de la organización GM. Teniendo ideales propios de un psicópata. Ellos son quienes organizan los ataques y crean los cyborgs a quienes mandan a misiones más peligrosas o de precisión inequívoca. Si logramos aniquilarlos, derribaremos a los más importantes pilares de los GM. Dándonos una ventaja considerable sobre ellos.
Solo llegué a asentir con la cabeza cuando el general Tri carraspeó y anunció.
-Señores, hoy estamos aquí porque vamos a hacer historia y poder acabar de una buena vez por todas con esta mierda de inseguridad que por años nos atormentó a todos nosotros- Dio una pequeña pausa y continuó- Podremos acabar por fin con aquellas noticias de muerte que salen en lo hologramers del periódico. Con esa inseguridad de salir a la calle y tener que portar un cuchillo contigo. Acabar con esas lagrimas en las mejillas causadas por haber perdido a un ser querido… Con lo que haremos hoy, eso será solo un triste pasado. Ya que después de meses de investigación, dimos con el siguiente paradero de los cabrones de Meyer y Nakamura- el general sacó una sonrisa maliciosa y se relamió los labios como saboreando la victoria- Así que estén atentos, que voy a explicarles el plan de la operación «Cabeza de cuervo».
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