El corazón es de quien lo cuida.
La mente de quien la sabe habitar.
La mirada de quien la profundiza.
Y la piel de quien la eriza.
Mi boca es suya porque le mira con amor.
Mi cuerpo es suyo porque le desea con descontrol.
Mi amor es suyo porque le recibe con calor.
Y mis sentimientos se los entrego porque les brinda protección.
Oh magnífica protagonista de mis sueños.
Vigilante de mis desvelos.
Alcalde de mi infierno interno, que maneja tan bien los imperios…
Quédate y bríndame más de lo que tienes.
Ven y dime todo lo que sientes.
Escríbeme y cuéntame lo que te entristece.
Llámame y dime qué es lo que te enloquece,
pues, escucharte es aquello que tanto me estremece.
Pdta.: aún tan lejos, tu amor es tan hermoso, que es como tenerte.
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