¿Y qué pasó al final?

Al final sólo quedaron dos corazones rotos y vacíos, eso pienso, o tan solo fue el mío… Quiero decir que, a pesar de todo, te amé, y creo que te seguiré amando hasta que pueda pararme de nuevo.

– ¿Tú crees que puedas?
-Tal vez, igual tengo una vida, que dura más o menos una botella de ron y una caja de cigarrillos.
-Más o menos una noche… ¿Eso quieres decir?
-O puede que dure una vida si mantengo el mismo dolor.
Al final de todo pedí disculpas, fui perdonado de cierta manera, recé, lloré y supliqué que fuera perdonado porque en verdad lo único que deseo es eso y bueno también verla y decirle lo mucho que me hará falta si se aleja lo suficiente.
-Oye, crees que puedas seguir, quiero decir ya mismo se acaba esa botella…
-Mierda… ¿Vamos por otra botella?
-Claro, pero quiero que sepas que estás hablando solo.