Prologo:
Es una novela de ciencia de ficción de un joven frustrado por su pocos logros en la vida, que busca despegar, aunque sus miedos le juegan malas pasadas. Gracias a una fuerte voluntad, cumplirá sus sueños y descubrirá cosas que jamás tuvo en cuenta. Avivando todo su potencial.
LA GRAN CAIDA POR CHALITO
PRIMERA PARTE
- CUANDO UN SUEÑO SE ACABA
Todo el caos se veía venir a lo lejos, muchos apenas ni quisieron verlo. Las noticias ya dejaban ver lo inminente, más miedo y desastre, seguro se le ocurrió a algún perspicaz, creativo, “una avalancha de desgracias juntas”. Es una buena noticia comentó Andrés, pero creo que le falta algo mi amigo, unas gotitas de magia, no lo crees como esperanza, algo “imposible”, quiero que un equipo pequeño de fútbol gane algo importante como una Champions League o una clasificación al mundial, alguien que superó una enfermedad en etapa terminal, la guerra en Siria, algo que pueda hacer que nos vea más gente, sabes lo duro que va todo por acá. Mencionó el jefe de prensa del canal.
Necesitamos que nos vean más, últimamente muchas televisoras andan buscando las noticias y ya sabes, si nos distraemos perdemos, tan solo hace 5 años, nuestra audiencia era de lo más alta, ahora apenas y nos mantenemos, el internet junto con las redes sociales cada vez son las más preferidas. Eso es lo malo, todas las cadenas se han dado cuenta de cómo mantener los picos altos en la audiencia.
No era lo que él esperó, a menos de 1 año y medio, desde la primera firma estampada en un papel con esa empresa, Andrés Fonseca, aún mantenía la ilusión, sabía que pese a los pormenores la paz consigo mismo era lo que mayor felicidad le daba, había acabado la universidad, tras siete años; tuvo muchas dificultades, soportó y superó aquella etapa, pese a que siempre se presentaba alguna adversidad por el camino.
Una noche mientras miraba un juego de fútbol, hacía mucho calor y abrió las ventanas, era un compacto de un partido de fútbol repetido por ESPN, donde jugaba el real Madrid contra el Spotting de Gijón, no estuvo emocionante, pero lo miraba mientras bebía una lata de cerveza muy helada. “La sala estaba vacía, eso lo hacía feliz, por aquel momento, su familia se había ido de viaje”, su departamento por lo general lleno de gente; su cuñada, hermano, sobrino y padres. Él amaba a su familia, pero algunas veces le resultaba difícil, los llantos del niño, repentinas discusiones internas de ambas parejas se habían convertido en tan rutinarias que por momentos prefería encerrarse en su cuarto. Pensó en muchas cosas, hasta que se quedó dormido y soñó.
En su habitación abría las cortinas y las ventanas, miraba la calle, llena de tráfico casi todo el día, salvo domingos. Encendía su computadora y se entretenía, escuchando música o viendo algún video pornográfico que lo enganchase, o uno musical en YouTube. El tiempo era gastado en abundancia en aquel lugar por él, planeaba algunas cosas que por lo general nunca funcionaban a lo largo del día. Algunas ideas tóxicas inundaban su mente, escuchando sus pensamientos pesimistas entre otras conversaciones de sus padres, muchas de las cuales le resultaban “graciosísimas”, debido a cada contexto o tema que llegaban a sus orejas, motivo de sus discusiones.
Para lograr entretener al pequeño bebé, su mama, Raquel, repetía cosas tomadas de algún juego, programa o canción. Muchas de las cosas las repetía una y otra vez, y en algunas ocasiones provocaban las carcajadas del pequeño. Por otra parte, la madre de Andrés, presa de los chismes de algún programa farandulero de la mañana hablaba con una amiga por teléfono acerca de la venta de un departamento de algún personajillo farandulero local. Ella podía charlar por más de hora y media sobre aquel tema.
Su felicidad era incalculable, pues no, suponía Andrés. Además, tenía algo de pena. Pena de no llegar lejos, de que las cosas no vayan bien durante su camino. En un momento de felicidad, a gusto con su soledad, no paro de tratar de pensar, ¿cuál es la raíz de mis problemas?, no creo que vaya al “Valhala”, con los brazos cruzados. El secreto está en hacer cosas y no esperar que caigan del cielo.
Tengo que encontrar mi rol en el mundo, mis padres se están hartando de mi presencia, quieren que realice algún trabajo de mierda, uno de esos donde trabajas mucho y ganas poco, pero en fin creo que sé lo que me toca hacer, imagino.
Recordó cómo llegó a trabajar en ese importante medio de comunicación. Salía de una clase de la universidad, caminaba yendo a casa, cuando obligado a parar por un semáforo en rojo, a lo lejos, cruzando la calle un imponente edificio se veía. Aquel tenía una enorme antena con un logotipo, que hasta el menos observador lo notaría si anduviese por esa avenida.
Caminó hacia la puerta de aquel recinto y un malhumorado guardia con voz amenazante le dijo: ¿qué quieres?, nada solamente me gustaría saber- “¿qué hago para pedir trabajo aquí?”- solo deja tu currículo que luego lo llevó a recursos humanos, contestó. A qué juego jugamos esta vez, es como la sexta que vengo a buscar trabajo aquí este año, y este mismo tipo ya va recogiendo por tercera vez mi currículo. Pensó camino a casa decepcionado.
Andrés se molestó consigo mismo, cómo es posible, ¡ya tengo veinticinco ¡y no he conseguido nada. No es posible, no puede ser que a esta edad mi experiencia con los medios sea tan mínima o casi nula. Creo que es hora de tener un rumbo, y no estar como un barco varado en medio del océano. Algunos pasatiempos divertidos tendrán que ser sacrificados o guardados para algún momento de la semana o para una tranquila noche.
Casi todo su tiempo se le iba en esa dichosa universidad, un poco cara, por cierto, los bolsillos de sus padres sentían mucho cada mensualidad. A lo mejor quedo algo de resentimiento por parte de sus padres hacia él. Andrés mintió dijo que todo había ido bien, y nada más alejado a la realidad. Se había vuelto dejado, ya no le importaba las cosas de gran valor, faltó a muchas clases, llegó a irse a los golpes con su padre y apenas estudiaba para los exámenes.
Lo trágico para él había llegado, la inocencia con la familia estaba en su etapa final, cada vez se hacían más expresivas las disconformidades en casa. Cualquier cosa podía estallar una guerra mundial allí. Y motivos no faltaban, su padre iba a trabajar ocasionalmente, cada vez menos, una estafa lo había estancado, ningún miembro de su familia podía negarlo, le hicieron daño, se encerró al igual que su hijo en su mundo.
Las deudas llegaban al igual que las discusiones. Su mamá, Ana Cisneros, exigía a su marido que saliera, que se buscara la vida, no había forma, ella decidió quedarse callada, y claro, para mayor de los males, su hijo había sido expulsado de la universidad por bajo rendimiento académico. La tranquilidad no era uno de los dones de Andrés, por aquellos años impaciente, rencoroso, buena persona, pero por lo general bastante ingenuo. Confundido por aquella etapa, buscaba a su novia de aquel entonces y desfogaba en ella todas sus bajas pasiones, que eran bienvenidas con mucho gusto por su parte.
El sentimiento de culpa iba desapareciendo en Andrés, con el correr de los meses, realizó como cuatro trabajos antes de realizar uno donde era reponedor en el área de calzado de una tienda por departamento, esas donde se vendían todo tipos de cosas desde pantalones hasta juguetes. Los días y horas pasaban e iba descubriendo día a día que detrás de lo que vemos a diario hay mucho trabajo detrás.
La gente es muy ingeniosa, comprobó algo; en su trabajo había muchas maneras de robar, una muy común que vio como 3 tres veces, era como personas robaban polos quitando las piochas de camisas o zapatos, cualquier cosa en verdad. No crean que todo es malo también notó muchos chispazos de luz, personas que devolvieron algún objeto de valor como celulares y billeteras. Por otra parte, por “experiencia personal”, cerca de su centro de trabajo había un parque en medio del centro de la ciudad. Uno donde pasaba de todo, muchos ladrones se reunían en círculos para planear alguna fechoría.
Una vez un patrullero se estacionaba y con unos bocinazos llamó, a lo lejos a dos chicos, los cuales se dirigen en dirección hacia el patrullero, que se había movido una calle más adelante. Uno de ellos corre un poco más deprisa y deja billetes en la mano del policía que iba de copiloto. Lo gracioso, de todo aquello, fue poder comprobarlo, cuando uno de los jóvenes pasaba por el lado de Andrés y le comentaba al otro, “estos ternas sin hacer ni mierda se quieren llevar todo el billete”.
Encontrabas todo tipo de drogas en aquel parque desde cocaína, pasta y marihuana, las más solicitadas, aunque hablando con uno tras otro podrías contactar con alguno con otras drogas más psicodélicas. Lo descubrió cuando un sujeto abiertamente le ofreció lcd mientras por ahí pasaba yendo a casa.
Un día buscaba un poco de “maría”. Caminó unos pasos y encontró a aquellos, los dos chicos que había visto una semana atrás vendían algunos chismes, objetos como pulseras, collares y pipas. Uno de ellos con un pequeño moño de marihuana. Oh si estos traen algo bueno pensó Andrés.
Deliberadamente se confesaba a sí mismo su verdadera intención, quería eso, por más que tuviese que llegar catorce minutos tarde a su centro de laburo (como dirían los argentinos). Los dos chicos de entre diecinueve a veintidós años aproximadamente pensó él. No tenían aquel producto en los bolsillos (más que aquel moño), más adelante, se lo fumaron los tres en una pipa mientras esperaban.
Aseguraron a Andrés que podían conseguirlo, quería solo un cheque (diez soles), si esperaba alrededor de unos 25 minutos, es más, uno de los sujetos muy trigueño y con una enorme barba, le ofreció aquel moño, y tras unos hits, con unas caladas que producían profundas toces, mencionó que si esperaba podía quedarse con la pipa que él desee. No lo dudó y aceptó la propuesta de aquel extraño.
En la vida, casi todas las decisiones sean malas o buenas, tienen repercusiones en el futuro, es así como Andrés decide quedarse olvidando de lleno el trabajo, no le importaba odiaba ese oficio. Los chicos guardaban, cuidadosamente, acabado todo- ya me entienden-todos los chismes en sus respectivas mochilas. A Andrés le parecía increíble que todos esos artículos cupieran en esas pequeñas talegas. Habían, ya, pasado 45 minutos, la cara de impaciencia se hizo evidente en el rostro de los 3 sujetos.
Andrés, ya desganado confesó,”! ¡A su! cuánta demora”, “puta madre son unas fallas me hacen esperar por las webas aquí”. Baja tu tono baboso, nadie te agarra, te puedes largar ahora mismo, si eso es lo quieres, manifestaba uno de los jóvenes, que llevaba dreads en el cabello. Además, no creo que demore mucho me tiene que traer algo, decía el barbudo. Andrés, algo cauteloso, Andrés analizó su tono de voz e imagen corporal y era verdad lo que decía.
Babilonia repleta, pues como recordaba era viernes 23 en Lima, y encima a pocos días de celebrarse el 25 de diciembre. Andrés se torturó la mente. El sujeto que esperaban apareció a las 6:30 pm, un gran alivio en la cara de aquellos, había traído un porro prensado muy mal, se notaba, pero, en fin, salvaba la situación. Los insultos igual le llovían al tipo, su excusa fue muy tonta, el tráfico estuvo muy intenso. No podías haber avisado, dejaste de contestar como hace quince minutos. Recriminaba el rasta. Es que se me acabó la batería se defendió.
Tenía batería, timbraba y estaba encendido con el sonido en vibrador, aunque Andrés noto que en un momento se alejó, probablemente a responder un mensaje de WhatsApp. Aquel chico se notaba ingenuo y de unos diecisiete años. Andrés notó que estaba muy drogado, los cuatro lo estaban, pues rápidamente le quitaron el porro y le dieron unas caladas. La timidez ya no existía en Andrés, ya no tenía miedo a tratar con la gente desconocida. Lo hacía con tanta fluidez en su trabajo que simplemente se realizaba bien con todas las personas.
Aquel chico comenzó a repartir lo tan ansiado para los tres, en la avenida a luz de todos, quizás nadie decía nada por las condiciones en las que estaban, todos estaban, volando muy alto, pero no vueles tan alto que puede ser más aparatosa la caída, y después caer de cara. El primero y más apurado en pagarle a aquel sujeto fue Andrés, dispuesto a olvidarlo todo una vez que recibió aquella bolsita. Luego, fueron los otros dos recogían una bolsa llena de pedazos de papel periódico, cuyo contenido dentro desconocía Andrés.
Toda aquella transacción era observada por un patrullero que estaba, sigilosamente escondido, pero muy atento a lo que sucedía alrededor. Todo parecía ir bien, inclusive uno de los chicos propuso fumar juntos, Andrés y todos los demás encantados de seguir aquella decisión, mientras fumaban el porro mal roleado. El dealer mencionó que tenía otras cosas que hacer y se fue.
Todos iban caminando, tal vez rumbo a las afueras de un enorme campo en donde la gente suele practicar deportes como natación, béisbol, basquetbol, fútbol, tenis, cricket entre otros, por alguna calle vacía, quién sabe. Para su mala suerte no encontraron un buen lugar para fumar, todo estaba lleno de policías. Pasados unos minutos de seguir buscando, encontraron el lugar adecuado para hacerla, ¡este spot es!, dijo Andrés. Luego de largas risas y comentarios incoherentes, un policía se plantó frente a ellos, su compañero venía con él.
¡Qué hemos hecho jefe!, mencionó Andrés. A ver qué llevan ahí dijo el policía, el sujeto con la enorme barba había tirado el troncho a un costado antes de que lleguen ambos. El olor los delataba y sus ojos también.
Los policías rápidamente pidieron el DNI a todos, no dijeron ninguna palabra más, con los documentos en mano el más gordo de los policías, con un rostro pensativo se dirigió al patrullero. Mientras que el otro de una imponente calva y un bigote, les pedía a ambos chicos que abrieran la mochila. Revisó la primera tenía 3 cierres, en la primera tenía una enorme bolsa llena de pipas, collares, pulseras, aretes, etc. En la siguiente una pequeña bolsa blanca bien al fondo, además de esa bolsa el sujeto tenía una billetera, un paquete de condones marca Durex, tarjetas de crédito de hace mucho caducadas y un rosario.
Abrió la bolsa y encontró todo, abrió un envoltorio en la cara del rasta y el agente preguntó: ¿qué es esto? No sé cómo ha llegado ahí jefe, a no sabes en tono sarcástico argumentaba el policía. El policía miró con cuidado y era marihuana, alrededor de 10 paquetitos puestos en pedazos de papel aluminio. No quería pensar, nada bueno puede salir de aquella tremenda metida de pata, pensaba Andrés. Él estaba muerto de miedo, sus ojos se habían dilatado, la realidad es a veces aparatosa, como lo fue en ese momento.
Subieron, al instante a los tres jóvenes al patrullero, donde se transportaban los agentes de la ley. Todo fue tan surrealista, era la segunda vez que le sucedía. Hace algunos años atrás decidió ir a alentar a su equipo de futbol, universitario de deportes, convencido por un amigo que era parte de la barra brava de aquel equipo. Él le dijo a Andrés todos quedaremos en el Lolo Fernández y caminaremos hasta Matute. Y ahí fue con un polo blanco que pinto con un Sprite el símbolo de la U. Caminaron como 200 jóvenes y más se iban acoplando conforme fueron avanzando y alentando por las calles del centro de la ciudad. La cosa comenzó a salirse de control muchos comenzaron a tirar piedras a las casas aledañas y otros a hacer fechorías. Los negocios cerraban sus establecimientos hasta que la barra siga de largo. La cosa comenzó a calentarse cuando llegaron a Polvos Azules, pues muchos policías llegaban con dos tanquetas echando agua a los barristas, dando fuertes porrazos a todos aquellos jóvenes que encontraban de camino con tal de disuadirlos, y subiendo a los patrulleros a todos los que podían, inclusive lanzando gases lacrimógenos contra estos. Andrés incomodo, aunque logro esquivar a los agentes de la ley, cerca de la avenida México decidió coger un bus a su casa, pues en la Victoria ahora los que los esperaban ya no eran solo policías, sino también la barra rival.
Llegar a la comisaría era de no creerlo, sudaba mucho, su mente quedó un momento en shock, comenzó a darse ánimos, es mi primera vez aquí y no tengo nada, claro era mentira tenía en uno de sus bolsillos la bolsita transparente recibida antes del bochornoso rato.
En el patrullero, crees que no sabemos quiénes son pedazos de basura, hemos estado tras sus pasos durante mucho tiempo, sabemos que ustedes les consiguen todas esas porquerías a todos los adictos de la zona, amedrentaba el enfurecido policía. Jefe por favor arreglemos, entienda mi situación, tengo una hija dijo uno de ellos, con mayor razón no deberías exponerte tanto, te encontramos drogado, cambió de expresión el joven y se reía el policía.
Además, el policía se hizo el sueco, ya no lo oía, ya te he dicho, tú no tienes que hablar nada conmigo el comandante que está en la comisaría ya verá lo que hace contigo y con el otro también. Ya en el recinto esposados los tres sujetos eran conducidos hacia la oficina de aquel superior. En el camino Andrés, observo como algunos periodistas de policiales, afuera esperaban como halcones con mira a su presa, alguna primicia, que saliese algún comunicado o alguien dispuesto a declarar.
El trato que recibimos aquí es inhumano, dijo el rasta, mientras que Andrés observaba todas las personas que ahí se encontraban, serán violadores, asesinos, agresores de mujeres, todos los casos se juntaban en aquel gran purgatorio que unía a todos aquellos acreedores de un crimen. El comandante esperaba, muy obeso él. Los observó. Venían acompañados por los dos policías. Ciérrame esa puerta, fue un pedido tajante que el comandante lanzó a uno de los policías, y este procedió a obedecer.
Los “guardianes del orden”, dejaron en el escritorio de aquel miembro importante de la policía, todos los objetos que incriminaban a aquellos muchachos. Y qué es esto, puedes explicármelo, pedazos de mierdas. Se levantó de la silla del escritorio y propinó una tremenda bofetada al rasta que se llamaba Martín Sarmiento, lo supo Andrés cuando inmediatamente después del golpe le leía un parte policial, ese sí que estaba jodido, era reincidente.
El coronel dijo: oye veamos, primero tienes una denuncia de 450 soles por parte de Dorita Vargas, vaya es por paternidad, tienes una hija, Dona de 3 años, y cual llevas atrasado dos meses; un robo con arma blanca a los dieciséis años, estuviste a punto de ir a la correccional cuando eras menor de edad; enfrentamientos de pandillas, y robos al paso con una motocicleta en diversas avenidas de la ciudad.
Se nota que te encanta estar engrilletado de los pies a la cabeza, tus delitos son esos o hay algo más. Argumentó el policía, Mientras que el barbudo llamado Alexander Zacarías mucho más sensato, pero muy pasivo mencionó “yo solamente vendo esto para ayudar a mi viejita”, era cierto tenía una madre de 80 años. También, con una vida truncada por el uso abusivo de las drogas y el alcohol, no tenía un prontuario tan complicado como Sarmiento salvo algunas peleas, seguramente de pandillas, pues se notaba un enorme tajo en la cabeza, había recibido un tremendo botellazo se notaba.
Andrés era nuevo no conocía ese lado de la vida, él se había complicado siempre, dejó trunca su carrera, la inseguridad siempre le jugaba malas pasadas, cada día, los más allegados a él esperaban en qué pie se dispararía esta vez. Lo tenía todo comida, amor, inteligencia, amigos, hasta una actitud que inspiraba a los demás, pero algo no iba bien sus ya comentados cambios de ánimo podían llevarlo del cielo al infierno de manera rápida.
Los policías apenas y le prestaron atención, ni siquiera lo interrogaron tenía cara de tonto o inocente. Las cosas con el pasar de los minutos, progresivamente, se iban acalorando más. Vamos a ver Sarmiento quieres que yo colabore contigo, pues tienes que colaborar, yo sé que tú no mueves merca acá, pero tú conoces a esos peces gordos, dame nombres y te ayudaré, veremos qué pasa. De verdad jefe yo no lo conozco si usted nos hubiese agarrado unos diez minutos antes tendría al pez gordo de verdad, pero él ya se había ido, respondía al comandante.
Sé que le dicen calichin, pero nada más, (en verdad si conocía el nombre, pero no iba a delatarlo, no era un soplón). Ya veo mira yo creo que la cosa con ustedes va ser un poco complicada. Mira ya me está cansando todo esto repetía el coronel. Sarmiento si quieres salir quiero 3000 ahora. ¿Cuánto tienes? tengo 60 soles jefe en mi casa tengo como 1500. Pues no hay trato tendré que encerrarte en el calabozo; mira tengo unos 2 kilos de coca de una incautación en una mecánica. Te lo voy a embaucar, viste a todos esos periodistas allí afuera.
Buscan carne de cañón, y creo que tengo la coartada perfecta tú serás el loco Sarmiento, tu Barrabás y tu pulgarcito, De acuerdo, ustedes son los principales miembros de la temible banda de los “terribles del cono norte”. Los encontramos con PBC, ustedes intentaron huir de la autoridad, pusieron resistencia con armas de fuego. Creo que por todo eso les darán unos 4 años. Zacarías llorando jefe tengo 800. Andrés en silencio, aún no le pasaba el efecto. Mientras que Sarmiento, jefe le doy mi tele, un microondas y lo que haya en la casa, por favor tengo una hijita, ella necesita a su papá.
Los dos policías y el comandante explicaron, su jugada maestra. Saldremos en dos patrulleros, antes hicieron algunas preguntas acerca de la dirección de sus domicilios y si vivían con alguien. Ambos mencionaron que no, que sus casas estaban sin familiares. El comandante se llevó a Sarmiento y Andrés, mientras que los dos policías hacían lo mismo con Zacarías.
Todo sería simple, acompañaron a ambos a sus domicilios, estacionaron los vehículos cerca de la casa de ambos vestidos como civiles y estos “guardianes del orden”, ya dentro recogerían todo lo acordado.
Así fue con el botín en los coches, el comandante dio la orden de dejar en paz a Zacarías al igual que Sarmiento, ambos de humildes recursos, ahora estaban sin nada. Andrés se quedó con el comandante, en el patrullero le dijo mira yo sé que tú no eres como ellos, ya son como las 4 de la madrugada y estoy muy cansado, pero no te puedo dejar así nomás. Veo que tienes lindas zapatillas, quítatelas y dame todo lo que tengas en el bolsillo, te dejo en la esquina. Tenía como 15 soles en la billetera y un celular moderno.
Bájate bájate bájate, gritó el comandante a Andrés, antes de llegar a la esquina acordada. Siendo cerca de las 4 y 30 am. Lo dejaron al otro lado de la ciudad respecto a la distancia de su casa; descalzó, abrumado y hambriento. Caminó unas cuantas calles hasta que llegó a una parada de autobús. Durmió allí hasta las 6 am hasta que encontró un bus que pasaba cerca a su domicilio. Cuando llegó sin zapatos y oliendo a un olor nauseabundo, sus padres le preguntaron ¿qué te pasó?, llamamos a todo el mundo hasta pusimos una denuncia a la policía (no quiero volver a oír esa palabra en mucho tiempo), pensamos lo peor. Andrés se excusó fui a una fiesta, me encontré con un amigo de la infancia, saliendo del trabajo y me convenció de ir, cuando regresaba unos maleantes me quitaron todo lo que llevaba encima.
Ahora solamente desearía dormir un poco contestó. Durmió como 10 horas aquel día. Sus padres sabían que él mentía pues llamaron al trabajo de su hijo y se enteraron de que había faltado, lo dejaron pasar, estaban felices de tenerlo a salvo en casa.
Andrés se despertó como a las tres de la madrugada, una fuerte brisa de viento había entrado por la ventana y había tumbado un jarrón encima de una mesa al lado del sillón donde dormía. Tenía una lata de cerveza en una mano que no se derramó de milagro pues quedaba muy poco líquido dentro de esta. Al instante reaccionó y recogió el jarrón del suelo que a su vez había ensuciado la alfombra con cenizas de cigarros; conchos de vino, cerveza, entre otros tragos; bolitas de papel higiénico aparentemente llena de mocos; mucho polvo; juguetes olvidados de bebé. También habían caído en la alfombra, y algo curioso una especie de canica un poco más grande cayó al final. Tenía un ojo abierto dentro de ella, en un primer momento no llamó más de la cuenta la atención de Andrés que prefería limpiar toda la mierda que se había acumulado en la moqueta.
2) MOMENTOS
Era un día más, Andrés debía ir al trabajo y manejar el switcher. Le gustaba ese trabajo ponía cuñas, videos de presentación, reportajes que hacían los practicantes, etc. Tenía constante trato con el presentador de cada programa avisando cuando salía al aire, o cuando el conductor mandaba algún corte. No pensó acabar en ese puesto. Raquel la ex encargada de aquella máquina tenía mucha paciencia y enseñó bien a Andrés, empírica ella disfrutaba mucho de la soledad, al igual que Andrés, ella prefería un buen libro a una salida al cine o una juerga, muchos chicos intentaron invitarla a salir, sin embargo no hubo forma en fin no perdía jamás el tiempo, según ella, abiertamente afirmaba que su pasión estaba por delante de todo, con tan solo 21 años ya había logrado graduarse y acabó dando el discurso final de graduación en aquella prestigiosa universidad al sur de Lima. Se había alejado del mundo de la televisión y ahora se desempeñaba como crítica de cine, en un prestigioso diario de la ciudad, y además de un espacio de dos caras, todos los domingos, donde comentaba temas culturales, eventos y exposiciones de arte, conciertos de música, danzas folclóricas, fotografía y novedades en las publicaciones de libros, en algunas ocasiones primicias en nuevos videojuegos. No es que Andrés la envidiase, por el contrario, la quería mucho.
El segundo día en la empresa vio a Raquel, muy ajetreada. Andrés le preguntó si podía ayudarla, faltaba gente en aquella sección. Si ayúdame contestó. Siéntate en la silla hoy aprenderás a utilizar el switcher, yo te voy a decir que hacer, mientras acomodaba las luces del estudio y ajustaba el balance de blancos de ambas cámaras.
Dio las instrucciones, pon esto y lo otro, calibra este micrófono, los agudos, graves y el retorno van así, los videos se adjuntan de esta manera y sus tamaños al aire se acomodan con esta opción. Era buena profesora, Andrés siempre la admiro. En menos de dos semanas Andrés era un experto.
La cadena de televisión donde trabajaba contaba con poco presupuesto, como mencioné al principio, los años dorados habían pasado. La empresa buscaba nuevos acreedores y no dudó en aliarse a la competencia, un canal vecino que pertenecía a una importante franquicia conformada por importantes bancos, cadenas de restaurantes, 1 aerolínea de viajes, supermercados, debo estar olvidando algún rubro más, pero era enorme. Las inversión no tardó en llegar al canal, muchas cosas cambiaron, las cámaras con formato VHS, las modificaron a formatos digitales más simples, inclusive adquirieron cámaras 2k, con resoluciones impresionantes. Al mismo tiempo que llegaban las inversiones, las carteras de clientes aumentaban y con ello las responsabilidades.
Ese mismo día una nueva conductora aparecería. Se llamaba María Paccagnini Rodríguez de 29 años, era delgada llevaba un pantalón negro muy pegado con un polo negro, era castaña, con unos enormes ojos azules, que resaltaban más debido al delineado de sus ojos, llevaba desde los 11 años apareciendo en propagandas de champú, cereales y luego a los 16 debutó como modelo de prestigiosas marcas como Tommy Hilfiger y Versace e innumerables marcas de ropa de verano. Era muy conocida en la televisión local, Andrés había leído algunos artículos que hablaban de ella en revistas de moda. Antes de entrar al mundo de la televisión protagonizó algunos bochornosos incidentes ebria en alguna playa del sur.
Andrés notaba el fuerte carácter de Paccagnini y sobre todo, la pésima forma con la que trataba a los asistentes, un iluminito por error le dio un breve pero enorme chispazo de luz en el rostro, siempre sucede a la hora de probar la luz, pero ella no perdonó esa acción tomándola como una ofensa y gritó “oye inepto ten más cuidado, tenía enormes aires de grandeza, miraba por debajo del hombro a todos a excepción de los gerentes, cualquier recomendación era tomada por ella como un agravio, siempre a sus aires respondiendo mensajes en el celular, sin importarle lo que sucediese a su alrededor, ella no creía en el compañerismo, sus amigos eran unos provenientes jóvenes, era soberbia y quería esclavos a su alrededor, proveniente de una familia aristocrática, tenía tíos, primos, amigos y abuelos, que ejercían diversas ocupaciones muy particulares, políticos, economistas, deportistas famosos, dueños de importantes corporaciones , escritores, publicistas, fotógrafos reconocidos hasta algún pariente galardonado con un premio nobel.
Era inaudito, Andrés no quería comprender la mente ganadora de aquella mujer, el delito en esa familia era el fracaso y vaya que los hubo, fracasos, hasta aquel tío, Martin Paccagnini lo confesaba, pase de todo para conseguir lo que tengo, con mucha alegría ahora dueño de una de las más importantes galerías de arte y constructoras, hermano de su padre, constantemente solía escapar de clases de pequeño, se enfrascaba en tremendos líos, siempre fastidiado con mucho desprecio por parte de sus compañeros de clase que lo solían insultar por su gran sobrepeso.
LA HISTORIA DE MARTIN PACCAGNINI
La vida había sido muy amarga para él, su comportamiento se debía a que, de pequeño sumergido en la más desbordada opulencia, egocéntrico y egoísta, castigaba a sus nanas con sus constantes berrinches, preso de unas abominables ganas de llamar la atención del resto. Sus primos más pequeños iban descubriendo, como a los seis años, cuando tenían la curiosidad de abrir una puerta que sus padres de manera tajante habían prohibido la entrada, pues según ellos, en aquel cuarto había antigüedades, la mayoría jarrones tan viejos que al menor contacto, debido a su fragilidad, se romperían, tampoco creían que su hijo fuese tan listo de alcanzar descubrir la ubicación de la llave de la puerta, además pensaban “si este tarado las rompe no ganaremos nada de plata, esas antigüedades valdrán mucho dinero en los próximos años”, manifestaba su padre. Por aquel entonces, sus padres no confiaban en la actitud traviesa de su hijo. Pese a todas las proyecciones a futuro planificadas por sus padres. No es que guardaran con mucha minuciosidad la llave de aquella puerta. Los niños robaron la llave, porque se hallaba en una mesa de noche donde sus padres tenían casi por manía despojarla ahí. Eso Martín lo sabía muy bien.
Él y sus primos no tardaron en encontrar las llaves. Entraron a aquella habitación y se sorprendieron, de observar tanto polvo y olvido a oscuras. Uno de sus primos no paraba de tocar las cosas, pese a que Martín había advertido en general de todo ello, es muy poco prudente siquiera pensar en gritar o hacer bulla, estaba en la mente de todos, pese a sus cortas edades había mucha planificación en aquella travesura.
El problema comenzó cuando uno de los pequeños de casualidad tropezó con una maleta en el suelo debido a que las luces estaban aún apagadas, un jarrón cayó al suelo, el ruido llamó la atención de todos los invitados, familiares y amigos, todos reunidos por una gran fiesta dada por sus padres. Cayeron algunos jarrones como piezas de dominó. Hubo un gran escándalo en aquella casa, muchos padres de los niños implicados comenzaron a salir muy apresurados de aquel lugar, lavándose las manos de aquel suceso, pensaban que así se ahorrarían el mal rato. Cuando todos fueron a ver qué sucedía, sus padres ni siquiera miraron el rostro de su hijo, estaban enfurecidos, y ambos fueron nadie sabe dónde, el resto comprendió que la función había llegado a su fin. Su abuela juntó a un tío llevaron al pequeño Martin a comer una hamburguesa, no querían ni pensar de la tremenda paliza que recibiría si es que lo dejaban en su casa.
Con el pasar de los años, por aquel entonces, pequeño, había ido perfeccionando las malas mañas, si al comienzo había sido un mediocre estudiante, siempre con bajas calificaciones, jugaba pesadas bromas a los profesores dejando alguna chincheta en la silla de algún docente, su comportamiento en reuniones familiares y sociales, siempre habían sido de lo peor, contaba intimidades de sus padres en público, un día en una reunión de padres, jajaja, mi papá camina desnudo en la casa, mi mamá se la pasa hablando de que a la vecina ya no aguanta a su marido, intervenía en las conversaciones de sus padres y con total desparpajo mencionaba eso, que luego fue castigado a correazos en el trasero, por parte de su madre una guapa ex mesera de la selva.
Su padre muerto de vergüenza aceptó la realidad, las miles de conversaciones, que empezaban por travesuras y maldades de su hijo, y que terminaban en sollozos entre ambos, todo se solucionaba, después iban a lugares como parques de diversiones, jugaban juegos de video o a por un helado. En verdad su padre pensaba que solucionaba los problemas con sus métodos, al día siguiente, o quizás pasados unos días nada cambiaba.
La herencia que parecía infinita llegaba a su fin, el padre de Martin no había manejado bien sus cuentas, la compañía constructora tambaleó, pero sobrevivía por inyecciones desesperadas de dinero por mantenerla a flote, sino muchos trabajadores irían a la calle. Esos problemas fueron muy típicos durante esos años, los viajes, trajes, cenas, vehículos, cruceros, en fin, iban ahorcando a la familia, hasta que la empresa dejó de generar ganancias. Las preocupaciones se transformaron en depresión, la empresa cerró, el cabeza de familia ideó alguna forma de idear alguna fórmula para reflotar, se acostumbró a no salir de su casa, el colchón de su cama empezó a hundirse, engordo, la espera del reflote nunca apareció, las ideas se le habían acabado.
Algunos amigos iban a visitarlo seguía siendo el mismo, aparentemente, los delirios de grandeza aparecían al lado de sus “seres queridos” siempre con palabras de ánimo, esto es pasajero ya pasará. Con el paso del tiempo sus amigos dejaron de frecuentarlo. Enfermó de cálculos renales y su mujer mucho más joven, se aburrió de él, su matrimonio estaba muy descuidado, al igual que su salud. No prestó atención a ninguna advertencia médica, su hijo Martin ya de 16 años perdió el año escolar, la enorme casa en la que vivían ambos, sucia y descuidada, su gran jardín se convirtió en una enorme jungla y que algunas ramas entraban a las ventanas y algunas raíces dañaban la casa levantando mayólicas y cemento.
Su hijo acostumbrado a comer en la casa de algún amigo dejó de ver a su padre, su madre simplemente había desaparecido. Martin iba a dormir a casa de su abuela. Un día preocupado por su padre fue a verlo, después de una semana, la sorpresa empezó en el vamos. Un enorme cartel en la puerta de su domicilio que decía “embargo”. Malditos rateros, expresó Martin. La puerta claramente forzada presagiaba lo que a continuación encontraría, se llevaron muchas cosas: la cocina, una enorme estatua que imitaba al discóbolo, un tremendo equipo de sonido, entre otras cosas, Martin se apretaba los dientes.
Caminó por la casa, buscando a su progenitor subió por las escaleras, fue a la alcoba de su padre, en mente tenía darle un tremendo regaño, no hubo nada de eso, botellas de licor desbordaban la habitación, eso preocupó a Martin que no conocía esa faceta de su padre. Fue a los baños, cuartos de invitados, pasillos, desesperado, no había rastro alguno.
Recordó la habitación “oculta” fue hacia allí, no había jarrones ni nada, encendió la luz y notó que al fondo en vez de puertas unas cortinas colgaban, fue a ver lo que había detrás, no era nada bueno, apestaba a muerte, todo ese lugar lleno de moscas y ratas, su padre con los ojos abiertos estaba tendido en una alfombra repleta de sangre, en lo que parecía, en sus mejores tiempos, un elegante altar religioso con muchas velas, imágenes de santos, pasajes bíblicos escritos en la pared, rosarios, inclusive una especie de látigo.
El pequeño Martín, estaba viviendo en carne propia la escena más escalofriante de su vida, parecida a la de una película o videojuego de terror. La rodilla izquierda de su padre estaba rota, desde el fémur hasta la tibia, a punto de desprenderse, parecía que algo hubiese salido de su cuerpo, sus huesos, grasa, tendones estaban contraídos hacia un lado el resto era como un conducto, uno enorme vacío.
El cuerpo no tenía indicios de ser un asesinato, ni tampoco un suicidio, pero sí un criadero de larvas de moscas que poco a poco se comían el cadáver. El puño derecho de su padre llevaba un amuleto en forma de un equino, Martin lo cogió y lo guardo en su bolsillo. Rápidamente llamó a su abuela y esta a los policías, todo había sido muy rápido en tan poco tiempo no paraban de llegar las desgracias.
Acompañados de policías, llegaron los peritos para determinar que había pasado con aquel hombre. También, los acompañaron periodistas atraídos por aquel suceso, no era normal que un hombre rico cállese en tremenda desgracia. Los especialistas no podían llegar a especificar las causas de su muerte, aunque lo más convincente fue mencionar que debido a su obesidad, había desarrollado diabetes de tipo 2 que le ocasionó un infarto que acabo con su vida, y días más tarde sería el manjar de todos aquellos animales que merodeaban por su casa. Y sobre la rodilla, una rata habría mordido la rodilla, ocasionando un enorme hueco, subiendo por la pierna y devorando todo hasta llegar al aductor. Mencionó el parte forense.
La prensa aplastó a esa familia, en toda la ciudad y el país entero, se habían enterado del suceso, alrededor de 3 días, se hicieron muchas portadas sobre aquel tema, comentaristas en la radio invitaban especialistas a discutir sobre el tema, un psiquiatra invitado, ni tonto ni perezoso, invitaba en aquel espacio a que las personas con problemas similares se tratasen en su consultorio. Un periódico amarillista hizo una investigación “más profunda del tema”, consiguió fotos de la capilla de aquella casa, y no dudó en poner de portada “HOMBRE SE MATA POR PACTO CON EL DIABLO”, se notaba el esfuerzo de aquel grupo, pues mostraron fotos inéditas del hecho, además de testimonios de algunos amigos. Uno de ellos manifestó que era practicante habitual de la quiromancia, pues en algunas ocasiones bromeaba leyéndoles las manos a sus amigos, y que muchas veces acertaba en sus predicciones. Aquel sujeto lloro frente a los reporteros y mencionaba que en los últimos momentos de vida siempre estuvo al lado de su amigo.
Como toda noticia, la caducidad llegó y fue opacado, cuando una bailarina de espectáculos admitió frente a cámaras que su novio en reiteradas ocasiones solía propinarle brutales palizas, por sus coqueteos con sus fans, todo el público cambio de dirección sus ojos, para prestar atención a aquella nueva noticia. Los años pasaron de aquel suceso, que mejor el tiempo para curar un momento de tanta tristeza para Martin Paccagnini.
Su abuela paterna, una famosa artista plástica cuidó de él, Martin era otro, recuperó los años perdidos a base de mucho esfuerzo, ya nadie iba a cumplir sus caprichos salvo él mismo, se encapsuló, esforzándose mucho en su escuela obteniendo sobresalientes notas ingresando a una de las mejores universidades del país, eligió administración, acabo en un tiempo prudente, no tuvo desaprobado alguno, ya conocía la realidad, el dinero es muy difícil de obtener y no quería desperdiciarlo reprobando. Esa profesión era como anillo al dedo para él, parecía que lo llevaba en la sangre, con tan solo 23 años entro a trabajar en una de las mayores constructoras del país y paso administrar la galería de su abuela, muchas decisiones suyas hicieron ganar millones a aquella compañía, era arriesgado pero prudente a la vez, planificó junto a su equipo de asesores uno de los mayores proyectos inmobiliarios, vendió condominios y casas de lujo en una exclusiva playa, llena de tiendas de lujo, supermercados, concesionarios de automóviles, bancos, restaurantes, además era común toparse con políticos, futbolistas, empresarios, modelos, personas de la farándula, era simplemente una gran idea puesta en práctica, si eras alguien importante tenías que estar allí.
Por otro lado, a causa de la edad avanzada, la abuela de Martin falleció, el intento pagar todo el sepulcro en agradecimiento a todo lo que ella había hecho por él, además mandó hacer un enorme mausoleo en honor a ella y su trayectoria con un mensaje emotivo escrito de sus manos, unos agentes del gobierno gracias al incalculable aporte cultural que dejo al país, pidieron costearlo todo y construirlo en un enorme cementerio del centro de la ciudad, donde grandes personajes de la nación, tenían su descanso eterno allí.
EL NACIMIENTO DE UNA AMISTAD
Un día Andrés estaba sentado en el comedor del canal, leía algo en su Tablet, hasta que llegó Jaime, un trabajador del canal, era uno de los más tipos graciosos del canal, siempre de buen humor, se tomaba muy bien los problemas afrontándolos siempre con una sonrisa en el rostro. Andrés y Jaime tenían muchas anécdotas, habían ido muchas veces juntos a hacer reportajes en la calle.
Jaime le contó un chiste que había oído por ahí, el día anterior, ¿cómo se llama el campeón de buceo japonés?, cómo dijo Andrés, TOKOFONDO, respondió, y ¿cómo se llama el subcampeón?, KASITOKO, soltó una gran carcajada, Jaime tuvo una llamada y solicitaban su presencia inmediatamente, se fue rápidamente soltando una carcajada, mientras que Andrés se quedó muriendo de risa por el mal chiste. Arisbeth Paccagnini pasaba por aquel lugar, iba a comprar su almuerzo y por desatenta, se golpeó uno de los dedos del pie con una meza, sus sandalias con piedras swarovski se rompieron. Ella notó la risa de Andrés y pensó que se trataba de una burla, se paró frente a él y fue a recriminarle, “oye imbécil de que mierda te ríes maldito pobre diablo, tú crees que es gracioso”. Andrés que no entendía nada, le respondió, ¿perdón?, notó la sandalia rota y el dedo meñique de su pie enrojecido por el golpe. Yo no me río de ti, tú no eres el centro del universo. Así respondió Arisbeth, eres un idiota, en fin, no me interesa de lo que mierda te rías. Andrés agachó la cabeza y se negó a seguir la discusión, volteando la cabeza hacia ambos lados, bueno tienes razón dijo, evitando de lleno seguir un estúpido conflicto. Arisbeth continúo cojeando y se marchó.
Luego, por la tarde, ambos volvieron a verse, en el estudio, Arisbeth conducía un programa de cine, era el programa más visto de aquella televisora, entrevistaba a actores(trices), músicos, era otra persona. Era tierna y dulce frente a las cámaras, se desenvolvía tan bien, que los directivos dejaban pasar cualquier cosa a Ari apodo que estos mismos le pusieron. Ella sabía que su talento era innato, profesionalmente siempre dispuesta a reinventarse, a todos los exigentes cambios de ese mundo, además siempre cumplía con las metas que estos le exigían, y el resto de seres humanos no era de su incumbencia.
Andrés detestaba trabajar con ella debido al incidente, ella simplemente se sentaba, recibía algunas instrucciones antes de salir al aire y listo empezaba con su trabajo. No se relacionaba con nadie de su equipo, siempre callada cuando ellos hablaban, sumergida escuchando algún tema musical de su celular con sus Beats. Su trabajo en el canal la había catapultado a la cima, le llovían contratos de marcas de champú, cremas, prestigiosos gimnasios la pedían para ser la imagen de sus firmas. Era un boom a sus cortos 29 años.
Arisbeth, empezó a llegar cada vez más agotada al trabajo, literalmente trabajaba desde las 6 am, tenía tantas pasiones que no pensaba en descuidar ninguna manera, por las mañanas practicaba crossfit, luego realizaba sesiones de fotos, para una campaña de lápiz labiales, en ropa interior, luego iba al canal, después actuaba en una conocida obra de teatro, los fines de semana viajaba por todo el mundo a entrevistar a diversos personajes de Hollywood. Alguna vez viajó a Malasia a entrevistar a un hombre dueño de una gran cadena de hoteles.
Por otra parte, Andrés caminaba despacio hacia su casa, subió al autobús y bingo, había encontrado un asiento por el centro pegado a la ventana. Se quedó dormido, y soñó con Arisbeth, aparecía su rostro y pensaba en su tremenda belleza, tenía ángel, todo lo que tocaba brillaba, es misteriosa, pero casi todos saben lo que hace, es constantemente acosada por paparazis y periodistas que le dedican muchas notas en sus respectivos diarios. Andrés, pese a odiarla pensaba que salía con ella, corrían juntos en una playa, se subían a una enorme montaña rusa y sentían la sensación de adrenalina que esta lleva.
Era como cuando tenía catorce años y suspiraba por alguna compañera, era lo mismo, las mariposas habían vuelto a volar en su estómago. Era una magnifica sensación, se levantó entusiasmado, aunque el verdadero motivo fue que el bus en el que viajaba dio un freno seco para evitar chocar con un auto que había cruzado con el semáforo en rojo. Además, se percató que aquel sueño lo mantuvo un poco demás distraído, pues lo habían dejado 4 paradas más adelante de su destino.
Caminó a su casa feliz, pensar en Arisbeth le hacía feliz, el muy bien sabía que no estaba en mente de Arisbeth, como podría pensar en un simple operario de televisión. Andrés olvidó todo lo relacionado a su trabajo llegó a casa, saludó a su madre, que le sirvió una taza de avena y unos panes con tocino. Prendió la televisión, hizo zapping, en los canales, buscando una película para matar el tiempo, pero no hubo nada en especial, apago el aparato, su madre se sentó a hacerle un poco de compañía, hablaron unas cuantas cosas acerca de la casa, el grifo de la casa goteaba siempre, y su madre un poco molesta, le pedía dinero para arreglar dicha cosa.
Ambos acordaron arreglar eso y otras cosas como limpiar las alfombras del comedor y cortinas. Se desearon buenas noches y Andrés fue a su habitación, se quitó la ropa que llevaba y se puso un short y un polo blanco que siempre usa para dormir. Prendió un momento su computadora y comenzó a enviar unos correos a su jefe acerca de la programación del día siguiente, chateo un rato con una amiga del colegio que ahora era profesora de estadística en una universidad, miro algo de pornografía, luego buscó un bate a medio comenzar que había dejado el día anterior en su ventana. No lo encontró.
Se había caído debajo de su cama pensó, le dio mil vueltas a su habitación buscándolo. No encontró la marihuana, pero si la canica con el ojo abierto estaba abandonada en un cajón que se había llenado de polillas, vio el ojo abierto que lentamente se cerraba, frente a sus ojos, no estaba borracho ni colocado, es un delirio no puede ser, se sentó en su cama y empezó a prestarle más atención, la miraba y miraba, se recostó le daba vueltas a lo que había presenciado, y se quedó dormido.
La pequeña bolita se quedó a la deriva en su cama, el ojo del medio de aquel círculo de vidrio que estaba cerrado abrió el ojo y se movió hasta llegar al medio de la frente de Andrés. Llegó a la frente y se incrustó en la piel, se hundió y empezó a brillar, daba parpadeos de luz amarilla, Andrés de pronto miraba todo lo que pasaba a su alrededor pese a tener los ojos cerrados, se trataba de una parálisis de sueño, pensó.
De pronto, sintió un tremendo dolor en la cabeza sentía como la esfera se hundía cada vez más y más en su piel, era de no creerlo, transpiraba, tenía acumulado todo el miedo, pero era imposible siquiera abrir los ojos o moverse. Ya no era solo cuestión de miedo, sentía que su ser, su alma, o lo que fuese salía de su cuerpo, la pasaba muy mal, no quería abrir los ojos, pero sentía como si una mano intentase abrirlos.
Por más oposición Andrés sabía que no podía contenerlo mucho más tiempo, era cuestión de minutos para que estos se abriesen. El momento llegó y vio cómo su “alma” o lo que fuese flotaba por encima de su cuerpo, estaba echado en la cama. El susto era tremendo, pero comenzó a experimentar en su nueva condición, intentando entender lo que pasaba con él. Parecían momentos inacabables, dio una vuelta por todo su departamento, flotaba por el aire, entró a la habitación de sus padres, justo cuando ambos hacían amor. Fue extraño.
Dio media vuelta y entro a la habitación de su hermano, aquí encontró a su cuñada y su pequeño bebe acurrucados, profundamente dormidos. Salió de ahí y fue en dirección a la cocina, no podía coger nada. En la sala, encontró a su hermano durmiendo en ropa interior, Andrés se dirigió a la ventana, miraba una cisterna de agua regando un pequeño parque frente a su casa. Tuvo curiosidad de lanzarse por la ventana y lo hizo, no pasó nada, total ya flotaba, bajo muy despacio hasta entrar por el balcón de la casa de su vecino, miro la sala estaba muy ordenada, entró al cuarto de su vecino que veía una película de Tarantino por Netflix, mientras daba de comer a su perro y su esposa tomaba una ducha.
Andrés ya no estaba interesado en seguir viendo las intimidades de sus vecinos, hasta que la perrita de aquella casa se percató de su presencia, ambos hicieron un breve contacto visual, el animal fue donde se encontraba se paró en frente de él y comenzó a ladrar desesperadamente, provocando que sus amos vayan rápidamente a ver qué pasaba. Rápidamente huyó, como si hubiese hecho una travesura de pequeño, todo era nuevo.
Vio otra vez la ventana, estaba indeciso, el edificio donde vive tiene como 20 pisos son muchas personas, y que se suponía que hagan: comer, algunos cagaran, otros chatearan en el Facebook, otros con Instagram, familias jugaran algún juego como cartas o monopolio, alguno tendrá alguna discusión, alguien ensañará algo a otro, seguro otro revisará Instagram, en fin, quería salir a calle. Intentó salir por una ventana, pero no era posible, quería explorar el mundo en su nueva condición, a lo mejor podría comunicarse con los animales pensaba.
No había manera de salir de su edificio sentía que cuanto más trataba de salir del edificio, algo lo aspiraba poco a poco, mayor era su esfuerzo y más rápido una fuerza lo atraía hacia su cuerpo. De tanto intentarlo, era sagaz el hombre, salió de su edificio y salió volando lo más rápido que podía no miro atrás, no había necesidad de hacerlo quería aprovechar al máximo el don que tenía en ese momento.
Llego hasta el pequeño bosque que se encontraba cerca de su casa, pensó en aquel lago de peces de chifa, trompudos y con algo parecido a un bigote. Fue entre los árboles, notó que todos los miembros del serenazgo repetían como robots buenas noches a cualquier persona que pasase cerca de ellos, una chica que cantaba sentada en el césped las tonadas de guitarra de otro joven, decía mierda como pican estas condenadas, refiriéndose a las hormigas. Andrés volvió al lago.
De repente las luces que están alrededor de aquel lago se apagaron, todo oscureció, no había nadie solo un sujeto con una gran capa negra montado un caballo alado. No puede ser pensaba Andrés, se acercó y una capucha tapaba su rostro. De pronto escucho una voz que repetía su nombre y descubrió que la voz provenía del animal, la voz era firme, como cuando se da una orden, de pronto algo empezó a succionarlo, era muy fuerte algo lo atraía de manera desmesurada a su casa, más específico hasta su habitación, en ese trayecto pensó que moriría que era cuestión de tiempo que un infarto le quitase la vida, se desmayó por tamaña impresión.
A la mañana siguiente amaneció en el suelo, algo lo despertó, la sensación de escalofríos continuaba. Se miró las manos, tocó su rostro, todo estaba en orden; salvo que después de un rato le dolía la cabeza, sentía mareos, luego nauseas, corrió hacia al baño, vómito toda la comida del día anterior. Se deshidrato y cuando se levantó miró el espejo, no fue un sueño ni una pesadilla, toda fue real. La esfera salía expulsada de su entrecejo, tenía el ojo cerrado, y al instante la herida abierta en la frente se cerraba. Tocaba la pequeña costra que se formaba, vio la hora, era muy tarde.
Eran alrededor de las 10:00 am, tenía como diez llamadas pérdidas en su móvil, nadie estaba en su casa, vio una nota en la meza del comedor que decía “te dejo la comida preparada en una olla, sírvetela en un táper”, nos vamos todos de viaje al norte, si quieres vas, besos escribió su madre. Tenía una gran sensación de cansancio, podía dormir todo el día. Tenía el rostro que reflejaba su agotamiento. Empezó a revisar los mensajes de WhatsApp, tenía una del productor del canal, ¿ya llegas?, otra apura en cinco minutos salimos ¿dónde estás?, la palabras iban subiendo de tono con cada mensaje, hasta que al final, estas despedido ya no te molestes en venir.
Inmediatamente llamó al productor, pero ahora este ya no contestaba, había olvidado que Arisbeth saldría al aire, debido a su gran popularidad, a las 8:00 am conduciría un programa de espectáculos. No encontraron ningún operario disponible a esa hora, salvo un practicante que apenas y entendía algunas cosas de aquellas máquinas, y que Andrés había apadrinado como discípulo. El programa no salió al aire, en vez de eso pusieron un capítulo del chavo del 8. También, vio al final un mensaje de Paccagnini, decía “impuntual inútil te voy a demandar, tu no me conoces, te voy a destruir”.
Salió rápidamente de su casa para el canal de televisión, en busca de un taxi que le cobró un ojo de la cara, ese día hubo huelga de transportistas, además para rematar su mal día, un grupo de ellos marchaban en una de las principales avenidas de la ciudad, el tráfico estaba paralizado, bajo del taxi resignado. Mientras esperaba en el semáforo en rojo, notó que un joven aprovechándose del tránsito paralizado caminaba muy sigilosamente entre los vehículos, buscaba como halcón una oportunidad, vio a un conductor hablando por teléfono, con las ventanas bien abajo, el tipo no lo pensó dos veces se acercó al vehículo metió todo el brazo y arrancho el celular del sujeto. Se quedó unos segundos asimilando su victoria, y salió huyendo entre los carros hasta que doblo por una calle, el conductor mientras tanto ni se inmuto, no bajo de su vehículo, ni gritó, tampoco nadie lo hizo, y solo asimilo pasivamente que está vez había perdido por culpa de un ladronzuelo.
Andrés caminó hacia su “trabajo”, cuando llegó después de destruirse caminando como veinte cuadras, solo visualizaba lo peor en su mente, ni siquiera pensaba en lo de la noche anterior. Ya en la puerta de su trabajo, trago saliva y entró a la compañía, saludaba a sus compañeros y la mayoría de ellos se comportaban de la manera hostil contra él, muchos ni le devolvían el saludo, sabiendo que el final de Andrés era inminente. Llegó a la recepción para hablar con el productor del canal, la secretaria le pidió que espere, cuando su turno llegó un chico muy joven salía, nada tonto sabía que él sería su remplazante.
El productor no lo esperaba y sin pelos en la lengua. Mira Andrés tú sabes cómo es esto, te lo advertí desde el primer día que estuviste aquí, si no puedes venir aquí avisas con anticipación, ahora por tu culpa tengo 4 empresas que quieren demandar al canal, por no sacar al aire su publicidad, lo harán y es probable que perdamos el juicio, hay un contrato, esto no es un juego. A mí no me importan tus problemas ni lo que te pase, acá cumples con los horarios, te pagaremos el mes entero para que puedas mantenerte y busques, mientras tanto otro trabajo. Ve recoge tus cosas y largo.
Tenía una chaqueta roja que le había regalado un piloto de rally, algunos documentos, una cafetera que había llevado, miró por última vez el estudio, un trabajo donde estaba como pez en el agua. Lloró. Se tocaba el rostro y la cabeza, las lágrimas se les caían a chorros, Arisbeth que pasaba por ahí vio a Andrés en esa situación, y no era un monstruo, se escondió en alguna parte mientras miraba al desdichado. Pese a que nunca tuvieron nada de química, era un ser humano sufriendo, aunque nunca le dirigió palabra alguna, y en principio iba a recriminarle su error, estaba complacida con ver semejante espectáculo de sufrimiento. Él arrodillado llorando, ella descubrió que él realmente amaba su trabajo. Salió de su escondite y fue a hablarle. Oye tu eres muy talentoso en lo que haces, siento lo sucedido.
Andrés confundido se secaba las lágrimas como podía, levántate decía ella, eres el mejor haciendo tu trabajo, lo abrazo compadeciéndose, vamos a fuera te invito un café o jugo, ¿te ayudo a cargar esa caja? (dijo ella) Sí por favor, dijo él. Caminaron juntos y era Arisbeth quien veía en esa cara hinchada de tanto llorar a un chico tierno y apasionado. Fueron a un restaurante cerca del canal, era ella quién mostraba interés por él, quería animarlo, pero no había forma, hasta que comenzaron a charlar de motos, una de las pasiones de ambos. Ella logro su cometido hablaron mucho acerca de ex parejas y cosas de familia. Ambos se conocieron mucho, ya con mejor ánimo él comentaba sus pasatiempos, música favorita, la pasaron muy bien, los dos tenían sinceras sonrisas en los labios, mientras conversaban de la muy antigua moda charlestones, ella propuso ir a otro lugar, mira Andrés tengo que hacer unas cosas en el canal antes, pero salgo rápido. Toma, coge la llaves de mi carro están en el estacionamiento al final de calle, súbete y espérame ahí.
Andrés mientras caminaba recordó que no tenía dinero suelto e iban a depositarle, hasta el día siguiente y la espero. Bien sentado en su enorme moderna camioneta, no analizó la situación, dejó que todo fluyese, es normal pensaba, olvidó que hace tan solo una noche anterior la odiaba, y hace tan solo unas horas había recibido un terrible mensaje de ella.
Solo tenía ojos para ella, ella es mi diosa, había vuelto a ser un adolescente, esa ingenuidad magnifica, donde empiezan los experimentos, primeros besos, romances pasajeros y duraderos, peleas, planear enormes fiestas, era maravilloso, todo en ese tiempo es nuevo, y la inexperiencia resulta hasta tierna. Arisbeth iba rápidamente en dirección a su vehículo, quizás tenía ganas de consolar a un pobre desdichado.
Llegó, abrió la puerta, volteó la cabeza a la derecha y miro fijamente a los ojos de Andrés, le dijo, tengo que ir a recoger unas cosas al sur, tienes algo que hacer o me acompañas. Trastocó un poco su mente, que bien ella quiere estar conmigo, él respondió creo que no debó ir a buscar trabajo, idiota contestó en tono sarcástico Arisbeth. Vamos entonces es tu última oportunidad o lárgate. Qué carácter de mierda, está bien respondió Andrés.
Fueron al sur, no contestó el celular a nadie, el tráfico era desastroso, eso puso en evidencia el alto temperamento de ella, que empezaba a ponerse como loca al volante, pegando bocinazos a todo el mundo. Andrés encendió la radio, mientras pasaban una clásica canción de reggae, ella mencionó, se nota que ese género te gusta, has cantado toda la canción, mencionó en plan maternal. Iban charlando de alguna frivolidad y, de pronto, cuando estaban cerca de llegar, ella le contó, mientras esperaban que cambie la luz, en un caótico cruce de avenidas, que de pequeña su padre siempre que podía iba a dejarla en el colegio, le daba un beso en la frente, y luego le decía que era la mejor persona más inteligente del mundo, después se despedía rumbo a su trabajo, él me hizo sentir la mejor infancia de mi vida (refiriéndose a su padre). Andrés hazme un favor pedía, lo había captado rápido, sin que se lo pidiese beso su frente y dijo eres la mejor presentadora del mundo, con un tono de voz muy bajito, le susurró el oído. Comenzó a reír a carcajadas, la cagaste, tenías que decir eres la persona más inteligente del mundo. Andrés también se contagió de la risa Arisbeth, y además mencionó, me he quedado sin trabajo por tu culpa, seguro jodiste y jodiste, para que me echen a la calle. Sí, cariño respondió era mi nuevo segmento, además no confundas nada, el trabajo es trabajo, tu eres profesional claro que cuando llegué y no vi a nadie en el estudio me puse como loca, y pedí tu cabeza inmediatamente, pero la verdad no quería conducir un programa tan temprano, no quiero sacrificar por nada en el mundo lo que hoy en día realizo en esas horas de la mañana. Sabes. Ambos llegaron al lugar.
Ya estas disculpado llorón. Andrés rio, no te he pedido disculpas, y ella le dijo, no me importa, me voy ya vuelvo no tardo, dale contestó. Ella le saco el dedo medio, él sonrió y ella lo correspondió, se fue apurada, mientras contestaba una llamada del celular.
3) REALMENTE QUIEN SOY
Andrés espero sentado en el carro de Arisbeth, se aburría y prendió la radio solo para matar el rato mientras la esperaba, cambiando de emisora hasta que encontrase una que pasase una canción que le guste, encontró una muy buena a la mitad, la parte favorita ya había pasado así que decidió cambiarla. Una señal muy débil llegó a sus orejas, dando ya como dos vueltas a todas las emisoras, la onda de señal en la FM era muy débil por lo que decidió cambiarla y buscarla en la AM.
Encontró la radio muy fácilmente, y oyó unas voces muy particulares, se trataba de una radio en la que realizó prácticas universitarias cuando tenía veinticinco años, recordó cuando aquellos sujetos eran sus jefes, aprendió mucho eso era lo cierto, lo enviaban por toda la ciudad buscando noticias, haciendo reportajes en vivo entrevistando a la gente de lo sucedido. Lo cierto es que hizo de todo, barrió, aprendió a utilizar las máquinas de manera eficiente, en alrededor de dos meses sabía utilizar los tableros de sonido aprendiendo a modularla, se volvió experto programando la radio, lo hacía tantas veces, que en la dura cabeza de Andrés entró toda aquella información.
Cuando oía la radio, justo comentaban un especial de año nuevo donde tenían, supuestamente, una gran cena por la fecha, celebraban con champan. La magia de la radio es increíble, pensó, lo que unas cuantas cuñas pueden crear en la mente de las personas, volvió atrás en el tiempo y la realidad era la siguiente, la supuesta cena no era más que un paquete de Piqueo y el champan una gaseosa barata, la verdad es que eran muy buenos brindando ese circo mental que es la radio, la personas se entretienen y olvidan un poco la dura vida, mientras andan metidos en algún vehículo, almorzando en algún restaurante o donde quiera que se encuentren. Una voz entrañable hacía falta en esa amena conversación, mientras daban tips de fortuna para el siguiente año. Un señor ya mayor que era apodado como el gato, fue el primer amigo que tuvo Andrés cuando llegó a aquel lugar, hicieron química muy pronto él le brindó mucho apoyo. Cuando empezó, tuvo paciencia con Andrés, ya que tuvo miles de errores, siempre de aquí y allá, con los invitados que iban llegando, haciendo notas para el noticiero de ese canal y aprendiendo a utilizar el switcher del canal. Salió de la radio, porque tuvo una importante oferta laboral en otro lugar y ahí solo pagaban con experiencia.
Con el paso de las semanas, luego, el contacto se fue perdiendo, el tiempo corto de los días y el constante estrés de la actualidad acabo con la “amistad” de aquellos días. Siempre dicen por ahí que la gente pasa y solo queda lo que hiciste con ellos, Andrés que nunca llevaba teléfono alguno a la mano, por esos días, tampoco tenía manera de ubicarlos. Un día en una reunión de un ex compañero de trabajo, Andrés se enteró que el gato había fallecido hace unas semanas, no intento llamarlo, pero justo al día siguiente hizo un reportaje de una huelga de docentes paso por la oficina de aquel canal, no fue, ni siquiera entró a saludar, pensó que la amistad ya estaba rota.
Cambio la emisora a otra, que justo pasaba una canción que le agradaba mucho. Tarareaba la canción hasta que llegó Arisbeth, por un momento pensé que no encontraría Andresito. Ella rio. Subió al vehículo y preguntó, mientras acomodaba su lugar, había quedado con mi relacionista pública, pero no va a poder llegar, tengo todo el día libre hay algo en especial que quieras hacer.
La verdad que no respondió Andrés, estas muy pálido chico y si vamos a la playa, bueno contestó él, creo que ya sé que sitio te encantará. Recorrieron la ciudad, mientras charlaban de un trabajo de Arisbeth, ella contó que trabajaba de practicante en una ONG, 2 meses ahí construía casas prefabricadas a personas de bajos de la ciudad, decía que era una pequeña forma de contribuir con los más necesitados. Él escuchó atentamente su relato.
Llegaron al lugar que tomó por sorpresa a Andrés, era un exclusivo club rodeado de barcos, yates, canchas de pádel y tenis. La gente lo pasaba bien paseando con sus motos acuáticas. Mientas algunos chicos practicaban box al aire libre. No había muchos individuos en comparación con el aforo, lo que resultaba genial para Andrés, ya que así pasaría más tiempo al lado de ella sin que ningún sapo vaya tras de ella pidiendo un autógrafo. Además, iba atento observando que ningún paparazzi ande merodeando buscando una primicia de Pacagnini.
Se sentaron en orilla, el sol ya se iba marchando y a lo lejos se apreciaba un hermoso sunset, las palabras eran pocas entre ambos, hasta que ella preguntó y tú que hacías a partir de los 18, déjame adivinarlo, eras de esos que iban a la universidad y se olvidaban del resto verdad, te apuesto que tú no sabías que era trabajo hasta hace muy poco. Te pasabas metido en tu casa todos los veranos, se nota tú has sido un hijo de mamá y papá. Cierto.
Quién habla respondió él, siempre lo has tenido todo, crecí viendo tus publicidades en la televisión, tu familia lo tiene todo. Oye mi vida no es tan fácil, no quise decir eso respondió Andrés, me forme bien, me gusta ser competitiva y demostrarme cada día que puedo lograr mucho más. Acabe muy joven la universidad y con geniales calificaciones, me gusta trabajar y mantenerme ocupada, la verdad es que intento contagiar a los demás, yo no necesito hablar y llevarme bien con todo el mundo, me enfoco en las cosas que quiero lograr en el día, creo que lo dices por mi comportamiento, pero ya vez tú no muerdo, me lo han dicho mucho, pero sabes que cuando te vi me pareciste el chico más interesante con el que había trabajado, eres curioso, tonto, tienes algo que me gusto desde el primer día que te vi.
Vas de ingenuo y tu mayor traba es que no sabes lo que quieres, haces cosas, pero no tienes una meta, estás confundido, jamás intentaste hablarme jamás nadie había sido tan déspota conmigo. Pensaba que me odiabas Arisbeth, en verdad me gustas Andrés, disculpa mis regaños y todo, fuiste una de las mejores personas que trabajo a mi lado. Soy tonto y te gusto desde el primer día contestó Andrés. Su cabeza irradiaba de felicidad, aunque seguía el juego de ella, él se daba el lujo de hacerse el difícil. Pronto él preguntó, no te cansas de comportarte como un ogro, mira con todos los trabajos que hago, comen muchas personas, gracias a mí. Alrededor de mi hay empleadas domésticas, choferes, guardaespaldas, gente de producción como tú. Soy yo la gente sabes, dijo Andrés interrumpiéndola. Detrás mío necesito un buen equipo y siempre he intentado estar al lado de los mejores. Soy una gran empleadora, mucha gente depende de mí y mientras yo pague exigiré lo mejor a costas de lo que piensen los demás.
Andrés. Qué contestó, olvidemos todo y quitémonos las zapatillas y caminemos descalzos por la orilla de la playa. Ella tomó su mano, quería saber más acerca de él. A ti todo te ha costado tienes esa cara de los tontos perseverantes, conozco a los de tu tipo todo te ha llegado tarde cierto, el trabajo, los estudios, te vistes como un jovenzuelo ya siendo todo un hombre, tu estuviste perdido hallándote se te nota, con poco dinero succionando a tus padres como zancudo. Es cierto, no eres problemático te gusta y buscas la armonía, pero aún no las hallas. Verdad.
Pues sí, he perdido tiempo con drogas, fumaba tanta marihuana que muchos años se fueron al tacho mirando la vida pasar, soñando ser alguien que jamás seria, al comienzo seguí una carrera que me impusieron mis padres, luego me echaron de la universidad, por pasarme en las nubes, no sabes cómo me gustaría remediar eso, mi familia podría estar en una mejor posición si no hubiese hecho gastar tanto dinero a mis padres, inútilmente, pagando esas abusivas facturas. Bueno ya no te arrepientas tanto, en verdad solo quería conocerte un poco más para saber que no estoy tratando con un asesino en serie. Dijo ella.
Bueno creo que es hora de que ya me vaya Ari, no me digas eso idiota, que es broma, oye, pensó un momento, y mencionó a Andrés no te gustaría ir ahora a mi casa, quédate un rato más conmigo, ella pidió. Cuando ambos salían rumbo a la calle, oye Andrés solo quiero agradecerte por tu tiempo, sé que soy una loca de mierda, y ella besó intensamente los labios de Andrés. Él muy pasmado disfrutaba el momento. Fueron a casa de ella y en el camino solo había caricias de ambos lados, él tocaba los senos de Arisbeth mientras conducía y ella acariciaba por encima del pantalón el miembro viril de Andrés. Aprovecharon cada semáforo en rojo para poner en marcha sus bajos instintos, ella mordía la oreja de Andrés, y en otro stop él le besaba el cuello.
Cuando llegaron a casa de Arisbeth, una mansión enorme llena de artículos clásicos alfombras con bordados elegantes, nada de eso llamaba más su atención que seguir corriendo a ella hasta su habitación, él la alcanzó y empezó a desnudarla quitándole el sujetador y empezando a lamer sus senos. Ella dijo espera suéltame un momento, fue corriendo al baño, cuando regreso tenía un babydoll transparente rosado, Andrés fue a la cama de Ari, recordó que tenía un preservativo en la billetera, la sensación del ideal estaba tras unas puertas, quizás la mujer más deseada del país maquillándose, no era un simple acto sexual más, tampoco se trataba de un trofeo, quizás construyendo ideales toda la vida, no había celebrado la vida. Arisbeth salió del baño caminando muy despacio hacia su cama, se acercaba despacio como si de una danza se tratará contorneaba el cuerpo, sus pies descalzos hacían chirriar la moqueta, pero nada de eso importaba se acercaba, mientras Andrés muy embobado la contemplaba, Andrés pensó en desnudarse, pero no, estaba maravillado.
Eran como las 8 de la noche de aquel 31 de diciembre, aquella habitación era una sauna, todas las ventanas estaban empañadas, es indescriptible todas las cosas que pasaron entre ellos. Después de 3 buenos polvos, ya muy cansados por el frenesí, ella empezó a frotar su cabeza, suavemente con sus manos, eres como yo Andrés, yo desperté quizás antes, pero tú también irradias energía, eres noble y ya de a poco noto que vas creando nuevas coartadas que poco a poco te liberan, ¿sabes cómo se controla todo?, no es a través del dinero, bueno sí pero más que eso es convertirte en alguien imponente, el alguien que piense en voz alta, diga lo que siente, y de a poco se construye una imagen de ti, en los demás. Mira lo que sale en la televisión mucha programación es basura, al público lo tienen esclavizado por sus pasiones, con la pornografía, videos de irreales, música sin mensajes, solo con simples frases que gracias a su gran difusión entran en la cabeza, que solo atontan a la masa, las personas son borregos, una gran manada, donde lobos disfrazados guían al rebaño. Con la pornografía Andrés, seguro que te la pasabas horas y horas viendo esos videos, y no solo eso seguro te masturbabas viendo alguna foto de alguna o algunas chicas, tienes cara de haberlo hecho por mucho tiempo, se nota. Pues sí respondió Andrés. A eso se debe tu atraso, aún llevas esa frustración, veras que con el tiempo te perdonaras, también por el tiempo que perdiste, aunque recuerda una foto no suda, no cambia, no respira, es solo una imagen plasmada en un momento. Veo en ti un sujeto que, definitivamente ahora quiere comerse el mundo y lo lograrás solo sigue tu camino, solo espero estar ahí para salvarte si es que me necesitas.
Andrés no lo comprendía, apenas y le prestaba atención, seguía agotado por todo, la miraba a los ojos, pero, simplemente su cerebro se había apagado, al parecer ya no le llegaba ninguna descargar eléctrica. Quería dormir, los ojos se le cerraban hasta que de pronto recordó lo de la noche anterior. Otra vez iba sintiendo que de a poco se iba separando de su cuerpo, se asustó y mientras ella hablaba, él la interrumpió un momento y le dijo que tenía que irse, aquel ajetreado día, le hizo olvidar toda la noche anterior.
No te vayas, haremos lo que tú quieras, solo pídelo, pero no te vayas, en verdad te necesito dijo ella. Te falta mucho, pero tú eres mi idiota preferido, loca de mierda pensaba en su mente Andrés. Es de verdad importante, hoy había quedado con mi abuela, tengo que llevar unas cosas que compre ayer o sino no comerá mañana Ari, llévate todo lo que hay en la refrigeradora, hay de sobra, pero quédate. Lo siento no puedo. Bueno si es así dime que tendré mañana noticias de ti. Las tendrás, salió sin darse cuenta con su polo al revés y olvidó su correa. Ella le pidió un beso, puso la trompita esperando un pico, él beso su mejilla. Ella puso un papel en su bolsillo. Y Andrés salió.
Afuera dio media vuelta miro a lo lejos la casa de Ari, iba rumbo al paradero, vaya qué día, recordó que no traía dinero, y sus tarjetas tampoco tenían un centavo, al menos para sacar de algún cajero. Toca caminar a casa alrededor de 40 minutos repitió en su cabeza. Así, estaba mejor, solo, dando brincos en la calle y analizando los momentos más especiales junto a Arisbeth. Si bien la distancia no era muy lejana, él no andaba muy bien de las rodillas, en los últimos días había empezado a sentir, repentinamente, fuerte dolores en ambas partes de cuerpo.
Otra vez empezó a sentir que salía de su cuerpo, y que este quedaría desmayado o quizás muerto en medio de la calle, hasta que sintió una palmada por detrás, era un vecino que lo sorprendió, comentaba emocionado que venía de comprar unos pedales para un estudio musical que estaba armando con unos amigos, ya tenían el local, los instrumentos y que habían tenido algunos problemas en insonorizar una habitación, ya que todos ellos no pensaban que fuera tan costoso, una de sus pasiones era la música y que trabajaba de agente de carga. Cuando ambos llegaron al bosque, cerca de la casa de ambos, Andrés, y el vecino, le comentó que tenía un porro armado y que era un buen momento para “prenderlo”, además ambos no se veían hace varios días. Andrés quería saber que había hecho por aquellos días, era un buen momento para conversar.
Y que tal Andresito se te ve feliz amigo, le habló Joaquín después de darle una gran calada a aquel porro, ambos estaban por las nubes, cómo te fue en el trabajo, qué es eso amigo respondió Andrés, hoy me despidieron, pero qué pasó, pues llegue muy tarde al trabajo, hoy había un programa nuevo, y no salió al aire por mi culpa, no encontraron a nadie que me reemplace y la conductora movió cielo y tierra para que me sacaran de ahí. Y ¿qué vas hacer?, pues no se Joaquín, con un tono muy desaminado.
Bueno amigo no creo que te falten oportunidades laborales para ti, pero sí que la cagaste, rio en tono burlón un buen rato que termino contagiando a Andrés, maldito loco seguro que te quedaste dormido, más o menos contestó. No quería decir nada de lo que en verdad le ocurría. De hablar tanto Joaquín había olvidado dar el troncho a Andrés, que ya iba por la mitad, es hora, Andrés dio otra calada y preguntó qué tal te fue a ti, pues no muy bien, pero no por mi culpa, un carga de máquinas para una empresa de fideos se perdió, qué enserio, qué locazo, dijo Andrés, la naviera no lo encuentra, los llamé como 10 veces hoy y no hay forma de encontrar ese conteiner, menos mal pagó un seguro, pero ahora la empresa jode y jode, y ellos lo saben, estas cosas pasan y mucho, pero lo necesitan con urgencia, creo que van a tener que mandarlas hacer a la fábrica para ahora mandarlas por avión, las necesitan ya, seguro que esas máquinas ahora están en un gran buque quién sabe por qué lugar del mundo. A lo mejor están por las costas sudafricanas.
Oye Andrés y qué vas hacer, tienes algún plan, no aún nada y no tengo ni un puto céntimo hasta mañana que me depositan contestó. Creo que viajaré, oye y cada vez los “años nuevos” son más tristes, apenas y se disparaban cohetes en el cielo, mencionó Andrés. Deberías viajar, dijo Joaquín, mira toma estos 100 soles, y ve conoce y disfruta, no hay razón para decir que no, creo que primero debería conseguir trabajo, pensaba Andrés, al carajo, hace cuánto tiempo no tomas un descanso, ve sino la vida se te pasará, empieza tu periplo respondía su amigo.
Si eso haré, contestó Andrés. Bueno ya es hora de partir, iremos a cenar a la casa de mi abuela, con toda la familia, debo ir a alistarme, vamos yendo, dijo Joaquín. Cuando iban caminando rumbo al edificio en el que vivían, Andrés encendió su celular y puso Spotify, y busco una de las canciones favoritas de Joaquín, ambos cantaban el coro de la canción, eufóricamente caminando a casa, Thunder only happens when it’s raining players only love you when they’re playing say women they will come and they will go when the rain washes you clean, you’ll know, you’ll know (…). Mientras cantaban una miembro del serenazgo del distrito decía, buenas noches, en un tono muy rudo, quitando la ilación de la canción que iban cantando.
Ambos llegaron al edificio y Andrés opto por subir las escaleras, en ese momento recordó lo inevitable, pero antes de partir, mientras que Joaquín iba apurado por el ascensor y preguntó qué vas hacer ahora, nada contestó, mi familia fue de viaje por la tarde no me llevaron, por el trabajo, creo que han ido todos al norte. Así, que mal my friend estarás solo, no quieres ir conmigo, la verdad que no estoy un poco cansado, lo más probable es que me quede en mi casa durmiendo, bueno dijo Joaquín, se desearon feliz año, un cliché de siempre por aquellas fechas, un abrazo y adiós. Mañana saldré temprano de la ciudad, que bueno dale, y fuerzas, se despidió Joaquín.
Solo fue necesario estar solo un momento y todo regresaba, ya no estaba “elevado”, su cabeza empezó a dolerle, fue corriendo a su casa, sacó sus llaves y entró, quería ir al baño a vomitar, dentro de ella no pudo evitarlo, y vomito en la alfombra. La esfera rodó sola, llego sola como si tuviese vida propia hasta su cabeza, para esto en verdad no tenía ganas de volver a ver al sujeto con la capa negra y el pegaso parlante. Observó todo y no podía moverse, tal vez otra parálisis de sueño, o lo que fuese, la esfera se incrustaba en lo más alto de su frente, el dolor era atroz.
Sentía que ese chisme iba a incrustarse hasta su cerebro. Andrés despertó, a su alrededor todo era blanco estaba en medio de la nada, como si se tratase de un fondo blanco infinito, estuvo 2 horas caminando por aquel lugar, solo, estaba temeroso y con miedo, lloraba, no comprendía nada, estaba literalmente en la nada, se arañaba, y se golpeaba el rostro, a causa de sus cada vez mayores gritos, comenzó a generarse un eco infinito de gritos desoladores que iban metiéndose en su cabeza y que comenzaban a enloquecerlo, cuando pensaba que ya no podía más un mundo nuevo de tinieblas comenzaba a crease de la nada frente a sus ojos, con tormentas que parecían que rompían el cielo, con esos imponentes rayos.
Comenzó a salir fuego y enormes muros de la nada y de la nada, se paró a su lado el hombre con la capa negra, pero ahora sin caballo, Andrés miro hacia su costado y del asombro, resbaló y cayó de trasero, el hombre totalmente encapuchado y de aspecto aterrador, con una voz muy grave, dijo, ¡levántate!, Andrés obedeció, vez todo eso, quiero que entres, qué es eso preguntó Andrés, es tu mundo, tu cerebro, tu vida, tú, el universo como quiera que lo llames maldito inútil, te vas a enfrentar a lo viejo. Desarrollarás una nueva actividad, vas a recuperar el tiempo que has perdido, estúpido suertudo, solo eres el favorito del nuevo líder. qué estás hablando dijo Andrés. Tú mente no está preparada, tus padres en verdad no fueron muy buenos padres, más bien tuviste unos muy malos, no te enseñaron a sobrevivir en la vida, eres endeble, te partes en dos, no sabes llevar bien la presión de la vida, lo recuerdas, cuántas oportunidades perdiste, cuántas horas le regalaste a la nada, no has cometido crimen alguno es cierto, salvo unas cuantas deudas telefónicas, pero cometiste uno de los peores crímenes, perdiste tu tiempo idiotamente, si no usas mejor tu criterio sufrirás mucho en la vida. Dijo el hombre encapuchado de negro. No es justo que tú sufras demasiado, aclaró. Eres el elegido.
Todos tenemos problemas, pero cuanto tiempo ya has desperdiciado, no hiciste nada, el encapuchado, se quitó la capucha y la capa, nunca pensaste en una vida feliz, nunca pensaste en nada, pero que estás diciendo, habló Andrés. Quiero algo más, eres el favorito abre la mente. Andrés miro y era una especie de portal en forma de sol y toda la luz que irradiaba, literalmente un punto enorme y amarillo, uno muy grande, no se podía entender, no tenía ni boca ni nada, pero tenían una conversación, había una especie de feed-back mental, entre ambos. Cuando aparecieron repentinamente unos hombres medios reptiles, unos con cola y enormes uñas, que cargaban modernas armas y uniformes, acompañado por unos seres muy pequeños de color gris. Y que amenazaban a Andrés, a que se dirija hacia el punto amarillo, amenazando inclusive a dispararle a quema ropa si se negaba a obedecer.
Fue directamente, y entró a un mundo negro uno con enormes rocas, Andrés se encontraba perdido, no tenía muchos planes más que caminar en ese mundo, se dio cuenta de que no era un mundo normal, empezó a notar que su cuerpo no era igual, había una parte nueva una extensión incrustada en su espalda, tenía una nueva habilidad, podía dar saltos impresionantes desde distancias muy lejanas, no lo comprendía, pero lo descubrió cuando, harto de esperar, atascado entre las rocas decidió dar un gran salto o morir en el intento, total, debo estar soñando pensó Andrés. Prefería saltar y romperse las piernas en el camino, antes de quedarse en aquel penoso lugar, la verdad que no le importaba, no quería permanecer un mes atrapado en aquel lugar, aunque su desmaterialización lo había liberado de alguna pasión en momentos, como pensar en marihuana y una antigua necesidad como lo era la comida, el sexo siempre por ahí con ganas de alguna pajilla entendió que no necesitaba nada de eso, tampoco agua, pero por otro lado, una necedad de agrandar su ego, vivir o morir, sabía que poseía algo de humanidad en su nuevo contexto, meditó mucho en ese tiempo libre, debo hacer algo, lo entendía, se dio cuenta que no era casual que se encontrase en esa situación.
Comenzó a entrenar duramente, recordó viejas rutinas que practicaba en gimnasios y en unas barras, a los que solía ir a entrenar, cuando era un poco más joven. Hizo rutinas muy pesadas que buscaban romper un musculo y regenerarlo con otro, poco a poco el dolor se había ido, en verdad no, fueron altos contra tiempos hasta que en la última práctica saltó lo más que pudo y se activó esa nueva parte que tenía en el cuerpo que facilitaba dar grandes saltos, antes de caer por ese enorme precipicio.
Era una especie de nuevo nivel, ahora estaba seguro, pensó rápido, no enloqueceré. Mientras, en una especie de bosque, caminando encontró un campamento, pensó eso, ya que a lo lejos veía una gran fogata, caminó emocionado hacia ella. Nada más lejos de la realidad cuando iba llegando un nauseabundo olor a hierro y de carne podrida. Su mente iba recreando la escena, él ya estaba esperando lo peor y así fue.
No eran humanos, eran otra especie parecida a la humana, estos tenían la sangre de color morada, poseían en la cabeza solo un ojo, la boca era muy grande, tenían unas alitas, el cuerpo era como el de un insecto o algo parecido, no era algo muy agradable a la vista pero como a todo uno se termina acostumbrando, estos sujetos tenían la contextura de una persona de promedio normal, los cuerpos tenían todo tipo cosas entradas de balas, varios desollados por el cuello, no era lo ideal, habían bolsas con esa sangre morada, y sujetos que habían sido asfixiados con aquel plástico, muchos aún las tenían puestas en sus cabezas.
Las cosas no mejoraron, le aterraba seguir viendo ese desolador panorama, las cosas no podían ir peor, la sangre de esos seres estaba dispersa en todas las paredes, salió lo más disparado que pudo, entró a una habitación, había vuelto de lo más infame que podía haberle mostrado la vida, estaba preso, sentía que alguien hubiese planificado todo eso para él, pensaba Andrés.
Se arrodilló en el suelo, todas esas imágenes seguían puestas en su cabeza, y daban vueltas, se agarraba la cabeza y rezaba a un “ser supremo” que lo sacase de ahí en palabras textuales, “oh señor mío por qué me has abandonado en este miserable lugar, lleno de dolor y sufrimiento, para esto me has hecho pasar toda esta travesía, acaso no me conoces o no me creaste, se supone que lo sabes, sé que lo sabes, estoy hecho a tu imagen y semejanza, acaso soy un niño en un cuerpo de adulto, soy caprichoso y a veces envidioso, soy tú plasmado en miniatura, te diviertes de mí, soy tu juguete y solo me alimentarás, si te complazco cierto”, Andrés deliraba.
Un enorme terremoto comenzó a hacer vibrar la habitación en la que estaba. Todo se movía, era increíble. La mala suerte lo seguía acompañando, un enorme charco se había formado, seguro por causa de alguna tubería rota, el movimiento era espantosamente fuerte parecía que se llegaba aún cataclismo de unos 9°. No lo sabía, como saberlo, nunca había estado en uno, Andrés solo lanzó una cifra al azar.
La situación no podía estar peor, hasta que empezó a disfrutarlo, era necesario aprender a caminar en la mierda, para poder ver las cosas con mayor claridad, él solo iba sacando sus propias conclusiones, no sabía si eran las correctas o no, pero cada cosa que le sucedía dejaba una lección, quizá no era la mejor opción, pero al menos da una esperanza, luchar, es mejor.
Los peores momentos solo pasan y los buenos, pues, también, algo pasa que todo siempre pasa, todo siempre está en movimiento, las cosas siempre cambian, los tiempos son así, Andrés recordó que cuando llegó de aquel largo viaje a ese continente que cruza el atlántico. Cuando regresó todo era diferente y con los años todos esos amigos de la infancia habían desaparecido se encontraban dispersos, otros igual que él, también habían migrado a otros países más desarrollados, otros simplemente habían cambiado de domicilio.
Encontrar la estabilidad era muy necesario, que nadie ponga límites eso es lo importante, pensó Andrés, a lo mejor eso es todo lo que he debido aprender con los años, era su mente la que tenía un terremoto interno, es hora de controlar este maldito movimiento, exclamó.
De pronto, todo se fue tranquilizando podía controlar su entorno, pero el colosal cataclismo había resquebrajado las paredes, había dañado seriamente todo, parecía que la habitación colapsaría en cualquier momento. Sin embargo, algo atrajo su atención, el suelo del piso de arriba iba a colapsar, se iba desmoronando de a poco, hasta que tras de ello se avecinaba un enorme problema, todo cayó, pero no en su cabeza ni encima de él, cayó una enorme pila de concreto, que luego creo un enorme humo de polvo levantado a causa de los escombros.
Cuando el polvo se disipó, aparecieron 5 puertas de diferentes colores con un mensaje en cada uno de estos, era raro, se acercó a leerlos, había dos puertas verdes, dos negras y solo una roja. En las verdes había dos tonalidades de ese color, uno oscuro y otro más claro. En el primero decía “que las rosas con su belleza atraigan al ácrata y que, nublado, por la misma, se hinquen, envenénate con el veneno de las espinas, verás que lo más bello esconde algo muy feo. Andrés se quedó algo de medio minuto intentando pensar en las palabras escritas en aquella puerta.
Andrés entró a la habitación. Al entrar todo empezaba a crearse ante sus ojos, mientras leía un anuncio en un cartel de madera, solo “seres humanos”, o especies parecidas, y un gran paraíso ante sus ojos rodeaba un gigantesco palacio. Estos no son humanos pensó Andrés, no podían serlo sus ojos eran de color gris, se notaba a lo lejos, era todo supremo y colosal, podían volar. Aquellos seres median alrededor de 10 metros, ¿humanos? como puedo pensar eso, a lo mejor ya me falla la visión, pensó, una especie de video se había proyectado en su cabeza, estaba ahí, podía detener el tiempo si así lo deseaba, lo supo porque lo detuvo, simplemente gritó, detente, todo ante sus ojos se congeló. Podía modificar lo que se le diese la gana, hasta que enfrente de sus ojos, había un papel en el suelo, lo recogió, y habían escritas una serie de cosas, que conforme empezó a leer, dedujo, se trataban de las reglas del lugar.
- -La primera decía, antes de detener el tiempo, mejor piénsalo dos veces, si has llegado hasta este punto un gran misterio se te será otorgado, jamás se lo digas a nadie.
- -El tiempo aquí no sirve, deja de pensar en el mañana, no hay futuro ni pasado solo presente, todo ante sus ojos se detendrá, 1 minuto pueden ser 10 000 horas, 32 o 16 minutos, tu darás el valor que quieras, da igual.
- -No tengas miedo.
- -El sueño y el hambre, ya no te serán necesarios. Puedes descansar, meditar, comer, recuerda que en el mundo “real”, tu cuerpo estará en modo de reposo.
- -Aléjate de los demonios, o aprende a lidiar con ellos, ellos intentarán parasitar tu cuerpo y tu mente, están en todas partes, y se manifiestan en tus malos pensamientos que crean malas acciones.
- -Raciona bien tú tiempo y siempre di la verdad. No pienses tanto, si te equivocas no importa.
Suerte.
Lasor
¿Quién carajo es ese? Mencionó Andrés, todo comenzó a transcurrir el tiempo avanzaba rápido enfrente de sus ojos, lo notó en las manijas de su reloj de mano. No importa tenía las indicaciones a la mano, no era muy buena idea, pero vamos, no pensaba arriesgarse, era mejor seguirlas, pensó. De pronto todo se detuvo, el tiempo ya no se movía más. La revelación, se iba a plasmar, era como un resumen de la vida de ambos.
Estos hijos crecían y crecían, el tiempo era muy rápido, ambos sabían que tenían el poder, comenzaron a controlar la naturaleza, el agua, ellos iban a pescar en cualquier momento, si había una fuerte lluvia ellos solo juntaban sus manos como si estuviesen rezando, no solo eso, nació otro hermano, que creció educado por su madre, un ser piadoso y benévolo, en cambio su padre había cambiado su personalidad, casi no compartió nada de tiempo junto a sus tres hijos, siempre construyendo e ideando nuevas cosas, cuando descansaba viendo las grandes habilidades de sus hijos, los observó, y empezaba a temerles ellos, utilizaban las cosas que iba creando Lasor.
Ellos los utilizaban mejor, andaban de aquí y allá, exploraban el mundo que, obsesionadamente, iba creando su padre, además siempre bajo la tutela de Osara la madre, ellos Basoria y Demóstenes, el más pequeño Crantes desencadenaría todo, Basoria y Demóstenes, tenían una peculiaridad, ambos se atraían y mucho, no era de esperar, andaban juntos todo el tiempo, entre espacios en blanco y el universo que iba creando Lasor, conforme crecían, tuvieron muchas etapas cuando eran muy pequeños, ambos competían constantemente, luego descubrieron que si colaboraban el uno con el otro, las cosas irían mejor, se lo dijo Basoria a Demóstenes, cuando hablaban en una cueva, con el paso del tiempo de volvieron inseparables.
El gran afecto se transformó en admiración, ¡esa admiración! en amor, ambos hermanos comenzaron a atraerse carnalmente, cuando podían, que era casi todo el tiempo, tenían relaciones sexuales. Era solo cuestión de tiempo, meditaba a solas Lasor, estos chiquillos van a superarme, solo es cuestión de tiempo, sus criaturas, sus pequeños, ahora amenazaban con arrebatarle, su gran reino. Pensó aquel poderoso dios.
Lasor un día mientras iba ideando como crear su mundo perfecto, las cosas iban bien había inventado una manera de descansar más a gusto, había inventado la noche, no puede ser, que es esto repetía, comenzó a notarlo, hasta los dioses más poderosos tienen que descansar, simplemente cerrar los ojos un momento, siempre que dejaba una cosa a medias debido al cansancio o la flojera, o cuidar de sus hijos, aparecía una especie de nube negra a su alrededor ahí, Lasor descubrió que podía descansar. Durmió un momento, meditó, tenía nuevas ideas, frescas, había charlado con entidades mucho más poderosas que él, con lecciones que dejaban en pañales cualquier cosa que se le hubiese podido ocurrir a Lasor.
Lasor despertó a su mundo, fue en búsqueda de sus hijos sabía que ellos andaban confundidos, nunca mostró real afecto ante ellos, porque iba hacerlo él los había creado y podía crearlo todo, pero decidió hablar con ellos, era lo mejor prefería eso, en vez de seguir desgarrándose la cabeza, pensando en qué estos jóvenes lo traicionaran. Lasor fue a buscarlos, esa era toda una travesía, la parte favorita de ambos jóvenes era el pedregal, un enorme bosque con plantas raras de colores muy chillones, a su creador, ya no le importaba mucho esa zona, fue una de sus primeras creaciones en aquel mundo.
Aún lo recordaba bien, comenzó a pasar ese extraño y asimétrico bosque que había creado, cosas parecidas aún árbol de cabeza, debo haber tenido serios problemas en la cabeza para haber creado esto pensó.
Lasor encontró a Osara lloraba a chorros, la impresión la había dejado sin palabras, entró a ver que sucedía y sus hijos tenían un acalorado momento íntimo, no puede ser, mis hijos, mis creaciones, si es momento que lo sepas, no entres se escuchaba de atrás mientras Osara lanzaba un grito de desquiciada, al oír los gemidos de ambos hermanos. Al percatarse de esto, ambos hermanos se alejaron, su padre enfurecido irradiaba ira desde sus venas. Nada volvería hacer igual, comenzó a lanzarles enormes bolas de fuego, ellos ni tontos ni perezosos, huían del lugar como sea, con tal que él no los atrape, la madre intervino el daño “psicológico”, sus dos hijos fornicando, seguro Osara lo sabía pensó.
Eres tan idiota que no ves lo que pasa alrededor, esto iba a suceder, tu y yo estuvimos en las mismas condiciones acaso no lo recuerdas, esto es diferente, gran padre nos dejó aquí, él nos obligó a mantener la descendencia, a que olvidaste crear un mundo nuevo para tu familia, uno perfecto para tus seres amados, haz olvidado todo, criticaba Osara haz olvidado tu misión en este mundo, los chicos son como animales, parece que llevan haciendo a escondidas esto desde hace algún tiempo.
Pero, que les pasó, Osara lloraba a cantaros, perdónalos, solo vienen experimentando su
sexualidad, ten paciencia, probablemente, Basoria esté embarazada de Demóstenes, eso es lo más probable, pensó Lasor. Los dejaré vivir, pero ellos ya no me verán más, cuando te vieron, pensaba Osara quizás cuenten con mayor juventud que yo, eso los hace rápidos, por eso han podido huir de mí. Que se olviden que tienen un padre, manifestó totalmente enfurecido Lasor.
La vida transcurría, el trabajo arduo de aquella deidad ya llegaba a su fin, pero por un solo hecho. Hay una cosa de lo que no se salva nadie, tus actos y tus pensamientos crean tu futuro, si en algún momento fuiste alguien virtuoso y sabio, puede que en futuro no quede ni sombra de lo que alguna vez llegaste a ser. Eso sucedía con Lasor, se había vuelto viejo, encerrado en su capricho de querer continuar, su mundo ideal, no paraba de crear nuevas cosas. Lo que creaba al igual que una hoja que se desprende de un árbol y vaga por las calles, y termina marchitándose.
En fin, Lasor y Osara tuvieron nietos, sus nietos tenían más descendencia, que continuaba y continuaba, las cosas se habían vuelto odiosas para Lasor, muchos de sus creaciones eran habitadas por sus nuevos descendientes.
Los nuevos habitantes que se calculaban ya por algunos millones solo conocían, ya como un viejo mito a Lasor, que estaba desgastado, con un cuerpo más envejecido. Con cada habitante nuevo él perdía más energía, lo que había creado ya era suficiente para los habitantes. No iba a continuar prefería reposar en su enorme palacio, olvidado ya sin esa luz de años mejores.
En general las cosas, iban bien, tecnológicamente habían evolucionado mucho, potenciaban sus dones con nuevos artilugios, una sociedad prospera y culta, jamás se oyó de guerras ni cosas parecidas, todo era permitido, los niños desde muy pequeños resultaban ser muy hiperactivos, muchos ya podían hablar y tener conversaciones, podían doblar cucharas, inclusive levitar, por los aires, aunque no podían dar grandes saltos como sus antepasados, con cada generación nueva disminuía el poder de los dones espirituales de aquel planeta. Así se conformaban casi todas las ciudades de aquel orbe, en enormes guetos. No se conocía del hambre o la mendicidad por sus calles. La gente a penas y trabajaba, esto no quiere decir que que sus habitantes fuesen vagos, cada individuo era libre de hacer con su tiempo lo que desee, pero por lo general no pasaban más, eran muy efectivos así.
Esto no quiere decir que no existiese un estrato social más alto, pero había tanta sobreabundancia de todo, que cada quién Los niños menos hábiles no tenían un futuro muy prometedor, por el contrario, sus cuerpos eran usados como una capa de ozono, es un planeta más, es decir un pensamiento o capricho más, del ser supremo creador que tiene otras formas de percepción con el mundo que se manifiestan en planetas, en aquel sistema solar hay como nueve.
Ese mundo era inestable el principal combustible y recursos se iban agotando a causa de su progreso como civilización, por lo que decidieron, iniciar nuevas misiones espaciales, muchos científicos iban en busca del planeta más aproximado uno no muy lejano, pues para qué, pensaban aquellos eruditos, tienen un clima muy diferente al nuestro. La composición del suelo es, totalmente, incompatible de las que hay por aquí, probablemente este habitada por una especie salvaje que conoce mejor su hábitat, nos serán una molestia, como lo comprobaron cuando enviaron, unos seres creados en un laboratorio muy parecidos a los humanos, “creados a su imagen y semejanza”, ninguno regreso con vida, pero atestiguaron todo pues las cámaras incorporadas en sus trajes daban evidencia de todo lo sucedido, estos debatían. Debemos ser pacientes y desarrollar nuestras armas, para un mañana no muy lejano, el choque entre ambas civilizaciones del planeta es inminente, no debemos confiarnos de esos salvajes, puntualizaba uno de los científicos.
El sol cada vez en más fuerte seca nuestros “altares”, era H20, el agua era el recurso más valioso que poseían, sin relave de ríos, cero sustancias altamente dañinas, sin flúor ni cloro entre sus componentes de purificación. La comida la producían ellos en pequeños y variados sembríos que tenían en sus casas, eran una sociedad muy recíproca y ordenada dentro de su infamia con los cuerpos de aquella especie denominada como Fratos. Conformada en una sociedad con base en la meritocracia, había guetos y lugares con menos privilegios, pero con grandes comodidades, no había mucha diferencia con la clase alta, pero sí demasiada con la clase dominante que tenía grandes palacios, pero no tan corrompida, apenas y se entendía los conceptos de corrupción o robo, en verdad los Fratos pensaban mucho en los demás.
Eso sí, no había votaciones ni nada parecido, era todo como una monarquía con una inquisición, el primogénito mayor de cada rey era el que debía quedarse con el poder, era la luz, era el elegido por una sencilla razón. Tenía todos los poderes completos de Lasor, había meras excepciones, dos hermanos con el mismo don de la grandeza, eso era muy temido, así que la alta cúpula ideó algo para contrarrestarlo cuando eso pasaba, había una manera que se volvió ley para cualquiera que fuese a por aquel supremo cargo.
Luchaban a muerte a partir de los cinco años, el que ganaba y cometía aquel fratricidio. Tenía que decirle en su lecho de muerte, las siguientes palabras, “hermano mío y adorado, solemnemente te digo que tu sacrificio no habrá sido en vano, complacemos a los dioses, y ahora que tú te vas al otro mundo. Te pido que intercedas siempre por mí con nuestros antepasados, y me des toda la sabiduría que vayas recopilando”, después se procedía a perforar el corazón con una daga, ante la atenta mirada de los reyes, y todos sus allegados. Un gran baño de sangre, que seamos sinceros enloquecía y encantaba a los demás.
El planeta tierra es un buen lugar, abundantes recursos, tenía todo inclusive un mejor hábitat que el suyo propio. Las expediciones habían dado frutos encontraron las sustancias que requerían para su supervivencia como especie, como nada es fácil en ningún lado, descubrieron algo que altero a aquella misión.
Necesitaban crear socavones mucho de los recursos se encontraban adentro metidos en lo más profundo de las montañas. Crear minas para extraer todos esos abundantes recursos. Así que estudiaron bien a la tierra en todos los aspectos, no podían vivir allí el oxígeno terrícola los acabaría en muy poco tiempo. Solo extraerían todo lo que pudiesen.
Era un momento de cambio, era necesario cada vez se agotaba todo, el gran lugar de plenitud estaba acabando con los pocos recursos de Fratos. Eran reducidos para la gran ambición de cada uno de sus habitantes, cada uno de ellos liberados de todo, prejuicios, pero con costumbres muy arraigadas en sus cabezas, las leyes y mandatos sociales eran severamente castigados, inclusive podrían enviarte con los más tontos a formar parte de la gran capa de ozono con la que cubrían el planeta de los rayos del sol.
Cada vez eran menos los que iban ahí, los niños eran altamente inteligentes, a tal punto de crear nuevas formas de castigo como la mencionada.
Una nueva etapa se venía llevando, que conocieron como “la gran esperanza”, en este periodo se gastaron muchos recursos de Fratos, creando maquinarias que sirviesen para la extracción de minerales de la tierra. Era una apuesta muy elevada y, realmente, mucho de los científicos más escépticos no creía que aquello fuese la mejor alternativa, se habían gastado muchos recursos, el mundo no estaba del todo completo había grandes huecos, espacios y buenas ideas inconclusas, Lasor no lo había hecho del todo mal, aunque andaba desaparecido, muchos pensaban que debido a su envejecida edad había muerto.
“La gran esperanza” fue utilizada de manera política, muy eficazmente, por parte de los miembros del senado, contaban y exageraban en sus comunicados que lanzaban en imágenes holográficas. Se generó una gran polémica, que aprovecharon muy bien aquellos fanáticos, encabezados por ex miembros del senado que aún extrañaban tomar algunas decisiones. Pues sí, a muchos les lavaron el cerebro, con esta nueva forma de ideología.
Uno de sus principales lemas era el de “por culpa de sus experimentos ahora los Fratos pagamos todos”, y era cierto, de alguna habían utilizado muchos de sus altares, varios se habían agotado, algunos guetos vivían por primera vez la escases, la impopularidad comenzó a hacer tambalear a los “tears”, los miembros del senado, conocidos “como los hombres que lloran”, por una antigua tradición ellos son los que castigan los delitos y la incompetencia, y se dice que secretamente lloran, por todos ellos y suplican a los dioses, que los reencarnen en seres útiles en sus próximas vidas, porque en está sufrirán.
Lo aún más terrible era descubrir que una de las amantes del rey Putano, una prostituta a la cual acudía por las noches siempre que podía, hermosa Frata, de cuerpo infartante, tenía como loquito al rey, lo tenía comiendo de sus manos, inclusive él prometió dejarlo todo por irse con ella, en verdad no estaba dispuesto hacerlo, pero sabía que con esas palabras, activaba en la mente de ella, una suerte de visualización a futuro llena de lujos y ostentosidad, dando muchos hijos al rey y haciéndolo feliz, aún era joven. La vida de puta era dura soportaba olores de sujetos viejos que le exigían toda clase de cosas a ella. Y ella obedecía, el rey tenía que ser su escapatoria.
Una noche su suerte tenía que cambiar ideó un plan para “tener un hijo del rey”, sabía las prácticas sexuales favoritas de este sujeto, era un tipo encantador, a ella la tenía encantada, a tal punto de querer materializar todas esas cosas. Ella sabía que, a ese emperador, la única manera de tenerlo alegre era hacerle algo parecido, en nuestra forma humana de ver vida, algo parecido al sexo oral.
Esa misma noche, un poco más tarde de lo normal, el rey llegó al lugar, ahí lo esperaba ella con un topcito infartante. No tuvo cliente alguno ese día, y si alguien se lo pedía ella simplemente la sueca y pasaba de largo, algunas llamadas de atención de sus superiores, pero eso no importaba, ella quería ser la primera por lo menos esa noche, para aquel monarca. Tan solo verlo a lo lejos, la impresionó. Quería ser la primera ninguna otra podía arrebatárselo, fue rápidamente hacía él. Ella le envió su mejor sonrisa y él la correspondió con otra de lado a lado.
Como buen caballero dio unos cuántos piropos en la oreja de ella. Invitó uno de los más caros tragos del recinto. Unos besos en los labios y fueron rumbo a la habitación, el sexo fue magnifico eso era innegable para aquellos, hicieron todo tipos de poses, ambos sudaron y dieron lo mejor de sí, en aquel ámbito. Ella le propuso, en palabras textuales, has sido hoy un gran rey, quiero hacerte algo diferente quiero que me des tu elixir, tu leche en mis labios eso es lo que quiero, mi señor.
Eso es lo que quieres perra, sí eso lo quiero se recorra mis labios y que pase mi garganta, él comenzó ahorcarla y abofetearla eso es lo que quieres, sí gritaba mientras lo arañaba con sus enormes uñas. Eso hizo su líquido viscoso que era de color azul, recorría todo su rostro. Hizo como que se lo pasaba, el rey cogió su rostro con una de sus manos, dijo buena perra lo has hecho muy bien, le acarició la mejilla con uno sus dedos, se puso una toalla y se marchó de aquella habitación, se cambió, aunque después se sintió atraído por unas mellizas hermosas, con las que terminaría pasando la noche, en una orgía.
La Frata miró todas las insinuaciones a aquellas jóvenes, acto que la destrozaba más, solo soy una perra más, pero ya verás, viciosillo, pensó ella. Tenía todo esa mucosidad en su boca, luego la tiro en un frasco, inclusive vomito un poco de lo que por error había llegado a tragar. El pequeño frasco estaba como a la mitad, ella obsesionada, lloraba mientras escuchaba los gemidos de la habitación de al lado, comenzó a abrirse sus partes íntimas y comenzó a echarse todo ese líquido en su parte intima, una vagina que tenía una especie de espinas su alrededor, era un poco aterrador, pensó Andrés.
Ella se lo esparcía por toda esa parte, obsesionada, pues sí tenías que estar un poco mal de la cabeza para hacer eso, así lo quería. Pasado el tiempo, notó como su cuerpo comenzó a cambiar, los clientes ya no querían nada con ella, en que pensaba, asistir en ese estado a seguir trabajando de meretriz no era buena idea, eso habla muy mal de ella no tenía criterio alguno, nada de dos dedos de frente. Se convirtió en una rechazada, los dueños al percatarse solo hicieron una cosa y vaya maldad, la corrieron, pero quién de estos será el padre, solo ella puede saberlo, comentaban dos de los dueños de aquel fino antro.
Con una gran belleza, a nadie le parecía atractivo invitar a salir a una mujer embarazada, al poco tiempo, le negaron seguir con el arrendamiento, las reglas podían ser muy crueles en Fratos, la quebraron a punta de impuestos, tuvo que vagar por las calles, era el primer caso, de una prostituta embarazada, tenían miles de formas de protegerse como podía suceder eso se preguntaban las autoridades, buscaban una forma de enviarla a que su cuerpo sirviese como capa de ozono, en esa parte tan deteriorada de la misma, castigándola con su vida, su cuerpo tenía ese compuesto en realidad, todos los de esa especie lo poseían. Los que incumplían sus leyes se convertían en lacras sociales.
Ella llegó escapar, no había caso alguno parecido, la dejaron de perseguir, ella huyó a la parte más deteriorada del planeta, una con parajes surrealistas e inestables, pasaron 11 meses, y no le quedo de otra que apañárselas, con lo que iba encontrando a la mano, improviso una carpa en medio de la nada sin esa civilización tan avanzada que dejo atrás.
Dio a luz a aquella criatura un 11 de mayo, olvidada, su padre un rey que desconocía su existencia, cuando nació vio que la criatura tenía algo diferente tenía esos ojos plomos, aquellos meses, el frenesí de sus éxodos, habían desgastado a aquella bella mujer, no esperaba sufrir tanto, ella pensó que todo a partir del nacimiento de esa criatura sería fortuna y provecho.
Cuando fue creciendo, fue muy destacado, y por ello su madre fue reconvertida, debido a que su hijo pasaba las pruebas con mucha facilidad, él había descubierto que era hijo del rey se lo dijo su madre, fue separado con los mejores, con 11 años ya tenía el coeficiente intelectual de una persona de treinta, vencía todas las pruebas que pasaba con mucha facilidad, en un reconocimiento su padre el rey, hizo una visita a las instalaciones donde aquel “niño “realizaba un tipo de pruebas poco convencionales, terminó exhausto, pero acabo todas. Ante la atenta mirada del rey, vio muy rápido que era su primogénito, alguna tontería debe haber hecho esa loca, pensó, pero este niño me recuerda tanto a mí.
Era un pequeño colosal, Rami era su nombre, era un secreto de estado no era bueno, pero era necesario, en un año aproximadamente, se enfrentaría a su hermano, muchos altos cargos militares estaban al tanto de quién era ese muchacho. El hijo legítimo, Molan era sensato, rudo, y de pocas palabras, sino tuviesen que luchar hasta que uno quede de pie, a lo mejor serian grandes socios, pero las reglas estaban escritas, y aunque es bueno romperlas en este caso nada parecía que así fuese.
Rami arto de tanta cursilería política, comenzó a dejarse lavar el cerebro por Craim, un ex senador fanático, encantado de que la “gran esperanza” se vaya abajo, que lo conquistó cuando le dijo que él debía ser el nuevo rey, la población se bipolarizó, la crisis energética comenzaba a desesperar a más Fratos, el entusiasmo de los agitadores estaba provocando, una terrible desestabilidad, solo podía elegirse un camino.
Rami y Molan, se enfrentarían, Molan representaba la vieja y ahora en decadencia aristocracia, mientras que Rami, era lo nuevo, un nuevo rumbo, un experimento social en masa. Ambos eran preparados con suma rigurosidad, tenían poderes colosales, las noticias calentaban la pelea, argumentaban que Rami había dicho que mataría con facilidad a Molan, cosa que llamó mucho la atención de las masas. Gran circo el que se creó.
Las protestas no paraban en ningún lugar de Fratos por recursos, por joder, más escasez, era un planeta pequeño e incompleto, pero altamente desarrollado. Pero todo puede quedar en nada, si es que vence la locura a la razón. La gran batalla iba llevarse a cabo en el palacio, a puertas cerradas y con un espectacular marco extra político, ambos representaban una corriente un movimiento que enloquecía a las masas, aparentemente, los tears eso intentaban aparentar.
El viejo discurso de un tiempo atrás seguía siendo el mismo en ambos lados. La misión viajó a la tierra había desplegado un fuerte contingente militar, con la precaución de encontrarse con alguna especie con la que no podría lidiar. Comenzaron a instalar y ensamblar la enorme maquinaria. Pronto descubrieron que eran muy bastos los recursos en el planeta tierra, pero el trabajo comenzó a fastidiarse, el trabajo era muy arduo, comenzaron a percatarse los capataces, era algo no visto, ningún Froto aceptaba tantas horas de trabajo, para esta especie no era descabellada la mutación, ellos comprendieron que si la utilizas para para combatir algunos errores genéticos, repotenciar los cuerpos por alguna plaga o pandemia, era necesario utilizarla, tenían que crear algo oriundo, ya habían creado una especie similar, así que utilizaron algunos genes propios, otros genes de la especie que había esclavizado y otra que venía evolucionando, que llamó su atención, debería ser perfecto esto no puede fallar, pensaba el científico a cargo de la misión.
Hemos fusionado la inteligencia Froto; tendrán un lado esclavo, como los que nos sirven a nosotros; y un lado oriundo, estos serán los humanos, mutaron una especie que no necesite de trajes para poder vivir, livianos y pequeños, ellos podían trabajar las minas, todo, vieron un gran potencial en esta nueva especie, aprendió a trabajar la tierra, a vivir en sociedad, seguía ordenes de estos seres interplanetarios.
En Fratos las cosas no iban bien, unos aires de guerra comenzaron a asolar el planeta. Las cosas no podían ir peor, el doble discurso dividía familias enteras, el tiempo iba llegando los dos pequeños titanes se enfrentarían a muerte, Rami y Molan.
UNA LARGA Y CRUDA “RAMI VS MOLAN”
Los tears empezaron a llorar, se abría el pequeño coliseo donde ambos llegarían, en las calles enormes pantallas se habían instalado para que todos los Fratos estuviesen al pendiente de aquella colosal lucha. Ambos iban a acercándose al lugar de la batalla, la verdad ninguno de ellos mostraba signo alguno de temor o cosa parecida en el rostro. Ambos entraban acompañados, de sujetos, uno el entrenador personal de cada uno, otro tipo muy grande llevaba cargando una enorme banderola de color verde, con un símbolo de un triángulo con un ojo en el medio, mientras que el otro sujeto enorme llevaba una enorme banderola color rojo.
Los entrenadores fueron hacia los costados, pero antes uno de ellos arremetió una fuerte bofetada a Molan, nadie recuerda a los perdedores, le dijo. Rami solo asintió con la cabeza, fue al medio donde enfrentaría a su hermano, iba gritando como guerrero de camino. Molan mucho más tranquilo camino hacia el medio. Ambos vieron el enorme aforo, era impactante, nunca habían estado allí, todo era colosal, ambos se enfrentarían en una enorme arena, los tears ya no lloraban más, con el paso de los minutos, se escuchaban desde las gradas las preferencias de cada uno de estos. Ambos siguieron todo el ritual saludaron al rey, les acercaron unas armas a cada uno frente a su rival, Rami eligió una espada preciosa bañada en oro y plata, acabados de primera, y lo más importante muy filosa, por otro lado y una arma que por primera vez salía a la palestra se trataba de un lanzador de plasma, si uno de los 4 proyectiles que lanzaba te alcanzaba, olvídalo todo había acaso, Molan elegía solo una pastilla que su entrenador ponía en su boca, esto está chupado, pensó Rami.
Era raro, había evolucionado, ya no tenía el cuerpo de un pequeño de cinco, tenía un cuerpo joven de unos 24, en toda la plenitud, musculoso, muchas de sus habilidades incrementaron, su brazo cuando él lo deseaba se convertía en una enorme bazuca. La lucha empezó.
Molan contaba con gran ventaja y lanzó rápidamente un tiro a matar, que tomo medio distraído a Rami, pues sí este primero contaba con mayor visión, su rapidez solo se comparaba con la del sonido, pero otra debilidad encontró el segundo, sus golpes eran imprecisos, pero muy efectivos, solo bastaba que Molan utilizase su brazo derecho apunte bien y desintegre a Rami.
Rami tenía paciencia era consciente que en fuerza era bastante superior a Molan, pese al gran físico de Molan, cuando el momento llegue, atacaré pensó, solo necesito que se detenga un poco. Este se defendía de los ataques a larga distancia, sumamente veloces, que le lanzaba su hermano. El de bandolera roja espero un momento tenía solo 8 misiles de plasma, cuatro salían de cada tiro, solo tenía dos ataques, había que racionalizarlos bien, su pequeño cuerpo no aguantaría ningún ataque, por ello pensaba en tácticas mientras se escondía de los ojos de Molan.
Este hombre debe vomitar esa pastilla o acabará conmigo, Molan decidió descansar y Rami atacó, 4 enormes misiles se dirigía a él, puedo dispersar todos, fue cuando en ese momento de distracción, Rami probó dos ataques y no le fue nada mal, dio un enorme puñetazo en el estómago que tumbo al suelo a su enemigo. Molan no entendía nada en que momento lo hizo, había bajado mucho la guardia, además con una daga le propinó varias puñaladas. Cuando atacaba Rami tras una leve reacción de Molan este con la bazuca en su brazo atacó y destruyó todo su brazo derecho de su rival, con el que utilizaba su lanzador de plasma, que se había dañado con la tremenda caída que sufrió. La pelea tenía enloquecidos a todos los espectadores, eran muchas emociones juntas, tanto daño en tan poco tiempo.
El poderoso puñetazo que había recibido ocasionó que vomitase la píldora que le daba ese aspecto joven, esa enorme bazuca que incorporaba a su cuerpo y la velocidad. Todo se acabó, además tenía puñaladas en el pecho que iban ocasionando un sangrado de color morado. Rami sin un brazo derecho había sido el más perjudicado, lo que le satisfacía era saber que esa velocidad y esa arma ya no estaba a disposición de su hermano.
Con la espada que traía Rami, escupió un poco de fuego en la espada, a tal punto de poder calentarla y mucho, se la puso en el muñón que le había quedado, para poder detener el sangrado, además, piso rápidamente la pastilla que había quedado tirada en el suelo. Molan ahora era quién se escondía de los ojos de su adversario.
Todo ese espectáculo de sufrimiento era contemplado por todos, atentos ante cualquier novedad. Molan sabía que fue un gran error dejarse apuñalar, no andaba bien, había recibido una muy cerca al corazón, sus horas de vida no podían ser muchas, nada de lo practicado le había salido, pese a que estaba convencido de que el “gran creador” estaría complacido por su brutal esfuerzo en comprender aquellas técnicas de batalla, esas enormes prácticas en controlar sus emociones, “gran creador” no me abandones, empezaba a desesperarse cada vez le era más difícil respirar, pensó en un ataque más, el último, utilizaría el ataque de las mil sombras, uno que dañaba de lleno la cabeza de su adversario, una enorme pesadilla que provoca la más horrible muerte cerebral, era un ataque que Molan tenía preparado si una cosa así le llegaba a suceder.
Rami muy dañado, iba a lanzar su mayor bola de fuego, el poder de ataque era reducido, pero bastaría para acabar con su hermano y reclamar el reino. Le disparó aquel feroz ataque, pero fue controlado por Molan que absorbió el ataque y murió, pero lanzó de su cuerpo el ataque de las mil sombras.
Rami no pudo evitarlo su sistema motriz a duras penas y podía mantenerse de pie, cayó de rodillas, luego de su cabeza no paraba de salir sangre, como si de una hemorragia se tratase, gritó espantosamente, causaba lástima entre los espectadores, hasta que cayó y su cabeza reventó en pedazos. No era posible “la gran esperanza”, comenzó a llamarse “la gran caída”. Una guerra civil, a orillas, otros buscaban una rebelión, encontrar un nuevo sistema, una alternativa. Ante los acontecimientos. Nadie pronunciaría ese día este lema: “hermano mío y adorado, solemnemente te digo que tu sacrificio no habrá sido en vano, complacemos a los dioses, y ahora que tú te vas al otro mundo. Te pido que intercedas siempre por mí con nuestros antepasados, y me des toda la sabiduría que vayas recopilando”.
Por la tierra no podía ir mejor la nueva especie que habían creado era eficiente, los Fratos enseñaron mucho, pero estos estuvieron condenados a casi un esclavismo perpetuo durante todas sus vidas. Los humanos comenzaron a ser vigilados, los capataces en las minas usaban un aparato blanco volador que permitía que, desde el cielo, los capataces, visualicen el trabajo que sus creados realizaban.
Alguna que otra revuelta, de vez en cuando, los humanos iban interactuando con el medio, ellos comprendieron que ellos, también, podían manejarlo, y así era, entendieron a la naturaleza, había una conexión que hacía que todo se interpretase a través de manifestaciones, ondas con información que iban llegando a su cerebro, el trabajo forzado, los alimentos con los que alimentaban a los humanos contaban, con múltiples depresivos en su proceso de crecimiento, eran pocos los que podían liberar a esta raza, alguien o algunos que formasen anticuerpos, que combatan aquellos químicos inmunológicamente.
Los Fratos no eran tontos, la especie humana, era muy fuerte, sus cuerpos se adaptaban bien y rápido a los cambios de temperatura, en general, se adaptaba a todo, pese a las condiciones más adversas, no tardaron en surgir más humanos con inteligencia elevada, una similar a la de los Fratos, que exigían más cosas a sus capataces, eran artífices de nuevas ideas, unas un pocos más descabelladas, muchos argumentos de los terrícolas, eran absurdos bajo la lógica Frota.
Pero los humanos no solo entendieron, algunos daban ideas, sin ninguna prueba científica o tajante, muchos de los argumentos de ellos, eran: “lo vi en mi sueños, quieres seguir acá buscando nada, conozco un lugar más abundante, menos explotado, lo vi en mis sueños”, con literales palabras iban y se lo decían a sus superiores, el poder de convencimiento era tan elevado, que se formaban enormes comisiones que partían en busca de esos recursos, casi siempre encontraban más, salvo predicciones de algún charlatán, también había de los que escapaban de los campamentos mineros y caminaban, exploraban el mundo y descubrían cosas.
A los “elegidos” que encontraban algún, lugar lleno de recursos para explotar, los llamaban, iluminados, eran líderes, algunos muy listos otros lentos y tontos, pero con un fin, ambos despiertan, ambos saben que todo es un juego, una simple proyección divina, de la cual nos hacemos esclavos, necesitamos agua y aire para vivir, necesitamos sacar la mierda.
4. VIAJE.
Una bofetada, levantó a Andrés de su enorme sueño, su hermano lo encontró tirado en el suelo, el lugar apestaba a vómito y en la cabeza tenía un pequeño corte y un poco de sangre seca. Andrés, despertó haciendo una gran inhalación, fue corriendo al baño, qué te pasó loco, estás bien, le preguntaba su hermano. Era 2 de enero, había estado en aquel viaje que pensó mejor no tocar, todo iba a sonar muy raro, su hermano lo mandaría al psiquiatra, pensó.
La pequeña esfera tenía el ojo cerrado y había caído de su frente, la cicatriz que dejo, rápidamente, se curaba, salió del baño, antes se aseo un poco. Oye qué te pasó preguntó su hermano, seguro por andar fumando esa mierda, o llegaste borracho, te resbalaste y caíste. Bueno regrese antes sabes que no me gustan mucho los paseos largo, comentó su hermano, estoy muy cansado y lo que realmente es escaparme de mis obligaciones y dormir un rato.
Oye ya limpie toda la porquería que hiciste en la sala, me voy a dormir. Andrés, recordó que ya tenía dinero, el depósito de mi último sueldo, ya debe estar listo, camino hasta el banco, recogió el dinero y fue de viaje, pensó en un lugar, alejado, quería seguir viendo esas raras visiones, acaso ¿así se formó todo?, todo es muy raro. Tenía claro que viajaría, ya no dudaba, fue a hacer algunas compras, entró a su casa, compró gaseosa y comida para la casa y preparó fideos para su hermano, dejo una nota, limpió un poco la casa y se marchó.
Andrés caminaba, esperaba algunas señales del universo, le había enseñado mucho, era obvio que quisiese más, algo a medias es lo mismo que nada. Subió al bus, ese día el número de personas que subieron a ofrecer algún producto o a secas pedir dinero después de un discurso deprimente.
Las necesidades de las personas son tantas, cada uno, personas de otras ciudades, marginados, pero con muchos sueños, con la esperanza de que el futuro prometedor, pero como podrían curarse todos ellos, solo tienen ideas tóxicas, toda la vida que llevan esconde una matiz de pobreza, como si esas personas estuviesen en este mundo para sufrir, su momento no era el indicado, de padres con pensamientos de niños, no planificaron nada, solo dejaron llevar sus bajos instintos, sin importar las consecuencias, familias esclavizadas sin saberlo. Presos de la pobreza no solo material, sino la más importante, la del alma, un cuerpo que se llena de enfermedades, por una sencilla razón una mente llena de oído y rencor, envidiando a todos los que tienen más, destruyendo vidas, vidas de pequeños que trabajan sin saber por qué, a veces ni por un plato de comida.
Creo que todos pagamos una purga, en alguna de nuestras vidas, porque es injusto que en un momento unos dispongan de tanto y otros de nada.
Andrés, estaba pensando mucho quería una aventura siempre, e hizo algo comenzó a observar a la gente del bus. Un joven de unos 14 años que estaba sentado al lado de su madre, se levantó al percatarse de que una mujer mayor había subido al bus, ya de pie el chico recibía una serie de regaños por parte de su madre. Su madre movía la cabeza en forma de negación, porque te paraste que se pare otro le habló en voz baja cuando, ambos se miraron fijamente, la señora al costado solo se hizo la loca.
Legó a su primera parada, fue a buscar a un amigo dealer, iba a comprar unos 100 soles de marihuana. No necesitaba llamarlo, sabía que lo encontraría. Por qué tanto le preguntó el amigo, me voy de viaje, respondió Andrés. Solo unos días, bueno buen viaje compañero, contestó.
Antes hizo unas cuántas llamadas, Andrés esperó unos 20 minutos, mientras el otro sujeto conseguía el pedido que no tenía a la mano, para esto Andrés olvidó su celular, estaría totalmente incontactado, eso lo sabía, lo buscaba, el amigo le habló de un lugar alejado de la ciudad, poca gente y con mucha naturaleza a tan solo unas 4 horas de viaje.
Se despidió de su amigo con un apretón de manos, y le hizo caso, Andrés quería jugar al explorador, un rato para él. Fue al centro, entre la avenida Alfonso Ugarte y ese parque en medio que tiene un museo y teatro. Llegó a una parada de bus informal, especies de miniván que cobran poco, por recorrer considerables distancias fuera de la ciudad.
El camino no fue lo Andrés espero, fue a la vuelta del terminal y decidió armarse un porrito bien gordo, ya había hecho ese tipo de viajes, sabía que estos eran sumamente incomodos, debido a diversos factores, por lo general esos vehículos iban repletos, paraban en cualquier lugar, lo que ocasionaba enormes filas de tráfico, gente hablando en voz alta, con un cartel invisible diciendo. Hola, escúchenme yo también vivo aquí.
La misma mierda repetitiva y cambiante, cómo te metiste en mi vida, porque mejor no empiezas a fugarte, lo digo sin tapujos, que es lo que quieres, la vida es un gran infierno, pagas por todo, somos más que marionetas, Andrés tenía un mal viaje, durmiendo en aquel incomodo asiento. Los olores por momentos eran nauseabundos, gente que subía todo tipo de cosas, y el crudo verano que también iba descomponiendo a las personas, había mucho tráfico en un cruce con la carretera, al parecer un accidente a algunos kilómetros de distancia detenía, caóticamente, el tránsito.
Andrés comenzó a ver un chico uno que iba y venía por las avenidas con una latita en las manos, Andrés los había visto antes, ese tipo de negocio está por la ciudad, era uno donde se piden donaciones para crear albergues de animales. Ese chico no andaba bien casi, toda la gente pasaba de largo. Nadie se quedaba a escuchar su speech, andaba como confundido dando vueltas por la calle, miraba a las personas, ni bien paraba a alguien hablando por teléfono o cualquiera que pasase por esa calle, siempre le mencionaban que iban apurados, otros que estoy con la hora, otros que llego tarde, miles de palabras para argumentar que iban a las justas con el tiempo o que no les intentaba regalar su tiempo a un adolescente desconocido.
El joven se sentó mirando a las personas, alucinante, en medio de la calle, su mala racha lo dejo así. De pronto llegó una compañera con una pesada mochila cargada en las espaldas, el chico la vio de lejos, se paró caminó hacia un lado de la calle, se hizo al que no la había visto, él esperaba que ella fuese hacía, su lado. Fue solo quitarse la mochila que llamó toda la atención de Andrés, era una chica de unos 17, 18 o 19 años, que simplemente era hermosa, un cuerpo de infarto iba con una blusa negra apretada, que resaltaba más sus enormes senos, se puso el mandil de la compañía para la que trabajaba, agarró la latita, y un papel plastificado y empezó, ese chico tímido y derrotado, dejó de existir, o quizás solo por aquella mañana. Era otra la actitud que transmitía podía recibir o no dinero, pero la gente ahora lo escuchaba. La chica se sorprendía y reía al ver las ganas junto con el enorme esfuerzo que él ponía. Si estaba solo no temía estar solo en el infierno de pasar desapercibido, pero ella, quién sabe ella hizo que se reponga.
El tráfico finalmente avanzaba, era bueno y así fue, el camino iba despejado, sentía la brisa del aire en el rostro, Andrés había sacado la cabeza como los perros, que conforme salía más de la ciudad. Todo era ahora más natural, más simple, montañas, lluvia y tranquilidad.
Llegó al lugar, un pueblo con las fachadas pintadas de flores, decían que así era una forma para atraer turistas, era raro pensó Andrés, llegó al terminal que lo dejaba al frente de la plaza central del lugar, que era muy acogedor, estaba cansado y sin raya en el trasero después dela largo viaje, lo bueno es que había muchos hoteles, hasta uno ofreció llevarlo a uno que contaba con piscinas y encima al lado del río, estaba un poco más lejos, Andrés aceptó. Fue, aparentemente la temporada no era muy alta, le cobraron poco, cuartos enormes y sin vecinos al lado.
Lo primero que llegó a su cabeza es un eufórico “a leñarla”, se hizo unos porritos, se los fumó, y así todo drogado salió a nadar, no había preocupaciones, era todo ideal, llegaría a casa en 3 días, en los que se le ocurrió mejor cosa que hacer nada, él y la naturaleza eran uno, el río muy tranquilo permitía que Andrés flotase por el agua. Aunque por el uso constante Andrés ya no reía casi nunca de unas buenas caladas, el uso constante había quitado eso en él. En cambio aprendía utilizar mejor su mente, no es que la recomendase, pero es perfecto para usa situación así, no te matará, a lo mejor su uso te vuelve un poco mediocre y te olvidarás muchas cosas, depende como la utilices, algunos profesores universitarios hablaban de su uso cuando eran más jóvenes, algunos inclusive en especial uno muy viejo admitía que sin darle algunas caladas diarias simplemente no funcionaba, pero también era cierto que muchos amigos de Andrés que la maría había sido la puerta para encontrar otras drogas mucho más fuertes.
Andrés tenía mucha paz estaba en contacto con la naturaleza, aprendió a salir de su cuerpo, él ya no soñaba más, la nueva revelación en sí era eso, podía desprenderse de su cuerpo cuando él lo quisiera, supongo que todo está bien, le gustaba mucho soñar, había desarrollado una técnica que fue probando durante las noches y días, cuando él dormía, que era casi siempre, ya no eran sueños, sino viajes, podía ir a cualquier lugar, para ello habían tres sencillos pasos, esperar alrededor de 15 o 20 minutos, puede ser antes pero no debes dormirte, lo siguiente es estar en un lugar tranquilo en una hora como cuando vas a la cama o una siesta, por último estar tranquilo y sin malos pensamientos. Nada más.
Andrés entendió que lo último no era muy buena idea podías ver cosas muy impactantes sino tenías la cabeza preparada para tal caso. Todo esos 4 días que pasó de vacaciones, le alegraba que ese bendito ojo estuviese cerrado, fue un ermitaño hasta que al tercer día decido dar un paseo por el monte, estar tan marihuano hizo que el tiempo se le pasase en un pispas, ojalá que el tiempo de la vida no vaya tan rápido porque no puede ser todo como las otras dimensiones sin tiempo, pensaba, intenta culpar a otras cosas, cuando empezaban esas tediosas conversaciones con uno mismo que solo buscan que te arrepientas y pierdas el tiempo, como cuando te levantas por la mañana y te quedas 30 minutos pensado dando vueltas y auto convenciéndote de por qué te tendrías que levantar a luchar contra la vida ese día.
Andrés no fue a desayunar al restaurante del hotel, pese a que todo lo que servían era muy bueno, él estaba ahí para conocer sabores, experimentar con la naturaleza no para estar encerrado en una habitación o bañándose en el río o la piscina, algo lo atraía, pero no estaba cerca una, larga caminata era la que tenía que cruzar primero. Prendió la chicharra después de encontrar un restaurante donde lo trataron muy bien, tomó una taza de café con leche, 2 panes con chicharrón, un jugo de piña y partió, antes prendió una chicharra que le quedaba para ir más elevado a la montaña, pues sí, Andrés era de esos que necesitaban algunas caladas para llevar el día.
Caminó sin rumbo esperando llegar a la cima, él sabía que no era ninguna casualidad que se encontrase ahí, algo lo había llevado, por ahí dicen que si aprendes a discriminar bien todo lo que te dicen puedes encontrar tu rumbo, a lo que voy es que la tierra o universo te da pistas, te da mensajes por doquier, como cuando vas caminado y dos personas en un parque conversan en voz alta de algo que tu buscas, la vida nos conduce a nuestro destino, si crees que no, craso error. Andrés, comenzó a tener otra proyección en su cabeza, se quedó un rato sentado en un árbol, tenía los ojos abiertos, era raro. Un día un pintor enamorado, sentía celos, la chica que amaba había ido de vacaciones donde una tía, y ella le había contado, que, en esa ciudad, donde además se crio de pequeña. Tenía un viejo amigo músico, el pintor muerto de celos escribió una carta, una donde le declaraba su amor. Pedía perdón, confesaba que alguna vez miró con lujuria a alguna mujer, pero que no se fuese con el músico, él se lo rogaba. Entre otras muchas cosas. Él tenía una vaga sensación de que ella iría tras los brazos de aquel músico, eso ocurriría si ella no leía esa carta. Para qué sino fue hasta esa ciudad, con una tía que odiaba, a esa conclusión llegó el pintor luego de darle mil vueltas.
El pintor escribió la carta en una gélida madrugada, se olvidó esta, fue a dormir. El fuerte viento hizo que la abriese la ventana y que la nota escapase por la misma. El fuerte viento hizo que primero vagase hasta que se quedó en el suelo. Un anciano que pasaba por aquella piso con sus zapatos la nota, esta se había pegado en la suela, el tipo cogió la nota hizo una bola y la tiro a un basurero, al poco tiempo llegó un tipo que buscaba entre la basura algo que comer.
Tiro todo lo que estaba en la cubeta buscando, pero no halló nada comestible y siguió de largo, la nota en el suelo voló tras una fuerte ventisca, fue hasta un vehículo, y se metió en el mismo, mientras, un hombre le abría la puerta a su novia. Después de eso ambos se dirigían a un teatro que quedaba por una estación de tren. Cuando estaban a punto de a llegar, el hombre pidió a ella que sacará toda la basura que había en su lugar, ella encontró “aquel papel en el suelo”, entre botellas de plástico, la muy vaga en un arranque de rabieta, tiró todo por la ventana, qué tienes, por qué haces eso acaso estás loca, repetía el hombre. Si loca por ti, le agarro el mentón con una mano y le dio un beso en los labios, con esa acción ya todo estaba olvidado.
En cambio, el papel volaba hasta el cochecito de un bebe, mientras su madre compraba un helado, ella fue a esperar al tren ni enterada que al lado de aquel hermoso niño había un papel muy sucio. El tren llegó ella que seguía entretenida con el helado, subió al vagón. 0La mujer saco al bebé del coche, que fue desarmado y puesto debajo del asiento ella, mientras que ponía al pequeñín entre sus piernas, así pasó el viaje hasta que llegaron a su paradero, la ciudad donde estaba la amada del pintor.
La hoja que estaba doblada en dos en el asiento del niño fue quitada por aquella madre que sorprendida por lo sucio que estaba, la tiro al suelo, la hoja voló por el viento, y se metió aún coche de supermercado que llevaba un joven acompañado por una anciana, ella abrió la puerta del edificio y ambos entraron. Ella le dijo que no entre por el ascensor, que solo entraría ella y las compras, y le dijo al joven anda y sube por las escaleras, el joven tras lo escuchado chirriaba los dientes por semejante estupidez de esa mujer.
Comenzó a subir las escaleras el joven, hasta que ella lo llamó, dijo oye chico ven, el obediente como un robot, bueno que otra cosa podía hacer era su trabajo, la anciana le puso un papel en el bolsillo del mandil del supermercado que llevaba, por algún momento pensó que sería dinero o un chocolate, pero nada de eso era un viejo papel echo bola lo que ella le había dado en la mano, vieja de mierda, pensó el joven, llegó al piso donde vivía aquella anciana, quiso ver lo que decía la nota y la ojeo, pero que cursi este tipo, tiro el papel en la alfombra en una de las puertas de uno de los cuatro departamentos. El joven siguió con su trabajo ahora quitar todo del coche para llevarse el carrito de la compra.
Justo cuando llegó una bella joven, muy arreglada, iba a ver a su “amigo” músico, ella era fanática de la forma en la que él tocaba el piano e improvisaba una canción referente a su belleza, ella no sabía nada de música pero un buen sonido atrae a quién sea, la nota se encontraba encima de un tapete que decía bienvenido, ella recogió un papel un poco maltratado, pero con un encanto especial que rápidamente percibió, ella realmente quería leer lo que decía en aquella nota. Ella no es ingenua había tenido más de 4 veces sexo “con su amigo el músico”, ella le reía todos sus comentarios, pero no lo amaba. Sabía lo que pasaría. Jugarían.
Aquel músico era así con muchas mujeres, tocaba cualquier instrumento con mucha destreza, cocinaba algo rico, y ya está, era una fórmula que le había funcionado con muchas otras. Ella vio la nota, la leyó si había dicho cosas al pintor por ejemplo que asistiría y con mensajes corporales, como que iría muy guapa para él, ya no importó ella rebobinó su mente, no quería piropos de su cuerpo ni que le digan que era bella, quería a alguien a su lado, alguien que comparta con ella, no quería estar sola, dentro de su idealización se encontraba un hombre diferente, acaso uno que huela los pedos.
Nada de eso quería uno de verdad.
La bella joven tiro la nota y de manera apresurada, tocaba el botón del ascensor, este llego, entro y muy ansiosa intentaba no llorar en el elevador, salió del edificio y fue en dirección a la estación de tren. Iba sin dinero encima, pero eso no evito que saltase la barrera de seguridad, se había colado enfrente de un vigilante. Era uno de esos momentos donde nada te detenía, invisible ella prácticamente a los ojos de todos.
El viaje tardo en llegar, como un viaje en auto de Libia a Namibia, no mentira, pero se le hizo una eternidad, la impaciencia le ganaba, esas palabras sí que iban para ella, tenía cada palabra grabada en la cabeza, y solo la leyó una vez. Fue a casa del pintor, ella quería una explicación, una exigencia, porque escribir eso, por qué no era para tomarlo a la ligera, ambos habían pasado muchos momentos juntos, ella siempre esperó eso, buscaba situaciones para estar con él, inventaba cosas, preguntaba por él a escondidas, esperaba que él captase alguna señal que desesperadamente ella lanzaba, sí que le atraía ese pintor. Llegó por las escaleras, antes el vigilante le preguntó, a quién buscas que te importa respondió.
Iba a soltarlo todo, te amo maldito incapaz, amigo raro, seré tu fiel acompañante siempre, no podía explicarlo, quería verlo aquella carta la había conmovido, pero que ven mis ojos, debe ser lo que pensó al mirar frente, a la puerta de aquel artista, una bella mujer, de hermoso cuerpo y rostro, se daban un apasionado la joven veía de reojo lo que iba sucediendo entre ambos, él acariciando, el lado izquierdo de su nalga la invitaba a pasar a su departamento.
Las noticias parecían ser importantes eso es lo que avisaba un noticiero en un viejo televisor, al menos parecía, todos estos medios hablaban de un desastre que venía ocurriendo en el país. A ambos eso no parecía pasar en aquel lugar, estaban alejados de todo ello, ni bien la bella joven entro, en pocos minutos, se oían gemidos en el pasillo provenientes de la casa del pintor. Y él te amo, y todo lo que traía atrás, esas palabras escritas habían hecho mella en ella y ahora, a lo mejor era una mala broma, no es lo que quiero, pensaba la joven, que camino muy despacio en dirección a la puerta. Mientras escuchaba todo no le quedo más que llorar, las lágrimas que caían a cantaros, ojalá me tragues tierra, maldita perra, pensó, en un arranque de celos o desesperación se propuso a tocar la puerta.
Que estoy haciendo en verdad solo he visto a este tipo unas 8 veces en mi vida, solamente, creo que una parte me atrajo hacia esas palabras, sí que me endulzaron la joven pensaba, pero vaya locura, una carta, un tren hasta acá, además este tipo es raro cuántas veces tembló en nuestras citas, creo que debo largarme de aquí.
Bajo por las escaleras, y esta vez sí se despidió del portero, con un frío hasta luego. Caminó hacia un parque y decidió sentarse en una banca que la invitaba a ponerse cómoda, debajo de la sombra de un gran árbol. Fue tan solo parpadear y una peculiar hoja iba volando hacia ella, no puede ser pensó acaso es cierto, debes estar bromeando y dio una mirada hacia arriba. Y que te hecho Dios para que me hagas esto, recogió la carta y la vio. Observó el papel que estaba muy maltratado en la calle, arrugado, algo roto, pero que aún mantenía esas bellas palabras escritas.
Empezó a leer las palabras y ella se encantaba, una a una, suspiró y abrazó la carta, recordó el incidente y fue incapaz de contener una lágrima de se desbordaba por su triste rostro. Fue observar otra vez la nota y empezó a ver algo extraño, unas imágenes empezaron a verse en la nota, esto es extraño, dejo de ver la carta y se dirigió a su casa. Subió al metro, justo una estación que tenía la excavación más profunda en toda la ciudad, la gente se aburría bajando las escaleras mecánicas y ella no era para nada ninguna excepción, lo bueno era que milagrosamente tenía en su poder esa bonita nota que ocasionó tremenda decepción.
Al llegar a su pequeña casa, decidió ir a nadar a su piscina, en verdad tenía ganas de desinfectarse de tanta mierda, viaje por caprichosa repetía en su cabeza, no se podía sacar de la cabeza tremenda escena, la bella joven decidió llamar a una de sus mejores amigas, oye dónde estás, le preguntó cuándo esta contestó. Qué planes para luego, preguntaba a su amiga, recuerdas al tipo Martin, el hombre maduro y encantador que te conté, pues ya llevamos saliendo unos días, lo tenías guardado, pues ya me contarás comentó ella, y ahora mismo íbamos para el cine, suspiró la bella joven, bueno amiga cuídate. Besos.
Y ahora qué hago, pensaba, y fue a un estacionamiento a comprar unas cervezas le hacían falta, al menos me embriagaré esta noche, comentó. Fue caminando, y un leve dolor de cabeza comenzó a fastidiarla, pero siguió de largo, las calles andaban como siempre con policías en todos lados vigilando nuestros pasos, como si ahora cualquier persona fuese culpable de algún delito, era de noche y algunas prostitutas merodeaban por aquella avenida.
Aquella bella joven se topó con muchas personas que buscaban algo de dinero de ella, un hombre le ofreció venderle un reloj de oro claramente falsificado, después una mujer le propuso leerle las manos de la nada cogió sus manos, y le dijo por algo de dinero te diré cuál es tu destino, un futuro incierto y gris te espera, no te diré más, pero ten cuidado y se marchó aquella gitana. Pero como se ha puesto la calle, que locura, comentaba la bella joven, fue tras las cervezas hizo una larga cola, pues todo tardaba a causa de una leve discusión entre un sesentón y el cajero, pues el segundo se quejaba de haber comprado un producto caducado y que la tienda no tenía ninguna intención reponer. Todo volvió a la normalidad, cuando salió el jefe del área y tras la presión de los clientes por la larga espera, este decidió devolver el dinero a aquel sujeto.
Todo era extraño para ella, compró las cervezas y media vuelta a casa. Cuando estaba en la puerta una anciana muy gorda que lucía un andrajoso aspecto le pedía entre lágrimas de cocodrilo, unas moneditas. Su aliento olía a licor, se podía percibir desde kilómetros, la bella joven, que tomó un taxi que conducía una señora muy alegre, no quería ir andando hasta su casa. Conversaron un poco en el trayecto rápidamente, ni bien subió al taxi, la taxista le jugo una pequeña broma que ella tomó muy bien, luego conversaron acerca de los hijos de la taxista, ella comentó que hacía esto para poder enviar a sus dos hijos mellizos a la universidad, que, aunque era pública entre los gastos de la casa, pasajes del bus, dinero para algunos libros, copias para sus hijos, y algo de ropa, gracias a aquella actividad no faltaba dinero en aquella familia.
La bella joven llegó a su casa y entró a la sala a ver la televisión, hizo un poco de zapping y no vio nada de su grado, fue a meter las cervezas al refrigerador, para luego ir a la terraza a fumar un cigarrillo, vio la nota que rápidamente cogió y que se encontraba tirada en el suelo, cómo haces para llegar dónde siempre estoy yo, dijo con sarcasmo, pero que rayos pasa.
Fue a por una cerveza, ya lleva al menos unos diez minutos, esperó que este muy fría y así lo estaba. Bebió un sorbo de aquella cerveza y prendió otro cigarrillo, vio la nota que ella misma puso para poder leer la nota, otra vez, estaba enamorada de aquellas palabras, pronto otra vez comenzaron a aparecer imágenes de algo en la carta como pequeñas transiciones de fotos que iban avanzando rápidamente a parecerse más a videos, que locura, pensó ella.
En ella se retraba la vida de un pequeño joven que siempre era fastidiado por sus compañeros, le jugaban toda clase de bromas, pero pobre niño pensó la bella, las chicas casi nunca le prestaban atención, tampoco sus padres, era el mayor y el resto puras niñas, por lo que sus padres prefirieron darles más atención a ellas, esto ocasionó que el niño se aislé un poco, sin muchos amigos apenas unos cuantos, pronto descubrió la guitarra, pasaba horas junto a ella intentando sacar algunos acordes de alguna canción vio que tenía talento para ello y comenzó a practicar, así fue descubriendo otros instrumentos como el piano y la batería, luego un teclado musical, y descubrió que estos tenían una gran similitud servían para crear música, tonadas y melodías que comenzaron fascinar al por aquel entonces niño.
Conforme se alejaba de la gente descubrió otro tipo de amigos que tenían parecidos gustos por la música, su vida fue mejorando junto a estos, todas las partes se complementaban muy bien, la bella joven miraba atónita aquella carta, no era posible esa imagen se salía de ese papel.
El joven se alejó de sus amigos y de los grandes momentos que entre ellos vivieron, recordó todo el arduo trabajo que todos estos tuvieron armando un estudio musical al principio de poca monta que fue transformándose como de capullo a mariposa, en algo mejor con cada paso del tiempo. Organizaron memorables fiestas ahí creando grandes recuerdos y, además, ganaron buen dinero, muy jóvenes estos no ganaban malos sueldos a diferencia de sus antiguos trabajos donde la paga era pésima.
Lo nuevo de la vida comenzaba, pero con el tiempo las constantes discusiones con aquellos amigos ocasionó que el saliese del negocio y ahora actuará por su cuenta, cuando ya iba acabando la secuencia de imágenes, la joven notó que muchos extractos de su vida habían desaparecido o pasaban muy deprisa, hasta que llegaron a un punto en el que él se encapricho con una mujer llamada Nataniel, la bella joven, el músico ideó un montón de trucos pensados para poder conocerla, ideó algo para estar cerca de su amada, en verdad se había obsesionado con esa chica, jugaban ambos un juego, algo ridículo, pero que resultaba sumamente gracioso para ella, él le escribía cuentos y ella felizmente aceptaba y hasta respondía, solo la vio una vez y por Messenger pese a que apenas y salieron, la primera cita fue peor que mala.
Con solo mencionar que ese gran feeling de hace tan solo unas noches anteriores, cartas tan bien escritas, pasajes de amor tan logrados que, simplemente la cabeza de Nataniel no podía comprender y caía seducida por aquellas bellas palabras, la bella joven sentada en esos incomodos tramas donde el vacío, más bien la ausencia de palabras habladas que al menos buscasen alguna oración que muestre parte de atención para ella, una chispa, pero si es que ni lo intenta, pensaba ella.
Me gustaría besarlo pensaba ella, que guapo se le ve con esa carita de yo no fui, porque no me cuentas si es que al menos en que te inspiras para escribirme cosas tan bonitas. Así, fue en las siguientes citas, será que ahora que estoy a su lado no es capaz de confesarme sus sentimientos, maldición pensó ella. La atracción se fue con el pasar del tiempo y las cartas bonitas desaparecían en el olvido de un grato recuerdo.
Nataniel era arrastrada a su cuerpo y algo la obligaba a levantarse, en ese mismo instante Andrés también se ponía en marcha, que fue esto, llego a la cima de la montaña y frente de él otra a lo lejos de imponía. Andrés halló una foto de Arisbeth, bueno en realidad no sabía si era de ella, pero sí que había gran similitud, pero esta sí que había sido maltratada por el barro y el viento, frente a sus ojos, reconoció que era una foto de cuando era aún una adolescente, no se veía imagen alguna, se notaba un poco, pero Andrés prefirió utilizarla para recortar un poco de papel y hacer un grueso filtro para el nuevo porro que se venía armando.
Mientras Arisbeth se encontraba pidiendo a cualquier dios que le llegase a Andrés a aquella foto, pero que tramaba ella.
Ya era muy raro todo aquello para Andrés, que pese a todo no podía dejar de pasar todo a la ligera, pero así era, él no iba pensando en nada, podría explotar el mundo, y a él simplemente le daba igual, se sentía en un momento de encuentro, no había nada más que él, muy dentro de él quería encontrarse, hallar un camino, que lo hallase más con su alma.
5) LA FOTOGRAFIA.
Andrés ya cansado de tanta naturaleza, fue cuesta bajo, asombrado de todo el paraje natural que ante sus ojos veía. Ya no tiene caso, estoy aburrido y extraño mi vida, estoy muy solo en este gran paraje, pensaba mientras descendía la montaña, algunos pasos daban paso a que se dispersen algunos roedores, Andrés pensaba en el comportamiento de la gente, solo para matar el tiempo, acaso cada segundo no es algo menos en nuestra vida, nos pasamos preguntando la hora, apresurados por el enorme caos matutino, semáforos que retienen vehículos y personas, nos roba algo, nos quita momentos, momentos que pasan al mismo tiempo que un vehículo apresurado, es algo enfermizo mirar ese repetitivo circulo con colores que cambiantes que determinan nuestra circulación, hay menos para cada uno de nosotros con ese constante paso que nunca para, pero acaso me vuelvo loco pero cada vez, no sé si será de ahora, aunque supongo que siempre fue así, cada vez que crezco se va algo creo que no debería ser motivo de celebración un cumpleaños, celebrar menos tiempo en este mundo, ya no juego con las personas ahora busco como ganar dinero con ellos, policías que te quitan tu celulares y entran a ojear los contenidos privados que hay en estos, quitarte más libertades, si acaso este gran jaque mate a la humanidad, esta competencia desmedida, un mundo cada vez más desgastado, no es lo ideal, pensó Andrés.
Intentaba improvisar con las cosas al frente suyo, algunos sonidos eran increíbles como el sonido de fondo de la naturaleza, los grillos, pajaritos y a saber algún otro animal por ahí cantando. Eran excelentes como un fondo de trap y soltar unas rimas al azar. No fue cuando todo empezó hallar forma en su cabeza, la verdad Andrés temía esa habilidad, era horroroso el comienzo, pero la conexión entre él y esa piedra era única.
Los vómitos hacían estragos desde su estómago, los nervios lo seguían haciendo orinarse de miedo, pero más vale hacerlo con miedo que no hacerlo, lo que sea, es muy pronto pensó, todas esas historias y las normas, por qué yo, ese pensamiento llevo a lo inevitable otra salida extracorpórea quién sabe ahora donde. El viaje iba a empezar de nuevo, se desmayó en medio de la maleza de aquel bosque. Empezaría algo.
Un enorme castillo se construía a tiempo adelantado frente a los ojos de Andrés, como si se adelantase una película, pieza por pieza, cosa tras cosa, hombres con túnicas blancas y apenas vestidos levantaban aquel majestuoso lugar, una enorme puerta frente con un gran triangulo, en aquel vio unos símbolos con muchos detalles que Andrés no lograba comprender, pero reconoció un búho grabado que lo sobrevolaba. Aquella puerta se abría, cuando el tiempo se detuvo a seguir su curso natural de segundo por segundo. En ella un hombre con una túnica negra apareció, parecía que lo esperaba, así que eres tú el famoso Andrés exclamó, del que tanto se está hablando, sé que tienes miles de preguntas, no eres feliz, tu cabeza no para cierto. Andrés solo callaba y escuchaba, era un sujeto muy raro que por lo visto iba de frente sin vacilar.
Calvo con una enorme barba blanca, no te sale nada de lo realmente quieres, porque siempre estás pensando, ya me lo habían advertido los superiores, ahora tienes entrenamiento aquí, y deberás aceptarlo, no tienes la vida ordenada, no valoras el silencio, no valoras el no estar con la mente callada, pero que habla este imbécil pensaba Andrés, eres diferente, tu haz creado algo en el mundo, sé que no eres como resto, pero a la misma vez tampoco intentas diferenciarte tanto de las personas, eres inmaduro y egoísta, sigues tu vida, te has alejado mucho de las mujeres, apenas y tienes amigas. Solo eres tú, no entiendes el valor del sacrificio, quiero que te sacrifiques por algo, cuando tu padre tuvo ese infarto en el corazón apenas y fuiste a visitarlo al hospital, he trabajado muy duro respondió Andrés, no es suficiente respondió aquel sujeto.
Ya no abra más viajes para ti hasta que no te sacrifiques, sacrificar contestó Andrés, he acabado una carrera universitaria, conseguí mantenerme en un mundo muy competitivo eso tuvo mucho sacrificio, fue todo por ti, debes hacer algo por alguien más. Solo piénsalo, hubo mujeres que gustaron de ti y con tus actitudes las fuiste alejando, solo tratándolas para obtener placer de ellas, quieres ver todas las posibilidades que pudiste haber tenido, el sujeto alzo la mano, hizo un puño y cosas en la mente de Andrés comenzaron a suceder.
Recordó pasajes de su vida donde pudo hacer cosas por alguien más, limpiar la casa, lavar su propia ropa, o ayudar en cualquier cosa del hogar miró el gesto agotado de su madre, que pensaba yo sé que este chico tiene gran potencial, pero lo que no sé es cuando demonios piensa usarlo. Andrés prefería pasar largas horas encerrado en su habitación masturbándose, jugando videojuegos o fumando marihuana, cualquier cosa, mientras venían a visitarlo algunos familiares, él les negaba cualquier acceso a él, con la manija asegurada, ya cuando le daba hambre pasada la tarde, salía saludaba a todos y estos le preguntaban, ¿estabas aquí?, él argumentaba cualquier excusa como me quede dormido porque tuvo una pesada noche ayer o que estudiaba.
Andrés encontraba todas sus cuentas siempre pagadas, sin que él apenas y moviese un dedo, creía que así era siempre, hasta que el grifo comenzó a cerrarse. Cuántas veces te topaste con alguien en la calle, una limosna, un favor a algún foráneo, nada, tu solo pasaste, no le diste la oportunidad a nadie de vivir en tu vida, solo tú y tus estudios, y a que te llevo, a que te canses un día y tires todo ese esfuerzo a la basura en tu primera universidad, al igual que el dinero confiado en ti. Tus padres sufrieron grandes limitaciones y tú solo te sentabas a comer, cenar y desayunar, acaso algo te importo, te importaba que hacía tu padre para conseguir todo ese dinero, niñato caprichoso, todo en la boca como un pichón recién nacido.
Mira eso, mencionaba aquel sujeto mientras mostraba, mediante imágenes como su padre trabajaba como una mula cargando enormes tubos para poder cumplirle con las caras pensiones de aquella universidad. Y, además, en el lecho de muerte no tuviste ni una pizca de criterio, te quejabas como si un comentario lanzado por alguien que y apenas mantenía la cordura, tu no conoces nada de dolor, no sabes lo que significa agonizar, no eras tan pequeño, que quieres que todos se compadezcan de ti, por qué habría que hacerlo no has hecho nada, mencionó el sujeto.
Recuerdas a tu abuela postrada en aquella cama, llena de medicinas luchando contra aquel cáncer y cómo reclamabas un simple comentario, ese es el mayor error de mi vida gritaba desesperado Andrés, no te imaginas las veces eso no me ha dejado dormir, con que eres mala y ojalá te mueras respondió el sujeto, a alguien que hasta en su lecho de muerte te pidió disculpas por una gran estupidez.
Para ya, pedía Andrés, tú no eres el equilibrio siempre tienes tremendos errores, tu mala vibra y tu forma de actuar sin pensar, bajas tanto los brazos que pierdes todo lo que con el tiempo fuiste ganando, te botaron como quisieron de aquella institución por desaprobar tres veces la misma asignatura.
Luego el sujeto comenzó a replicarle todas las estupideces que había realizado cuando era más joven, recuerdos de adolescencia, tan bochornosos que el solo recordarlo, le producían mucha vergüenza a Andrés, una mezcla de risa por la envergadura del problema, pero que, pese a la lejanía del tiempo, era recuerdos que lo habían marcado.
En general la imágenes que se visualizaban en su mente eran más de lo mismo, ahora empezaban escenas de su vida donde robaba dinero para salir con sus amigos, alguno vez lo hizo a su padre y a su abuelo, la caja registradora era su favorita, también lo sacó de algún apuro, recordó el motivo de aquel robo la caja de la panadería de sus abuelos, Andrés jugaba en un pequeño club de fútbol cuando tenía unos trece años, los entrenamientos eran 4 veces por semana, y si ganaban los paridos de los campeonatos que se hacían eran hasta 6 días, pero un día su abuelo harto de que nunca este en casa, no quiso darle dinero para ir a entrenar, en autobús unos 40 minutos desde su casa hasta las canchas donde entrenaba, tenía tantas ganas de ir que estaba dispuesto a hacer una travesura para su cometido, pero que llámenlo como quiera no deja de ser un robo, también para entrenar la cancha se tenía que pagar, le gustaba mucho ese deporte, robo lo necesario para financiarse.
EL INFIERNO
De tanto ver, todas las maldades y errores de su vida por falta de criterio propio, aparecieron sus resultados académicos, todas las notas desastrosas, casi siempre reprobado salvo algunas puntuales ocasiones, siempre obligado a quedarse después de clases para nivelar sus notas, pero era imposible, le gustaba rodearse de los más problemáticos, entre ellos se atraían como imanes, Andrés, casi siempre peleando con alguno de los de su clase, o jugando pesadas bromas a los más afeminados de la clase, aunque tampoco se escapaba, de algunas fuertes palizas por parte de chicos mayores que él en su adolescencia.
Mira todo eso, comentaba aquel hombre a Andrés tu perfil no da con lo que nosotros buscamos, pero también eras una víctima de las circunstancias, soy Román, el encargado de enseñarte el valor de la constancia, tu peor defecto. Acompáñame Andrés tenemos mucho que hacer, mientras que Andrés replicaba cuánto tiempo estaré aquí.
Eso dependerá de ti respondió. Te explicaré de qué trata todo, el cambio de humor en Román lo había percibido rápidamente Andrés, en unos pocos minutos abrirás un poco más la mente. Se de tu naturaleza. Dijo Román.
Sé que te gusta la buena vida, gozar de esplendida salud, te gustan las cosas sencillas, aprecias demasiado la tranquilidad, el arte, pero sueles alterarte muy pronto por no encontrar el orden de algo. Sé que eres una persona aplicada eso de lejos se nota. Pero cuando descubres que tienes algo grande, tu inconstancia hace que todo se diluya. Dime una cosa Andrés, tú te odias, claro que no respondió.
Podrías dejar algún vicio, cual sea, acaso sabes cómo parar, entiendes como poder siquiera dejarlo, por dónde empezar, Andrés pensativo por todo lo que escuchaba. Cuando de pronto, otra pegunta, que planes tienes tú para tu vida. Acaso espera que nadie vea tus hazañas, ese gran potencial que tienes escondido ahí. Yo sé de mi potencial, gritó Andrés enojado. Si quiénes, contestó Román, sujetos que tienen que estar todo el día detrás de algo, eras uno más de la producción, una pieza dentro del todo. Pero cómo sabes eso, amaba ese trabajo respondió Andrés, pero a ti no te importa nadie más que tú mismo, Román se acercó hacia Andrés y susurró un mensaje en la oreja, con aires de ultimátum que nunca se te ocurra levantarme la voz, pedazo de insignificancia.
Román gritó en medio de ese enorme santuario. Alejándose de Andrés, subiendo unas escaleras. Yo lo sé todo, sé que la gente se olvida de ti, pero que a la vez la gente gusta de tu presencia. Eso es lo más importante replicó Andrés de forma desafiante. Román, comenzó a seguir caminando sin prestar atención a Andrés. Eres una gran mierda, no vas a decirme nada más, todas estas cosas, no eres más que una perra, aprovechas tu habilidad y la cantidad de años que tienes encima, no eres un dios más ni nada solo eres un peón más al igual que yo. No eres más que basura, sé que, si no existiese gente como yo, tampoco habría un objetivo para ti, deberías ser tú también más agradecido con alguien que siquiera venga a visitarte. Terminó gritando Andrés, aprovechando que no tenía cara a cara a Román.
Luego de una manera casi esquizofrénica como si estuviera perdiendo el control, Román asustó a Andrés. Este chico ya ha vivido muchas vidas en el pasado, pensaba. La preocupación de Román se debía a la irreconciliable lucha en su mente. Resulta que hace algunos miles de años atrás, Andrés había intentado dar una puñalada a Román en alguna vida pasada. Lo reconoció al mismo momento que lo vio enfurecido.
Román bajó las escaleras, este chico no recuerda nada, no fue hace tanto tiempo, para un alma vagabunda como ese chico, seguro cientos de años. Lo recuerdo bien, en cuantos abra reencarnado Andrés, esto quiere decir que no logro cumplir, el objetivo que buscaba. Seguro. Estaba muy cerca, pero su impaciencia a lo mejor le jugó una mala pasada, o a lo mejor me pase con él. Aquí está de nuevo, ahora recuerdo su enorme su pasividad, hacia lo que yo quisiera pensó Román, recuerdo que limpiaba mucho, atendió a mis viejos huéspedes, eran muchos alrededor de 10, cocinaba, limpiaba las heces, de todos aquellos sabios seniles, que solo buscaban regocijarse en todo ese conocimiento que estaba en aquel palacete.
Cuando llegó le dije que fuese paciente, de a poco aprenderás. Pero esa actitud de pasividad, siempre limpiando y haciendo quehaceres hizo que Andrés, reencarnado en otro, incluyéndome no lo tomamos en cuenta, pensaba Román, al poco tiempo se sentía como un prisionero, no noté, ya no tenía ese ímpetu que lo trajo hasta acá, en alrededor de dos años fue incapaz de poder entrar a esas bibliotecas llenos de preciada información, no es que no pudiese entrar escabulléndose, le daba vergüenza no estar a la altura, a los pocos días de entrar al palacete, fue a ojear los libros y grande fue su reacción y decepción, no había nada para él pensó.
Los libros no estaban escritos en ningún idioma, que al menos el supiese que existía. No era francés, español, inglés, portugués, chino, italiano, coreano o japonés, eran símbolos que, al parecer codificados con símbolos, figuras de animales, y un mar de letras que no comprendía. Más grande fue percatarse que todos los libros estaban así, y lo confirmó uno de los viejos que lo encontró ojeando varios libros.
En fin, Andrés se echó para atrás la buena disposición que tenía para adquirir nuevos aprendizajes lo fue asustando, se frustró, ya que no paraba, hacia todo lo que le pedíamos, pero se negaba a compartir con nosotros en las comidas y vaya que cocinaba muy bien, pero siempre con cualquier excusa, se le notaba que quería irse de ahí, no era nada de lo que él espero.
Uno de los ancianos llamó a Andrés, pero no lo encontró buscaba entre los pasillos de la enormidad de aquel castillo, era el mismo que lo encontró observando los libros, cuando lo encontró tenía los ojos puestos a través de una ventana, él anciano dijo sígueme, y no digas nada, Andrés se secaba las lágrimas mientras lo perseguía.
Al caminar unos diez minutos entraron a una habitación, donde conversaban dos ancianos, estos al percatarse que ambos entraban al cuarto decidieron retirarse, el longevo saco de un armario un tremendo libro pidió ayuda a Andrés reencarnado que mientras llevaba el libro a una meza, escuchaba, sé cuál es tu problema, no entiendes nada, sé que para llegar acá haz tenido que pasar miles de situaciones desfavorables, pero sabes yo también pase por tus zapatos, mis padres me vendieron a unos comerciantes cuando apenas tenía 9 años, trabaje como un animal en una fábrica en plena revolución industrial inglesa, algo de 18 horas diarias, pero en fin.
Veamos quieres entender esto verdad, te diré la clave, es sencillo mira, no pienses nada, solo medita cierra los ojos un buen rato respira profundo y veras que tu cerebro decodificará todos esos mensajes, el viejo acabo de decir eso y se marchó. Andrés se quedó ojeando el libro todo el día. No había forma, no entendió nada, dijo.
Al día siguiente todos los ancianos se marcharon, nadie le dijo nada a Andrés, este lo tomó como el colmo de los colmos, yo los atendí, al menos pudieron haberse despedido, ese día se había esmerado mucho en preparar un gran banquete, sin ningún motivo, para todos aquellos ancianos, comenzó a pensar y pensar, ese lugar no le producía ninguna felicidad, todo tétrico, creyó que lo mejor era irse, y yo se lo prohibí. Recordó Román.
Recuerdo que aquel día estaba con las mejores disposiciones de enseñar, él al contrario, había cogido un cuchillo de cocina al sentirse prisionero y estaba decidido a matarme, cuando trajo la comida volteé para pedirle que se retire y con aquella arma blanca iba a apuñalarme. Lo mire a los ojos y solo había rencor y odio en su mirada, inmediatamente saltó por una de las ventanas y cayó al abismo infinito. Seguro murió o cayó en algún lugar.
Román dejó de pensar y llegó donde Andrés. Estaba furioso, sígueme le dijo, hoy aprenderás, pero que carajos, pensó Andrés. Vamos dijo Román que dio unas palmadas y todo cambio, eso es lo que querías, apareció una gran sala negra llena de espejos, todos los espejos deformaban a Andrés, en algunos aparecía con la cara totalmente ensangrentada, sin uno de sus antebrazos, en otro cortándose los antebrazos con una navaja, en otra siendo violado por otros hombres, eran imágenes repugnantes, Andrés dio un vistazo, estaba aturdido por todo lo que observó, hasta que la voz de Román exclamó. Acaso alguna vez pensaste más que alguien excepto tú pedazo de mierda, hablaba eso frente a todos aquellos espejos, era insólito que pasa acá, la frente comenzó a dolerle mucho más de la cuenta. Vez aquel portal te llevará a lo que realmente buscas, sanarte. Irás al infierno, esto solo es la bienvenida, ve.
No fue necesario hacer nada, todo desapareció, Román, los espejos la oscuridad, las velas que negaban la falta de luz. Es momento que te vayas, y Andrés cayó, era una sensación de una caída libre de una montaña rusa.
Andrés caía de una manera acelerada, como claro está, notaba que nada podría salvarlo del impacto de la caída. Andrés impactado por la gran contusión producida por la caída, vómito y se desmayó, pero antes notó como un espíritu o extraño ser, lo cogía entre sus brazos y evitaba ese catastrófico final inminente.
Cuando Andrés abrió los ojos no solo vio como ese ser extraño desaparecía, pero antes lo dejaba en el suelo de un extraño lugar. También, logró apreciar como de la nada desaparecía. Andrés se percató que se encontraba en un lugar muy parecido aún volcán. El olor era simplemente descrito, en una palabra, nauseabundo, al adentrarse más al lugar notó una cosa. Una gran laguna con una particularidad parecía una cloaca.
Ese gran lago, no solo contenía toda clase de desperdicios, cadáveres de animales, mucha basura, gran cantidad de residuos orgánicos, también encontró algunas partes desmembradas de cuerpos humanos. Como brazos o piernas.
Al adentrarse más al lugar, horrorizado, pero a su vez fascinado por lo que observaba, aquel lugar era simplemente impresionante, aún más que eso colosal. Déjenme decirles una cosa, era hermoso, créanlo la magnitud de toda esa podredumbre acumulada. Parecía que todo ese lugar junto había cogido un orden natural en todo ese montón de basura.
Iba caminando en la orilla de aquella gigantesca cloaca, hasta que vislumbró algo frente a sus ojos, como es posible pensó Andrés, cuesta abajo, se notaba una gran conmemoración con mármol, era una enorme estructura, con algo parecido a dos líneas paralelas y en el medio aparecía el gran símbolo.
También, encontró una cosa, escrita en un idioma que no había visto en su vida, pero que rápidamente comprendió, una pequeña figura que daba alusión a seguir un lugar en concreto.
Andrés caminó unos pasos, justo cuando iba llegando, se topó con dos seres muy parecidos a ángeles, estaban muy golpeados y malheridos, además tenían las alas partidas. Andrés los vio unos 8 segundos, totalmente pasmado, lo necesario para mantener una mirada incomoda, solo pasaron a su costado a penas a unos pocos metros. Ambos, ya muy alejados de Andrés, tomaron un rápido vuelo, parecido a un despegue de un cohete que dejo atónito a Andrés.
Dando unos pasos más adelante, vio una caseta con un pequeño muelle, era desolada, y el olor nauseabundo al que ya se iba acostumbrando Andrés, era multiplicado conforme iba avanzando hacia el lugar, olía aún peor. Lo nuevo seguía en pie, no quería que por nada en el mundo se acabe ese momento.
Andrés entró en aquella pequeña cabaña improvisada frente a esas aguas tan turbias. De arquitectura tétrica, eso nadie podía negarlo, Andrés inspeccionó aquel lugar, que a simple vista parecía deshabitado. Al poco entrar a la pequeña casa, notó algo más allá de la fetidez de los olores, era entrar, y tele transportarte a otro lugar, ya que ni bien entrabas una espiral poco a poco absorbía a Andrés, pero rápidamente él comprendió de lo que se trataba, era una trampa, no se trataba de un nuevo viaje, más bien era un enorme agujero negro, era diferente a todos en los que había estado, no era iluminarlo o llevarlo al más profundo de los abismos oscuros, la frente empezó a dolerle.
Era el simple hecho de dejar de existir, era dejar cualquiera de los mundos para siempre, lo supo al observar el agujero detenidamente. Si caía seria eliminado como individuo por completo, como quien borra un archivo que no quiere de su ordenador.
Fueron más de cinco minutos de escalofriante lucha contra aquel espiral que absorbía su cuerpo, como una aspiradora el polvo. Andrés tenía los brazos ya muy cansados sujetados a un muro, pero que otra cosa quedaba, comenzó a llorar como quién llora la pérdida de un ser querido, Andrés pensaba, cómo este tremendo error me va a costar la vida, tenía un gran debate en su cabeza.
Es momento de entender que aquí todo se acaba, siempre tan cerca, pero tan lejos, lloraba, sabía que no podía sostenerse más de brazos y caería a esa enorme nada. Llegué desde tan lejos, busco darle un maldito propósito a mi vida y me vas a llevar así sin más, sin más, maldecía Andrés que le hablaba a la nada, como diciendo una exigencia, ¡sácame de aquí! Rogó. Apareció un ser iluminado, muy parecido, muy brillante, salió simplemente de la nada.
Aquel misterioso ser, dejo a salvo a Andrés fuera del porche de aquella casa “maldita”, eso ha sido dejado a posta por alguien pensó rápidamente se puso de pie para poder darle las gracias a aquel cosa o individuo, la verdad que Andrés ya estaba preparado para todo, ya no le sorprendía nada de nada, al respecto del físico de su salvador.
Al igual que el de la vez pasada, solo desapareció, Andrés al percatarse de todo ello, decidió continuar echado bajo toda aquella podredumbre, estaba agotado por todo aquel esfuerzo físico. Al instante de lo ocurrido, la marea del lago comenzó a subir, como si algo estuviese provocándola desde dentro de sus aguas. No era ni el día ni la noche la que provocaban aquel fuerte oleaje. Lo que había supuesto Andrés, era algo como un tapón que obstruía aquella mierda, su hipótesis no era tan descabellada.
Al poco rato un sujeto se aproximaba remando una barca, Andrés supo que aquel sujeto notó su presencia, así que espero de pie en la orilla, hasta que aquel sujeto vaya adentrándose más al muelle.
Cuando el bote más se aproximaba al muelle, Andrés notó que la forma de aquel sujeto no era del todo humana, a lo mejor todos son así por acá y el raro soy yo, llevaba una desgasta túnica de color marrón y un sombrero. Cuando este llego a tierra el sujeto se levantó caminó hacia su casa, ignorando a Andrés por completo que tampoco había hecho ningún ademán por llamar su atención.
Cuando pasó justo a su lado, Andrés vio que era un hombre con una enorme mancha en el rostro, como si esa parte de carne de su rostro estuviese a punto de desprenderse, aunque su olor no era nada típico, por aquella cloaca. Olía muy bien. Aquel sujeto pudo entrar a la improvisada vivienda que ahí se encontraba.
Andrés gritó advirtiéndole de las consecuencias que puede llevar entrar a aquella casa. Fue corriendo hacia donde aquel sujeto y notó que este estaba adentro de la casa. Esta es mi casa dio un enorme grito. En forma desafiante, pues no entres nunca a lugares donde no te han invitado ingresar.
Aquel sujeto salió al porche a platicar con Andrés, quién eres tú, qué haces aquí, Andrés rápidamente contestó y dio la vuelta a la pregunta. ¿Qué es esto preguntó? Este es el lago “rampante” contestó, aquí vienen a recibir castigos las personas como tú poco pacientes, inseguros, perezosos y soberbios, al instante Andrés devolvió otra pregunta y tú quién eres, soy Frestos, barquero, guardián del lago Rampante, y antes que me lo preguntes uno de los jueces del inframundo. Creo que nadie te lo dijo, pero estas en el infierno.
Tú ni siquiera estas muerto, no tienes un alma corrompida, lo veo en tus ojos, ya veo tu eres uno de esos viajeros, tu si mereces que te dirija, al menos, la palabra. No irradias envidia, irá, ni inseguridad, ni nada de lo que señale. Vienes por preguntas, pues no perdamos tiempo, en cualquier momento, puedo volver a estar ocupado y mi demora puede ser indefinida. No hablaba hace tanto tiempo con nadie mencionó Frestos.
Pero disculpa mis malos modales, pasa no morirás, ni te succionará, reía de fondo Frestos, mientras Andrés recordó los largos minutos en los que casi es llevado a la no existencia. No dudó, fue y aceptó la invitación. La casa era un nido de ratas, desordenada a más no poder. Frestos se acercó a una especie de baúl, el cual tenía ese olor fétido, a carne muerta se sentía. Andrés ya presagiaba el contenido, había partes del cuerpo humano, nauseabundo verdad.
Brazos, piernas, cabezas, e inclusive en algunos frascos tenía algunos ojos. Eso sí todas aquellas partes de cuerpos muertos, muchas ya en los huesos. Frestos estaba acostumbrado a auto aplicarse improvisadas suturas por todo su cuerpo, para pegar toda esa carne con la suya, con huesos ya muy podridos y golpeados. A lo mejor, buscando una manera de querer intimidar a Andrés, invitó a este a una habitación, donde le pidió cerrar la puerta, te mostraré algo con lo que alucinarás dijo a Andrés.
Frestos destapó algo que no era más que una máquina cortadora, muy parecida a las que usan las madereras. El juez le pidió un breve momento a Andrés, préstame atención acotó. Puso su brazo en esa cuchilla de forma circular, con esos dientes en la cuchilla tan filosos que destrozarían con suma facilidad los huesos podridos de Frestos. Y así lo hizo, frente a Andrés que observó todo aquello.
Te vas a quedar mirando así sin más, dijo Frestos a Andrés ayúdame pidió, pensé que te hacía feliz que te mirará contestó. Anda y saca un brazo del baúl y tráeme el brazo en mejor estado que encuentres. Andrés bajó por las escaleras y fue en busca del baúl, que luego procedió a abrir.
Andrés encontró uno la verdad que, en muy buenas condiciones, pero muy lejos de ser cierto cuando lo cogió, el mal estado ocasionó que se dañe un poco. Es momento de tomar un poco de aire, pensó Andrés. Cuando en su mente oyó, que estoy haciendo, arrojó los brazos y comenzó a vomitar; estoy en un maldito sueño, pero todo es tan real.
La vida que te ha enseñado pensó Andrés se puso de pie recogió los brazos aún más dañados y fue en dirección de la habitación en la que estaba Frestos, llegó y le dijo Andrés, oye coge esto, le dijo mientras se practicaba una pequeña incisión en esa pútrida piel, que por cierto con mucha rapidez cogió los brazos. Por qué tanta demora exigió una explicación Frestos que pensó que se había ido.
Nada solo tuve un pequeño percance, Frestos no recrimino nada la excesiva confianza de Andrés al lanzarle el brazo, la trampa que ahí había puesto casi mató a Andrés, era una forma inconsciente de estar a mano. Ten más cuidado recriminó Frestos. Andrés preguntó, quieres que te ayude, mientras Frestos empezó a realizarse una pequeña cirugía, muy macabro todo, incomodaba a Andrés.
Frestos respondió, no hace falta, y puso su brazo en una pequeña cómoda, donde había un jarrón con flores secas. Aquel juez del inframundo, dejo su brazo ahí y fue a buscar algo, lo único que encontró cuando volvió fue un alambre que hallo por todo ese caos, al que, aparentemente, Frestos había llenado esa casa como un acumulador compulsivo.
Frestos fue también a buscar un hacha, mientras que pidió a Andrés fuese al lago e hirviese un poco el alambre. Se pudrirá un poco menos la carne, si es que antes la desinfecto pensó que al poco rato oyó un fuerte golpe desde la habitación de Frestos que cortó de un hachazo, una parte del brazo que había arruinado Andrés.
Frestos iba acondicionando al tamaño de su muñón. Andrés mientras tanto al ver ya lo suficientemente caliente el alambre entró de nuevo a la casa y fue a dejárselo. Salió no quería mirar el proceso para recomponer ese brazo. Pasado algo de dos horas salió Frestos, con su nuevo brazo derecho que era mucho más corto que el brazo que tenía pegado a la izquierda. Andrés le preguntó, ¿no te duele nada?, no escuche ni un solo grito de dolor, pues no contestó, recuerda Andrés yo no estoy ni vivo ni muerto, solo decido a quien transporto a las murallas y saco a las gentes “del Rampante.
Tú no vivirás los horrores que esta gran cloaca encierra, tan solo observa lo que te toca ver. Andrés preguntó, oye Frestos me llevarás contigo la próxima vez que tengas que salir.
No lo sé, tal vez sí o tal vez no. Que quieres decir con eso, solo cállate, y Frestos entró a la casa. Andrés prefirió quedarse afuera de la casa sentado en el muelle ya acostumbrado al panorama, apreciaba anonadado como toda esa pila de mierda ardía en esas llamas, toda una estructura puesta por alguna divinidad pues la perfecta composición de todo era alucinante, pese al olor o cualquier cosa que se pudiese admirar. Andrés se quedó absolutamente dormido tenía muchas ganas de hacerlo.
Ya es momento de ir le dijo Frestos a Andrés, pues bien acompáñame. El quitó la soga del muelle, y aviso por última vez a Andrés, vienes o qué. Subió mientras el bote, ya avanzaba. remaba las olas con mucha tenacidad, era muy fácil percibirlo para Andrés que ante, semejante favor, pidió si podía dejar remar, Frestos hizo un chasquido con los dedos muy suave, nos hundiremos contestó.
Frestos rompía muy sagazmente, esas olas que surgían, toda la inmundicia que te puedas encontrar, eses y preservativos usados, se te venían encima, sino actuabas con cuidado por aquellas aguas tan complicadas, Andrés que andaba nervioso, oyó la voz de Frestos que dijo disfruta el viaje culero.
Frestos esquivaba con suma facilidad aquellas olas, cuando ya habían pasado de alrededor de dos horas remando, y Andrés notó que el color del agua había cambiado, eran aguas más bajas, tenían muy poca profundidad, ya no había tanta porquería y más bien el lago comenzó a teñirse de rojo, el lago muy espeso emanaba un olor a metal. Donde estamos pregunto a Frestos, relájate y prepárate a ver el espectáculo.
¿Qué espectáculo?, dijo Andrés, de que hablas, cuando de pronto cayeron cinco cuerpos, mira todos esos fuegos artificiales en alusión a aquellos desdichados que tras su caída habían provocado que le salpicase un chorro de aquella sustancia.
Alejados de la escena principal ambos iban a ser testigos de lo que ahí se iba a librar. Tras aquella gran caída los cuatro sujetos se dieron cuenta de la profundidad del lugar, no era tanta, solo le llegaban a poco más que las pantorrillas. Tampoco habían sufrido ningún daño físico tras la caída.
Se apareció un barco, así de la nada, un bote mucho más pequeño que al que iba Andrés, los 4 sujetos comenzaron un riña por cuál de ellos debería llevarse el barquito, rápidamente inició una gran trifulca con palabras de tono elevado, entre ellos, que al poco rato terminó en una gran discusión con fuertes insultos, que desencadenaron una pelea rápidamente uno de ellos dio un fuerte puñetazo que mandó al suelo a su adversario.
Lejos de llegar aún entendido otro de ellos aprovechándose del sujeto que estaba en el suelo, sacó una manopla de uno de sus bolsillos, también se dio cuenta que llevaba una pequeña pistola en la cintura debajo del buzo que llevaba puesto, y no dudo en golpear al caído. Desfiguró el rostro del sujeto, de tantos golpes continuos.
Al verlo todos quedaron atónitos por tremenda representación de crueldad y maldad. No puede ser nada bueno pensó Andrés, que de lejos apreció todo. Tal vez por la tensión que llevaban esos sujetos, o aquella neblina tan fría que pasaba hizo que ninguno notase su presencia.
Con el pasar de los minutos, uno de ellos preso de pánico, comenzó a huir, corrió todo lo que pudo. Otro de ellos corrió apresuradamente, tras él. En algunos metros logró alcanzarlo, pese a dar mucha pelea, aquel sujeto quizás el más temeroso de ellos era rápidamente desollado de la garganta, ya que cuando lo tuvo en sus manos dio un gran mordisco en el cuello del débil agraviado, con el pedazo de piel en la boca el temeroso comenzó a cogerse la herida con ambas manos. Y cayó al suelo conmocionado tras el gran impacto. No conforme con aquello, el desquiciado hombre cogió la cabeza del tipo y lo ahogó en esas fangosas aguas, rematando su cometido.
Por otro lado, el otro par que se había quedado muy cerca a la pequeña barca. No andaba mejor, él que llevaba la pistola tiró la manopla sacó la pistola y fue en dirección del que quedaba, y le propinó un balazo en el brazo izquierdo, y con la cacha del revolver comenzó a propinarle golpes en la cabeza. Andrés ya arto de tremenda masacre se puso de pie dispuesto a intervenir.
Frestos advirtió a Andrés, te diré una cosa dijo si tú saltas, apenas tus pies toquen las pantanosas aguas cambiarás, quédate a mi vera, sino serás igual que ellos, los simples contactos te llevarán a la mismísima locura, estas aguas despiertan lo peor de tu ser, estas aguas se llenan con la sangre de todos los que ahí han caído.
A lo que voy es que será en vano todo lo que hagas, infectarás todas las ideas que tienes en la cabeza, esos hombres que viste ahí han llegado a cometer crímenes horrendos. Merecen el castigo asintió, con la cabeza. Hizo caso del llamado de atención de Frestos, que había avanzado bastante con la barca de la macabra escena llena de extrema violencia.
Andrés, unas millas pasadas oyó de lejos el sonido de un disparo y, al instante, otro sonido el de un grito muy fuerte que no paró hasta ya bien pasado un rato estaba alterado, pero la escena que acababa de ver sí que lo había marcado, Andrés ya no vomitaba, solo miraba pensativo a su alrededor.
Ambos siguieron adelante Frestos remó alrededor de una hora más, hasta que llego al lado de una enorme bestia era colosal, pero cuando ambos pasaron estaba dormido, tienes suerte dijo Frestos peleé ayudando a cruzar a alguien y casi me mata aquella bestia.
Bueno ya no falta mucho para llegar a la gran Basoria, ahí te esperará alguien que responderá a Ulises, otro juez del inframundo creo que el tendrá para ti muchas respuestas que intentas hallar.
Andrés comenzó a sentir algo la misma transición de la primera vez, comenzó a sentir como se alejaba de aquel mundo, se alejó tan pronto que se levantó, un gran shock que pareciese que hubiese salido de una pesadilla.
Andrés volvió a su cuerpo y se preocupó, dejo tirado a Frestos que estaba en el medio de la noche, justo cuando iba a conocer a otro juez del inframundo. Andrés se quedó con un sin sabor en la boca, pues un perro que había soltado su amo, paseando por el bosque, lamió el rostro de Andrés, además de morder su mochila, comiéndose algunos sándwiches que había preparado.
Andrés se levantó y el perro se fue en dirección al dueño del chucho, también encontró el porro de marihuana partido en dos con claros signos de haber sido lamido por el can, que mierda pensó.
Andrés decía, pero donde estoy, donde siempre estuve, que tonto. Automáticamente se contestó, vio la hora remangándose la chaqueta de sus brazos, caminó alterado en verdad no quería saber nada de lo que había pasado, su mente quería hablar de su experiencia en el infierno, estaba muy descansado vio que su celular estaba descargado, sin comida ni agua. Andrés quería tener la mente en blanco. Caminó alrededor de hora y media bajando aquella montaña, mientras a los lejos observaba como un enorme cultivo era rociado con unas avionetas, siguió bajando, y descubrió una granja de avestruces que se escondía entre la maleza.
La mañana iba llegando con muchas ganas de llegar al hotel, lavarse el cabello y el cuerpo, además de cepillarse la boca. Llegando al hotel fue rápidamente a la recepción, donde tuvo un pequeño percance, la recepcionista detuvo a Andrés, por lo visto aquellos viajes no son tan gratis, se había quedado tres días de más en el hotel y de viaje, lógicamente no lo tuvo en cuenta.
Andrés sí que se sorprendió, pero de que podía quejarse era consciente de la cantidad de planos que había recorrido, pero el hotel había dado por sentado que Andrés escapó sin pagar la cuenta. Al rato superó el mal momento, pagó la carga de su tarjeta de crédito y fue a su habitación a bañarse y volver a casa.
- REGRESA A CASA PRONTO
- BRAVOS
Arisbeth Paccagnini llamó unas ochos veces al celular de Andrés, desde que se había ido de viaje, al día siguiente de su encuentro con Andrés. Esperó al día siguiente una llamada de Andrés, pero recordó que no habían intercambiado números de teléfono.
María vio ya tirada su suerte, con el paso del día, entendió que Andrés no la llamaría y menos pasaría por ella, era de esos hombres que solo se preocupan por ellos mismos. Se quedó toda la mañana en su casa, aquel primero de diciembre, estaba agotada, por el frenesí de la noche anterior. Fue al canal por la tarde y estuvo encantadora, saludó a todos los miembros del canal, buenos tardes y holas que tal, para cualquiera que pasaba por su costado, buscó a los allegados de Andrés, vio a uno de ellos y fue a bordarlo, hola, qué tal, me puedes hacer un pequeño favor, please, preguntó María, claro preguntó, sorprendido por el cambio de actitud de ella con los colaboradores, qué quieres, dijo el joven, no quieres, no tendrás el número de Andrés, sí respondió aquel asistente de producción, anótalo le dijo, se lo dictó y ella lo anotó en si celular. Además, otro favorcito porfis pidió María, no sabrás también su dirección. Añadió.
Pues sí, el chico que andaba con una mochila sacó una libreta y un lapicero y anotó la dirección de Andrés. Arrancó la hoja y se la dio a María. Con la dirección de la casa de Andrés, ella se dirigió a su enorme vivienda, llegó de noche, quería cambiarse y ponerse bella para Andrés. Mientras tomaba una ducha, se desnudó y entró en la tina. Alzó la cabeza y algo hizo que algo se quebrase en ella, vio los espejos que había mandado a instalar su ex novio en el techo, decía que así podía ver por ambos lados, lo rico que ella podía hacerle el amor desde otra perspectiva.
Vio los fuertes hematomas por muchas partes de su cuerpo, salió y cogió unas toallas, una se la amarro en su hermoso cabello y la otra en cuerpo tapando su escultural figura. Se fue a su habitación
Ya es momento, pensó ella, solo respira profundo he tenido peores momentos que este. Solo hazlo se repetía, solo cree en ti que eres la mejor, mirándose frente al espejo, ya vestida, tras un buen rato probándose ropa, se maquillaba, luego se recogía el cabello y notaba un enorme moretón que ocultaba con su cabello y toda la base que se hecho para ocultar el enorme moretón que tenía en la cabeza, bueno allá vamos dijo, subió a su carro y fue en busca de Andrés. Mira a donde haz llegado, tú eres fuerte, pero nada evito ese suspiro de haber perdido.
Lloró en uno de los cruces, mientras un semáforo estaba en rojo.
EL COME MUNDOS
Algo en ella ya no era lo mismo, algo estaba mal, le costaba admitir, su mente estaba resquebrajada, también su orgullo de mujer estaba herido. En la vida hay cosas que me costaron asumir, pensó Arisbeth recordó algunas de sus etapas de la adolescencia y otras bochornosas compartidas con otras amigas, en un Pink Berry, tiró al suelo todos los helados en una bandeja, frente a todas ellas y otras posteriores, en muchas juergas memorables, pero nada de esa magnitud, nunca un hombre le había alzado la mano de esa manera, su ex novio le había lanzado un gran puñetazo en la cabeza.
Arisbeth entró en una especie de shock ya no podía guardar todo lo que llevaba adentro le comenzaron a caer las lágrimas, a tal punto de caerles como una cascada. Como crees que se sentiría la chica con el ego más alto del país. Tras un fuerte suspiro, dio un volantazo hacia una pequeña calle que cruzaba la avenida. No paró de gritar y dar fuertes golpes al volante. Cómo pudo hacérmelo a mí, pensó Arisbeth.
Arisbeth bajo de su carro y lo pateó muy fuerte con las ballerinas que llevaba puesta. Lastimándose gravemente el pie, ahora también lloraba por el gran dolor que sentía en su pie. Gritó enfurecida por todo, puta madre, hijo de la conchesumadre. Mientras una abuela que pasaba justo por aquella calle, e iba de la mano con su nieta, escuchaba semejante muestra de vulgaridad, la abuela y tapó las orejas a su nieta. Y gritó recriminando su acción. Arisbeth no contestó a la anciana mujer.
Vamos Ari, vamos Ari se repetía en la mente, una y otra, no importa lo que diga esa vieja, se daba pequeños golpes en la cabeza, en el vidrio de la puerta de su carro. Me duele como mierda el pie, respira, nada ha pasado. Solo vamos a la dirección de este tipito. Otra vez subió a la camioneta. La encendió y fue para la casa de Andrés, se dio cuenta de que tenía apagado el celular sacándolo de su bolso en el semáforo en rojo justo en otro cruce de avenidas, quería ubicar más rápido la casa de Andrés con el GPS.
Por el camino recibió una llamada telefónica, había recibido muchas.
Contestó la llamada, y era de su agente, que la llamó para decirle que dos empresas más ya no renovarían como imagen de sus respectivas marcas, una prestigiosa tienda de ropa interior femenina y otra de champú. Y eso por qué, su agente estuvo en silencio varios segundos, por qué, volvió a gritar como maniática. El agente contestó, la verdad es que has perdido tú toque mágico princesa, decía su homosexual agente. Tú imagen está desgastada entiendes en esa bonita pero dura cabeza tuya. Además, estás vieja, y tú carácter apesta, adiós, colgó aquel sujeto.
Era el colmo para Arisbeth, que se agarró las manos con la cabeza, tenía muchas llamadas más, pero no estaba de humor de contestar a nadie más. A lo mejor su carisma, manifestado en aquel ángel innato que tenía frente a las cámaras gracias a toda su belleza se iba acabando, quizás por sus 29 años que eran muy avanzados para un mundo que las prefiere más jóvenes.
Llego a casa de Andrés estacionó su coche en el estacionamiento de un banco, que cuidaban dos mujeres. Al frente de su destino. Arisbeth bajo de su coche cruzó la avenida y fue justo al edificio, donde vivía Andrés. Ya solo tocar la puerta salió a atenderle un portero que estaba sentado en la sala de recepción del edificio.
A quién buscas preguntó el portero, mira que tal, contestó Arisbeth, buscó a Andrés el chico que vive en el séptimo piso, bueno toca el timbre dijo, el portero volvió a sentarse y cerró la puerta; sabía que no podía dejar a nadie al menos que tengan el consentimiento de uno de los propietarios, estaba muy sorprendido por la belleza de aquella chica. Andrés nunca había llevado a su casa a ninguna chica de semejante hermosura, y menos, habían ido a buscarlo.
Arisbeth tocó repetidamente el timbre de la casa del departamento de Andrés. No había forma, nadie respondería. Ella insistió de naturaleza y vio la manera entrar al edificio, se negaba a aceptar que todo su día sea pésimo. Tocó la puerta y el portero volvió a abrir la puerta.
Qué pasó jovencita, nadie le contesta, pues no respondió ella. Señor iré al grano para no hacerle perder el tiempo, cree que pueda dejarme entrar por favor, ella miró muy fijamente con sus tremendos ojos azules, el rostro del portero, jovencita entienda esto es propiedad privada, pero entienda contestó, es muy importante lo que tengo que decirle, su rostro confiado y sereno, convenció al portero, bueno entre, que sea rápido dijo.
Subió por el ascensor hasta el piso de Andrés, el edificio tenía 20 pisos, lo notó viendo todos los botones del elevador. Llegó a su piso, salió del ascensor y comenzó a tocar el timbre, todo lo que pudo, golpeó la puerta de mil maneras, gritó Andrés en muchos tonos de voz distintos, aprovechándose de su soledad susurró Andrés he venido a verte, solo sal tengo que decirte algo.
Nadie salió a responder el llamado de Arisbeth. El encargado de la limpieza del edificio subió por las escaleras advertido por el portero, que le dijo sube a la casa de Andresito y verás a la mujer más bella que te puedas imaginar, ve y de paso dile que ya baje.
Señorita ya debe bajar su amigo no está en la casa, ya bajo no soy ninguna ladrona solo déjame dejarle algo. Bueno dijo el hombre, bajas. Está bien contestó. Sacó un posit que llevaba en su bolso y un lapicero y escribió una nota que decía “regresa a casa pronto con una posdata te quiere Arisbeth”.
Bajo derrotada por el ascensor, pero que mal día, pensó ella. Se despidió con un frío chau, mientras ambos hombres cautivados por su belleza la observaban. No sé tú le decía el encargado de la limpieza al portero, pero que buena suerte tiene este Andrés.
Salió del edificio en dirección de su camioneta, subió y cuando daba marcha atrás una mujer con un chaleco de la municipalidad se acercó, tocando la puerta del vehículo. Arisbeth bajo la ventana, mientras que la agente cobró 10 soles. Arisbeth contestó, qué tú estás loca, no he estado ni 15 minutos fuera, no mes que no los tenga, pero esto es un abuso lo que me estás cobrando. No señorita ahí están las cámaras, si quieres haga su denuncia, pero a mí me paga.
Arisbeth cogió su celular y empezó a grabarla, en el video que hacía. Ella se justificaba, esto es un atropello contra los ciudadanos. La agente hizo lo mismo, la grabó en silencio. Arisbeth terminó de dar marcha atrás, mientras que la aparcadora daba una fuerte punta pie a su camioneta. Por su parte, Arisbeth que notó el acto gritó un insulto racista contra aquella controladora. Piso a fondo el acelerador intentando huir del lugar, cuando ya iban unas cuántas calles de la bochornosa escena, recibió otra llamada, la contestó sin ver quién era, mientras conducía.
Quién es, respondió enfurecida. Tranquila sobrina soy Martin, hola tío hermoso, lo siento mucho, ella respondía. Cuéntame que es de tu vida, y feliz año, que andas desaparecida, no oía hace días nada de ti. Pero como crees contestó, he tenido unos problemas, que no sé cómo voy a solucionarlos Martin.
Qué pasó, volvió a preguntar Martin, todo es un asco, primero una vieja me dijo que era una maniática, me llamó desfasada mi agente, y que más quieres saber en tono sarcástico, dijo ella. Todo está mal Martin, cuando una policía en moto detuvo su vehículo, al verla hablando por teléfono mientras conducía.
Martin esto no puede ser acaban de detenerme, me quiero morir. Arisbeth dónde estás, voy a darte el alcance, Martin tengo que colgar dijo ella. Estacionó su camioneta, bajo su ventana. Mientras la policía se bajaba de su moto he iba hacia su dirección, tocó su ventana ordenando que Arisbeth las bajase.
Ella lo hizo. ¿Cuál es el problema oficial? Pues dos específicamente. Haz hablado por teléfono conduciendo y no ha pagado el parking, acabamos de tener una denuncia hace instantes. Qué hacemos contigo, dijo la policía motorizada.
A ver bájese del vehículo dijo la agente de la ley, no tengo por qué hacerlo conozco mis derechos, mientras cogía de su guantera el soat y de su billetera sacaba su licencia de conducir y se lo entregaba. Señorita esto no es ningún control de rutina, usted está detenida, y le ordeno que se baje. No contestó Arisbeth. La policía dio la espalda a Arisbeth y llamó a otros policías que estaban por la zona.
Tengo una que pone resistencia a la ley, lo dijo por el intercomunicador. Ellos llegaron rápidamente al lugar donde Arisbeth estaba detenida, dos policías más llegaron de un patrullero, que se detuvo detrás de la moto. Ambos bajaron, eran muy altos. Y muy apresurados fueron donde Arisbeth que no era consciente de la gravedad en la que andaba metida. Era de noche, esperaron a que no haya transeúntes, ni autos, desviando la avenida en la que se encontraban a otras calles bajo el mando de otro patrullero que fue a cerrarla.
Tuvieron la orden recibida en unos pocos minutos, se aseguraron de que no hubiera testigo que presencie lo que allí pasaría. Con el visto mandado por el woki toki fueron a abrir el carro de alguna manera. Los agentes al notar que ella se negaba neciamente a abrirles no dudaron en romperle la luna de la puerta, de manera muy violenta. Abrieron el pestillo y la cogieron, secuestrándola del auto. Ella en señal de todo ese abuso mordió la mano de uno de ellos.
El policía dañado por semejante mordisco dio un tremendo puñetazo que desmayó a Arisbeth. La otra policía estaba muy complacida con lo que observó. Mientras se comunicaba con la central, más les vale que hayan apagado las cámaras de vigilancia de la zona.
Martin muy preocupado por la situación de su sobrina, se echó la culpa de lo que había pasado, llamarla cuando estaba conduciendo no era una de sus mejores ideas, pero era irreprochable que algo detrás pasaba, el celular de Arisbeth estaba apagado. Así que fue a buscarla, fue a la comisaría más cercana a donde estaba, tenía una corazonada de que ahí la habían llevado.
Fue inmediatamente entró en esta, y de manera muy rápida un policía logró interceptarlo y le preguntó, ¿qué buscas?, mira busco a mi sobrina y le dio el nombre de ella, creo que la han derivado aquí, contestó Martin de muy buena manera, el policía recepcionista abrió un cuaderno, y dijo no hay ninguna persona con el nombre y la descripción que ha dado aquí.
Bueno muy amable contestó Martin que se percató, que la comandancia andaba media vacía. Fue al estacionamiento, y vio que de un patrullero bajaban dos policías, uno de ellos cargaba a una muchacha desmayada de manera muy apresurada en dirección a la comisaria, es hora de tomarse las cosas enserio, sacó de su chaqueta su amuleto en forma de equino y se desmaterializó quería encontrar a Arisbeth y haría todo lo que estuviese a su alcance para poder ayudarla.
Entró otra vez a la comisaria y buscó por todos los pasillos algún signo de Arisbeth. Martin iba con cuidado, sabía que aquellas criaturas podían notar su presencia, aunque ellos no pudiesen verlo. Debido a su elevado desarrollo de la intuición podían teletransportarse al plano en el que Martin se encontraba.
Martin no se movía con la rapidez que debía, en un breve instante podía ser cogido, buscaba en las habitaciones, pero no encontraba rastro alguno de su sobrina, acaso será una trampa pensó Martin, le dio mil vueltas a aquella comandancia levitando todo el tiempo como un alma.
Descubrió al recorrer tantas veces los mismos lugares que no había nadie. Seguramente me descubrieron pensó Martin, no es posible, la he cagado, quería entrar a otra oficina y ya no podía entrar, se había formado una gran barrera transparente, esta comisaria llena de mutantes saben que estoy acá, pensó, vio un pasillo lleno de puertas, que formaban un camino hacia un sótano.
Martin llegó al sótano descendiendo hasta lo más profundo por unas escaleras. Al final de estas, levitó hasta llegar a una habitación con las luces oscuras, que cuando llegó Martin se encendieron, estaban todas aquellas criaturas reunidas frente a Martin, esto acaso es una bienvenida, dijo Martin.
Ya ha pasado mucho tiempo pequeño Martin, escapó una voz de entre toda esa multitud, mientras salía un hombre reptil entre todos ellos, y que se movía muy rápido por diferentes puntos de aquella enorme habitación. Es hora de que empieces a correr con la misma suerte de tu sobrina.
¿Qué le has hecho?, cómo le hayas tocado un pelo, te mató, amenazó Martin, qué has dicho, contestó el hombre reptil que con un simple chasquido con los dedos y rápidamente mandó a él y a Martin a un lugar parecido a un bosque, un poco pantanoso, parecía que hace poco había caído una fuerte llovizna. Tenían amarrada del cuello, brazos y pies a Arisbeth, a un árbol, era lamentable.
Pero que le has hecho maldito dijo Martin dispuesto a dar un golpe a aquella criatura, aquel ser de otro universo hizo otro chasquido con sus dedos y paralizó a Martin totalmente, qué me has hecho gritaba Martin, te lo mereces por amenazarme contestó la criatura, que se acercó frente a él y le atinó un tremendo puñetazo en el rostro.
Qué me has hecho seguía gritando Martin cuando este se dio la vuelta, ya cállate manifestó el hombre reptil. Vez a tu sobrina, con su gran velocidad fue hacia donde Arisbeth se encontraba inconsciente.
Ya no puedo más, mira a tu sobrina Martin, el aterrador ser repetía mientras levitaba, tu sobrina sí que es encantadora y sobre todo una fuente inagotable de energía, como tú sabrás Martin gente como tu sobrina son muy importantes para nosotros, no le hagas nada pedía Martin.
Pero de que estas hablando, como no me voy a aguanta, este es el ser más valioso de todo tu mugroso planeta. Contestó, el reptil que abría la boca de manera grotesca y que desprendía un gas que iba hacia Arisbeth y que extraía de ella un hilo blanco que lo conectaba. Vez ese hilo Martin, ahora soy uno con tu sobrina.
Rápidamente separó el hilo que los conectaba, esto es demasiado poder, aquel hombre reptil, estaba paralizado, no vez esto Martin, esto tan solo es un poco imagínate que hubiese dejado un minuto más aquel hilo a lo mejor hubiese muerto, rápidamente volvió donde Martin, con un previo chasquido. Esto es increíble Martin, estoy más poderoso que nunca, es mejor que la cocaína manifestó aquel extraño ser con aspecto de reptil.
Esta mujer es increíble, todos estos años, su constancia la ha convertido en alguien capaz de todo con solo intentarlo Martin, gracias a hombres y mujeres como ella, es que nosotros estamos aquí, Martin tienes que entender una cosa. Nosotros somos los seres más desdichados del universo, tenemos dones únicos, podemos estar en todas partes, cumplir y deshacer el deseo de cualquiera en este enorme universo.
El extraño ser miró a los ojos Martin, puedo cumplir todos tus deseos, se acercó a la mejilla de Martin y la lamió. Tú también posees esa habilidad, que mierda eres repugnante cosa. La criatura contestó pues soy Grannes, recorro la mente de las personas, no eres más que basura contestó Martin.
Ya que vas a morir te contaré un secreto Martin, la gente como Arisbeth y tú no tienes la posición que tienen por casualidad, su belleza y talentos tampoco lo son. Te explicaré todos provenimos de la gran fuente, y nos formamos con pocos pedazos de materia, estrellas, asteroides, cometas, lunas, planetas, todo es solo materia que se renueva. A lo que voy es que somos una amalgama de cosas, cadáveres de cuerpos de todo en sí, y como todo unos nacen primero y otros después.
Debes entender que tanto Arisbeth y tú, han tenido otras vidas en el pasado, muchas, miles detrás, han sido hombres y mujeres. Sus pruebas y errores en las pasadas han sido tantas, algunos pasos fugaces por la vida como las veces que fueron abortados por sus padres de turno, por alguna cruel circunstancia.
La vida les enseñó, a aceptar reproches, también grandes retos, grandes problemas, y sobre todo les enseñó a soñar, se volvieron en lo más aceptado por la sociedad, estereotipos trillados que se volvieron su caparazón, pues mírense lo han conseguido todo fama, fortuna y grandes contactos, pero ahora Martin mira la verdad, las almas viejas como las de ustedes son nuestro alimento, y ese mundo de deudas, publicidades, impuestos, tributos, hijos, familia, etc. Es toda una mentira, para mantener a tu especie ocupada.
Es un plano, como si de un videojuego se tratase un nivel que debes superar es lo que tú llamas vida. Pero quiénes son ustedes preguntó pausadamente Martin. Donde nace la vida nace la muerte, contestó el reptil. Necesitamos de ustedes, almas viejas para no morir, las absorbemos y nuestro cuerpo se fortalece, nos rejuvenecemos, nuestros poderes también mejoran, ustedes son muy raros y las ansias que tengo de probar tu alama es mucha, deberás quieres mi alma replicó Martin.
Grannes agarró del cuello es cuerpo paralizado de Martin y le dijo es lo que más deseo, soy un agente de destrucción, como tú, pero a millones de escalas más. Destruiremos a los Fratos, la Basoria y a los habitantes de la tierra. La habitaremos mi especie se reproducirá en ella, criaturas insignificantes, no tienen ni puta idea de todo lo que ella posee solo se dividen en clases, todos están pendientes de lo suyo, ya nadie para a siquiera contemplar el cielo o un gran campo verde, ustedes son unos parásitos que la van matando.
Martin contestó resulta que ahora eres un poeta y te interesa la tierra maldito cocodrilo. Pues sí será un mundo mejor, cerraba los ojos y alzaba los brazos regocijándose, en la gloria de su sueño. Eso jamás pasará dijo Martin. Por qué lo dices preguntó Grannes, sencillo por esto dijo Martin que se dio tremendo mordisco en la lengua, aprovechando que los músculos de la boca eran los únicos que no tenía paralizado.
Pero que has hecho estúpido humano, gritó Grannes, si mueres, romperás toda la conexión con tus vidas pasadas, desparecerás hijo de puta. Y tu sobrina, sé que no te bastará solo con ella se entendió pese a tu pésima pronunciación, tenía la lengua partida en dos.
Martin escupió su lengua y por culpa de esta acción derramaba un montón de sangre, el reptil desesperado hizo un chasquido y desparalizó a Martin, el reptil quería evitar a toda costa que muera desangrado, Martin en cambio aprovechó sacó de su bolsillo su amuleto en forma de equino.
Mientras Grannes cogía el rostro de Martin y metía sus dedos en su boca tratando de cicatrizar la enorme hemorragia. Martin con las pocas fuerzas que le quedaban cogió bien fuerte su amuleto y pidió que este se convierta en un puñal, y eso pasó.
Martin con el puñal en la mano, mientras le aplicaban una sutura, aprovecho la oportunidad y degolló la garganta de Grannes sin vacilar, y cayó al suelo, agarrándose la garganta desesperadamente. Vamos a morir ambos estúpido hijo de perra, se paraba Martin frente al reptil caído y le dio un escupitajo, púdrete basura, Martin al instante se desmayaba por perder tanta sangre y cayó muerto al suelo.
Arisbeth siguió colgada y desmayada en aquellos árboles, con dos cadáveres al frente de ella. El cielo comenzó a tronar, llovió a cántaros, los animales de la zona comenzaron a moverse de manera muy ansiosa, huyendo como anunciando una tragedia. Una luz se aproximaba hacia los cadáveres de ambos caídos.
Era el gran creador de todo, Lasor, en su forma humana, un hombre fortachón y vestido con una túnica blanca, que han hecho se acercó a ambas criaturas, intentó reanimarlos, utilizando sus poderes para traerlos de nuevo a la vida a ambos “Gran creador”, lloró desconsolado quería saber que había pasado, tocó un árbol y este le contó todo lo que había pasado.
Gran creador sabía de la relevancia de ambos, Martin un próspero empresario capaz de dirigir a cientos de miles, mientras Grannes daba esa dosis a aquellos indecisos por sus limitaciones y su cobardía se aprovechaba, a aquellos dispuestos a pasar una vida fácil a cambio de darle su alma, era también necesario, dentro de todo el universo.
Lasor muy enojado se llevó a los cadáveres y a Arisbeth. Gran creador había esperado mucho, sabía que Grannes era muy útil con su gran agudeza para obtener todo lo que quería. Grannes visitó a Lasor, era para hacer el intercambio, Lasor enloquecido por mucho tiempo y debilitado por todos los habitantes de Fratos, en un momento dado decidió desaparecer.
Vagando por sus creaciones inconclusas, viejo y sin ideas, descubrió que pese a tener la gran habilidad de crear, él no era ni mucho menos el gran creador que todos pensaban, alguien lo había puesto ahí y pronto descubrió que su mundo solo era una pecera, como una gran cárcel donde podía cumplir todos sus deseos.
Lasor arto del gran don que tenía de crear todo lo que se antojase, don que lo había enloquecido, volviéndolo esclavo a crear más y más decidió desprenderse de esa parte suya, renunciando a todo ellos, creando a Grannes, siempre dispuesto a concederle el deseo a cualquiera a cambio de su alma, transfiriendo siempre toda esa energía a Lasor, a cambio de poder cumplir sus deseos y los de otros, ese era el pacto.
Lasor disgustado sabía que no podía traerlos a la vida, todo ahora escapaba de sus manos, esos dos tendrán que pagar por sus culpas. Les daré mi bendición en verdad espero volverlos a ver, me harán mucha falta.
Sabía que no podía ir al mundo de los muertos, a ninguna parte de este lugar, era restringido para él. Así que solo le quedaba esperar un milagro, aunque ya sabía que muchos habían podido regresar del más allá, por qué no, pensó Lasor. Sé que volverán, su misión en “mi mundo” todavía no ha acabado.
Lasor antes de irse, dejó a Arisbeth en el suelo, sabía de lo mucho que había sufrido, golpes físicos, muy duros impactos y un secuestro, pero antes, aunque sabía que sería bueno que él interviniese, en el mundo humano, un plano inferior que el de él. Al ver el lamentable estado de Arisbeth, amordazada y con muchos moretones en el rostro decidió desenmordazarla y le dio un beso en la frente y se marchó.
Por otro lado, Grannes y Martin despertaron, pero antes ambos tuvieron un tremendo sacudón en la cabeza, sintieron un coscorrón. Habían caído al “Rampante”, un enorme lago de sangre, Frestos, el barquero que pasaba por donde ellos los despertó lanzándoles un remazo en la cabeza a ambos.
El barquero se escondió por una pila de cadáveres humanos, estaba muy aburrido y al despertarlos quería ver como ambos hombres se mataban para llegar hacia la “Basoria” o a cualquier parte con tal de salir de ahí, a causa de esas malditas aguas que infestaban a los individuos a cometer intensos crímenes con tal de salirse con la suya, un alimento para las más bajas pasiones.
Rápidamente el barquero notó una cosa, ambos sujetos solo se miraban a los rostros, ambos se miraban atentamente los ojos, estaban en una especie de estado de catarsis, el barquero sabía de lo que se trataba, no podía saber exactamente lo que les decían, pero ambos tenían indicaciones, una programación mental, que cuando lo percibió, ambos cambiaron su posición de manera robotizada y miraron hacia la dirección de la pila de cuerpos, donde se encontraba el barquero.
El barquero entró en shock, no se desmayó, pero se sentía como en un sueño lúcido, era capaz de escuchar las indicaciones, que ahora también eran para él. Soy la gran mente subconsciente, soy todos, soy la sincronización y la armonía de los polos. Oigan bien repetía en sus mentes, quiero que hagan lo siguiente, el gran guardia de la Basoria, Latomos, se levantará y solo ustedes serán capaces de detenerlo.
El elegido por “gran creador”, capacita al humano que deberá realizar el “gran plan” para transformar a la humanidad, en una especie superior, con menores defectos y mayores virtudes, una especie que ya no tenga que vender de manera obligatoria su tiempo, no existan las injusticas con leyes estúpidas impuestas por el mismo hombre, pobreza, dictaduras, ni diferencias sociales, ustedes son el engranaje de este plan perfecto.
Si alguna vez, pensaron, y sí que lo pensaron y mucho, ¿cuál es el verdadero motivo de mi existencia?, los tres tenían en mente eso. Esta es su principal misión en la vida, ustedes fueron preparados, con inteligencias y oportunidades más avanzadas que la media, hablaba por Martin, además de serte otorgada uno de los grandes dones de la voluntad materializada con tu amuleto en forma de equino.
Grannes, estás en todas partes, eres parte de la gran mente subconsciente, de esa red de mentes, creado para ser el peor agente del mal, haz vagado durante siglos, corrompiendo a millones, transformando la realidad a tu antojo por buscar tus intereses robando almas por sueños, pero siempre cumpliendo de manera altamente eficaz tu función, recolectar almas viejas para Lasor, aunque no llegaron, ni tú, ni tu grupo a llevarse el alma de Arisbeth, pero tu forma de materializar deseos de otros, nos serán sumamente valiosos.
Y tu barquero, condenado hace tanto a estar aquí, guiarás y llevarás por estas aguas que conoces mejor que nadie, esa será tu cuota de ayuda. Presten atención, esta será su misión, el guardián de la Basoria, Latomos, es una espeluznante bestia que pese a su colosal tamaño posee una gran velocidad y astucia, el problema de aquella bestia es que si no la detienen dificultarán el paso al elegido por el gran creador, inclusive dañando su integridad física, y en castigo podría dejar de pensar en nosotros, y al instante, todo esto desaparecería.
Así que prepárense y manos a la obra, sabemos que su función en el mundo físico, humano, llámenlo como quieran, aún no ha acabado, así que detengan a Latomos, y en recompensa volverán a la vida. El mensaje estaba claro en la mente de los tres, se volvieron como autómatas, una vez parado el mensaje, aquellos tres sujetos no se dirigieron palabra alguna, ambos subieron al pequeño barco del barquero y se encaminaron hacia la búsqueda de Latomos que no se encontraba muy lejos.
Fueron alrededor de diez cortos minutos de viajes, y a lo lejos, los tres elegidos, ya oían fuertes movimientos en el suelo, como temblores que provocaban un poco la dificultad de navegación de Frestos.
Ya se aproximaban, y apreciaban un ejército muy pequeño de alrededor de doscientos hombres, intentando detener a cañonazos a la enorme bestia, Latomos del Rampante. Ver aquella bestia frente de uno imponía mucho, hasta para Grannes, una bestia hecha de cadáveres humanos, enorme, de alto era parecido a un edificio de veinte pisos.
El pequeño ejército apenas y podía contener a aquella bestia podía moverse muy rápido, mientras que el ejército lo conformaba un grupo improvisado de gentes sin ninguna instrucción militar. La bestia lanzó de su boca una espiral como un superponer, que contenía energía y la lanzó a la débil energía y la contingencia.
Fue una brutalidad, era un ejército conformado por ángeles, pero con las alas rotas, los cuerpos de todo quedaron regados por todas partes, fue una carnicería. Martin y Grannes eran presos del miedo por un corto momento, el primero de ellos se sentía raro como ido, comenzó a pensar en sus tiempos universitarios, y le entró a la mente un flashback, recordó una vez, en sus tiempos universitarios que salía de clases.
INESPERADO
Una vez Martin estaba en la puerta principal en la universidad, hablando con unos amigos cuando de pronto notó que a lo lejos se acercaba una bella compañera de una de sus clases No recordaba bien ni su nombre, una de esas chicas a las cuales solo la veía en algunas ocasiones, pero un día se sentó a su lado, suerte de confiados, e hizo grupo con ella en una pequeña dinámica en el salón de clases, Martin que siempre llegaba tarde clases, por suerte para él, coincidió con ella, y descubrió a una chica especial, y no es que fuese tarada, tenía adorables manías, movía la cabeza hacia todos lados buscando algo y nada a la vez, por más extraño que pareciese jugaba con su cabello de manera rara, sin importar lo que pase a su alrededor.
Tras unas breves pláticas en las que ambos se presentaban. Martin descubrió que ambos tenían muchas similitudes. Ella tenía ojos bellos y una mirada desorbitada, pero con un encanto sin precedentes inclusive para él, que estaba acostumbrado a tener siempre a mujeres muy bellas a su lado. Cuando acabo la dinámica, y no la vio más como que sus caminos no se entrelazaron como en dos semanas posteriores.
Martin que Charlaba, la vio pasar y estaba muy bella, aquella diseñadora de alta moda, él lo sabía por la pequeña charla pasada, aunque también stolkeó sus cuentas de Instagram y Facebook, en donde notó que colgaba a diario fotos de sus diseños, y que además promocionaba una pequeña firma de ropa, con sus propios diseños. Resulta que aquella chica hizo una pausa a su trayecto.
Ella le regaló su más bella sonrisa y él también correspondió, él preguntó y qué tal todo, pues aquí un poco apurada, qué clase tienes ahora, una muy difícil es que como he faltado como dos clases, cuál es, preguntó reiteradamente Martin, Análisis Internacional, dijo ella, bueno vago ya me voy, bueno te cuidas, Martin se despidió y se sentó al lado de su amigo continuando la plática que tenían antes de que se cruce con ella.
Pasados unos minutos ella volvió donde Martin, se paró frente a él y a su amigo, oye tenemos clase juntos loquito, vamos le dijo, como esperando que él se vaya con ella a clase, no me acordaba que ahora teníamos clase juntos. Pues sí, así que andando. La chica de penetrante mirada caminó apurada y ella le dijo que no tomará el camino hacia los salones de clases, ella le recriminó, por ahí no, acaso no sabes que ahora tenemos práctica y debemos ir al auditorio, qué mal amigo no tienes idea de nada, que mal.
El joven Martin intentaba recordar aquella práctica, pero nada acerca de eso, se le venía a la mente, aquella chica lo hizo subir a un tercer piso, casi vacío, no había nadie por aquellos pasillos, ella se detuvo de pronto, mientras que Martin apresurado solo la seguía.
Dio la vuelta y miro fijamente a Martin y lo beso sin más, también lo abrazo. Después del beso, ella lo tomó del brazo y le dijo ven acompáñame, al costado había un baño de mujeres vacío al cual ambos entraron, ven que quiero tenerte dijo ella. Se encerraron en una de las cabinas de los retretes, antes ella le metió un caramelo a en la boca a Martin.
Pero por qué a Martin le llegaba un flashback así, acaso iba a morir, dicen que recuerdos sumamente memorables, vuelven cuando la muerte está a punto de llegar. Cuanto tiempo me quedará, pensó Martin, que pronto recordó que su amuleto en forma de equino ya no existía más, lo cambio por un puñal.
Es momento de decirle esto a Grannes y Frestos, cuando de pronto oyó una voz, que a lo lejos pedía ayuda, Martin se había alejado de ambos, fue tras aquel pedido. Se trató de uno de los integrantes de la contingencia. Resulta que el impacto lanzado por aquel bestia mando volando por los aires a aquel sujeto.
Martin llegó. Pero el estado de aquel sujeto era trágico, tenía un corte profundo en el estómago que hacía que los intestinos le cuelguen fuera de su cuerpo, lamentable. Por favor joven viajero le repetía a Martin, no permitas que aquel coloso escape del Rampante. Eso sería fatal, las proporciones del daño serían bíblicas, si tan solo este monstruo escapase.
Por qué que es esa bestia, preguntó Martin mientras le cogía suavemente la cabeza del caído, que acaso no lo sabes viajero, contestó el sujeto escupiendo mucha sangre de la boca, esa monstruosidad es nada menos que el “come mundos”, en el pasado, muchas civilizaciones, en diferentes planetas, como en la tierra fueron extintas, es una criatura cósmica, y su único objetivo es causar caos y destrucción allá por donde va.
Y, entonces por qué lo llaman guardián de la Basoria, porque verás contestó, aquel que agonizaba, aquella bestia ha sido enviada aquí y tiene un sello, que le puso el mismísimo satanás, el gran líder de la Basoria, y que además lo mantiene dormido, la sola presencia de la bestia causa pánico a otros diablillos que buscan atacarnos o invadirnos. Aquí hay muchos desertores enemigos.
Aquel sello impide que la bestia ataque nuestro hogar, pero se ha debilitado como si alguien hubiese intervenido para quitarlo y la bestia se levante de su sueño.
Latomos descontrolado se percató de la presencia de los tres, y sin vacilar fue donde ellos, hizo una enorme bola de poder. Y la lanzó hacia ellos, fue cuando, el moribundo le dijo a Martin toma, sé que piensas que no lo sé, pero sé que necesitas de tu amuleto. Martin alucinó, no le dijo gracias a aquel que moría, no tenía palabras, pero aquella especie de ángel vio como este soltó una lagrima. No hizo falta decir nada.
Como es posible, seguía Martin cuando el moribundo se percató del ataque lanzado, y como última forma de voluntad, aquel sujeto se levantó, y nadie lo vio, fue muy rápido, aquel sujeto se puso frente a la enorme bola de poder lanzada por Latomos, evitando que el impacto dañe a los demás. Era épico lo que apreció Martin, un sujeto le había devuelto su más preciado objeto y, además, ha dado su vida por él.
Martin, miró a su alrededor y notó que Frestos y Grannes presenciaron aquella gesta heroica. Martin rápidamente se transformó, le ardían las venas, pidió ser una bestia más poderosa que el poderoso Latomos, pero lejos de convertirse en un gran coloso, igual al otro.
Martin lo pensó bien para enfrentarlo a lo mejor no es una buena idea, prefiero mantener mi estado físico, puntualizó en su deseo. Quería vengar a aquel sujeto.
Al instante, notó nuevas percepciones, habilidades o lo que fuese. Miró sus manos y las movió un poco, era raro pensó, su mente percibía más, ahora había muchos más atajos para todo, no solo una estúpida y miserable respuesta. Abundancia era lo que ahora, notó, Martin ya muy acostumbrado a esta.
Lo veía todo muy claro ahora, en su mente de manera muy rauda se dibujan los conceptos en su cabeza, algoritmos largos e indescifrables. Pero como puede ser esto posible, veía al poderoso Latomos. Cuánto he esperado por esto manifestó Martin. Hablaba desde lo más profundo de su ser. Por esto, tartamudeaba la voz que antes les había explicado sobre la bestia. Se manifestó de nuevo, ya vez este videojuego Martin, en tono burlesco y que aterraba.
Tienes acaso ahora completados todos los niveles de estos, porque ahora no te me puedes echar para atrás, soy tu ego el que te habla, soy tu razón, todo es mental. Entendiste una cosa que los demás no entienden, eres un sujeto fresco y culto. Tú pides y mucho, y lo cierto es que siempre fuiste un entregado a las causas.
Está en verdad es una pesadilla, para nadie es raro, pero estos también son los miedos, tu contribuiste al no contribuir eficientemente, ahora el mal es para todos, en tu mundo interior anda enredado, ahora el mal es para todos, en tu mundo, y al que fueses siempre tendrá ese mismo patrón. Tienes que dejarte el pellejo aquí.
Una decodificación que puede estar para cualquiera, sí para cualquiera, que al menos tenga ganas de progresar sin hacer nada, ya me entiendes, haciendo tus deberes, pero gozarlos y entender que cosas bien hechas y planificadas, equivalen también en construir un mundo ideal, aunque siempre alguien se impondrá.
Y ocultará el conocimiento a la masa boba y frívola, en verdad crees eso, cada quién carga con su cárcel manifestó, pero al mismo tiempo estará a la mano al que este dispuesto a buscarla Martin. La gente acepta eso solo por una cosa, no quiere ir más allá. Todos tienen el poder, son dioses, esos pensamientos creados que alimenta su pasión, la buena vibra que pueden desprender los humanos.
Quiero que acabes con todo lo que afecta tu mente, veo que está ya muy castigada por todo lo que ha visto, para nada dijo Martin. Ya entiendo tu mensaje pararé esta bestia, quiero destruirla que salga de todo y para siempre, porque yo quiero ser el principal protagonista de mi vida, nadie más, y créeme cuando te digo que estoy hasta los huevos que existan tantos traumas contenidos dentro de mí.
Eso es lo que quería escuchar, le habló aquella mente, sentía esa efervescencia juvenil otra vez, aquella llama, de voluntad, indestructible, lo sentía en el pecho.
Bueno entonces adiós y al rato nos vemos, bueno si dios así lo cree claro. Sabes que eso no existe, pues no lo sé dijo Martin ya dando el último despido, a la mente iré a pelear se había paralizado, mientras habló con la gran mente.
No espero vencerte voy a acabarte. Grannes y el barquero también fueron tras él. Acaso no vez todo lo que se puede lograr con el deseo, manifestó Martin, cuando ambos llegaron dándole el alcance.
Bueno Martin, veo que ya lo sabes, dijo Grannes, pues, ya no es necesario que siga toda esta cháchara entonces, veo que no quieres enfrentarte y quieres dejar este, solo dejarás ese trauma o lo que sea que sea, te liberarás si luchas, úsanos, a mí y a ese idiota barquero.
Queremos que el miedo en ti desaparezca, así que olvídalo no contribuiré a que enloquezcas en el futuro, es mejor que te armes de valentía. Martin contestó, solo no quiero perder tiempo, pero bueno lo haré.
El escenario estaba listo, en juego toda la vida como la conocemos y al frente tres sujetos que lanzarán la mayor gesta de sacrificio jamás antes dada, no lo es acaso.
La bestia arremetió contra ellos, pero Martin quería lucir sus nuevas habilidades, podía controlarlo todo. Ojo Martin, sabes cuál es el precio, no me hagas reír maldito cocodrilo, sé que quieres mi alma, bueno bien por percibirlo, hubieses sido parte del gran repertorio de estas que tiene Lasor.
Hace mucho que espero esto, ya no dudaré más, de inestable a usador de sus propias ideas. Martin dio un breve toque a la bestia, le dio una caricia, a la bestia más aterradora del universo. Pero que carajos, pensó Martin, sus acompañantes miraron perplejos tremenda hazaña, Martin dio equilibrio, nada menos que al Rampante. Oh Martin eres un genio, aquella gran mente que se comunicaba se manifestó, salió materializado un enano que corrió hacia Martin, pero que hombre tan bello grito, siempre dispuesto a cumplir lo que los demás necesitan.
Todos dieron la vuelta, inclusive Martin que tenía en brazos al enano. Algo balanceó aquel coloso, seguramente el cauce de las aguas lo provocó. Y cayó encima del barquero que no tuvo la suficiente rapidez para evadir el impacto. Grannes quedó seriamente dañado, golpes muy fuertes habían dañado seriamente su cuerpo. Antes, Martin y Grannes ayudaron a rescatar al barquero.
Déjenlo chicos, recuerden que yo dolor no siento, mi cuerpo es solo un reciclaje de cadáveres humanos. No valgo nada les decía, creen que soy idiota, no quiero ser un puto juez de nada, quiero irme de aquí, repetía el barquero como conmocionado por el impacto. La verdad que ninguno de los dos valoraba mucho al barquero. Había una vieja profecía basoriana acerca del barquero y al parecer era una de las más poderosas leyes, violadas, imagínate el corazón del infierno allí donde existe la impunidad. También existen las leyes.
Fue horrible lo que hizo en vida el barquero, sí. No valía la pena siquiera recordarlo. Ambos se alejaron un poco de él y, tanto Grannes como Martin, le pidieron que ya no siga más con ellos, vete de aquí, le dijo Martin, mirando al rostro del barquero, que daba mucha pena su condición era lamentable.
Martin y Grannes, bueno gran mente es hora de que nos saques de acá, el enano estaba inquieto, bueno los sacaré de aquí, pero antes deben hacerme un último favor, ustedes son los primeros en tocar las aguas del Rampante.
Que quieres, ambos miraron a los ojos al enano, quiero que piensen en que ambos tienen alas, ya que algo ha salido mal, uno de los maestros parece que rechaza a nada más que Andrés, pues así se llama el elegido por Lasor, es un joven muchacho Martin, y es de tu país, tiene una voluntad tan grande y su poder es infinitamente abundante, él tiene amor para todos, parecerá frívolo o tonto o sin respeto a los demás, él ama a todos. Y es él quien está destinado a gobernar tu país, y conventirse en uno de los grandes políticos del plano humano.
Él debe evitar que el mundo se automatice, que las tendencias de endeudamientos desaparezcan, que obtengamos una nueva mejor categoría, él sabe lo que los malos humanos quieren hacerles a otros humanos. Vender más basura que distraiga la mente, sueños inalcanzables y bonitos como los que tú quieres.
Es parte del show, a tu especie le quieren implantar chips en la cabeza, por una razón, el gran don que tiene tu especie es esa lograr imposibles, que mejor saber y normar toda la capacidad intelectual al alcance de todos. Bueno todos esos pocos que se aprovecharían de esta. Es por eso que encomendamos que el elegido establezca un nuevo orden, con su carácter sincero y noble de trasfondo.
Ese es el deseo que lleva más adentro el elegido, convertir tu país, a uno con gentes pesimistas, impregnados con él no se puede a otra más práctica, con habitantes que entiendan rápido de que se trata esta. Al elegido lo mandarán al inframundo, es necesario que conozca un poco más en que consiste.
El elegido caerá, y su última misión será evitar que él choque en el lago, el barquero será el anfitrión del Rampante. Bueno vayan, y el enano desapareció.
Tanto Grannes y Martin, comprendieron como usar la nueva parte añadida a su cuerpo, y despegaron como si de un misil tratará. Encontraron a un Andrés conmocionado por el impacto. Martin lo cogió en sus brazos, con que este es el elegido, él que sacará de la pobreza a mi país. El que tiene la facultad de cambiar todo ello, inclusive convencer a los malos a sus causas.
Qué significado tiene preguntó Grannes a Martin, amigo acaso no vez las cosas como las veo yo, qué cosas dijo Martin creo que estamos atrapados, pero atrapados en qué sentido, pues bien, atrapados en todos los sentidos.
QUE HEMOS HECHO
Lo que tú y yo hemos hecho es imperdonable hemos matado, nos hemos matado nosotros, por nuestros respectivos intereses. Vamos a tener que hacer trabajitos así por toda la eternidad, matamos, perdóname amigo te lo suplico recuerda que tú también me llevaste contigo al más allá.
Pues sabes no me importa tener que estar a tu lado toda la eternidad, contestó Martin de manera sarcástica. Martin que llevaba cargado en sus brazos a Andrés, lo dejo cerca de una enorme pila de mierda. Antes le acomodo un poco el cabello.
Lo miro con sus ojos cerrados, y decidieron caminar un poco por el lugar, querían palparlo en carne propio, vieron la perfección de la mierda, lo bien estéticamente, en el que la mierda en todo el esplendor de su podredumbre se vuelve bella.
Ambos llegaron al Rampante, qué piensas de esto es o no alucinante, lo es amigo mío, Martin confesó, muero por darme un chapuzón, en esa cloaca de mierda.
La verdad que también me da muchísima curiosidad poder dar un chapuzón ahí. No lo pensaron y se sumergieron ahí, jugaron como niños un buen rato, en esa pila de nauseabundos charcos de agua.
Es momento de salpicar, sintieron una sensación mágica en el cuerpo, ellos sentían como esas aguas, se llevaban mucha energía. Inclusive, eran todos ellos más inmunes. Martin se cayó al suelo apenas y podía mantenerse de pie.
Es momento de salir de aquí pensó Grannes, bueno contestó su acompañante. Ambos caminaron y se mantenían de pie por lo que ambos estaban abrazados para poder caminar a duras penas.
En eso vieron al “elegido” es ese, sigamos de frente dijo al hombre reptil, y siguieron, se cruzaron con este y apenas, y se dirigieron las miradas, para avanzar unos pasos más y propulsarse hacia arriba.
Ambos dieron vueltas por los aires, era una conexión ya innata con las nuevas extensiones de su cuerpo. La gran mente se materializó de nuevo, era el mismo enano, que con un chasquido de dedos los mandó a todos a sus vidas.
DE REGRESO AL MUNDO REAL
Andrés que salió del hotel un poco aturdido por todo. Iba de camino a Lima, en un destartalado bus, quería viajar y sentir todo. Muchos vendedores ambulantes iban y venían, cada uno de ellos siempre ofreciendo algo, Andrés notó que era humano más, pues en verdad no tiene nada de especial, lo único especial, es su voluntad, ese tipo en verdad piensa que puede ser grande.
Ya que tenía tiempo libre, vaya que mucho, estar sentado unas tantas horas, como uno donde llegas sin raya. Andrés comenzó a pensar. Y observó muchos detalles muy minúsculos de las personas que estaban a su alrededor y descubrió los patrones, como funciona, todo y era muy sencillo, se detenía un momento y prestaba con atención a una persona al azar específicamente. Y luego usaba lo mismo con otra, otra y otra vez. Descubría detalles como granos tapados con base en chicas y algún que otro transexual que pasaba por la calle; gente con fajas para la espalda, solo con ver una mirada, podía determinar su ánimo.
Notó la gran desaprobación de la gente hacia el orden, recordó un poco su paso por el lago Rampante. Y lo que ahora veía, no era tan diferente que el infierno, Pues sí era un panorama muy desolador, niños muy pequeños explotados y condenados a una vida de ruin miseria.
Andrés paro de hacer tremendo desgaste mental, ya sabía cómo funcionaban los patrones de conducta, lo nuevo que afecte a lo establecido, se resistirá, pero si lo nuevo se impone, lo nuevo tendrá que monetizar, reemplazando lo existente, una conjetura muy compleja era lo que había llegado Andrés.
Andrés andaba dubitativo, todo lo que andaba a su alrededor, sus nuevas habilidades, lo convertían en un tipo más interesante, pues se convirtió en paciente y pacífico.
Llegó a casa y vio que toda su familia estaba reunida. Su padre no tardó en llamarle la atención, estaba furioso se le notaba en el rostro. Andrés saludó al resto de parientes. Se sentó un rato a ver la televisión con ellos y de paso contar unas cosas manteniéndose al día con la inquietud de sus familiares, como que uno de sus tíos daría una conferencia en Estados Unidos.
Llegó la noche, y el tiempo se fue volando. Una tarde amena para olvidar todas las locuras que había pasado.
Todos se fueron, y justo cuando Andrés iba a entrar a su habitación, sus padres lo llamaron a su habitación. Ya voy dijo Andrés. Hijo el portero me dijo que una chica estuvo por aquí, inclusive te dejo este mensaje.
Andrés tenía sueño mientras que sus padres le daban un fuerte sermón y regaño por desaparecerse, el miraba la ventana. Hizo como si les prestaba atención, y solo pidió disculpas, no se sabía de su paradero hace como una semana, ninguno de sus familiares, tenía la mínima idea de su rastro.
Andrés fue a su habitación, quería dormir, en verdad, estar dentro de vehículos, es muy desgastante, sobre todo trayectos largos. Durmió, y al instante, ya dominaba el sueño lúcido, estaba ansioso de conocer la Basoria.
Entró en el sueño, quería adelantar la quimera como si de un video tratase, pero nada paso, tampoco sus ansias de ir allá eran muchas, ya que le entró en el cuerpo un poco de miedo. Ya cuando, estuvo listo, el sueño ya iba acabando, no llegó entrar a nada.
Su madre lo levantó y le dijo, levántate vago, es hora de ir al trabajo. Andrés siguió la corriente, su madre le preparó el desayuno, costumbre que desapareció conforme pasaron los años. Andrés creció y se quedó en nada.
Su madre lo levantó y le dijo, ya es hora vago levántate, es hora de ir al trabajo. Andrés siguió la corriente, su madre le preparó el desayuno, costumbre que desapareció conforme pasaron los años. Andrés creció y se quedó en nada.
Cuando salió vago un poco era un día muy caluroso, era mejor que hacer nada en su casa a pasarse el día durmiendo, eso pensó, Andrés se dispuso a ir en dirección al centro, cuando camino unos pasos, un vehículo estacionado que le parecía muy familiar, esta comenzó a dar bocinazos, oye te perdiste, bajo Arisbeth del vehículo, oye ye estuve buscando y ni rastro tuyo.
Si y para qué, dijo Andrés, no tenía ganas de estar con ella, pues vine a visitarte es que no sé pensé que te gustaría verme. Sí claro, contestó Andrés. Un poco sorprendido por repentina visita.
Arisbeth, pensaba, todo lo que he pasado por ti imbécil, y tú ni siquiera me regalas una de tus sonrisas. Bueno me iba para el centro a qué bueno, justo yo también iba para allá. No quieres ir conmigo, preguntó ella. La verdad que no dijo Andrés, quiero ir a caminar un poco y haré unas cosas.
Oye estoy aquí, yo también quiero pasear un poco. Mira Andrés irás a pasear conmigo y le dio un abrazo, además ella intentó besarlo aprovechándose de la situación.
Andrés volteó su rostro. Dio media vuelta, se soltó de ella, él se quería ir, oye te acompaño, ella lo seguía detrás. Llevaba unas sandalias rojas con piedras blancas, su blanca piel, y sus ojos verdes se castigaban con el intenso sol de aquella época del año.
Ella se dio cuenta que dejó su camioneta estacionada en doble fila, fue y la estacionó muy apurada, en algún lugar donde no la multen. Bajo y no hubo ni sobra de Andrés, ella corrió unas cuadras adelante, vio que al final de la calle a lo lejos, Andrés iba volteando la calle.
Arisbeth lo alcanzó, y le dijo, oye espérame, a dónde vas, no sé quiero caminar un poco supongo, tenía pensado ir al centro, quiero comprar unas cosas que sé me harán falta en el futuro, creo que buscaré unos libros y unos lentes para mi cámara contestó Andrés.
Oye bueno como verás he cancelado todos mis planes para venir a verte. No tengo mejor plan que pasar el día a tu lado, le dijo ella, pues vamos contestó él. Oye no te veía hace mucho, creo que hace como dos semanas, dijo ella. Te escribí muchas veces y no tuviste la sutileza de contestar. ¿A dónde fuiste?, acotó.
Me esperaba algo más de ti, una llamada, me paró la policía por tu culpa y le enseñó el moretón que tenía en la frente producto del golpe de uno de ellos. Andrés se sentía un poco mal por lo que oía, no es que la odiase, pero todo aquel drama no le importaba en lo más mínimo.
Arisbeth se percató de eso, crees que no sé qué te aburro, hablaba por dentro, mientras que Andrés le dijo, ¿quién te hizo esto?, un policía, es fui a buscarte y no te encontré, pero en fin ya hice la denuncia y me consta que separarán a aquel policía.
MALENTENDIDO
Qué bueno Arisbeth, si fue tanto así que mi relacionista público me aconsejo que tome vacaciones ahora y que ni se me acurra llegar al canal con tremendo golpe en el rostro.
Cuánto lo siento, Andrés la abrazo y le dio un beso en la cabeza uno muy cerca de la zona golpeada y con mucha sutileza se lo tapaba con su cabello.
Andrés notó algo muy raro algo no andaba bien en ella, pero decidió esperar un poco, antes de decidir algo más en su hipótesis. Ambos llegaron a una parada de autobús esperando uno que se dirija al centro. Mientras tanto, ambos por la insistencia de Arisbeth comenzaron a besarse.
Andrés, no era machista, ni tampoco homosexual, eso lo sabía mejor que nadie, la verdad que subir aún bus lleno de gente, con una chica así al lado, sí que atraía muchas miradas. Ambos por buena suerte encontraron dos asientos en la parte final del bus.
Cuando se sentaron, ella recostó su cabeza en el hombro de Andrés, mientras que él, dentro de sí, alardeaba de su buena suerte. Y, además se sorprendía que no la reconociesen por su gran fama. Ella era camaleónica, en ese momento no era la chica de televisión, iba natural, sin el acostumbrado abultado maquillaje.
Ambos bajaron del bus, Andrés se hartó de esperar que se demore tanto en cruzar una avenida, y prefería caminar, además ya estaba cerca de su destino.
Andrés no sabía, pero notó que Arisbeth se había tranquilizado. Ambos fueron a comprar los lentes de la cámara que el necesitaba, en ese establecimiento donde puedes encontrar cosas de todo tipo.
Ya con los dos tipos de lentes para su cámara, ambos pasaban por una tienda de ropa, y ella se quedó mirando una blusa que le gustó mucho. Andrés lo notó y le dijo ¿te gusta?, sí, contestó ella. Andrés la cogió fue a pagarla a la caja. Y cuando volvió le dijo Arisbeth. Ten, ahora quiero que la pruebes.
Ari la cogió y fue a los probadores, dentro de estos, viéndose frente al espejo notó que le quedaba increíble, regreso con el atuendo bien erguida, con la cabeza arriba y ese caminar fino tan de ella.
Salieron de la tienda, y Andrés sentía algo raro en ella, caminaron un poco por las calles del centro, como por arte de magia, el clima se había vuelto ideal, casi no había tráfico por las calles, no se veía ninguna pelea o discusión a la vista, poca gente a los alrededores, cuando iban caminando a Arisbeth le dio un ataque de risa, al parecer, vio como una señora muy gorda resbaló y cayó de culo.
Intentó aguantarse la risa, cuando Andrés la miró a su rostro intentando tener una explicación, y lo que consiguió, fue que ella le termine escupiendo el rostro, tras explotarle de la boca una carcajada, mientras escuchaba el sonido que hacía con un artilugio que producía un sujeto, mientras gritaba, baterías libros, fierro y catre.
Andrés y Arisbeth llegaron a la plaza mayor y encontraron que por el buen clima, los restaurantes tenían mezas en la calle, con una variedad de platos, había hasta chancho al palo, ya que cerca estaba instalada una feria de productos andinos.
Andrés vio un restaurante con una fachada muy clásica, era un edificio colonial, donde decidió entrar. Notó que era un lugar muy elegante y por lo visto, servían muy bien, lo confirmó Arisbeth, que soltó, aquel restorán de la esquina es un éxito, vengo siempre que estoy en el centro.
Había hasta mariachis en la calle, era una cosa no vista por lo menos para Andrés que nunca solía ir a ese lugar. Ambos se sentaron y pidieron mariscos. Después, una cerveza, conforme paso el tiempo Andrés notó que la plaza estaba repleta de turistas.
Andrés y Arisbeth, tenía breves chispazos de conversaciones salían el trabajo, películas, series, algún viaje, cosas personales. Andrés, sabía que podía hacer lo que quisiese con ella. Todo tendría su aprobación, por lo menos ese día.
Pero Andrés ya no tenía ganas de hacer nada, era vago y mucho. Él tiene una frase que utiliza mucho, pasadas dos horas, cualquier persona es aburrida. Aunque aquella tarde parecía no serlo, no tenía ganas de ir bailar, ni siquiera de intentar llevarla a un cuarto de hotel.
Andrés pidió la cuenta y se fueron muy llenos. Caminaron por un boulevard, también lleno de restaurantes, con fachadas típicas de la Lima antigua. Cuando ambos estaban a punto de cruzar la calle Arisbeth se tocó rápidamente la cabeza de pronto comenzó a dolerle mucho.
Andrés la sentó en una banca, me duele mucho dijo ella que comenzó a llorar a la mejor presa del terrible dolor que sentía, eso por lo menos pensó Andrés. Pero nada más alejado, sobo su cabeza, pasando sus manos por esta. Notó algo, ella tenía un pequeño botón muy cerca a la sien, lo tocó y rápidamente, como si se tratase de un celular desprendió un chip extraño con un líquido igual de raro dentro.
QUE ESTA PASANDO AQUÍ
Cuando descubrió eso comenzó un tremendo terremoto, pero antes todo se paralizó, tuvo un desdoblamiento no voluntario. Sentía como se iba alejando de su cuerpo, veía debajo de él como su torso caía al suelo. Primero, muy despacio, luego su alma se transportó, a la velocidad de la luz, no lo sabía, fue casi instantánea, pero experimentó todo ese vértigo, era muy material, todo en ese plano, el sentía adrenalina, una sensación rara en todo su cuerpo.
Alguien lo requería y volvió al Rampante, justo en la orilla, apareció en el suelo, y un ejército de humanos que gritaban “todos somos líderes”. Capturaron a Andrés y entró a la Basoria. Para estar en medio del infierno, aquel lugar no estaba nada mal, todo era muy bello.
Lleno de grandes monumentos y una arquitectura que jamás antes observó. Todo sepulcralmente ordenado.
Notó que había pocas personas en la calle, el ambiente era cálido y tranquilo, no tenía la hediondez, ni el cargado ambiente. Los soldados, llevaron a Andrés a una especie de edificio importante no hubo maltrato alguno, ni siquiera le revisaron para ver lo que llevaba. No había luz pero notó muchas velas y antorchas.
Le dijeron quédate acá, lo encerraron en una habitación resguardada por un contingente, mientras esperaba dentro. Las velas del lugar se encendieron, y entró una especie de color negro, muy parecido a los grises que antes vio. Aquel ser tenía su misma forma, pero era un poco más alto.
Andrés le dijo, no me digas, acaso eres tú el diablo, pues te equivocas, soy uno de los tres jueces del infierno. Que quieres de mí, respondió Andrés. Pues la verdad que quiero mucho, se lo dijo mentalmente, pero será necesario que me escuches primero.
Mira Andrés seré franco e iré al grano, sé que no te gustan las cosas complicadas, como veras, las cosas en tu mundo no van nada bien, hay un terremoto de 9° en tu país, solo bastará un minuto para dejarlo en escombros.
Tú mente está confundida, no puedo creer que Lasor te halla confiado a ti tremenda responsabilidad, tú nunca entenderás ni dónde estás parado. Sal y ordena tus ideas. Y mañana volveremos a charlar. Déjenlo ordenó aquel ser a sus inferiores. Salió y encontró, tal vez el oxímoron, su arquitectura en general representaba algunas figuras literarias, seguro de algún pasaje religioso. Encontró abstracciones que no comprendía en las calles, aunque no comprendía a que referían todas las abstracciones en la calle.
Las gentes de aquel lugar no parecían diablos, sus atuendo extraños todos con atuendos parecidos a los que usan los monjes, era de color naranja y todos lo utilizaban.
Andrés vio su forma de transportarse, no podían volar ni nada de eso eran personas que se oponían, a toda clase de tecnología, solo la usaban en el plano militar, seguridad y transporte, todos los habitantes poseían un reloj, un tipo de artilugio que funciona transportándose al lugar que deseen solo deseándolo. Supo todo eso acudiendo a una especie de taberna, donde los principales temas eran la política y la religión, pues ahí cuando Andrés descubrió que eran bastante fanáticos a seguir algún dogma religioso.
Por lo visto en esa parte ubicadas en un repugnante lugar, estaba bendecida la Basoria. Su gente era tremendamente ordenada, justa a más no poder. Ellos entendían la pobreza, injusticia, ninguno carecía de agrafía. Andrés notó que aquella población era muy simple.
Vivían sin preocupaciones, tenían rivales, demonios de otros mundos que buscaban atacar la Basoria, de alguna manera, pero aquellos basorianos tenían muchos esclavos, en partes con peor categoría que las de ellos, aquellos lugares donde enviaban a violadores o asesinos a sueldo eran esclavos para la eternidad.
Andrés salió a la calle y un sujeto lo esperaba, además una hermosa mujer de blusa verde que llevaba un escote que llamó mucho la atención de Andrés, debido a sus pechos muy redondos. Fue acompañado por ambos que ni siquiera se habían presentado. A una especie de posada, en la que se aseguraban de que no se le ocurriese alguna locura.
No había hora ni tiempo, como lo hacemos en el plano físico, la filosofía de vida de aquella gente era profundamente colectiva. Con lo religioso seguían una corriente que denominaban como “megmetismo”. Un dogma caracterizado por la ferviente vocación al servicio, maneras y formas para tratar muy bien a los demás.
Todo se dirigía a “Megmec”, al concluir alguna oración, ellos tenían bien aprendido eso. Siempre que acaban una frase con dicha palabra que significaba “Así sea”.
Andrés no vio nada nada de especial, al contrario, dentro de él se escondía una risa burlona, era gracioso ver a todo el mundo repitiendo esa frase. Al menos se iba familiarizando, comparado a todo lo que paso en sus viajes anteriores. Andrés en su habitación estaba sentado en su cama.
Algo parecido a esta era una cámara de forma circular donde las personas dormían en ella, probablemente el biotipo del cuerpo de los habitantes de ese lugar en sus cuerpos.
Un poco harto de no hallar la forma de no sentirse para nada cómodo con lo que le tocaba vivir. Cuánto más intentó que más iba hacer estaba solo en el cuarto, intentó amoldar su cuerpo a mencionada cama. Se encontraba en una posición muy incómoda, su cuerpo estaba echado dentro de la estructura metálica en forma de círculo que ellos llamaban cama.
Al poco tiempo, Andrés comenzó a sentirse incomodo, no encontraba ninguna manera de poder quedarse dormido, las formas eran muy difíciles, pero se quedó ahí, rápidamente una luz se encendió y que invitaba no a echarse, sino a sentarse en medio y ponerse en una posición como meditando. Se encendió una imagen que indicaba cual era la manera adecuada y Andrés la hizo.
Cuando comenzó, se puso en la posición indicada, Sintió una gran relajación, aquella “cama” era una máquina acondicionada que a través de mecanismos se llevaban de la cabeza una especie de humo blanco que desprendía.
Andrés sintió, como de su cabeza sacaban pensamientos, lo entendió al día siguiente esa máquina no permitía que los habitantes soñasen. Cuando entró a la especie de baño que ahí tenían, notó que no había grifos, ni duchas, ni agua, solo un hueco que aspiraba. El intentó usar la máquina, no entendía como esta funcionaba.
Pasado u rato, los mismos sujetos que lo esperaron en la salida de la taberna. Ambos entraron sin consentimiento alguno a la habitación de Andrés que se masturbaba echado en el suelo, tal vez por la importancia de no entender nada de lo que pasaba a su alrededor.
Aquellos sujetos lo miraron y no le dijeron nada, esto es bochornoso, no debieron entran si mi consentimiento, acaso aquí no entienden lo que es el pudor, debieron tocar, dijo Andrés. Bueno no nos importa cámbiate, le dieron la túnica naranja, y mientras se la ponía, ya vámonos, andando Ulises te está esperando.
Lo llevaron a una torre, al último piso de esta y ahí estaba, el juez apreciando desde lo alto toda la Basoria, aquel ser un marciano negro, le dijo oye y qué te pareció tú estadía acá, te ha gustado Andrés respondió pues no, las cosas aquí son muy diferentes a lo que yo entiendo en mi cultura, ya veo se lo dijo aquel ser.
Te explicaré aquí en la Basoria existen dos partes, Grande y Bravo, estás en Grande, la gente aquí paga largas purgas, como te habrás dado cuenta aquí los habitantes no sueñan, ni siquiera tienen una propia voluntad, todos son muy inteligentes, pero por qué son así, ¿qué ha hecho está gente? Pues sencillo son asesinos. Sin embargo, son gente pura y buena pero las circunstancias de su vida los llevaron a cometer “ese crimen”, todos solo se defendieron, las injusticias como un robo en defensa propia o estar al límite como estar a punto de ser una víctima de una violación, los hizo matar al otro, por las circunstancias que fuesen.
Como verás por justos pagan los inocentes. Todo ellos sensibles y amantes de la belleza van por la vida pagando sus condenas repitiendo todo, castigados por la cotidianidad. Como en tu mundo Andrés, dónde estás encadenado a tu cuerpo. El gran señor de la Basoria tiene conocimiento de todo lo que hacen, todos al entrar aquí tienen que tener insertado un chip en la cabeza, con toda la información personal de cada individuo, gracias a eso controlamos todo lo que hacen inclusive lo que observan, en fin, míralo como justo o no, estas personas en fin se lo tienen merecido, son todos unos asesinos.
Andrés, solo escuchaba. Bravos en cambio, tiene otra historia en ese lugar por algún motivo, sea sagrado o no, es que existe algún componente en el que se crean las almas, luego estas como por parte de la naturaleza, buscan un recipiente, un cuerpo, poseen “decisiones divinas”, eligiendo una familia con sus características una que le convenga, aunque la gran mayoría va a la deriva.
Bravos será nuestro gran golpe, repetía Ulises, como así pregunto Andrés, acaso no lo han intentado antes, digo que yo sepa no hay nadie que quiera entrar ahí, supongo es que no he oído que nadie fuese a entrar ahí, terminó Andrés. Supones mal respondió. Hay muchos rivales. Llegar al lugar donde estas se producen es todo un calvario.
Ese lugar en específico se encuentra en un monte lleno de criaturas que acabarán contigo, encontrarás parcas, animales de todo tipo que mueren de hambre, bestias que se esconden entre las sombras y te succionarán, todo tu “sucio” cuerpo de mortal y todo lo que este pueda soportar, los castigos serán tremendos.
Andrés tambaleó un poco, por alguna razón, su cuerpo cayó al suelo, estaba hostigado por tanto drama, que pensó este pequeño cabezón acaso cree que no entiendo nada, Andrés que tonto no era. No quiso hacer gran alarde de su caída, por lo que prefirió mantenerse callado, aunque en su rostro claramente un gesto de dolor.
Aquel juez del inframundo le propuso una cosa, bueno Andrés, creo que es mejor que hasta acá lo dejemos, será mejor que vayas a tomar aire. Sí creo que eso haré. Salió y pidió que no le resguardasen más, estaba harto y se sentía acosado.
Ya no quiero saber más de esta mierda grito Andrés, ya no me anden siguiendo quiero salir de aquí, bueno si es lo que quieres, pues qué esperas, largo, le dijo (el ovni negro). Andrés se marchó, pero cuanta más cerca se encontraba a la puerta vio pasando a dos amigos basorianos charlando, uno le comentaba al otro, será cierto que ya viene “el elegido” a cumplir con nosotros.
Andrés salió de la Basoria, y rápidamente, saltó una alarma, las bocinas de guerra basorianos se activaron, sonaban las trompetas llamando a todo el mundo a las calles. Andrés sorprendido huía a toda velocidad hacia el Rampante. Sabia de las consecuencias que pasaría si es que todavía las aguas de aquel, los poderes provenientes de la esfera desaparecerían.
Cuando menos espero, y ya al borde del lago, tan solo volteó, porque no quedaba de otra. Y tenía encima un ejército en su control, uno pequeño y con diferentes especies peleando sus batallas un coronel o alguien con el mismo rango, pero de aspecto humano hablo por las bocinas dónde le daba una advertencia.
Algunos disparos de alerta fueron contra él, amenazándolo, cualquiera que salga de la Basoria, salvo excepciones, es enemigo de este pueblo, megmec.
Andrés eres acusado de desacato y desplante a la realeza basoriana, tú presencia aquí no será bien recibida viajero. Escuchaba Andrés desde los altos parlantes. Andrés notó que la gente estaba enfurecida a tal punto que dos sujetos con armas blancas, cuchillos muy filosos, iban con intención de matarlo.
Andrés se tiró al lago, lo sorprendió, ambos no saltaron tenían prohibido hacer eso, mientras que él vio la expresión de ambos sujetos en el rostro solo había oído esas miradas para Andrés.
Fue muy chocante para él, las voces en ese lugar se pasan rápido seguro soy una especie de cortina de humo. Andrés pensó en su hipótesis. Al cabo de un rato, buscando a la deriva iba, nadando en toda esa pila de mierda. Andrés ya no sentía asco de nada de eso, inclusive pensó él, esto es millones de veces mejor que presenciar esa terrible mirando, pero de qué me acusan esos locos.
Andrés aunque nadaba bien sus brazos ya se iba agotando en esas aguas poco profundas, pero llena de toda clase de desperdicios, encontró un tronco, apoyó sus brazos y pecho en este. Y al instante se quedó solo en medio de esto, se cruzó un anciano ser, tenía especies de escamas en el rostros.
Tú eres ese famoso viajero del que todos hablan verdad, eres muy famoso amigo, todo el mundo anda diciendo que eres un cobarde. Andrés se quedó mudo. ¿A qué le temes humano? No puedes entender que tú eres el “elegido”, sabes cuál es el único principio que nunca cumples, no acabas nada de lo que empiezas.
Lárgate a llorar a tu casa, en la Basoria todos están entrelazados, ese es el motivo por el que sobreviven aquí. El viejo se fue y Andrés se quedó llorando en el tronco. Estaba débil tenía mucho sueño y despertó de nuevo en su mundo. Andrés despertó y sintió el final de un temblor de 5° que arrasó con una casa que cayo enfrente de él, que estaba en remodelación. Andrés lamentó mucho aquella vieja pensó, al menos no ocurrió el terremoto de 10°.
Arisbeth estaba desmayada, pero que carajos pensó tenía el chip que había sacado de la cabeza de ella en su mano. Hace cuánto tiempo estoy afuera de aquí pensó Andrés, han pasado apenas dos minutos en mi tiempo, lo notó en su reloj.
Cuando vio el orificio de donde había salido el chip de la de Arisbeth, notó que la cicatriz producto de esta se cerró, pues no hubo rastro de ella. Andrés no quiso armar gran escándalo, sabía que ella necesitaba dormir un poco y se sentaron en una barca de esa gran plaza en medio del centro de la ciudad.
Se quedó sentado con ella alrededor de 20 minutos en una banca en la misma plaza. Arisbeth se levantó, mientras Andrés fue a comprar unos churros a una carretilla cercana. Se iba comiendo una de regreso, estaba muy bueno. Llegó a la banca y Arisbeth, no estaba.
Andrés caminó dando vueltas por la plaza buscándola, dónde se habrá metido se preguntó. Salió de la plaza y entró a jirón de la unión, estaba repleto de gente. Se fue adelantando más a la calle, todas esas coloridas tiendas llenas de singulares luces de neón que lo cegaban un poco.
Andrés iba sin rumbo no tenía idea de por dónde empezar, miraba alrededor de las calles, y ni rastro de la chica.
Iba ya un poco impaciente. Hasta que notó que por ahí andaba, con los hombros encogidos, desorientada. Fue donde ella se encontraba, ella ni bien lo vio empezó a golpearlo, con qué aquí estas mierda, le dio puñetazos en el pecho, eres un hijo de puto, te doy todo mi tiempo, me desmayó o no sé qué mierda paso.
Y tú sin importarte nada, me dejaste ahí sola, pero sí la estúpida soy yo sabes, tú sabes lo que yo gano por hora, y qué haces, haz intentado alejarte de mí todo el puto día, porque no valoras nada de lo que la dente te da.
Andrés respondió no iré con rodeos, la verdad que no sé qué quieres. Yo no te pedí jamás nada, que no fue nada especial para ti ese día, dijo Arisbeth, claro que lo fue. Pero ni una llamada o un mensaje, claro así eres tú. El señor estoy bien con todo el mundo. Andrés solo se quedó callado escuchando la tremenda pataleta pública que ella estaba haciendo.
Y que ahora no vas a decir nada, le reclamó ella. Pues no contestó Andrés que la tomó de la cintura y el beso muy apasionadamente. Lamento ser así, dijo Andrés, no lamentes nada dijo ella, y ahora era quién lo tomaba por la cabeza y lo besaba.
En verdad eres muy bella y todo, pero dejo de besarlo, créeme cuando te digo que de pequeño me pajeaba viendo tus comerciales. Y eres bellísima, eso seguro que te lo han dicho muchos, tuvimos mucho sexo, pero que vengas así de sorpresa, bueno ya no hables más, no quieres verme más verdad, dijo Arisbeth. Andrés contestó no es eso, bueno déjalo ya, ella hizo un gesto con la mano, no me sigas tomaré un taxi, dijo rotundamente, y se fue. Todo el día a su lado fue baladí para Andrés.
Bueno pensó Andrés, no será la última en irse, recordó su sueño lúcido y también el chip de Arisbeth, que llevaba en el bolsillo, se olvidó de preguntárselo tras el bochornoso incidente público.
Debo estar volviéndome esquizofrénico u orate, todas estas cuestiones ya están dejándome de importar reclamó Andrés al universo. No importa o que haga, todo lo que haga seguirá siendo igual en mi mundo. Andrés decepcionado de no poder utilizar a placer los poderes de su canica, partió de una premisa, si tan solo deseándolo puedo cumplir todos mis deseos, deseo millones y una vida perfecta, movió los manos y brazos, nada paso, soy el elegido, pensó.
Andrés iba caminando solo la desierta estación central del metropolitano, era ya tarde e iba bajando por las escaleras mecánicas cuando de pronto y veía una publicidad, que decía: única oportunidad 50% de descuento al Cusco, de alguna aerolínea de viajes. Los florecientes parpadeaban en el pasillo por donde pasaba Andrés. Cuando se apareció un enano regordete, que se presentaba, mucho gusto elegido, antes que me lo preguntes, déjame decirte quién soy yo, soy la gran mente subconsciente, acaso eres Lasor, soy la red de pensamientos bebé.
Lo sé todo, contestó el extraño. Ahora sí que me he vuelto esquizofrénico, pensó Andrés. No nada de eso muñeco, no posees enfermedad clínica alguna, eres el elegido, pero tienes bloqueados los poderes de la esfera y que además a ti te corresponden. En tu realidad, no lo puedes utilizar y que necesito preguntó. Andrés, llega a Bravo, y lo entenderás.
Quién está en Bravo preguntó Andrés, pues satanás respondió “la gran mente”, eso no existe contestó el extraño. Déjame pensar habló con total sarcasmo Andrés, seguro es un ovni negro más alto igual de negro que al que acabo de ver en la Basoria. Tú sabes que estoy en lo correcto no te hagas al huevón.
Ya lo entiendo todo, pues no, no sabes nada, contestó gran mente. Andrés le dijo a aquel enano lárgate de aquí, paso de todo y se dirigió al baño. Ahí Andrés comenzó a gritar perdiendo el control, y aprovechándose de que no había nadie, salvo las cámaras de vigilancia, qué importa pensó.
Se tomó la cabeza y rompió todo lo que se encontraba ahí, al espejo le dio un gran puñetazo resquebrajándolo y viendo en varios pedazos su rostro.
Apareció el enano, acaso vives sin un brazo o una pierna desagradecido de mierda, no tienes mal alguno, salvo el que obstinadamente buscas tener, queremos salvarte, tu gracia es única, te dimos oportunidades jamás te falto un pan de comer, nunca pasaste hambre.
Y hemos hecho lo posible para que tu no vivieses esa terrible época, donde había una lucha armada en tu país, no conoces la verdadera represión. Vas a cambiar porque sí, se lo debes al universo, me lo debes a mí. Dijo enojado.
Te debo agradecer eso, dijo Andrés, si me diste una vida de mierda, por qué no me diste abundancia, o en vez de eso seguridad, porque pasar tantas cosas. También, sufro viendo toda la miseria del alma, largos quitadores de horas como lo son esas grandes colas de vehículos, bebitos pasando frío desde muy temprano, con esas madres sentadas vendiendo frunas por no tener oportunidades. Mente de mierda te has vendido también a ellos, y dime que importa lo que pueda hacer un joven inseguro como yo.
Quiero que todo eso pase me siento un esclavo, cada día que salgo a la calle no soy yo lo que vale, sino mis putas cosas. Qué quieres que traigas la tranquilidad a tu mundo, pues tú también tendrás que hacer algo por los demás, siempre intentó complacerte, siempre lo he hecho. Pues dímelo tú, qué quieres que haga, dijo el enano. No sé qué decir puedo pedir paz en el mundo o que se acabe el hambre, pero sé que algo saldrá mal en el camino, dijo Andrés.
Veo que al fin lo vas comprendiendo. Debemos de quitarnos la venda de los ojos todos, pensó Andrés. Todos son distractores, el amor de una mujer o un hombre, ir a un concierto con amigos, parar el día viendo videos en YouTube, trabajar o estudiar. Necesitamos que la tierra evolucione, aún grado de espiritualidad más alto, hace mucho que han estancado a los hombres.
Tú raza tiene muchos problemas y una de las peores es que no le gusta compartir. Los dioses humanos cada uno de ustedes ha perdido el norte. Ve tu país, las cosas no son trágicas, no hay hambrunas, ni guerras. Pero hay batallas todo el tiempo, tú país se ha vendido por una migajas, les han contado que todo está mal, desde instituciones como colegios, universidades e instituciones.
Son perdedores para todo, chauvinismos, que han hecho mucho daño a tu gente. Cuando lo cierto es que cada peruano es místico, bueno, malo o feo. Todos lo son, es el país perfecto, lo tienen todo, pero esas barreras imaginarias solo los acomplejan con sus cánones de belleza, acaso un cholo no puede ser bello, eres un hombre de ese mundo que crea esos dispareamientos sociales, qué has hecho tú, tanto tiempo en universidades, resquebrajando y empobreciendo a tu familia.
Intentaste hacer una revolución, intentaste acaso que se acepte al otro, no hiciste nada, porque por más talentos que tuvieras careces del principal, la iniciativa. Yo te propongo algo gigante.
Dar el siguiente paso, la evolución completa, no creando seres autómatas superiores a ustedes que probablemente los acabarán destruyendo. Evoluciones ustedes, dejen de ser esclavos de aquellos malos hombres que en nombre de la humanidad los han vendido a todos, malamente llamados líderes.
El cambio solo está en ti Andrés. Ha nadie le importa tu vida, salvo a ti, tu familia, algunos amigos y algunas admiradoras secretas. No hay más. Ahora sabes por qué te buscamos a ti, porque a diferencia de todo el mundo, tú voluntad es firme, te das cuenta de las cosas, aquí no están bien, hay un error en el pasado, tú quieres cambiarlo, pues cámbialo, dijo el enano.
El mundo enfrentará el plan divino aceptado por el gran pacto intergaláctico, todos lo han hecho, salvo esos reptiles, sus grises y los negros, ellos nunca aceptarán el pacto, ellos parasitan todo, esas son creaciones, ya me entiendes las enfermedades que los afectan.
Hasta cuando no voy a poder liberarme de mis miedos, gritaba Andrés, ya no sé qué más hacer gran mente, yo todo lo estropeo, mírame soy un desastre, sé que mi familia mira mis pasos, y hasta cuándo.
Olvídalo, solo preocúpate por ti, olvídate del resto, es doloroso lo sé, las amistades se alejan sin continuidad, no quiero otro sermón, dijo Andrés, ¿qué debo hacer? Dijo.
Pues ponte a prueba ante el reto, se lo dijo en un tono muy pausado. Andrés tenía claro que su conflicto interno alguna vez desaparecería, esos largos procesos de meditación u holgazanería en verdad no se para que sirven, perdí mi tiempo acaso, mira Andrés no quiero darte tu resultado psiquiátrico, pero no llevas algo muy bien en tu cabeza, que hace que en verdad te detestes tanto. Creo que se debe a que perdiste tiempo en tus vacaciones durante 3 o 4 años, o no sé míralo así, le decía el pequeño enano.
No ha servido mucho y por eso no ves los actos de los demás en ti. Siento que me hundo dijo Andrés, es que no puede ser que yo sea el elegido.
Tú crees que los dioses no temen a los humanos, claro que sí, cual crees que sería el motivo por el que quieren implantar chips en la cabeza, es cierto eso dijo Andrés.
Pues sí, respondió, solo te repetiré que tu raza ha sido vendida, los humanos son una parte del todo, pero se han corrompido, dentro de tu cultura una de las más milenarias de todas, los incas, tras su paso por la historia peses a sus pro y contras, aquella civilización acabo con el hambre, y no es que haya sido una cosa pequeña el imperio incaico.
A lo que voy es que debes ver las cosas con plenitud Andrés. Siempre hay vacíos, por todos lados, es inevitable que a la mañana siguiente no hallan problemas, ese es el motor de la vida, acéptalo, es raro eso lo sé, pero déjate llevar, no le temas más a nada por más feo y tonto que suene, detrás se esconden grandes premios para ti, por tu voluntad, te vas a ganar todo, solo tú Andrés, escucha lo que te digo.
Ve y enfréntate, tocó sus manos y el enano dijo no desperdicies tus dones bebe. Regreso de vuelta al Rampante. No vayas por la entrada que todos conocen como verás estas aguas turbulentas siguen un cauce que bordea toda la Basoria, la parte de grande y apenas estaba resguardada, casi sin vigilancia, donde acaba el río. Ambos lo navegaron y este se volvió subterráneo justo donde se originaba surgía un monte gigantesco, igual que el orificio debajo de este que solo llevaba el agua al subsuelo.
Andrés debes subir todo ese monte, al final se encuentra Belcebú, tienes una semana, qué exclamó Andrés. Por lo menos lo haré en tres días, no Andrés no seas idiota, este monte es tremendo te faltará tiempo, sino te vas ya. Tu solo súbelo y otro se te será concedido. Y cuál es ese, preguntó con mucho ahínco Andrés.
Bueno Andrés debo irme este lugar tiene una peculiaridad, no van a matarte ni nada, pero ya lo descubrirás tu solo.
Son muy pocos los que llegan ahí arriba, no tienes idea con lo que te enfrentarás. Me voy buena suerte dijo el enano. Andrés se quedó pasmado. Y fue hacia la dirección del monte, ni bien entró notó que unos perros de tres ojos, que tenían el aspecto de tener la piel quemada, fueron rápidamente a por él ni bien lo vieron.
Andrés corrió casi todo lo que pudo, pero ni con esas pudo evitar que lo alcanzasen y le diesen muchos mordiscos por todo el cuerpo. Muy adolorido Andrés, quizás ya harto de soportar el dolor de aquellas escalofriantes criaturas del inframundo, intentó zafarse, era inútil y se desmayó. No veía en su consiente una solución, empezó a divagar.
Veía a un estúpido chico que pasaba delante de él. Estaba en una clase de colegio. Y veía como ese chico muy alto que era mayor como por dos años que el resto de la clase, paraba jodiendo a Andrés y a todos en la clase. Andrés tenía pánico de ese chico que pasaba y golpeaba a todos sin excepción, solo verlo ocasionaba que Andrés harto se quiera levantar y hacerle frente y eso hizo. Aunque en ese momento todo se nubló, hasta que llegaba el recreo, quería sacarse la espinita de la garganta. Andrés se puso por donde el abusivo estaba. Que ni bien verlo lanzó una patada a Andrés.
Andrés quería eso y reaccionó sorprendiendo a todos, lanzándole un fuerte puñetazo en el rostro.
El chico se recuperó rápidamente del golpe, respondió con dos letales puñetazos en el rostro de Andrés, no cayó al suelo, pero los enfrentaron a ambos todos los que estaban cerca, tomándolos de las espaldas y evitando que todo pase a mayores.
Andrés salió de ese trance, y volvió, seguía siendo atacado salvajemente, pero algo de ese sueño les dio más energía. Al acabar, todo era mejor para él, ahora se sentía liberado, tenía una culpa menos en la cabeza.
Se levantó y comenzó a reaccionar le dio una patada en el hocico a uno, y cayó noqueado, mientras que al otro tras un amague con el cuerpo, confundió a la bestia.
Pero esta intentó morderlo, no pudo y Andrés le propinó una llave mientras andaba distraída la bestia no tardó mucho en convencer. Andrés siguió su camino, caminó metros adelante y vio como este se prolongaba.
Camino horas y tras esas horas intentó no pensar, en nada, ni en nadie. No llevaba cuenta del tiempo, había perdido su reloj posiblemente se había roto la correa durante la pelea con aquellas dos bestias.
Andrés decidió descansar un rato ya no podía más y fue cuando dos espectros con oses fueron tras él. Pero que mierda es eso dijo Andrés. Estos al notar que Andrés no tenía intención de atacarlos ambos se acercaron, y estos dieron la vuelta, pero ambos se volvieron a darse la vuelta.
Ambos espíritus malignos solo podían esperar una cosa de Andrés, su alma, y rápidamente le lanzaron un poder con el que podían paralizarlo, y eso hizo que Andrés viese como era atraído por ellos, se acercaron, y comenzaron a absorber su alma intentando desprenderla de su cuerpo.
Andrés logró desprenderse de aquel bloqueo mental, y contrarresto el ataque de tal manera que su mente provocó una gran luz en las profundidades ahuyentando a ambos.
No podré resistir más, había gastado ya toda su energía. Agotado de tanto física y mentalmente, entendió que no podía detenerse, por ningún motivo. Vio que, en pleno alto de aquella cordillera, se apreciaba un vasto río, lleno de criaturas espléndidas, animales sumamente bellos.
Andrés notó que había muy buena sincronía con todo lo que alrededor veía, pero algo andaba mal pensó, dio unos pasos, los animales muy pacíficos algunos con dos cabezas se imponían con su presencia a lo lejos, tenían la cabeza de un rinoceronte y la de un León, ambos con el cuerpo de un caballo.
Era momento de marcharse nado por aquellas aguas, el paisaje parecía inhóspito y virgen, cuando lo recorrió vio como el día se convirtió en morado, era mágico, diferentes tipos de insectos y lagartos pasaban por el lugar.
Era enceguecedor oír a los grillos cantar. Andrés solo pensaba en llegar hasta el final. Mientras nadaba encima de él apareció como unos lenguados con alas volaban encima de él dirigiéndose quién sabe dónde, Andrés estaba alucinado con lo presenciado.
Andrés llegó a la orilla, exhausto. Quedó recostado un rato, se levantó, y siguió caminando, comenzó a notar que el camino se empinaba. Siguió adelante como veinte minutos. Encontró que para seguir debía ahora escalarlo. No había arneses ni una soga, ni nada por el estilo, el tamaño era enorme, era como un muro deforme lleno de piedras.
Por dios, no le puedo dar muchas vueltas a esto. Debo lanzarme y escalar, pese aún estar totalmente machado. Andrés piso una piedra, luego otra y otra. Le cogió el truquillo, escalándolo con mucha facilidad, era una prueba de resistencia acaso todo esto, Andrés lo disfruto mucho.
No le importaba, ver lo que estaba debajo suyo, solo iba con la cabeza arriba peldaño a peldaño, estaba a una distancia equivalente a un edificio de 100 pisos, tenía la situación controlada.
Llegó a la cima, solo de pie por la fuerza de su voluntad, sentía mucha actividad cerebral, de un momento a otro era capaza de vencer a la física, solo sintió que podía hacerlo, podía alivianar su cuerpo, se sentía como una pluma.
Al poco tiempo levitó a placer, se sentía extasiado con aquella habilidad. Voló un poco, aunque notó que solo podía utilizar aquella habilidad en ocasiones puntuales. Pues Andrés se agotaba por el gran desgaste mental que producía usar su habilidad, no era buen momento de quedarse varado a causa del agotamiento, pensó Andrés.
Andrés vio un enorme agujero, al cual él se iba aproximando. Apreció que había un improvisado puente que atravesaba, o mejor dicho unía con el otro lado del monte. Era tan larga la distancia que no aproximaba siquiera a notar su final.
Andrés llegó hasta el puente y notó que había clavado un cartel de madera, en reparación, pero no iba a detenerse y siguió, cuando se dispuso a cruzar el puente pese al mal estado, creó que iré muy despacio, pensó.
Así no se romperá esta cosa, un alma se paró antes que el diese el primer paso al puente enfrente de él, ella le dijo una cosa, hijo solo ten disciplina y todo irá bien. Y se esfumó, Andrés algo animado por escuchar aquellas palabras de aliento. Caminó un poco y despacio por el puente.
Ya recorrido un buen trecho, notó que el puente comenzó a balancearse de manera preocupante para él. Andrés siguió caminando, hasta que piso un peldaño de madera que se rompió, nada bueno pronosticaba Andrés.
Notó que casi todo el suelo de madera estaba podrido, aguantará, sé que lo hará, se decían a sí mismo en la cabeza. Dio más pasos y una de las tablillas del suelo salió volando por los aires, y le dio en toda la cabeza provocándole un desmayo. El fuerte impacto hizo que se le cayese la esfera por aquel abismo de uno de sus bolsillos más no el chip de Arisbeth.
ILUMINACION
Todo el puente cayó al río, Andrés supo de qué trataba todo. Tras el golpe, recordó un momento de esos, un viaje a Galicia de muchos años atrás le vino a la mente, acompañado del sonido de un sujeto que machaba botellas frente de su casa de algún recolector. Maltrató sus orejas. Lo salvo era un cable porque quedó colgado con su pantalón de una forma extraña. Aquella cuerda se sentía muy firme.
Andrés estaba medio de cabeza, vio que bajo él iban las aguas Rampante. Reconocía ya bien, además reconocía ese particular sonido que ocasiona sus aguas. Le fue sencillo, desengancharse.
Al poco rato, Andrés comenzó a poner a límite su cuerpo, con ambos brazos, se mantenía en la cuerda, tomadas bien fuerte de las manos.
Andrés comenzó a avanzar y decidió probar una cosa. Es momento de algo nuevo pensó. Que levantó su cuerpo y se puso de pie en la cuerda, aunque empezó a dudar al comienzo. Pudo controlarse y mantener el equilibrio, después camino encima de aquella acuerda, sentía que podía, inclusive pararse de manos encima de esta.
Comenzó a dejar de jugar, y siguió caminando por encima de la cuerda, mientras que seis espectros se aproximaron a Andrés. Que al percatarse lanzó la luz, pero ellos al ser más ahora dos de ellos juntaba sus hoces y reflejaban las luces a otro lado, los otros cuatro, fueron por Andrés y se pararon a una distancia corta a Andrés.
Que comenzó a sentir como aquellos querían quitarle su alma y la absorbían Andrés reaccionó y recordó, lo duro que se le hacía volar, y el gran desgaste mental que producía. No pararon, Andrés fue absorbido por aquellos, por más resistencia que mantuviese.
Ambos notaron el gran potencial de su alma, era un alma vieja todo un manjar para ellos, los espectros obsesos por el alma no podían saciarse con el alma, era tan abundante la energía que esta tenía que cada uno de estos comenzaron a estallar, todas las partes del alma de Andrés se juntaron y se hicieron una, aunque una parte se escapó, era la que albergaba el miedo sus inseguridades. Su alma fue en busca de su recipiente, pero el cuerpo había caído, en lo profundo del río.
El cuerpo que estaba inerte cogió un rumbo desconocido para Andrés.
El alma de Andrés entendió no podía continuar, y busco su cuerpo, no fue necesario veía el hilo conductor que lo conectaba con su cuerpo, solo se dejó llevar, y como un yoyo de vuelta a la mano, el alma regreso a este.
Cansado y malherido por todos los ataques recibidos. Andrés estaba flotando de manera muy rápida por aquel cauce. No creo que sea lo más saludable debido a toda la inmundicia dentro de estas aguas.
Al poco rato notó que las aguas los conducían a una orilla, en esta se encontraba una especie de fruta que provenía de unos árboles que por ahí se encontraban.
Andrés fue por curiosidad a ver aquellos frutos, él los veía muy bien por qué no, no había comido, ni bebido en días. Dio un salto y cogió una, se notaba consistente. Pero ese movimiento originó que otras dos cayesen al suelo. Andrés lo notó y vio, cogió del suelo para ver que traía dentro aquel fruto.
Y menuda su reacción estaba infestada de gusanos dentro, la soltó y con ellas todas las ganas de llevarse una a la boca. Se fue adentrando más al lugar.
Andrés notó un lugar que cada vez se hacía más frío, a tal punto que comenzó a congelarse, la temperatura era de alrededor de entre -3° a -4°. Andrés sentía mucho frío, y llegó a notar que un triángulo que contenía agua flotaba, no era muy de temer, lo notó inofensivo, sabía que algún misterio contenía.
Fue a tocar la pirámide y apareció un ovni negro, este un poco más alto del que había visto en la Basoria. Y vio un ser tenebroso de cuerpo rojo, con dos cachitos, una cola como la de un buey, Andrés al observarlo dijo, al fin te conozco satanás, pero vamos no me vengas con rodeos muéstrate en verdad,
Quiero que me expliques que es esto reclamó a aquel ser, y le dio el chip en la mano, nosotros somos el equilibrio, nosotros somos el equilibrio. No paraba de repetir, tan solo deja de repetir esa frase, ya me estás hartando, dijo Andrés.
Con ese chip almacenaremos todos los pensamientos de las personas de tu asqueroso mundo. Quieres respuestas solo toca la pirámide flotando te llevará a donde nos deparará el futuro. Andrés rápidamente entró aún mundo utópico. Lleno de cosas que frente a sus ojos veía. Grandes paneles electrónicos publicitarios con imágenes emotivas, casi todas las publicidades hablaban acerca de ese producto. Todos muy dentro de ellos, sabían lo que realmente pasaba, pero nadie estaba dispuesto a hacerle frente.
Los anuncios emotivos llovían por todos lados por la radio, redes sociales y la televisión. Algunos medios invitaban a que toda la población, ya que gran parte de la población había desparecido a causa, de una pandemia en gran parte en el centro de África, a causa de la malaria pues en un conflicto entre países de esa región del mundo, comenzaron a utilizar trucos muy viles y sucios.
Llenando de tóxicos los ríos, era claramente, una guerra contra la gente por parte de los países. Quizás por la gran cantidad de campamentos de refugiados por desplazamientos que se encontraban; la malaria también fue utilizado como componente, pero está salió de control. No había forma de suponer que tácticas tan viles se usarían contra una población civil desarmada.
Toda la proyección mental en su cabeza hizo que Andrés despierte más, se promovían, todas sus multifunciones, no solo era biométrico, sino que podía saber rápidamente la ubicación de uno, y podía decirte el estado de ánimo de uno.
Además, su estado de salud, podías realizar llamadas solo pensándolo en la cabeza que podían grabar todo lo que observen y hablen los individuos en nombre de la seguridad, todo era vigilado, las redes sociales ahora estaban en tu cabeza, cuando querías podías entrar a algo parecido al internet, una gran nube de mentes que conectaba a todos no tenía pago alguno aquel servicio era hasta una obligación, entrar a ellas y a ciertas horas publicar lo que estabas haciendo.
Más bien la autoridad empezaba a imponerlo, toda la población debía llevarlo, el gobierno mundial que en aquel mundo regía era parecido aún estado policial, constantemente vigilado, la nueva relación también se fomentaba utilizando aquellos chips por las personas.
La moneda y billetes tal como los vemos desaparecerán, y se pasaba a una única forma de pago todas las personas ahora realizaban las transacciones, mediante una suma de esfuerzos, así se denominaba ahora el salario y todos los montos eran depositados en aquel chip, había modelos Premium que adquirían personas de mayor status económico, se implantaba a todos, políticos y futbolistas, hacían compañas afirmando que todos nos sumemos al cambio.
Era de locos, una luz brilló a través de ella. Y salió visualizada en su mente, posiblemente la respuesta más lógica que pensó su cerebro. Por aquel momento. Andrés dedujo que pasaría. La gente que se oponía a este cambio se convertía en marginada, ya que ellos prácticamente no podían hacer nada. El mundo se transformó tan rápido, por tan buenos campañas de comunicación, que con emotividad y usando a gran parte de figuras públicas mundiales, el posicionamiento del chip en la masa estaba garantizado.
No me gusta nada lo que viene, pensó Andrés que frente al alienígena negro. El control del mundo está cerca, primero debe estallar la gran guerra. Como verás Andrés, hay muchos con almas más viejas que la tuya. Almas terriblemente negras, esa cúpula conformada por el 1% de toda la población, siempre adelante con sus personales descubrimientos.
Qué sabes de la vida, de ellos, pues es así son prósperos empresarios y quieren tener total control sobre las personas, cada vez más ellos sin que todos los de tu mundo lo vean, se callan bocas, se asesina a gente que habla de más, todo con total impunidad, porque no sé puede contra ellos, acotó lucifer.
Yo sé que se puede, y cómo preguntó el ovni negro, puedo pensar que las cosas están mejor, dijo Andrés. No lo están ahora y no lo estarán mejor mañana. Estás orgulloso de esto, maldito sirviente le dijo Andrés al extraño ser.
Tú eres igual que todos, piensa que eres libre más libre que yo o que los habitantes de la tierra. Fuiste la creación de los reptiles, una creación al fin y al cabo dijo Andrés.
Sí y qué soy el mejor haciéndolo, contestó el extraño ser a Andrés, no hay manera de que tú entiendas nada replicó. Lo único de lo que me doy cuenta es que ambos fuimos creados por Lasor. Los Fratos se le salieron de las manos y sus creaciones dejaron muchas reacciones, causas y efectos, por el universo, pero ambos tuvimos diferentes caminos, pero desprendemos de sus creaciones.
La historia lo ha olvidado en su planeta nada, necesita controlar otros planos, para sentirse bien consigo mismo. Lasor quiere reclamar, interrumpió el diablo. El diablo dijo estamos hechos a su imagen y semejanza.
Mira Andrés, no voy hacerte daño, te definiré todo, en una acción, piensa en un salón de clases de un profesor, da una nota, tú crees que es tu amigo de crea un vínculo, hace un chiste pero ojo lo único que importa son las calificaciones, él pide lo que quiere en los ensayos, puede pedirte una maqueta, un estadio, una revista o un periódico.
Está bien, todos aceptan la condición, y un día aquel profesor, con impunidad decide que todos les den en físico exámenes y prácticas. Él no anotó las calificaciones, las pide de nuevo, a saber dónde están y tú no las encuentras, y te pone un cero, en cada nota perjudicándote en el resultado final. Es así que los dioses humanos, y en tu caso una élite acaparadora es caprichosa, y los han vendido a todos ustedes.
Aquel marciano negro volteó la cabeza, Andrés muchacho, tú no quieres hacer esto, no está hecho para ti, la vida está en aguantar. Cuánto has aguantado tu Andrés. Sin hacer nada, ni haber violado sus normas, estás en el infierno, podría torturarte ahora mismo, hacer pagar tu alma 1000 años quemándose en las profundidades, quizás los contantes ecos te volverían loco en tan solo un día.
Con el pasar de los segundos, existía el tiempo en ese plano, en la cabeza de Andrés daba vueltas una cosa, el hombre estará encadenado, se convertirá en un esclavo inconsciente, sobreabundado ahora hasta la cabeza.
Es el fin de un orden, para dar inicio a otras nuevas, primero la cabeza, es decir la mente del hombre, luego comercializaremos, brazos, dedos, piernas, orejas, sistemas de riego al corazón, pero que mierda dijo Andrés.
El hombre busca esto, ellos, toda esa masa pide estar identificada con algo, le gusta la novedad, el plan se viene llevando, en poco todos pensarán que como es que fue posible que vivieran sin eso antes, por su tremenda practicidad. Será necesario hasta para conducir una moto.
Andrés dijo, pero que será con la libertad del hombre, este mismo se vio obligado a tener que crear eso que los destruirá, dijo el ovni negro.
La élite lo quiere así, acotó. La invención de las computadora, que mejor idea pensaras, toda la información del planeta se encuentra acá, el ovni hizo aparecer unas imágenes holográficas de una computadora, era su proceso como esta había evolucionado con los años.
Luego se mostraban imágenes de todo el proceso industria humana, ya me harté de esta clase de historia, acaso no lo vez, claro que sí respondió Andrés. Entiendo tu conjetura y todo a lo que quieres llegar, el hombre pasará a evolucionar junto con las máquinas, se acabará toda la humanidad, en los próximos años. Y seremos seres autómatas programados solo para desempeñar una única función. Solo por un tiempo de vida.
Acaso no amaremos, ni sentiremos, pues no, por el contrario, estarán todos comunicados, podrán llevarse con la persona que quieran tan solo deseándolo, cada uno tendrá un código que será pasado constantemente pasado por los escáneres.
Eso es la evolución, dijo el marciano negro, al fin se verá cumplido. Lasor recuperará su planeta, de esos sucios Fratos.
Ahora lárgate de aquí desde mañana empezará la revolución, imperceptible notarlo para los tontos y necios. Como tú, la vida en tu mundo tal como lo conoces cambiará.
Dónde está, ese componente que nace aquí, en Bravo, ese que crea las almas. Quién te ha hablado de eso bueno da igual dijo la representación del diablo, no hay forma de que te deje pasar por aquí.
Tú cuerpo está muriendo no ha comido ni bebido en días cierto. Más o menos 7 días, dijo Andrés, que no tenía ni más mínima idea de cuánto tiempo había pasado.
Morirás de inhibición, claro que no resistiré y llegaré allá, donde se crean las almas, bueno si es lo que quieres no gastaré más mis energías, pasa sí quieres no tiene sentido, tú aquí vienes por el aprendizaje de vida, pero antes señaló el ovni negro con su singular dedo, dijo seguro que te topaste con un fruto, desciende y cómelo, es un fruto que únicamente se encuentra en el inframundo y te ayudará, su jugo te hará bien.
A que me ayudará preguntó Andrés, a lo que quieras contestó, tú hazme caso, le dijo el marciano negro que le dio una palmada y le dijo debo irme, antes cogió una repulsiva forma muy roja e imponente, me voy le guiñó el ojo y se fue.
Andrés le hizo caso, bajo a las orillas, tan solo pensar en un poco de comida, fue tras aquel fruto, pero si era un asco, recordaba en el camino llegó y sacó uno de esos frutos. Mentalizado que el sabor era horrible, pero cuando llegó y lo mordió, su sabor era sublime, era como si los ángeles estuviesen cantando en el cielo.
No tardo en dos bocados más comerse todo el fruto. Cuando se lo terminó. Se sentía completamente diferente, fue a beber agua, y se le calmó la sed. Andrés dio media vuelta y fue en búsqueda de la materia creadora de las almas, ubicada allá en lo alto.
Andrés fue delante. Y notó que llegaba aún pueblo que estaba habitado por una extraña gente, constantemente se les caían las partes cuerpo, siempre se los iban acomodando, no se extrañaron en ver a Andrés. Cada aspecto de estos era una abominación, como si de una creación de Víctor Frankenstein.
Todos sabían que Andrés estaba de paso, aquel fruto pasado un rato hizo mucho efecto. Andrés fue a sentarse a un parque no se sentía muy bien. Ya ahí no podía notar lo que al frente veía, ya no era esa horrible gente que se acumulaba realizando quién sabe que función ahí, eran espantosos. Aquellas eran almas perdidas se habían apoderado de cuerpos muertos e intentaban parecerse físicamente a los humanos, aunque su aspecto fuese repugnante.
Andrés comenzó a notar líneas de todas las formas, mucha variedad de figuras geométricas, de todas las formas, entre ellas reconoció un dodecaedro. Luego aquellos se convirtieron en trazos y estos en muchos colores, luego rayas con señales en todas las direcciones pero que pasa aquí, que pasa, siento mucho dolor en mi cabeza, mientras aparecían puntitos amarillos acercándose a él, lego cambiaban. Andrés decidió no enloquecer y descubrir ese lado o esa parte cerebral que él jamás utilizo.
Podía transformarse en cualquier cosa notó nuevas habilidades había ganado, hay cosas que son invisibles, pero esta prueba, estaba consiguiendo muchos puntos a favor para Andrés que conseguía su objetivo, que cambie su forma de ser.
Se dio cuenta que podía ver las cosas bajo niveles subatómicos, una molécula de polvo, una partícula de la basura dejada de un borrador era nuevo para Andrés que se sorprendía aún más de la facilidad con la que dominaba esa habilidad.
Salió de aquel viaje, bueno pues nada pensó, Andrés, la vida continua. Es y me siento sensacional de tener estás nuevas habilidades. Es quizás la más prolífica que puedo llegar a tener. Pensó Andrés.
Cuando se levantó se vio rodeado de aquellos sujetos con cuerpos muertos como fachada de un alma perdida y dominada por tendencias de la mayoría de las almas. Eso pensó, que importaba, el olor a muerte y pestilencia hizo que Andrés se levantará. Y decidiera marcharse, dándoles la espalda a aquellos individuos.
Andrés siguió su camino, y salió de aquel extraño pueblito en dirección para llegar a su objetivo. Ya muy cerca de llegar estaba, cuando escuchaba un extraño sonido, era como el sonido de una máquina.
Vio un mensaje de llegar, uno peculiar, estaba colgado en un marco de piedra. “Os invoco a llevar por buen sendero, todas estas, buena vida”.
Andrés siguió su camino y vio como delante de él, había muchos hoyos en el suelo, apreció que salía un humo blanco, que tenía la forma de una burbuja y que rápidamente, ascendía por un orificio que pareciese que hubiesen hecho esto para que suban todas las almas, pensó Andrés.
Andrés asombrado por todo, notó que aquel lugar era denominado como el ascenso. Estaba escrito al final de la tablilla.
Solo comprobó, vio por dentro el lugar toco todos los huecos, y vio que las almas salían de manera aleatoria, aunque en general era un ignorante en el tema se sorprendió, cuando arrancó una especie de roca, la aplasto, con su mano con mucha facilidad y notó que el polvo de sus manos era especial, esto seguro tiene algún componente curativo, pensó.
Se lo rozo por las heridas y dicho, y hecho. Andrés miró claramente como sus heridas eran sanadas por aquel polvo. Hizo lo mismo desprendiendo otros pedazos, roca y haciéndola añicos se guardó un poco más de ese polvo en sus bolsillos.
Andrés vio como un alma entraba, también a su bolsillo, no solo una, sino varias, entendió que de la misma forma que en un cuerpo puede ser recipiente de un alma y estos chips pueden serlo, pero de muchos, de qué diablos están hechas se preguntó Andrés.
Los dos jueces del infierno se aparecieron frente a Andrés. Y le contestaron carbono, y añadieron que bella es la vida, dijo el más pequeño de los ovnis negros, pero quién diría que la mayor fuente de creación de vida en tu mundo, este aquí en la Basoria.
El más alto de ambos sugirió una cosa, Andrés es momento que tú te vayas a las antípodas de esto, a tu mundo, buena suerte elegido.
Andrés notó como subía, era la misma sensación como si bajase de una montaña rosa. Paradojas de la vida. Se levantó como a las 3:30 am de la madrugada. Ahora su cuerpo era muy diferente, tenía la sensación de poder hacer cualquier cosa. Encendió la luz con la mente, si bien no podía volar, ni la habilidad de la súper fuerza. Tenía muchas brillantes ideas en mente. Aunque, cuando se levantó se le cayeron los pantalones.
Se dio cuenta que había quedado dormido en un retrete. Andrés no recordaba la manera en que llego ahí.
Andrés salió del baño de la estación central, y todas las luces estaban apagadas. Encontró un lugar donde no había una de esas puertas resbaladizas y electrónicas que se abren automáticamente cuando pasa un metropolitano. Había un letrero ahí que anunciaba “puerta en reparación”. Andrés aprovecho bajo ese alto escalón sin ninguna dificultad.
Camino por la ruta del metro, salió caminando hasta la avenida España, por aquel camino. Muy cerca a las 4:00 am, como pasa el tiempo pensó Andrés que notó el día estaba pesado, subió a un bus que pasaba por ahí que lo dejaba en la puerta de su casa. Ya en marcha notó que el bus iba atiborrado de personas.
En el bus gran parte de los pasajeros llevaban muchas cosas. Andrés notó que la mayoría eran ambulantes de la madrugadas todas esas cosas eran ollas entre una y otras cosas. Una mujer totalmente ebria y con recién nacido en sus polleras, solo dio cincuenta céntimos, provocando que el cobrador quiera bajarla de cualquier forma. Tocándola e inclusive empujándola para que se baje del bus. Andrés pago por ella, ante la atenta mirada de todos, nadie hizo nada, como que si al resto estuviese de acuerdo a que la bajen a patadas del transporte, sin importar el frío de la madrugada para el bebé.
Andrés escucho muchos lagos por parte de la beoda mujer, su aliento la delataba él solo dijo acomode a su bebe creo que está incomodo en aquella posición, la mujer lo hizo provocando que el menor se levante, y haga mucha bulla. Al cabo de un momento tanto bebe como madre quedaron profundamente dormidos.
Andrés sin sueño, comenzó a oír en la radio que 200 personas en la selva habían fallecido, no estaban muy claras las causas, aunque se oía de un mosquito peor que el zica que solo una simple picadura provocaba la muerte.
SOLO QUIERO CUMPLIR UN SUEÑO.
Ya por la tarde, Andrés notó, muchos anuncios en la calle, sobre una nueva medida que había tomado el estado, luego casi todos los medios comenzaron a rebotar el caso de la noticia todo el día, ya en la noche, el presidente de la nación hizo una invocación, pues como el mismo confirmará, habían fallecido cuatro mil personas más en Lima a causa del virus.
Por lo que el estado tomó una medida de emergencia, y era la de implantar chips en la cabeza de todos, para tener monitoreado a todos aquellos que posiblemente tenga un virus. El presidente explicó como estas se llevarían, y como se les instalarían, mediante un aparato parecido a una jeringa que inyectaban en el occipital el chip a las personas.
Fue un baldazo de agua fría para Andrés, como se iban dando las cosas, con que así es como piensan, el primer lugar en el mundo, donde se implantará el nuevo orden mundial, era el Perú. Tomando como conejillos de indias a todos los peruanos. Andrés intentaba pensar alguna solución, ya que los hechos se iban desarrollando muy rápido.
En todos los distritos de Lima desde los más populares hasta los más tradicionales. Andrés vio sentado en su escritorio, a través de sus pensamientos todo lo que sucedía, como también comprobó que había lugares de acopio entre 3 a 4 según el tamaño del distrito y también la densidad de su población.
Todo el mundo preso de miedo, se dirigía a estos lugares sin mantener ninguna resistencia. Todos veían la medida necesaria, como disparaban los resultados de algunas encuestadoras. Andrés notó como en pocos días ya llevaba todo el mundo está en la cabeza. Y aprovechaban todas las virtudes, la gran red social estaba ahora en todos que compartían casi todo lo que observaban, Andrés pensó, ahora el ojo que todo lo ve eran las propias personas. Casi todos los países del mundo felicitan al Perú por haber tomado esa medida.
La familia de Andrés, también llevaba el chip, acudieron al llamado. Por la noche, unos policías se acercaron al departamento de Andrés, entraron desde ya de malas maneras, el portero les abrió la puerta y estos no dieron razón alguna, a este y solo pasaron. Llegaron por las escaleras hasta su piso, tocaron la puerta de muy mala manera.
Su madre contestó aquel llamado, y dijo quién es, pero abrió, ambos empujaron a ella y entraron a la habitación de Andrés que dormía.
Lo levantaron de una fuerte bofetada, uno de ellos. Andrés fue cogido por ambos brazos, las caras de ambos oficiales eran reconocidas por él, se trataba de los dos policías extorsionadores de un tiempo atrás.
Andrés fue electrocutado por ambos, de forma que este quedó desmayado, fue llevado a la comisaria de su distrito por desacato a la autoridad, al menos eso dijeron estos a su familia, mientras se lo llevaban detenido.
Andrés no espero esa medida. Ni bien llego a la comisaria, algo particular reconocía de todo. Los policías comenzaron a patearlo y a tomar su verdadera forma reptiliana. Tenemos órdenes de insertarte el chip elegido. Al lugar llego Nataniel, y les dijo junto a dos tremendos gigantones, ambos hombres reptil sentaron a Andrés en la meza para aquella chica. Mira Andrés te he observado, y tu comportamiento no va de acorde con el plan.
Uno de los hombres con los que venía aquella mujer, le entrego una hoja a Andrés, se trataba de un contrato, en él que Andrés por voluntad propia se dejaba implantar el chip en la cabeza, y que pasa sino acepto, pues nos obligarás a tomar mayores castigos contigo.
No te temo, ustedes lo que buscan, es dominar s toda la especie humana, contestó Andrés, son unos traidores humanos conspirando, contra otros humanos. No soy como ese sucio rebaño, contestó la mujer. Andrés habló claro, alguna habilidad especial tienes, admítelo, pues sí ella contestó, y delante de todos sacó una hoja arrugada y vieja, pegada con cinta adhesiva para que no se desprendiera.
Mira Andrés, con este papel puedo ver los anhelos de todos, el papel solo me proyecta a mí lo que cada uno quiere. Y tú quieres reconocimiento lo sé, sé que tienes la pequeña esfera que al igual que mi papel, tiene una habilidad singular.
Únete a nosotros contigo de nuestra parte llevaremos a cabo el plan final por todo el mundo, sabes que no puedes luchar esta guerra solo son todo mentiras y disparates, explícame cómo puede ser bueno que a todas las personas les pongan eso, serán como un perro con collar.
Bueno Andrés, escoge, firmas el papel, dijo la chica. Andrés acepto coger el bolígrafo de uno de los matones de la mujer. Y luego leyó las condiciones del contrato que estaba puesto en la meza. Aquella mujer, dijo que bueno que antes en razón Andrés y estés del bando correcto.
Andrés rayó toda la hoja ante la atenta mirada de todos, hizo bola el papel y la tiro de manera muy graciosa a aquella mujer en el rostro. La mujer en reacción le soltó un tremendo puñetazo y Andrés río como maniático, para dijo ella, no hagas esto más difícil.
Pero él siguió, como si le hubiesen contado un gran chiste, se reía en tono burlesco. La mujer puso la palma de su mano frente a él y lo teletransportó aún lugar con luces blancas, entre cortinas rojas, Andrés entró y vio una fila delante de él, de alrededor de unas siete personas, algunos con uniformes de algún alto grado militar, otros jóvenes con atuendos corrientes.
Andrés notó que un hombre anciano, pero de buena presencia invitaba de uno a uno a entrar aún salón con gestos muy refinados. Aquel hombre vestía como masón, llevaba medallas aún lado de su chaqueta, un gorro rojo de una forma peculiar, un traje a medida y un pañuelo encima del pantalón con el símbolo de un ojo.
Andrés cuyas habilidades estaban bloqueadas, no se le ocurría ninguna manera de escapar. Cuando fue su turno, entró y vio que aquella mujer, le quitó su canica. Andrés dijo no puede ser, ya la recuerdo es Nataniel, que le ha pasado, la recordó de una de sus visualizaciones. Ella se acercaba a él, esto nos pertenece ahora, dijo la chica.
Andrés fue enviado a una jaula, pero antes volvió hacer electrocutado, con unas pinzas presionando sus tetillas y con una batería comenzaron a lanzarle fuertes descargas, a él y a todos sus acompañantes. Ya convaleciente notó que él y todos los prisioneros fueron puestos en estas, y eran colocados por diferentes lugares, en lo que parecía ser una gran fiesta.
Notó que todas las personas asistentes llevaban máscaras en el rostro y extrañas túnicas rojas. Todos los prisioneros eran exhibidos como una atracción, se escuchaba de fondo la canción “despacito”. Y todos bailaban Andrés, mirando un poco más el panorama, encontró que había en medio de todo, un círculo y ahí un cuerpo muy pequeño con lo que parecía ser un bebé, al que abrieron la barriga y el cuerpo estaba carbonizado.
Andrés lloró, hijos de puta seguro han sacrificado a este bebé para algún ritual. Esta gente siente total decidía por los demás.
Pasados unos cuántos minutos, Nataniel hizo una llamada de atención, tocando con una cucharita su copa. Era ella lideresa de todo se preguntaba Andrés. Comenzó a lanzar un discurso. “Aquí reunidas se encuentran las personas más valiosas del planeta, queremos que el nuevo orden se establezca, pero vemos que terroristas, como los aquí presentes, paguen con sus vidas, y así se permita establecer nuestro divino orden.
Sus cabezas serán la ofrenda, mientras alguien del público gritó sacrifíquenlos, todo el mundo estaba de acuerdo, y todos comenzaron a emitir un extraño susurro. La mujer continuo “por nuestra sobrevivencia y por la eternidad”.
Aquellas personas quitaron cuatro prisioneros de sus jaulas, a todos ellos, les pusieron unas vendas en los ojos los pararon en una especie de estrado. Y la mujer dijo que clase de castigo le damos a estos terroristas la muerte contestó uno de los asistentes.
Eso quieren dijo la mujer, sí queremos eso gritaba de manera muy efervescente todo mundo. Los dos guardaespaldas de ella se aparecieron, y ella pidió cuatro voluntarios del público se acerquen a la especie de tarima montada.
Todo el mundo alzo la mano, y ella escogió a los cuatro, sus grandulones dieron una pistola a casa uno, como si de un concurso de televisión se tratara. Todos en gran corro contaron uno, dos y tres, y apretaron del gatillo, la sangre de esparció entre los asistentes.
Andrés con mucho dolor era testigo de todo, saquen a los otros tres pedía todo el mundo. Mientras la mujer decía en voz alta una especie de oración “Que, con este sacrificio, ayúdanos a erradicar a todos los que vagan en tu contra”, estaba con los ojos blancos en una especie de shock.
Sacaron a los otros 3 prisioneros, aduras penas Andrés se mantenía de pie a causa, de todos los golpes y descargas eléctricas recibidas.
La mujer mando a apagar las luces, y en contra se encendieron todas las velas. En aquel recinto lleno de cosas con mucha simbología masónica.
Dos voluntarios se ofrecieron a cargar a Andrés para llevarlo delante de todos. Los otros dos fueron caminando al estado.
Pusieron a los tres delante, aunque Andrés estaba tendido en el suelo. La mujer pidió a Andrés que se levante. Él no podía, y dijo por última vez levántate, no hubo forma, así que pidió que suban tres y lo castiguen a patadas.
Eso hicieron uno lo cogió del cabello, como balón de fútbol americano, mientras que otro pateó su rostro, desfigurándoselo un poco. Inconsciente era constantemente pateado por todo el cuerpo, a tal punto que vomitó sangre. Nadie tenía la más mínima piedad por él.
Uno de los cinco agresores, lo cogió de su cabello, y pidió a los demás que no interfiriesen. Alguien de los espectadores lanzó una manopla, este sujeto se la colocó y le dio como veinte golpes en el rostro a Andrés, desfigurándole totalmente el rostro, con tremendas heridas abiertas. Me das lástima terrorista, le dijo el sujeto, que término orinándole en el rostro ante la atenta, y morbosa mirada de todos lanzándole un escupitajo cuando se marchó.
Andrés que al menos respiraba había recibido la mayor paliza de su vida. Es hora del final lanzó la mujer como anfitriona. Mientras todo el mundo respaldaba con arengas y silbidos al sujeto, que bajaba del escenario como un héroe por tremendo show de violencia. Los otros dos sujetos lloraban al ver el estado en el que estaba caído Andrés, estos resguardados por ambos matones.
La mujer ordenó a su guardaespaldas, en vendar a los tres. Y mencionó, es hora de ponerle fin y acabar con estos terroristas cuánto antes. Además, ella propuso ya que no aceptan el chip pienso que hay que ponérselos en la cabeza a la fuerza. Sus ayudantes dieron cuatro cuchillos a los voluntarios que quedaban.
Ordenaron que el primero fuese un sujeto con traje de militar, era alto y corpulento, y obligado por aquella mujer, se puso de rodillas. Dos hombres tras él empezaron a clavar las filosas puntas en diferentes partes de su cráneo, los gemidos del desdichado hombre eran terribles, pero todo, al fin de cuentas, un manjar para los espectadores.
Andrés aún lado pudo ver que con el único ojo disponible que tenía, apenas lo notó por el fuerte hinchazón en su rostro. Era una vorágine de violencia, esta gente ha caído totalmente en el estoicismo. El hombre cayó mientras uno de los sujetos que lo torturaba, le puso un chip de esos en el enorme agujero que hizo, mientras el otro hizo lo mismo. Grande chicos dijo la mujer.
SIEMPRE SUPE QUE ERA POSIBLE
El siguiente individuo en enfrentar al resto de lunáticos, ya estaba resignada, pero a diferencia de todos, este tenía una peculiaridad, con una expresión fría en el rostro, parecía que aquel no temía a la muerte.
Andrés quería hacer algo por aquel muchacho que tenía una apariencia de uno de 17 años, cuánta vida por delante se iba directo al traste. solo porque así lo quería esa malvada mujer, dispuesta a lo que sea por ver cumplido su sueño, el de controlar a toda la población del mundo.
Andrés tampoco temía la muerte, soy el elegido pensó, debo ayudarlo, pobre chico, él es como yo. Así que intentó desdoblarse, su conciencia y mente golpeada no contestaba, no podía hablar, pero recordó a la gran mente subconsciente y dijo gordito, bebé, muñeco, por favor ayúdalo.
Andrés volvió a intentar desdoblarse, y lo hizo, entró al plano astral, pero era diferente no había sido gracias al poder de la canica, no la tenía, fue por su voluntad. Aquel plano era diferente, observaba todo lo que delante de él se desencadenaba. Notó que aquel enano era devorado por los dos policías reptilianos. Acaso crees que somos idiotas contestaron estos.
Como es posible pensó Andrés, todos los aquí presentes pueden desdoblarse como tú “elegido”. Sabíamos que intentarías alguna medida desesperada, por eso Nataniel nos encomendó que siguiéramos de cerca tus actos. Ambos reptiles sellaron su alma a su cuerpo, negándole definitivamente cualquier posibilidad de escapatoria.
Andrés solo atestiguó otro brutal desenlace.
La mujer mandó a recoger el cuerpo de Andrés. Y lo llevaron, al medio del estrado. Este chico es especial gritaba a todo el mundo la mujer, es el elegido, y merece por tanto un trato especial, no lo creen pregunto ella al público.
Así que mandó a que quiten el cuerpo de aquel bebé, en aquel círculo, tenía pensado hacer un sacrificio humano con Andrés. Nuestros dioses estarán muy satisfechos con el sacrificio del elegido, mencionó la mujer.
Andrés era arrastrado de los brazos por los guardaespaldas de la mujer. Fue llevado allí, la mujer ordenó que todos se pararán alrededor de Andrés. Con que tú eres el elegido hijo de puta, solo veo en ti aún hombre que pronto morirá.
Beberé tu sangre, decía la mujer y pidió que le trajesen unos elementos para llevar acertadamente el plan, alguien trajo en un carrito con muchas cosas quirúrgicas, quería abrirlo en dos. Te mataré le dijo poniéndole sus manos en su rostro y presionándolo, Andrés solo tenía pequeños movimientos como tics nerviosos.
Beberé tu sangre decía la mujer, todos los aquí presentes la beberán, y que tengan bien claro. El plan que vino hacer este sujeto aquí es una intromisión. Nosotros fuimos los primeros en reclamar este planeta y esto es lo que nos corresponde. Aquí no queremos desertores, la mujer alzaba la cabeza de Andrés, ella sabía que fuera de las 4 paredes, una fuerza parecida a la de ella observaba todo lo que pasaba.
La mujer dio la puñalada a Andrés, y gritaba como loca, porque no vienen por su elegido. Siguió dándole más puñaladas. Andrés se desangraba a cántaros.
Andrés con la conciencia pérdida, se levantó. Su cuerpo ya no emanaba rastro de sangre alguno, en vez de eso, de los huecos producidos por las puñaladas. Salían luces por todos lados que deslumbraron a todo los grupos de psicópatas que los observaban.
Andrés se levantó, Nataniel, que no entendía nada, miro de reojo a todo el mundo, todos estaban aterrados por la luz, que se iba intensificado. El flotó por los aires alzó las manos y paralizó a todos los cobardes asistentes. Los demonios que poseían aquellos cuerpos humanos se desprendían de estos. Los yugos de sus pares humanos aterrados morían al presenciar tremenda irradiación de luz.
La mujer dijo crees que ha terminado llevamos planificando esto cientos de años, y sé que, aunque acabes conmigo, alguien más cumplirá mis cometidos. Andrés no escuchaba nada lo que ella decía. Tal vez furioso por todo lo que ella le había causado, fue hacia la mujer y la tomó del cuello. Tú.
Matas a diestra y siniestra, casi siempre te has salido con la tuya, sé que ustedes maníacos reescriben la historia de los textos a su conveniencia y no permiten que los humanos gocen de la humanidad, agobiándolos y estresándolos. No dejan que el ciclo natural de marcha. Quiero una época de plenitud, sin pagos, sin maldad, sin hambre, ni desgracias. Que producen unos falsos que nos condenan con sus caprichos que no tienen respeto alguno por la vida.
Maldito demonio, sé que tienes como prisionera a esta chica, seguro la atrapaste muy fácil, le contaste un cuento y ella se lo tragó, le enseñaste tus trucos y malas artes, y la atrapaste a tu red.
Eres tan idiota contestó la mujer, sigues sin entender nada, esta humanidad hedonista, ingrata y avariciosa, se lo tiene todo bien merecido. Te confesaré algo, tú sabes a quiénes envidian todos los seres de todas las galaxias, acaso lo sabes. Es a ustedes humanos pese a todo cada uno de los terrestres es un dios, debe enfrentarse a la vida, como la vez tú, y todos luchan por causas justas o injustas, las experiencias los transforman. Los hacen ascender, cada multiverso o plano diferente los necesita.
Te seré franco Andrés, hay lugares que inconscientemente se crean con pensamientos e imaginación de humanos. Yo detesto a los humanos, yo vago sin ninguna razón. También fui humano y me morí.
Pero di una razón a mi existencia, igual que ustedes busqué y busqué, y con todo lo que me enseño mi etapa como humano, solo aprendí a odiarlos, es que no importa nada sí es que no le das un motivo a tu existencia. Busco el caos, olvídate de lo malo que suene. Yo quiero evitar más vida, porque a la hora que la das también la quitas, todo muere, por ello solo busco que otros más entiendan, que todo es una mentira. No hay amor, todo se marchita con el tiempo, hay muerte, estás condenado a seguir una lucha que no te concierne a ti.
Igual el plan ya está en marcha, agonizas, no sabes lo que vendrá dijo Andrés. No puedes acabar conmigo, estoy en todas partes, controlo cada aspecto de tu vida. Es jodida, y a veces no vemos todo, eso lo sé contestó un confiado Andrés.
Acaso no soñabas con realizarte, cumpliendo el sueño de otros, que tu familia estuviese orgullosa de ti. Una carrera acabada, y muchos otros conflictos internos superados.
Andrés prestaba mucha atención todo lo que hablaba hasta que dijo, cuánto tiempo más vas a hablarme de mí, no sé, pero a veces pienso que le jode a todo el mundo que me haya quedado un poco atrás, tus conflictos internos destruyen tu mundo, dijo el demonio. Mis conflictos no son de incumbencia de nadie.
La mujer pensó, gran idiota y brilló más que a tal punto que su luminosidad cegaba a Andrés.
Tú no te mereces nada maldito demonio, y Andrés dio una vuelta, toda la oscuridad se juntó al punto de parecer una especie de masa negra. Quizás fue un atropelló al equilibrio divino todas las sombras fueron tras la mujer, succionando toda su energía. Veía frente suyo como toda la realidad se partía frente a sus ojos en pedazos, se detuvo por alguna razón en la cima del centro cívico, la ciudad iba desapareciendo, todo se hacía más viejo, todas las formas cambiaban imágenes aceleradas, iban hacia atrás retrocediendo la existencia de todo, átomos. Moléculas sub atómicas, todo se hacía muy pequeño frente a él.
Andrés dejó de utilizar aquella habilidad que tanto lo desgastaba, es justo lo que quería, acabar con toda está mierda, quería descansar estaba muy agotado, pero para que regresar ahora el mundo es prisionero, la resistencia es pequeña o lo mejor no existe alguna. Nosotros podemos pensar por nosotros mismos, porque no llevar a cabo una época de profunda plenitud, donde podamos dormir tranquilos y al día siguiente mirar a todas las personas a los ojos. Me gustaría desapegar al mundo, pero si la cabeza quiere estar confundida, creo que tenemos que eliminar los distractores.
No creo poder aguantar más imposiciones implícitas. Andrés tenía que detener todo era consciente que necesitaba despertar a más a alzarse a las calles, y demostrar a todo el mundo en que consiste “todo”.
Alguna manera de poder detener, todo. Cuando regreso a su casa, las cosas no mejoraron. Cientos de carros estacionados en medio de la pista, la ciudad parecía vacía. Ni siquiera el chip pudo detener toda aquella catástrofe.
Pensó Andrés, seguro se trata de un maldito virus y ha aniquilado a todas las personas. No Andrés, de esta crisis nosotros airosos. Se apareció un hombre de aspecto anglosajón, que, a simple vista, tenía algo diferente. ¿Quién eres tú?, dijo Andrés, tu mundo está en peligro dijo aquel sujeto.
Como veras, aquí no hay nada perdido, siempre y cuando ustedes estén dispuestos a pelear. Y creer que se puede. No pertenezco a este universo, pero tú corres mucho peligro, todos la corren. Las personas ya han comenzado a darse cuenta de todo aquel fraude.
Nos encontramos en el plano espejo, es muy parecido a tu realidad, pero aquí no se afecta en nada el régimen cotidiano, de ustedes humanos. Existe un tratado intergaláctico en el cual la tierra ya debe formar parte, ya cumple todos los requisitos. Cada cierto tiempo evaluamos el transcurso de las cosas, e investigamos el surgimiento consciente para que pase a nuestra enorme alineación.
Nuestras especies les llevan muchos años en todo tipo de desarrollo debido al prolongado lapso. Ustedes no deben ser alimento de nadie. Sus esfuerzos, ni cuerpo deben ser alterados para producir bajas vibraciones. La información de todo para unos pocos, llámese policía o lo que fuera. Son una raza mágica que sobreabunda sus entornos, un hombre despierto vale mucho, aunque su especie no sabe cuál es su verdadero norte.
Los reptiles han tomado la forma de sus líderes, son híbridos que buscan endeudarlos, entretenerlos con sus clichés. No hay muchos de tu especie con tus habilidades. Así que tú tendrás que ser el que los guíe, todo dependerá de ti.
El ser extraño menciono a Andrés, ya te enfrentaste a lo peor, que más puedes pedir, sé que tu querías experiencias así y te demostraste a ti mismo que eres diferente, no lo sientes así. No creo que sea buena idea, no tengo la menor idea de como llego a pasar todo esto. No es bueno que vuelva a mi realidad. Eso es verdad, dijo aquel ser.
Solo no temas y recuerda que nada es lo que parece, busca la revolución, para ello explórate a ti mismo, yo no debo actuar, no debo hacerlo, Lasor, los jueces, ninguna criatura ni nadie podrá dañarte, ni cambiar el rumbo que tan bien ganado tienen los terrestres.
Se merecen ascender, ustedes pasivos humanos a veces no viven los días como si fuesen los últimos. Ya han pasado por mucho, y como tu mismo puedes comprobar en carne propia, no es justo que nadie sufra ni tenga pena, ni se coma la cabeza tanto como tú. Quién eres dijo Andrés. Pues nadie, soy lo que tu quieres que sea. Ya estoy un poco arto de todo, pues lo tendrás que solucionar, yo les concedo a ustedes humanos la plenitud. Todos los terrestres son bienvenidos, claro, antes deberán desarrollar la plena consciencia como tú, solo así, ellos se tendrán que ganar la llave para desencadenarse.
Son parte de la gran creación nadie quiere acabarlos, salvo esa peste que los tiene encadenados.
Y Andrés abrió los ojos, fue a un establecimiento, pero recordó que sería inútil, solo llamaría la atención de los demás, se dio prisa, se sentía como un inmigrante indocumentado en un país desarrollado.
Andrés solo al ver una patrulla policial, sentía pánico. Fue a casa, y solo estaba su madre, que le abrió la puerta, y ella le pregunto quién eres, el la miro a los ojos para comprobar si se trataba de una mala broma, joven a quien busca, le volvió preguntar a Andrés, no lo siento creo que me equivoque de piso y se marchó.
Esto estaba muy mal ahora su familia no lo recordaba.
SEGUNDA PARTE
GRANDEZA
Sabía que era cuestión de tiempo para que lo encontrasen, fue sin rumbo andando, y noto que había una nueva tendencia en la gente. Comenzó a tener mucho dolor en el entrecejo se lo toco y la esfera se desprendía y caía al suelo Andrés la recogió y desapareció. Cuando tomo consciencia visualizo algo nuevo, el contraste era tremendo, quizás una enseñanza nueva, pensó. Vio el comportamiento de la gente. Ahora estaban sentados por largas horas, era muy raro, todos en unas cabinas con un asiento y un cable, con un aire a los teléfonos públicos de los noventa. Se conectaban a la gran red y dentro, sus participantes estaban en todas partes. Al fin la gran red era única. Había un juego muy entretenido, que simulaba una maravillosa vida, en la que podías inclusive ganar dinero, era muy real todo, recibiendo premios como viajes al caribe, y mientras mayor es tu ascenso. Gran parte de la población trabajaba para aquel juego de alguna manera.
Esto es ridículo pensó, con la reducción poblacional a causa de la pandemia, ahora el control es mayor y casi infranqueable. La única manera será combatirlo desde dentro y sabotearlo. Andrés muy dispuesto a entregarse a la causa por volver a su antigua vida decidió implantarse el chip, pero antes el ovni negro superior en su forma del diablo, le dijo, se apareció no hagas ese suicidio, tu mundo está atrapado en un estado modificado de conciencia, como si hubiese bebido un enteógeno.
Sus amos los reptiles explotaran cualquier forma con tal de tener más energía. Hijo solo tus acciones salvaran el mundo, yo solo soy un mensajero que tomara la forma de quien sea pero que siempre intentara calmar tus dudas.
Pues mucho no me ayudas, dijo Andrés pues te ayudare enviándote a Fratos, dijo el ovni negro, no hay tiempo que perder si es que realmente quieres ser de utilidad.
FIN
La gran caída (2017)
- Cuando un sueño se acaba.
- Momentos.
- Realmente quien soy.
- Viaje.
- La fotografía.
- Regresa a casa pronto.
- Bravos.
- La historia de Martin Pacagnini.
- El nacimiento de una amistad.
- Una larga y cruda batalla “Rami vs Molan”.
- El infierno.
- Él come mundos.
- Inesperado.
- Que hemos hecho.
- De regreso al mundo real.
- Malentendido.
- Que está pasando aquí.
- Iluminación.
- Solo quiero cumplir un sueño.
- Siempre supe que era posible.
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