Muerta en vida
Al comienzo del otoño, la alegría de mi alma se comenzó a desvanecer,
Como las hojas de los árboles, comenzaron a caer.
En el frio invierno, las flores se marchitaron,
Los árboles y los pastizales se secaron,
Y los recuerdos del pasado
En mi corazón se quedaron enterrados.
Así, las ilusiones y la esperanza
De mi se fueron alejando.
Al terminar el invierno,
Para comenzar la primavera
Ya todo era en vano,
Mi corazón, había dejado de sentir
Y mi espíritu, en la penumbra noche se había refugiado.
Ya nada tenía importancia,
Y mi vida era tan amarga.
La primavera, se reflejaba en la sonrisa de los niños
Los pájaros cantaban y el sol brillaba,
Pero mi vida se había oscurecido
Y mi alma, entre los muertos se había perdido.
Ya nada importaba, nada tenía valor
Yo, ya no sonreía, solo me entristecía
Al ver mi vida tan vacía.
Y al llegar de nuevo el otoño,
Me encontraba muerta en vida.
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