
Camino brevemente sobre las aguas,
sobre las aguas,
las aguas …
sobre ellas mismas.
Las aguas son más azules y más infinitas hoy.
Se alzan y también yo con ellas … con ellas …
Confío que puedes hacerlo.
He podido hacerlo … he podido …
Recuerdo estas dos últimas palabras.
Mientras todos se marchan,
me quedo flotando sobre las aguas …
sobre las aguas … las aguas más azules,
casi infinitas …,
se alzan y con ellas yo otra vez.
Incrédulo pienso que puedo hacerlo.
Me gustan esas dos últimas palabras,
se quedan flotando.
Sobre el verso, flotando, ingrávidas,
esas dos últimas palabras,
sobre el verso … sobre el verso mío.
Como si volaran de mis manos aún poemas.
Regreso, mojado y frío.
Camino sobre la arena desgranada,
bajo mis pies comunes,
que añoran sus huellas,
sí sus huellas, sus huellas … ,
las antiguas, las lejanas, las serenas,
las que se hundían detrás de ti, las valientes, las venideras.
De lejos aguas y arenas se juntan,
me observan.
Parecen decir:
El agua no guarda huellas y la arena,
a veces … y apenas … apenas … apenas …
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