A menudo nos bombardean con frases sobre que «cuidemos a quien nos ama», «no perdamos a las personas que dan todo por nosotros» o similares. Claramente soy partidaria de cuidar a las buenas personas porque, lamentablemente hoy, escasean.
Lo que nadie nos plantea es que está bien también no sentir lo mismo, no amar de la misma forma. Se estigmatiza mucho el hecho de «abandonar» a las personas que nos aman sinceramente. (Me refiero a parejas o personas con las cuales intentamos relacionarnos en ese aspecto)
Tenemos que tener en cuenta que el amor no es cuestión de elecciones. A veces, simplemente no podemos sentir eso que el otro siente por nosotros y no es por maldad o porque somos viles, simplemente hablamos de sentimientos. Así como no podemos decidir dejar de amar de un día para el otro a alguien, tampoco podemos escoger enamorarnos de los que no aman. Siempre se trató y se tratará de COINCIDIR.
Con el tiempo empecé a dejar de culpabilizar a quienes no se quedaban en mi vida, o buscaban su felicidad con otras personas que no eran yo. A medida que fui creciendo entendí que ellos también me salvaron de ellos. Me salvaron de estar con alguien que estaba «esforzándose por intentar amarme» pero que no podían hacerlo. No se trata de no reconocer que el otro es una persona genial que se merecería lo mejor del mundo, simplemente se trata de que a veces no estamos destinados a ser con cierta gente. Ni ellos ni vos son malos. Son simplemente personas que se toparon en la vida en algún momento, lo intentaron y no funcionó.
Es mucho más decente una persona que respeta nuestro tiempo y el suyo. Quien nos dice las cosas de frente y sabe darse cuenta a tiempo que simplemente no lo está sintiendo, que te deja libre para que puedas encontrar a quien te corresponda, así como también se permite a sí misma encontrar a otro con quien pueda estar a la misma sintonía.
Es mucho más sano romper lazos que no llegan a ningún lugar que seguir ahí simplemente por miedo a «lastimar» a los demás con nuestras decisiones.
Yo siempre dije que me encantaría tener ese poder de evitar el dolor a las personas que quiero por cosas que no están en mi poder, así como también evitarme mi propio dolor. Pero, la realidad es que el dolor forma parte de nuestro día a día. Lo necesitamos para crecer como personas y si lo usamos a nuestro favor, vamos a poder ser más sabios y personas mejores.
Las intenciones siempre son lo que importa. A veces, no podemos evitarle el dolor a quienes nos rodean. Incluso tenemos que tomar decisiones que nos duelen y que sabemos que a los involucrados también les pueden doler, pero es mejor una verdad que duele al principio que una mentira que duela por toda la vida.
Tenemos que respetar lo que sentimos. Vinimos a este mundo a ser felices y muchas veces nos va a suceder de que vamos a conocer a las mejores personas del mundo pero no nuestro corazón no va a poder elegirlos. No se trata de que no sabemos valorar lo que vale la pena, sino que lo valoramos tanto que creemos importante que sea mutuo. Nadie se merece que lo amen menos ni que el amor sea forzado. Todos sabemos que el amor fluye, que se siente en cada parte de nosotros, y que si no se siente, por más que lo intentemos, no va a aparecer de un día para el otro. El amor tiene que ser algo que nos haga bien, que nos llene el alma, no una guerra con nosotros mismos donde estemos forzando las cosas de mil y un formas para que encajen. No podemos hacer que piezas de distintos rompecabezas encajen, aunque lo intentemos.
No te sientas mal si conoces a la mejor persona del mundo y no te enamoras. No siempre el terminar una relación significa que seamos malas personas o que no sepamos ver lo valioso de los otros. Así como los otros buscan ser felices, nosotros también. Es muy sano cortar vínculos que no nos están llenando, para nosotros y para el otro. Puede que suframos, que hagamos sufrir. Pero les aseguro que en el futuro vamos a encontrar con quien el amor sea mutuo y florezca, en donde nada sea un esfuerzo indescriptible por sentir. Así como también ese otro nos va a agradecer por nuestra sinceridad, y le vamos a dar la posibilidad de encontrar con quien coincidir.
Dejemos de obligar a las personas a sentir. Hay cosas que se sienten o no. No hay más… Entendamos que AMAR no es cuestión de elegir, sólo se trata de sentir.
Lo importante es intentarlo, es ir hacia adelante por más que tengamos todo el miedo del mundo. Siempre ser sincero y respetuoso, con nosotros y con los otros.
Ojalá que algún día cada uno de nosotros se encuentre a alguien a quien amar, que lo ame en el mismo momento. Ojalá todos podamos encajar con algún otro que nos demuestre porque nunca nos funcionó con nadie más. Todos los que pasan por nuestras vidas nos enseñan algo, y permanecerán en nuestro corazón, incluso después de haberse ido. Sólo digamos «gracias» y adiós.
No siempre tenemos que buscar culpables. Hay cosas que simplemente tienen que pasarnos para aprender, lamentablemente cuando se trata de sentimientos, siempre habrá algún herido. Lo importante, como dije antes, es la intención con la que hacemos las cosas y tomamos las decisiones. Siempre que sea desde el amor y el respeto, obtendremos recompensas al final.
No se conecta con cualquiera.
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