No robes el aliento, la esperanza sembrada en el camino, no envidies la fortuna de la palabra de otro, escucha su corazón y su palmada en el alma. 

La derrota de un espíritu alcanza la gloria escondida en los callejones mas oscuros. 

Llena de dignidad tu camino llena de hierro tu fe que creer en ti mismo es creer en Dios y que jamás se vence ante todo muro de cenizas. 

 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS