Alguien
en mi pecho busca,
escarba
con su uña poderosa,
instaura
su jerarquía de musgo
y
líquidos, y jeringas invisibles,
y
sueños dislocados. Todos esos
objetos,
salen de mi mano: suspiros,
hazañas,
proezas inservibles, todos
los
suicidios del mundo. Todos los sueños,
buscan
algo en mi pecho: resultados,
temperaturas,
obligaciones, pálidos
caballos
de agua. Terminaciones
que
se ocupan de un vestigio de nervios.
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