Veía tus ojos como dos globos de cristal perfectamente teñidos de un marrón obscuro
Tocaba tu piel y sentía bajo mis dedos la textura más fina nunca antes palpada
Besaba tus labios y probaba el sabor más exquisito en el mundo
Respiraba de tu aliento y podía oxigenarme mejor que estando en un inmenso bosque
Pero olvidé ver a través de esos ojos de cristal, tus demonios
Olvidé tocar tus cicatrices y conocer tus heridas
Olvidé probar el sabor amargo de tus días malos y trastornos
Olvidé todo y no me percaté del olor de lo que dentro de ti se podría
Y fui detestable
Y no tenías la culpa
Y quisiera poder darte un abrazo
Y seguridad…
Pero es imposible que suceda en esta tierra
Me consuelo con la idea de que, algún día, aparecerás en mis sueños
Diré «perdóname» y me iré contigo
Porque este mundo sin ti, no tiene sentido.
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