Mil días

No sabemos a donde vamos, nos hacemos los ciegos, sin a vernos arriesgado. Es la ultima vez, que puedo decir que tuve algo peculiar con aquella princesa fuera de los cuentos. Andas muy lejos, que no es de mi agrado, pero respeto el lugar de tu nacimiento. En cada encuentro que teníamos no dudabas en acariciarme y en convertirme en el oro mas intenso no antes descubierto. No basto eso para herirme, fue una bala que pocos hubiesen sobrevivido con la trayectoria en la que iba, era para que fallezca. Estuve dormido por muchos meses y mi opinión no cambia, solo quisiera que te des cuenta que no fue una misión suicida la que planeaba contigo. Sino, un sueño que pensé tener con alguien especial.