Mi espíritu del infinito

Es la primera vez que amo así a una mujer y eso que siempre fui un enamoradizo. Tu mirada desde el primer instante me eclipsó y al mismo tiempo me hechizó. Antes las chicas eran sinónimo de vida, planeta tierra. En cambio tú, eres sinónimo de eternidad, galaxia. Amé limitadamente. Siempre amé hasta cierto punto, yo no buscaba que fuese así, pero es que parecía que mi capacidad no daba para más. Hoy te amo a ti y no tengo miedo al reloj, al pasar de los días, semanas y meses, te amo a ti y creo que nunca sería tarde para decírtelo ni aunque te dijese a los 80 años, porque algo me dice que somos inmortales. Podemos amarnos poco o mucho o nada acá, en este mundo, pero en el infinito tendremos la oportunidad de seguir amándonos o allá te conquistaré, te enamoraré. Antes creía que lo más hermoso que podían ver mis ojos, era la desnudez de mi mujer amada. Obviamente verte a ti, desnuda, sería todo un privilegio, pero no lo más hermoso. Lo más bello sería observar tu alma desnuda en todo su esplendor, la sensación más bella y pura que pueda existir es amarnos, alma con alma. Antes decía «quiero una chica para que sea el amor de mi vida». Hoy te amo a ti y digo «quiero que seas el espíritu de mi eternidad»…

Jonathan Reguera
Argentina