Idealismo mental.
Despiertas, vas al baño y tienes al enemigo pegado en la pared mirando, escupiendo la verdad y aunque andes de costado esa belleza no te va idealizando.
Ese salvaje espejo, rarefracciona tu cara real y no te ilusiona. Al ras queda visto, peca, arruga, ojera y granito. También esa sustancia salivosa que se coló fuera de tus labios mientras andabas soñando con tu bien amado, ese que todavía ni el número te ha dado, pero ¡Que importa! Dormir todavía es gratis, soñar no cuesta nada. En esas quimeras lo tienes idealizado como el santo sin cruz que te anda crucificando, pero dejemos lo que andas deseando y vamos continuando con este texto ¿inventado o real?
Una cara real peleando contra una cara ideal ¿Quién ganará? Siga está película psicológica mañana a las seis, a la misma hora y por el mismo canal, esta es más horrorosa que «Psicosis» pero le va a interesar porque es muy posible que en la vida al menos una vez le vaya a pasar.
Una doña preciosa; la mujer del armiño o una mujer del siglo XXI. La mujer sin armiño de Instagram o la del tutorial con ochocientos mil productos para colorear. Si se puede comparar entre óleos, acuarelas y los polvos llamativos con slogan: «si lo compra bella será y la sociedad con brazos abiertos le recibirá» ¿A quién se puede engañar?
¿Ideal? ¿Idealismo? Representación de la realidad. Si, obvio, pero ¿Existe en la actualidad la realidad? En este plano existencial, social, cultural, tradicional, emocional y cualquier palabra con terminación en «al» ¿Dónde queda la realidad? Levanto la mano y respondo; la realidad queda justo al fondo, en «al» «al carajo» o en alguna obra celebre de Quevedo (por cierto, os lo recomiendo, en especial, el ojo del culo, allí está la realidad, perdón a todos aquellos con ultra sensibilidad)
Existe una realidad paralela y lela que corre apegada a la pata de un borreguismo con mutismo abismal, ese de ver, callar y copiar.
Porque si una borrega o borrego mayor dicta en alguna red del montón lo que hay que hacer, a más de un millón los verás perecer por lo que no pueden ser y no, no es en la belleza, también lo encontrarán en el disque «amor» que profesan hoy.
Todo es un idealismo mental de ser y no ser
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