Pobre patria…Nuestros “viejos”, abuelos, bisabuelos, ascendientes en general llegaron a la Argentina cargados de sueños, ilusiones, intentando renovar sus esperanzas en esta nueva tierra. …A partir de 1860 muchas familias patricias de la Capital vieron un fenomenal negocio al remodelar sus antiguas casonas coloniales, construyendo precarias piezas de cuatro metros por costado, sin ningún otro miramiento que sacar más provecho al capital empleado. Estos cuartos, irían a alojar a la inmigración de ultramar necesitada de un lugar donde residir, dormir y pasar sus días.Los propietarios, con la fortuna que amasaron de ese modo,construyeron no menos que fabulosos caserones, esta vez sí lejos del pobrerío. Los conventillos de ese entonces fueron el habitáculo donde se hacinaban las misérrimas almas que caerían, por ser pobres, en las sucesivas epidemias de cólera, tifus, y la peor de todas: la fiebre amarilla de 1871.Desde 1870 a 1914 llegaron a la Argentina más de cuatro millones y medio de inmigrantes; principalmente italianos, españoles, franceses, polacos, alemanes, rusos y turcos.Hacia 1890 en Buenos Aires el 53 % de la población era extranjera.El 27 % vivía en las 150 mil habitaciones de los 2500 conventillos existentes en la ciudad; de ellos el 75 % de los habitantes eran extranjeros.Los Conventos, eran inquilinatos, los bautizaron como conventillos. Un diminutivo de convento, que ironizaba sobre las numerosas celdas en la que se dividía estas lucrativas construcciones.Para mediados de 1895, en Buenos Aires, ya eran 2.500 los conventillos para 150 mil inquilinos.Alrededor de 1895 la población Argentina era de 4 millones de habitantes, era tal la necesidad de albergues que existían algunos con 80 y más camas en un salón, apiladas unas con otras, como camarotes; ahí se pagaba para dormir a tanto las 6 horas. En esto lugares se llegó al extremo de disponer de una sola ducha y retrete para 60 personas. Estehabitar degradado hizo estragos en 1900 con la Peste Bubónica y en 1901 con la Viruela. Para paliar los problemas sanitarios se dictaron sucesivos ordenanzas y reglamentos Municipales, aunque los propietarios siempre se resistían a su cumplimiento.El 99% de nosotros descendemos de estos inmigrantes, eran , como yo digo, “buenos y valientes gringos pata sucias” que escapando de las guerras, enfermedades y hambrunas eligieron esta gran nación ( En esa ´época “Gran” ) para formar sus nuevos hogares, con honestidad, trabajo y esfuerzos. Acá no vinieron inmigrantes de Mónaco ni ningún Rainiero u otros príncipes….Algunos tuvieron más suertes que otros pero en Argentina de esa época no existían, a la escala que hoy vemos, acomodos, coimas, corrupción….era un país justo y equitativo. Hacia finales del siglo XIX Argentina había logrado posicionarse como uno de los países más ricos del planeta. A la hora de elegir, por aquellos años, un destino para emigrar, daba exactamente lo mismo ir a Nueva York o a Buenos Aires. Muchas familias que salían de Europa u Oriente Medio quedaron divididas entre Estados Unidos y Argentina, ya que un destino u otro se podía decidir a partir de un boleto más económico o a un horario de salida del barco. Se ubica ese proceso virtuoso entre 1880 y 1940, años en que la mayoría de inmigrantes decidieron que Argentina sería un buen lugar para vivir, con oportunidades laborales, paz, libertad religiosa y un porvenir para la familia. En 1895 Argentina tuvo el PBI per cápita más alto del mundo, pero ¿qué salió mal? A partir del 4 de junio de 1946, asume un nuevo presidente (Google les informa).Había sido admirador y amigo del asesino y megalómano Benito Mussolini y Pro Nazi, aunque cobardemente, cuando la guerra llega a su fin, Buenos Aires rompió relaciones con las potencias del Eje, el 26 de enero de 1944 y le declaró la guerra a Alemania-Japón, el 27 de marzo de 1945 (un conocido Coronel, que era Ministro de Guerra, ejecuta la orden de declarar la guerra a sus ex amigos)) …Desde ese momento y hasta hoy Argentina se empobrece y destruye cada día un poco más…el resto de de este relato todos los sabemos, somos contemporáneos, y mas allá del color político que tengamos, con honestidad, conocemos lo sucedido, menos los fanáticos.En la foto, 1900, inmigrantes esperanzados y felices a su llegada al Puerto de Buenos Aires. Comenzaban una nueva vida….
MC
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