Y entonces ella dijo…

Y entonces ella dijo…

SARA EME

09/01/2018

Por un breve espacio de tiempo los besos dejaron de estar huecos…

A los dos nos gustaba el café sin azúcar,

la Amapola de Extremoduro,

el whisky con zumo de naranja de su boca,

practicar sexo sucio sin remordimientos

y después hacernos el amor,

las conversaciones hasta las 6 a.m.,

leer un buen libro y otros muchos placeres que no llegamos a compartir.

Pero, sobretodo, a los dos nos gustaba más él…,

y para ganar este juego se necesitaba un empate.

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