Desesperación

Hacer algo de mi vida…

¿Realmente vale la pena?

Ese pensamiento me invade todo el tiempo, el sentimiento de abandonar y olvidar todo hace presencia, para recordarme que aún no tengo la respuesta a mi incógnita. Lo que corroe mi mente, haciendo que considere unas ideas algo… Precipitadas.

La gente que me rodea cree que se mantiene en la realidad aceptando un sueldo, una vida social, una rutina. Con la excusa de «mantener los pies en la tierra» los arraiga a tal punto que las enredaderas comienzan a formar parte de ellos.

Yo en cambio quiero irme, intentar lo que realmente me gusta, abrirme ante el mundo entero, romper el cascarón social y salir volando lejos, muy lejos.

Que las brisas de aire rocen con mi rostro y me acompañen donde quiera que vaya. Dejarme llevar y despertar en un mañana lleno de sorpresas, de vida.

Pero… ¿Estaré haciendo lo correcto?

Si mis sentimientos me elevan muy alto y todo fracasa, caeré tan fuerte que no se si seré capaz de ponerme de pie y levantarme una vez más.

Quiero esfumarme, dejar de sentir esta Desesperación que apuñala una y otra vez mi pecho, que todos los días, sin falta alguna, se hace presente sin importar que, solo…

Solo para hacerme sentir aún peor.