«Muchos se preguntan en qué lugar nos conocimos, diles que fue en una noche donde un ángel y el diablo se vieron por primera vez»
¿Qué pasaría si te encontrarás cara a cara con tu destino y tu otra parte?
¿A quién elegirías?
Hace muchos años…
El pueblo de Moa había sido siempre un lugar tranquilo y pacífico entre sus habitantes. Apolonio junto con su esposa y su pequeño Arkeus, mantenían en constante armonía el lugar, nunca ocurría nada malo, todos podían andar libres por el bosque y los ríos.
Apolonio y Casilda, eran siempre visitados por las personas del pueblo que le otorgaban frutos y semillas para que brotaran en sus tierras, puesto que los consideraban ciudadanos de buena fe.
Casilda, por las tardes se encargaba de mantener el árbol de la vida alegre y reluciente. De este árbol siempre brotaban luces de colores, los cuales eran la fuente de energía del pueblo. Muchos querían robar este árbol para obtener la gloria, es así que una noche unas hechiceras de un pueblo aledaño vinieron a visitar a la pareja que se encontraban cuidando a su primer hijo, Arkeus, el guerrero.
Esa noche las hechiceras con malas intenciones de por medio, les ofrecieron un intercambio a la pareja de esposos. Esto consistía entregarle la fuente de energía, mientras que ellas les otorgarían una vida dulce y plena al niño de cabellos marrones claros que Casilda llevaba en brazos. Casilda negaba con la cabeza y el corazón de Apolonio decía lo mismo, sabían que estas hechiceras nunca hacían visitas así, si es que no se tratara de algo tan poderoso.
Las hechiceras eran ayudadas por las brujas malignas, y dichas brujas podían ver el futuro.
Apolonio, antes de rechazar la propuesta preguntó las intenciones y luego les diría cuál era su respuesta. Éstas no quisieron revelar el secreto que traía consigo el árbol. El árbol de la vida podía hacer cosas maravillosas. Sólo que Apolonio y Casilda todavía no sabían la clave, sabían que ese árbol mantenía al pueblo contento, alegre, y lleno de vida. Las hechiceras al ver el rechazo de la pareja clavaron la mirada en el niño y dijeron en una sola voz: «Arkeus, será el niño más desdichado de la tierra, ni su valentía, ni el amor podrá salvarlo de la muerte».
Entre un humo invisible desaparecieron en un cerrar de ojo.
Los años pasaron y Arkeus se convirtió en un hombre bello y amable. Sólo que estaba enamorado de la bella y esbelta Katherine, ella era hija de Felisa y Leandro, los reyes de la ciudad de Moa.
Habían vuelto después de estar un tiempo alejados de su reinado, y desearon regresar a Moa. Así que decidieron agradecerles personalmente lo bien que habían hecho al cuidar el pueblo y qué cumplirían con lo que prometieron antes de marcharse. Porque tanto Felisa y Leandro, sabían que el pueblo quería mucho al carpintero y a la costurera, por ello por votación escogieron que en todos esos años que se irían, ellos quedarían a cargo del pueblo, más no de su reino.
Esa tarde los reyes eran traídos en caballos blancos y con flores que caían en sus cuerpos. Los habitantes aclamaban por ellos como si de Dioses se tratase. Descendieron con sus tacos de cristal y sus zapatos finos, detrás bajo la princesa Katherine, con un vestido que caía hasta el piso, hecho por la madre de Arkeus, tenía un color celeste y un cabello que el sol hacía deslumbrar magníficamente.
La humilde familia les abrió paso a ingresar a su pequeña casa. Casilda con vergüenza de verse en esas fachas se peinó con la mano antes de que alguien la viera, Apolonio se sacudió la suciedad de su vestimenta y Arkeus sentado, veía entrar a Katherine. Creía soñar, sonrío al saber que sus caminos se habían vuelto a encontrar. Luego que se fue, él se encargó de mandarle cartas tras cartas, ella le respondía constantemente, por ello nunca perdieron comunicación. Se amaban en secreto.
Katherine sintió lo mismo, Arkeus, el chico de las cartas, tragó saliva y ella emitió una risa.
Los padres hablaban entre ellos, hasta que se oyó a Leandro decir: «Nosotros, los reyes de Moa, estamos agradecidos por lo que ustedes han hecho por nosotros, y sabiendo que hicimos una promesa antes de partir y ver nuestro árbol de la vida intacto, les ofrecemos la mitad de nuestra magia».
Los padres de Arkeus no se esperaban aquella acción, no querían aceptar dicho regalo tan grande, todo lo habían hecho con puro amor al pueblo. Pero los reyes, les explicaron que era hora que otros gobernaran y que no por eso dejarían ser reyes, solo ya no serían los reyes de Moa. Y que su hija no había aceptado hacerse cargo porque estaba enamorada de Arkeus. Y como se sabe un no brujo con una bruja, no puede darse un «amor» .A parte de buscar a sus descendientes, deseaban la felicidad de Katherine que había elegido a Arkeus.
Katherine lo miró con ojos de amor a Arkeus, y él cogió su mano.
Los padres vieron que su pequeño niño, ya era un hombre y sí su destino era estar con ella, que así sea. El Universo permitió que los destinados sean Arkeus y Katherine. Así como la naturaleza ya tenía a uno de sus elegidas una dulce muchacha del pueblo de Ghen. Los reyes hicieron un círculo agarrados de la mano con la familia de Arkeus y dijeron: «Nosotros, los reyes de Moa, otorgamos nuestro poder a ustedes, Arkeus, Casilda y Apolonio.»
El árbol de la vida escribió en un color el nombre de Arkeus.
Meses más tarde los padres de Katherine murieron. Eran indefensos ante las amenazas de almas negras. Los padres de Arkeus quedaron a cargo, lamentaron la muerte de sus amigos. Katherine recibió mucho apoyo de ambos y también decidió continuar con su vida. Ya eran días mejores, la pareja de enamorados se empezaron a amar con locura, planeando en un futuro tener un bebé.
Amelia, la mejor amiga de Katherine, era un muchacha de dieciocho años, no conocía el amor y era descendiente de brujas malas, sin embargo, Katherine no hacía discriminación o perjuicio por ello, sentía que su amiga era la excepción. A veces Amelia se divertía en ocasiones con ellos, paraba de un lado a otro con la pareja. Hasta que un día empezó a sentir cosas por el novio de su amiga y el corazón se volvió frío y malévolo. Lo miró con otros ojos un día al verlo salir del río.
Una de las hechiceras pasó cerca al árbol de la vida. Colocó su mano encima y vio el nombre de Arkeus al igual que el de Katherine, ¿Cómo era posible? ¿Será que Arkeus es ahora un brujo?, pensó.
Decidió contar este hecho a sus amigas y a las brujas, no podía creer que el árbol ya tenga dos nombres que tenían la fuente de energía en ellos. Sacaron sus conclusiones y sabían que Arkeus y Katherine, eran hoy por hoy, los brujos más poderosos del pueblo. Tenían que robar la magia de ellos o del árbol, querían más fuerza junto con el poder y así no ser desterradas de ningún pueblo o ser señaladas. ¡Querían venganza!. Se enteraron que los padres de Arkeus tenían también poderes, así que debían iniciar por ellos.
Una noche Arkeus se encontraba cazando en el bosque, sentía que alguien lo seguía, cómo si alguien clavara sus ojos en él, el cazador se sentía ahora la presa. Volvió de prisa al oír gritos provenientes de su noble casa.
Al llegar, el lugar ya no parecía su hogar, sino más bien un crimen espantoso y sangriento. Apolonio, el padre de Arkeus, estaba recostado con un cuchillo atravesado en el estómago. Seguía con vida, aunque la respiración se le entrecortada. La madre de Arkeus ya hacía muerta en el filo de la cama, no entendía que sucedió, quién había hecho esto, eran amados por todos, pero odiados por muchos.
Apolonio le dijo que fueron unas brujas que deseaban el poder del árbol y necesitaban matar las raíces primero, antes que las ramas, debido a que las ramas eran ellos dos. Las raíces eran Apolonio y Casilda, así que antes de dar el último suspiro pronunció: «Te regalo mi magia».
En ese instante el collar que colgaba en su cuello perdió su luz. Arkeus gritó, al momento llegó Katherine aterrorizada por lo que veía, abrazó fuerte a su pareja y lloraron juntos. Arkeus sintió las palabras de su padre en mente: «Termina lo que comenzamos, ustedes son los elegidos, coge el collar y cuidalo como tu vida, confío en ti, mi pequeño guerrero». Hizo lo que escuchó, cogió el collar del sol de los cuellos de sus padres y se los pusieron ambos, las dos mitades volvieron a brillar. No obstante, las raíces y las tierras del árbol se secaron.
Katherine y Arkeus se hicieron cargo del pueblo, luego de sepultar a sus padres, decidieron que era hora de casarse.
Amelia recibió la invitación de la boda, no, no y no. Ellos no podían casarse, no después de amar a Arkeus. Su tía le recomendó que aceptara su destino de ser una bruja y le entregó un cuchillo. Ese cuchillo quitaba los poderes después que la persona muriera. La tía de Amelia también lo hacía por conveniencia, quería el poder en sus manos para ellas dominar y hacer lo que querían. Cambiar cosas y tener tres deseos. Amelia afirmó con la cabeza y esa misma noche se encargaría de destruir el mundo mágico de Katherine y Arkeus.
El día que se celebró la boda, llegó Amelia con un cuchillo en la mano junto a sus secuaces que estaban bajo un hechizo para obedecer las órdenes de la bruja Amelia, tenían los ojos desorbitados y en blanco, ellos hacían caso a las obligaciones de Amelia, las personas empezaron a correr y estos acorralaron a los invitados, algunos se escondían detrás de los árboles, pero eran atrapados por ellos. Mientras que Amelia se acercaba a la pareja que le suplicaba que no hiciera esto.
La boda se volvió un caos, el ramo estaba tendido en el piso, las sillas de un lado para otro, la boda había fracaso. La pareja no sabía qué hacer, así que optaron por esconderse en el bosque. Corrieron pasando entre las ramas, se cayeron muchas veces, sin embargo Amelia era ayudada por las brujas malas.
Llegaron a un gran árbol, pero todo intento fue en vano, el escondite fue encontrado por la mala mujer, Arkeus sabía que morirían, que había llegado el final de sus días. Así que Arkeus, al verse acorralado junto con su amada que lo miró como si fuera la última vez que lo vería, provocó un hechizo poderoso utilizando la ayuda del Universo, tocó la mano de Katherine y juró que su amor sería inmortal incluso más allá de la muerte, que sólo un brujo tan poderoso como ellos podría destruir el collar, nadie más y qué renacería su amor en otro tiempo hasta que por fin se termine lo que se comenzó. Los collares volvieron a flotar, ellos pegaron el rostro esperando a que funcione, Amelia se iba acercando a ellos, los collares se unieron y ellos murieron al instante.
Dos cuerpos tendidos en mitad del bosque, los collares desaparecieron y Amelia quedó estúpida. ¿Cómo era posible que Arkeus tuviera magia? ¿Si el cuchillo quitaba el poder? Apolonio sabiamente antes de morir y que el cuchillo fuera absorbiendo su magia, le regaló a su hijo su poder. Porque sabía que si el moría con la magia dentro de él, Arkeus y Katherine perderían su magia, es por ello que dedujo que las brujas los atacaron por el motivo de que no quede ningún rasgo de magia de destinados en el pueblo. Ese plan sólo podía ser ejecutado por las brujas malas, es decir, las brujas de la Naturaleza.
Amelia escuchó las palabras de Arkeus y emitió un grito descontrolado, había realizado un linaje en otro tiempo, tenía que impedirlo de cualquier manera. Es así se que se creó «La Otra Parte», ayudado por el Señor Naturaleza y la Luna. El cielo se volvió tenebroso, y el Sol se acompañó de la Luna que se acercaba lentamente hasta él para formar un eclipse. Antes de que la Luna y el Sol crearan a los opuestos, Amelia dijo: «Tú serás creado para destruir la historia de Katherine y Arkeus. Las personas reconocerán a su alma gemela por el brillo en los ojos, permitiendo ver a través de su mirada su pasado, presente y futuro, solo así se sabrá quién es tu alma gemela»
Y el árbol tenía a su tercer elegido. Un nuevo nombre había sido escrito.
Una niña oculta escuchó todo lo sucedido y vio la escena aterrada, no podía creer lo que estaba sucediendo.
Y las dos fuerzas poderosas que reinaban en ese pueblo. El señor Universo y la Naturaleza entraron en una batalla de por vida.
No obstante, todo hechizo tenía una cláusula, como ellos sabían, el Universo, estaba a favor del brujo Arkeus, así que concedió el pase de que este amor durara, pero al verse terminado antes de que comenzara, habían jurado que si el collar era destruido por otro brujo tan fuerte como lo fueron ellos, todo volvería a comenzar, pero también propuso que el mundo es redondo y a pesar de todo se verán cara a cara otra vez. Esta pareja juró que se volverían a ver después de la muerte, aunque si no se cumplía su promesa tendrían que ser separados, esa era la prueba de amor…
(…)
El Sol y la Luna se cruzaron convirtiéndose en una sola esencia, la batalla había iniciado.
Ten cuidado a qué bando elijas pertenecer, no hay segundas oportunidades, tu decisión puede costarte la vida.
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