Me gustaría contarte…
Me gustaría contarte que cuando me conociste, yo vivía en el mundo de las mariposas amarillas. Fueron una herencia de mi tío Gabriel. Eran de mi propiedad, de mi alma, yo sentía que habían nacido al despegarse de mi propia piel.
Me seguían a todos lados. Estaban conmigo al cocinar, me custodiaban al bañarme, me hacían cosquillas cuando compraba flores y revoloteaban felices cuando elegía dulces en el aparador de mi tienda favorita.
Entonces llegaste tú…Y comenzaron a desaparecer, una por una. Escaparon, murieron, incluso pienso que se hartaron de la persona que fui contigo hasta el final. Te tomó años, pero todas me abandonaron.
Me gustaría decirte…
Me gustaría decirte que desde que cerraste la puerta, dije adiós a todas las cosas buenas que alguna vez me hicieron feliz. Los susurros en la oscuridad, la mano fría en el pecho, tus ojos verdes. Pero también algo debí hacer bien, porque esta noche y después de tanto ruido como dice mi maestro Joaquín, tanto, tanto ruido, y al final llegó el final, hace apenas una hora escuché un aleteo a mi lado izquierdo, junto a la ventana.
Regresó la primera mariposa. Nos miramos y a ella la iluminaba la luna. Apenas moví mi cuerpo salió por la ventana, y al instante regresó con una más. Revoloteaban en el mismo punto cuando llegó la tercera, y no puedo esperar para saber cuántas más volveré a ver antes del amanecer.
Todo esto, todo quisiera contarte. Porque te extraño. Pero extrañaba más a mis mariposas, y poco a poco vuelvo a ser yo.
OPINIONES Y COMENTARIOS