Sentimos tanto que cuesta expresarlo… Intenté, una y otra vez, desentrañar el corazón ajeno, colocando su alegría por encima de la mía. Sin darme cuenta, mi propia vitalidad se fue consumiendo. En silencio, las lágrimas y el sufrimiento eran mis compañeros, mientras mi rostro mostraba una sonrisa a los demás, y la soledad me engullía...
Seguir leyendo
5
0